Epidemiología y patologías relacionadas por sexo con el síndrome de apnea obstructiva del sueño
Autor principal: José Enrique Alonso Formento
Vol. XIX; nº 18; 838
Epidemiology and sex-related pathologies of obstructive sleep apnea syndrome
Fecha de recepción: 17/08/2024
Fecha de aceptación: 22/09/2024
Incluido en Revista Electrónica de PortalesMedicos.com Volumen XIX. Número 18 Segunda quincena de Septiembre de 2024 – Página inicial: Vol. XIX; nº 18; 838
Autores:
José Enrique Alonso Formento, Inés Alonso Envid
Médicos del servicio de Urgencias del Hospital Universitario Miguel Servet de Zaragoza. España
Los autores de este manuscrito declaran que:
Todos ellos han participado en su elaboración y no tienen conflictos de intereses
La investigación se ha realizado siguiendo las Pautas éticas internacionales para la investigación relacionada con la salud con seres humanos elaboradas por el Consejo de Organizaciones Internacionales de las Ciencias Médicas (CIOMS) en colaboración con la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El manuscrito es original y no contiene plagio.
El manuscrito no ha sido publicado en ningún medio y no está en proceso de revisión en otra revista.
Han obtenido los permisos necesarios para las imágenes y gráficos utilizados.
Han preservado las identidades de los pacientes.
RESUMEN
El síndrome de la apnea obstructiva del sueño (SAOS) es un trastorno respiratorio caracterizado por apneas durante el sueño, una disminución de la saturación de oxígeno y despertares.
Es una patología con predominio en varones, a partir de los 40 años y asociado a diferentes patologías como la obesidad o el hipotiroidismo. Esta patología puede favorecer complicaciones cardiovasculares como la hipertensión arterial, la insuficiencia cardiaca, o la cardiopatía isquémica.
Durante los 7 años estudiados se atendieron 15412 pacientes con antecedentes de SAOS (1,3% del total). Por sexo un 2% de los varones y un 0,7% de las mujeres tenían esta patología. Un 73,3% eran varones y la edad media fue del 68 años.
De todas las patologías las relacionadas con el SAOS en el análisis multivariante fueron por orden de importancia la obesidad, la edad mayor de 50 años, la esteatosis hepática, la EPOC, la hipertensión arterial, la hipertensión pulmonar, la diabetes mellitus, el hipotiroidismo, la insuficiencia cardiaca y la cardiopatía isquémica. Hubo diferencias importantes según el sexo en la miocardiopatía hipertrófica en el varón y, la obesidad, la edad, la esteatosis hepática y la enfermedad pulmonar obstructiva crónica en mujeres con SAOS. El hipotiroidismo y la depresión fueron más frecuentes en mujeres.
Palabras clave: síndrome de apnea obstructiva del sueño, factores de riesgo, epidemiología
ABSTRACT
Obstructive sleep apnea syndrome (OSAS) is a respiratory disorder characterized by apneas during sleep, a decrease in oxygen saturation, and awakenings. This condition predominantly affects males, typically starting at age 40, and is associated with various conditions such as obesity or hypothyroidism. It can lead to cardiovascular complications such as hypertension, heart failure, or ischemic heart disease.
Over the seven years studied, 15,412 patients with a history of OSAS were treated (1.3% of the total). By sex, 2% of men and 0.7% of women had this condition. Of these, 73.3% were men, and the average age was 68 years.
Of all the pathologies, those related to OSAS in the multivariate analysis were, in order of importance, obesity, age over 50 years, hepatic steatosis, COPD, arterial hypertension, pulmonary hypertension, diabetes mellitus, hypothyroidism, heart failure, and ischemic heart disease. There were significant differences by sex: hypertrophic cardiomyopathy was more prevalent in men, while obesity, age, hepatic steatosis, and chronic obstructive pulmonary disease were more prevalent in women with OSAS. Hypothyroidism and depression were more common in women.
Keywords: Obstructive sleep apnea, risk factors, epidemiology
INTRODUCCIÓN
El síndrome de la apnea obstructiva del sueño (SAOS) es un trastorno con alta prevalencia, descrito por primera vez en 1965. La prevalencia del SAOS en la población adulta oscila entre el 3,3 % y el 3,4 % y se incrementa con la edad (1). Se caracteriza por episodios intermitentes de cierre parcial o completa de las vías respiratorias superiores, lo que provoca episodios de apneas durante el sueño. Esto conlleva el realizar esfuerzos respiratorios con disminución de la presión intratorácica y una disminución de la saturación de oxígeno, con micro-despertares (2). Los síntomas diurnos son la hipersomnia, la disminución de la memoria y el rendimiento, la irritabilidad, las cefaleas matutinas y la impotencia. En algunos casos puede haber insomnio. Los síntomas nocturnos son los ronquidos intermitentes, las apneas de hasta 2 o 3 minutos con ruidos inspiratorios intensos al finalizar la apnea y un sueño poco reparador (3). Es una patología infradiagnosticada y que aumenta la morbimortalidad, incluida la accidentabilidad laboral y de tráfico.
Se ha observado una prevalencia del SAOS del 4-6% en varones y alrededor de un 2% en mujeres (4).
Es una patología con predominio en varones, a partir de los 40 años. El principal factor de riesgo asociado al SAOS es la obesidad (definida como un índice de masa corporal ³ 30 Kg/m2). Hasta un 70% de los pacientes con SAOS son obesos (5). Las dos patologías comparten alteraciones fisiopatológicas como la inflamación sistémica, la hipoxia crónica y la interrupción del sueño. Esto predispone a desarrollar patologías como el síndrome metabólico, las alteraciones del metabolismo de la glucosa (6) y el hígado graso metabólico.
La SAOS se relaciona con otras patologías como son el hipotiroidismo (7), la acromegalia, la insuficiencia renal, la amiloidosis, la malformación de Arnold-Chiari, micrognatia y retrognatia, el síndrome de Down, la insuficiencia cardiaca congestiva, las distrofias musculares, la poliomielitis y la enfermedad pulmonar obstructiva crónica. El SAOS puede favorecer la hipertensión arterial, el accidente cerebrovascular, la isquemia miocárdica, la insuficiencia cardiaca, los trastornos del ritmo cardiaco, la tromboembolia pulmonar, la hipertensión pulmonar y las disfunciones neuropsicológicas como el deterioro cognitivo y la depresión (8).
La prevalencia de SAOS es hasta del 40-80% en pacientes con hipertensión arterial, insuficiencia cardiaca, enfermedad coronaria, hipertensión pulmonar, fibrilación auricular e ictus (9).
La sospecha diagnóstica se realiza mediante la historia clínica, un índice de masa corporal superior a 30, una circunferencia del cuello mayor de 44 cm, un aumento de sueño diurno medido por la escala de Epworth superior a 12 puntos (10) . También puede ser útil el cuestionario STOP-BANG (11). Los hallazgos clínicos son la obesidad, un aumento de circunferencia del cuello, y una puntuación de Mallampati ³ III, es decir la visualización de sólo la base de la úvula (III) o sólo el paladar (IV).
El diagnóstico de SAOS se realiza cuando se cumplen uno de los siguientes (2):
- Presencia de un índice de apneas-hipoapneas (IAH) ³ 15 / h, predominantemente obstrucitvas.
- Presencia de un IAH ³ 5 / h acompañado de uno o más de los siguientes factores: excesiva somnolencia durante el día, sueño no reparador, cansancio excesivo y/o deterioro de la calidad de vida relacionada con el sueño, no justificables por otras causas.
La confirmación diagnóstica se realiza mediante un estudio del sueño con polisomnografía (2).
El tratamiento incluye la pérdida de peso una correcta higiene del sueño, identificar los factores predisponentes, terapias posturales y tratar la congestión nasal y el reflujo gastroesofágico (5). Ante la presencia de hipertrofia amigdalar o alteraciones dentofaciales graves hay que valorar la opción quirúrgica (2). En los casos de SAOS moderado o severo se recomienda la aplicación de presión positiva en la vía aérea superior nocturna (CPAP) El tratamiento con CPAP nocturna disminuye la probabilidad de presentar arritmias ventriculares y la muerte súbita cardiaca (12). En casos rebeldes se puede plantear el tratamiento con prótesis orobucales o el tratamiento quirúrgico con uvulopalatofaringoplastia (13).
MATERIAL Y MÉTODOS
Se trata de un estudio descriptivo transversal realizado con los pacientes atendidos en los servicios de urgencias hospitalarios de los hospitales públicos de nuestra comunidad autónoma.
El tiempo estudiado es del 1 de enero de 2017 al 31 de diciembre de 2023, en total 7 años.
Utilizamos los datos de la historia clínica electrónica. De todos los pacientes atendidos seleccionamos aquellos que tenían en sus antecedentes un diagnóstico de SAOS.
Utilizamos las variables edad, sexo, antecedentes con patologías y destino final del paciente.
Para el análisis de datos utilizamos el programa estadístico IBM SPPS Statistics versión 25.
RESULTADOS
En nuestro estudio analizamos los pacientes atendidos en los servicios de urgencias hospitalarias públicos de nuestra comunidad autónoma durante los años 2017 a 2023, ambos inclusive. En estos 7 años obtuvimos 3.941.017 visitas, de las cuales corresponden a 1.395.114 pacientes, 1.195.307 mayores de 14 años. Un 52,7% eran mujeres, y la edad media de los pacientes fue de 52 años. De todos los pacientes mayores de 14 años 15412 tenían antecedentes de SAOS (1,3%), de los cuales 6830 (el 44,3% de los pacientes con SAOS) utilizaban CPAP nocturna. Por sexo un 2% de los pacientes varones tenían SAOS y un 0,7% en mujeres.
De todos los pacientes con diagnóstico de SAOS un 73,3 % eran varones, y la edad media era de 68 años (67 en varones y 71 en mujeres). La distribución de la edad es la mostrada en la Figura 1. La prevalencia aumenta hasta los 80 años, con más del 5% en varones.
Las patologías relacionadas con el SAOS fueron la hipertensión arterial, la diabetes mellitus, la dislipemia, la cardiopatía isquémica, el hipotiroidismo, el hipertiroidismo, la obesidad, la EPOC, la hipertensión pulmonar, la insuficiencia renal, la insuficiencia hepática, el accidente cerebrovascular, la insuficiencia cardiaca, la miocardiopatía dilatada, la miocardiopatía hipertrófica, la valvulopatía, la esteatosis hepática, el consumo de alcohol y la depresión. La prevalencia de los diferentes factores de riesgo según el sexo es el mostrado en la Tabla 1.
El hipotiroidismo y la depresión fueron más frecuentes en las mujeres con SAOS que en los varones.
En el análisis univariante las patologías con importantes diferencias según el sexo fueron la miocardiopatía hipertrófica en los varones con SAOS, y la obesidad, la edad, la esteatosis hepática y la enfermedad pulmonar obstructiva crónica en mujeres con SAOS. En ambos el factor más importante en ambos sexos fue la obesidad como muestra la Figura 2.
Al analizar los factores de riesgo para tener un SAOS en análisis multivariante encontramos en primer lugar la obesidad (x11), la edad mayor de 50 años (x8), la esteatosis hepática (x7), el sexo varón (x7), la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (x6), la hipertensión arterial (x4), la depresión (x4), la hipertensión pulmonar (x4), la diabetes mellitus (x2), el hipotiroidismo (x2) la insuficiencia cardiaca (x2), y la cardiopatía isquémica (x1).
Los factores de riesgo de tener SAOS por sexo en el análisis multivariante es el mostrado en la Tabla 2.
De los pacientes con SAOS mayores de 14 años ingresaron en un 32,9%, y fallecieron en urgencias un 0,8%. No hubo diferencias entre varones y mujeres en estos parámetros.
DISCUSIÓN
El síndrome de la apnea obstructiva del sueño (SAOS) se ha relacionado con varias patologías, de las cuales las más importantes son la obesidad, la edad, el sexo varón, la esteatosis hepática, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica, la hipertensión arterial, la depresión, a hipertensión pulmonar, la diabetes mellitus, el hipotiroidismo, la insuficiencia cardíaca, y la cardiopatía isquémica.
Algunas de estas enfermedades predisponen a desarrollar un SAOS como son la obesidad, la edad, el sexo varón y el hipotiroidismo, pero otras patologías son consecuencia del SAOS como la hipertensión arterial, la insuficiencia cardiaca, la cardiopatía isquémica y otras enfermedades cardiovasculares.
En alguna de ellas están tan relacionadas que se pueden potenciar mutuamente, como la depresión o la hipertensión pulmonar.
La obesidad se asocia a un aumento del tejido graso a nivel subcutáneo cervical, lo cual favorece el colapso de la vía aérea superior de forma nocturna. También el tejido graso secreta diversas hormonas, como la leptina, y una disminución de citoquinas, como la adiponectina, que predisponen el SAOS (5).
En los pacientes con SAOS su páncreas presenta una secreción sostenida de insulina, como consecuencia de la hipoxia e hiperglucemia, con un aumento del riesgo de resistencia a la insulina y diabetes mellitus tipo 2 (6).
La hipoxia intermitente del SAOS, así como retención de anhídrido carbónico conlleva un aumento de la actividad simpática. El generación de presión intratorácica negativa de forma nocturna provoca una sobrecarga de las cavidades derechas cardíacas, así como un aumento la postcarga del ventrículo izquierdo. Todo esto desencadena una activación del sistema nervioso simpático, estrés oxidativo, inflamación sistémica, disfunción endotelial y resistencia a la insulina (14).
Se ha relacionado el SAOS con el hipotiroidismo. Se explica por el depósito de mucoproteínas en las vías respiratorias superiores, la disminución de la musculatura de estas vías, la obesidad y la anormalidades de en el control ventilatorio de esta enfermedad. También se ha observado una disminución de la concentración de la tirotropina (7).
Se ha descrito que la SAOS favorece las enfermedades cardiovasculares y la hipertensión pulmonar. Esta enfermedad aumenta el riesgo de hipertensión, enfermedad vascular pulmonar, la cardiopatía isquémica, el accidente cerebrovascular, la insuficiencia cardiaca y las arritmias. La desaturación de oxígeno arterial nocturna de repetición, la hipercapnia, y las oscilaciones de la presión negativa intratorácica desencadena un aumento de la presión de la arteria pulmonar. Se desarrolla una remodelación vascular pulmonar, una hipertensión pulmonar sostenida y una hipertrofia del ventrículo derecho.
Según algunos estudios se ha observado que el SAOS puede aumentar el riesgo de desarrollar esteatosis hepática hasta 3 veces. La explicación es por el aumento de asociación con obesidad, y porque la hipoxia favorece la acumulación de lípidos en el hígado, al aumentar los ácidos grasos libres que no son metabolizados por la oxidación mitocondrial (5).
Existen estudios que relacionan el SAOS con la enfermedad mental, debido al aumento del peso relacionado con el consumo de los fármacos psicótropos, y por los eventos respiratorios relacionado con el efecto sedante de estos medicamentos. Una de las patologías mentales relacionadas es el síndrome depresivo. Ambas patologías comparten factores de riesgo comunes (15).
Algunos factores de riesgo relacionados con el SAOS son predisponentes a esta patología, como son la obesidad, el hipotiroidismo, pero otros son a su vez consecuencia de ella, como la esteatosis hepática, la hipertensión arterial, la diabetes mellitus o la cardiopatía isquémica.
Al estudiar estas patologías relacionadas según el sexo observamos diferencias significativas en algunas de ellas como es la miocardiopatía hipertrófica que es más frecuente en varones con SAOS, y la obesidad, la edad, la esteatosis hepática y la EPOC en las mujeres.
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