Inicio > Endocrinología y Nutrición > Estado nutricional de las personas mayores institucionalizadas en una residencia de Zaragoza > Página 2

Estado nutricional de las personas mayores institucionalizadas en una residencia de Zaragoza

los profesionales de estos centros (11), ya que se estiman unos valores comprendidos entre el 24 y 74% de prevalencia de desnutrición en este colectivo (12).

Por ello, el Consejo de Europa ha publicado la resolución «La comida y la atención nutricional en los hospitales: Cómo prevenir la desnutrición. Informe y recomendaciones». Se trata de un documento de interés en esta materia (6).

La prevalencia de desnutrición es mayor en pacientes institucionalizados de edad avanzada en comparación con otras comunidades de pacientes (13). Entre los residentes, predominan las afecciones musculares y esqueléticas (artritis, reumatismos) y las secuelas producidas por enfermedades psiquiátricas (demencias), cardiovasculares y accidentes cerebrovasculares. Por tanto, una importante dependencia física y mental es la principal característica de este colectivo (14).

La desnutrición comporta una peor calidad de vida, una evolución más tórpida de las enfermedades, estancias hospitalarias más prolongadas y más reingresos hospitalarios, y, en definitiva una mayor agravación económica y social que podría, en parte, evitarse si se llevaran a cabo todas aquellas maniobras destinadas a prevenir el desarrollo de la desnutrición o a tratarla precozmente (15).

Estudios españoles en los que se ha utilizado el MNA para la valoración nutricional muestran un 50 y un 68% de desnutridos a nivel hospitalario, un 6 y 8% en régimen de institucionalización, un 46% en unidad de convalecencia y un 20% en cuidados domiciliarios (16).

Como consecuencia de ello, las investigaciones que giran alrededor del envejecimiento han tomado gran relevancia dentro del ámbito científico y social (17). Todos los esfuerzos tendrían que ir dirigidos a su prevención y detección precoz, pero los signos clínicos del déficit calórico-proteico suelen ser tardíos y presentan evidentes dificultades de interpretación en el anciano, al poder ser originados por causas no nutricionales (18).

Así como objetivo principal, nos planteamos describir el estado nutricional de los usuarios de la Residencia Tercera Edad Ballesol Zaragoza III; como objetivos secundarios, por un lado describir las características generales de dichos usuarios por grupos de edad y sexo y por otro, describir si existen diferencias en el estado nutricional de dichos usuarios en función del sexo, grupos de edad, deterioro cognitivo y estado funcional.

MATERIAL Y MÉTODO

Se trata de un estudio observacional, de tipo descriptivo transversal. En él analizamos datos correspondientes a 92 personas institucionalizadas (32 hombres y 60 mujeres) de un centro geriátrico privado de Zaragoza (Residencia 3º Edad Ballesol Zaragoza III), con edades comprendidas entre 60 y 101 años.

Se excluyeron aquellos residentes que estuviesen ingresados en hospital de agudos en el momento de recogida de datos, los que presentaban enfermedades agudas o crónicas (descompensadas), los que estuviesen en estado terminal y los que llevasen nutrición enteral.

Los datos se consultaron en las historias clínicas de los usuarios, informatizadas en el programa de Gestión Ballesol, exclusivo del propio centro. Los participantes fueron estudiados entre marzo y abril de 2015 y la investigación fue aprobada por la dirección de la residencia en la que se recogieron los datos. Para ello, se solicitó consentimiento por escrito a la directora de la Residencia Ballesol Zaragoza III, informándole del propósito del estudio.

Las variables de estudio que se evaluaron fueron: la edad, el sexo, la ingesta de suplementos nutricionales, el estado nutricional con el MNA-SF, en el cual la primera parte de cribaje está compuesta por 6 ítems y una segunda parte de evaluación con 12 ítems (sólo se aplica si ha aparecido riesgo en la de cribaje), autonomía en las actividades básicas de la vida diaria (ABDV) mediante el Índice de Barthel , uno de los mejores instrumentos para monitorizar la dependencia funcional de las personas que presentan alguna discapacidad física, evaluando 10 tipos de actividades y clasificándose en 5 grupos de dependencia según el puntaje total (0-100 puntos),  y estado cognitivo mediante el test de Pfeiffer, el cual evalúa la función cognitiva a través de 10 preguntas y clasificándose en 4 grupos según las respuestas erróneas (0-10 errores).

La edad se codificó como cuantitativa discreta y se recodificó en tres grupos de edad: <80/81-90 años/>91 años; el sexo como cualitativa dicotómica y se recodificó a través de pregunta cerrada: hombre/mujer; el estado nutricional como cuantitativa discreta y se recodificó en variable cualitativa nominal con 3 opciones: bien nutrido (24-30 puntos) / situación de riesgo (17-23,5 puntos) / desnutrición (<17 puntos); el estado funcional como cuantitativa discreta y se recodificó en variable cualitativa nominal con 5 opciones: independiente (100 puntos) /dependencia leve (60-95 puntos) / dependencia moderada (40-55 puntos) / dependencia grave (20-35 puntos) / dependencia total (<20 puntos) y el estado cognitivo como cuantitativa discreta y se recodificó en variable cualitativa nominal con 4 opciones: normal (0-2 errores) / leve deterioro (3-4 errores) / moderado deterioro (5-7 errores) / severo deterioro (8-10 errores).

ANÁLISIS ESTADÍSTICO

Se realizó un análisis descriptivo (mediana, media y desviación estándar) para la caracterización de cada una de las variables cuantitativas, y se calcularon frecuencias para las variables cualitativas, clasificándolas por grupos de edad y sexo.  Para conocer si existía asociación entre las variables, se aplicaron pruebas no paramétricas (la distribución de la variable dependiente resultó no ser normal). El nivel de significación se estableció en un  95% en todos los casos (p≤0,05). Todos los datos se analizaron mediante la aplicación informática SPSS para Windows (versión 20.0).

RESULTADOS

Se estudiaron a 92 sujetos, de los cuales 32 (34,8%) eran hombres y 60 (65,2%) mujeres. El promedio de edad fue de 85,08 años (DT: 7,827). El residente más joven era varón y tenía 60 años y la residente más anciana resultó ser una mujer con 101 años. El 22,8% tenía menos de 80 años, el 56,5% oscilaba entre 81 y 90 años y el otro 19% restante superaba los 90 años. La edad media