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Los estudiantes universitarios y sus relaciones familiares

parental que es de gran relevancia para la formación del yo ideal, o que según algunas propuestas teóricas, pueden esperarse conflictos en el entramado simbólico del sujeto ante la ausencia de la figura paterna en su vida familiar. La inferencia de la madre ausente es mucho menor puesto que en general las no-respuestas en los ítems fluctúan alrededor del 3%.

La ausencia del padre se puede categorizar de distintas maneras, no implica necesariamente la ausencia física, también implica un abandono a la relación familiar en su cotidianidad, donde parcialmente se atienden las necesidades de relación de los integrantes que conforman el núcleo familiar.

 Tradicionalmente el padre de familia es el proveedor principal en la estructura familiar, pero esta realidad se ha ido modificando por las condiciones sociales y económicas que guarda nuestro país, donde las madres de familia se han incorporado al mercado laboral para contender con las necesidades del hogar.

Parte de ésta característica de proveedor, conlleva a asumir este único rol, por parte del padre de familia dentro de su estructura familiar y confiriendo toda la carga o la gran mayoría de la educación y asuntos que atañen con la formación y atención de los hijos a la madre de familia, haciendo a un lado el compromiso y responsabilidad de ésta función que debe ser compartida.

Los resultados de las gráficas 6 y 7: ¿Defines a tu padre agresivo? y ¿Defines a tu padre indiferente? (al final del artículo), en relación a si definen un padre agresivo y/o indiferente, se observa, que son congruentes en gran medida con lo referido en los ítems anteriores, es decir “Los adolescentes necesitan del afecto y cariño de padres tanto o más que en la infancia, aunque se muestren huraños y esquivos y rechacen la actitud paternalista o maternal, la opinión de los padres sobre su futuro sigue siendo muy importante para ellos, frente a la opinión de los compañeros y amigos, que influyen en las decisiones cotidianas”. (6)

Relación afectiva con la madre

En las gráficas 8 y 9: ¿Defines a tu padre como proveedor de la familia? y ¿Defines a tu madre como proveedora de la familia? (al final del artículo), los encuestados responden que el 83.3% son los padres y el 91.8% las madres proveedores de la economía familiar.

 Esta apreciación de los jóvenes estudiantes, muestra en primer lugar, la imagen de la madre que ahora, debe combinar o alternar las tareas domésticas con las que desempeñan fuera del hogar, al incorporarse al mundo laboral, lo cual incrementa la responsabilidad a éstas. “La educación en la afectividad se realiza con ayuda de los agentes sociales: madre, padre, hermanos, otros familiares, compañeros, amigos, maestros, otros adultos, algunas instituciones, medios de comunicación (TV., cine, prensa…) libros, juguetes, folklore, etc.” (7)

En este sentido, es importante conocer la visión que al respecto los jóvenes encuestados tienen del trabajo que la madre desempeña, hasta hace pocos años, la labor doméstica que las mujeres desarrollaban en casa, no era considerada como trabajo, por el contrario, se consideraba una actividad inherente a su género.

“Se ha observado un avance notable entre las mujeres, que han ingresado al mercado laboral, ocupando posiciones cada vez más elevadas de prestigio y autoridad. Pero en el campo de la vida familiar siguen siendo las principales responsables de los roles domésticos tradicionales”. (8)

En este sentido, el resultado de las gráficas 10 y 11: ¿Defines a tu madre cariñosa? y ¿Defines a tu madre comprensiva? (al final del artículo), muestran que los estudiantes perciben a su madre cariñosa y comprensiva en términos generales. “La identificación con los padres es un proceso de aprendizaje imitativo, que ocurre a través de un extenso período de tiempo, y que se supone una similitud en las conductas entre el niño y uno o ambos padres”, (9) siendo la opción “mucho” la que más refieren 71.8% y 76.6%; al observar y comparar, entre sí, las opciones, “poco”, “nada” y “no sabe/no responde”, se presentan mínimas diferencias. Se asume que estas características son percibidas por los estudiantes como aptitudes resultantes de la personalidad que la madre de familia guarda en general y que son una cercanía vincular con los hijos que se gesta en el seno familiar y desde la aparición del hijo en la vida de la madre.

“… en diversos estudios persiste la visión que para las mujeres madres de familia es más sencillo lograr atender las necesidades afectivas de los hijos a diferencia de los padres de familia, que recurrentemente apelan más por los aspectos racionales y económicos dentro de la educación de los hijos.” (10)

Si consideramos lo planteado por Santiago Ramírez con referencia a la familia mexicana de fin de siglo XX, queda claro que ante la ausencia del padre, ya sea simbólica o presencial, quién cubre esta ausencia es la madre, creándose en ella de manera natural “la figura de la madre como la principal proveedora de cuidados de los hijos y su fuente primaria de suministros identificatorios”. (11)

Se resalta que la madre en los aspectos relacionados con la familia y en particular con los hijos, casi nunca las deja de lado, lo cual no implica que no pueda enojarse o alterarse, lo que los jóvenes asumen como agresividad.

Si comparamos éste mismo aspecto, en relación con las respuestas sobre el padre, los resultados muestran efectivamente que éste presenta niveles por debajo de las madres de familia. En el caso de la opción “nada” a la pregunta de agresividad tenemos 13.5% de diferencia, ubicando a las madres de familia como la figura afectiva dentro del seno familiar. En la opción “poco” encontramos una diferencia menos significativa que la anterior, pero que reafirma ésta característica del padre, y lo mismo con la respuesta “nada”, donde la mujer está por debajo hombre.

Retomando lo planteado por Girardi y Velasco es importante señalar que “los hijos que perciben a su padre autoritario también perciben así a su madre; el hijo que percibe a su padre como afectuoso también tiende a percibir a su madre como afectuosa”. (12) Este hecho es relevante porque lo que está en juego es la educación del hijo y su relación parental y de identificación ante figuras que son de gran relevancia para su construcción psíquica. Y es que siguiendo con la autora ella destaca que “las actitudes autoritarias y democráticas de los padres pueden tener consecuencias psicológicas favorables o desfavorables en los hijos” (13).

En contraste, encontramos en las gráficas 12 y 13: ¿Defines a tu madre agresiva? y ¿Defines a tu madre indiferente? (al final del artículo), que los ítems, “si la madre es agresiva e indiferente”, el resultado muestra que el porcentaje de respuesta, de la opción “nada” es significativo con un 62.5% y 71.8%, dando coherencia a lo referido en los ítems anteriores en relación a si es cariñosa y comprensiva. Cabe señalar que la posibilidad que la madre sea un poco agresiva (27.1% y 17.6%), rompe con la idealidad que en muchas ocasiones se le atribuye a ésta, se puede observar entonces a una persona que también presenta una faceta de alteración como cualquiera que siente y vive la cotidianidad, más en un mundo vertiginoso donde la mujer reclama cada vez más espacios para su recreación y bienestar personal.

Esta suposición es afirmada por los niveles presentados con la indiferencia de la madre, donde la opción “nada” obtiene un mayor puntaje y el “poco” disminuye, quedando señalado que a la madre, los aspectos relacionados con la familia y en particular con los hijos, casi nunca los deja de lado.

Si comparamos éste mismo aspecto, en relación con las respuestas sobre el padre, se tiene que los resultados muestran efectivamente que éste presenta niveles por debajo de las madres de familia. En el caso de la opción “nada” a la pregunta de agresividad tenemos 13.5% de diferencia, ubicando a las madres de familia como la figura afectiva dentro del seno familiar. En la opción “poco” encontramos una diferencia menos significativa que la anterior, pero que reafirma esta característica del padre, y lo mismo con la respuesta “nada”, donde la mujer está por debajo hombre.

Los encuestados indican, gráfica 14: ¿Defines a tu padre y madre trabajadores? (al final del artículo), que la madre trabaja más que el padre, la cultura social-familiar en nuestro país, hace referencia a que las actividades en casa nunca se terminan y quien se dedica a éstas trabaja demasiado.

La figura materna en nuestra cultura social juega un papel fundamental, es la que realiza las labores domésticas, convive más con los hijos, de ahí que se perciba más cariñosa que al padre, cabe mencionar que la madre recurre al padre, para que él sea, el que castiga, ver gráfica 15: ¿Defines a tu padre y madre cariñosos? (al final del artículo).

La gráfica 16: ¿Defines a tu padre y madre comprensivos? (al final del artículo), muestra nuevamente, la percepción del