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Factores que producen alteración biopsicosocial en el cuidador de personas dependientes cuando aplica cuidados a largo plazo y el respiro familiar como factor protector.

Factores que producen alteración biopsicosocial en el cuidador de personas dependientes cuando aplica cuidados a largo plazo y el respiro familiar como factor protector.

Objetivo: El presente trabajo tiene por objeto describir el impacto físico, psíquico y social que provoca, en el cuidador principal informal de una persona dependiente, la situación de respiro familiar; así como conocer el modo en que el cuidador se adapta a la nueva situación de respiro.

Autores:

Rubén Moya Granados. GRADUADO EN ENFERMERÍA Quirófano del HU Reina Sofía. Córdoba (España).

María Dolores Serrano Blanco. GRADUADA EN ENFERMERÍA Quirófano del Hospital Comarcal Valle de los Pedroches. Pozoblanco. Córdoba (España).

Ascensión Granados Navas. TÉCNICO EN CUIDADOS AUXILIARES DE ENFERMERÍA. Hospital Virgen del Rocío. Sevilla. (España).

RESUMEN.

Metodología: estudio fenomenológico realizado en una residencia de mayores de la provincia de Córdoba mediante entrevistas semiestructuradas. Los sujetos fueron seleccionados mediante muestreo intencional. Para el análisis de la información, se ha utilizado el programa Weft-QDA, concentrando esfuerzos, por tanto, en el análisis de contenido.

Resultados: Los informantes justifican el uso del respiro familiar en la decisión de otros (el médico) y las necesidades de la persona dependiente (y no en las suyas propias). El ingreso de su familiar es vivido con fuertes sentimientos de culpa, un hecho que les impide mejorar su salud física, emocional y social durante el tiempo de internamiento del familiar.

Conclusión: El respiro familiar, lejos de producir un descanso, ocasiona nuevos problemas emocionales y sociales en el cuidador.

Palabras clave: Respiro familiar, Anciano y Adaptación Psicológica.

INTRODUCCIÓN

  • Definición del tema de interés.

El Plan de Apoyo a las Familias Andaluzas, aprobado por el gobierno andaluz en 2002, impulsó la puesta en marcha del Programa de Respiro Familiar, que consiste en la acogida a personas en situación de dependencia, en régimen residencial, cuando no pueden ser atendidas por los familiares que asumen su cuidado, por motivos de descanso, hospitalización o enfermedad de éstos. También, sirve para colaborar y dar soporte a las familias andaluzas en las tareas de atención que prestan a familiares en situación de dependencia. Además, ofrece acogida, en régimen residencial, en períodos que oscilan entre 24 horas y un mes, pudiéndose ampliar este tiempo en función de las necesidades de la persona usuaria.

  • Importancia, gravedad del problema.

La longevidad se ha incrementado de forma espectacular durante todo el siglo XX. En 2011, la esperanza de vida en España era de 82.3 años. Concretamente, a 1 de noviembre de 2011, había en España 8.116.347 personas mayores (65 y más años), el 17,3% sobre el total de la población, según los Censos de Población y Viviendas (INE).

A este aumento de la esperanza de vida, en los últimos lustros se ha sumado un aumento de la morbilidad hospitalaria entre las personas de edad. Así, los mayores suponen el 41,9% de todas las altas hospitalarias y presentan estancias más largas que el resto de la población. Como consecuencia, nos encontramos que más de la mitad de todas las estancias causadas en hospitales de debe a la población de 65 y más años (Abellán, Vilches & Pujol, 2014). Sin duda, la atención a las personas mayores supone un reto para el sistema sanitario.

En cuanto al perfil de los cuidadores, la persona que fundamentalmente cuida de los hombres mayores con dependencia es su cónyuge, seguida de su hija. Por el contrario, en el caso de las mujeres mayores que necesitan ayuda, son las hijas las que fundamentalmente se hacen cargo de los cuidados; seguidas de otros familiares y amigos (Abellán, Vilches & Pujol, 2014). Esta situación añade un carácter de género importante al estudio del tema, pues condiciona un estereotipo de persona dedicada, abnegada, etc. importante para la comprensión de los resultados.

  • Motivación personal.

El interés por el tema deriva de nuestro desempeño temporal como enfermeros y auxiliar de Enfermería en una residencia de ancianos, que hace que tratásemos con familiares que se benefician de esta prestación social.

El contacto con ellos, nos ha llevado a indagar sobre la vivencia y experiencia de estas familias con respecto a dos aspectos principales: qué provoca en ellas la situación de respiro y cómo se adaptan a dicha situación.

  • Estado actual del tema.

El aumento de la calidad de vida que estamos viviendo, es un fenómeno imparable. Por lo tanto, no puede evitarse que nuestra sociedad, cada vez más, la constituyan un mayor número de personas dependientes y que, por tanto, necesitan de otra persona que asuma sus cuidados (Upton & Reed, 2005).

Cuando una persona dependiente necesita cuidados a largo plazo, es la familia la que decide ocuparse de ellos, en la mayoría de los casos. Esto puede ser gratificante, para unos, o emocionalmente angustiante, para otros. Lo que lleva a una u otra situación, es la cantidad de carga que provoca en el cuidador la prestación de los cuidados. Así, mayor impacto provocará en su estilo de vida, cuando mayor carga perciba éste (Mafullul, 2002).

El que una persona tome la decisión de ser la cuidadora principal de su familiar dependiente, conlleva que ésta realice un parón temporal en su vida para vivir la vida del otro (Eriksson & Andershed, 2008). Por ello, en ocasiones, dicho cuidador principal describe esta situación de cuidados, a largo plazo, como cambios en la relación consigo mismo y, sobretodo, cambios en la relación con los demás.

La familia y, más concretamente, el cuidador principal de la persona dependiente necesita ser integrado en la toma de decisiones sobre los procesos de planificación de servicios (Lane, Mckenna, Ryan & Fleming, 2003); pues, son los que están viviendo la situación día a día con el enfermo, conocen los recursos que éste necesita y, sobretodo, tienen que hacer pública su situación para movilizar recursos sociales con el fin de compartir el cuidado. Todo ello, es imprescindible para evitar la aparición de la sobrecarga en el cuidador o, de lo contrario, cada vez habrá menos familiares que tomen la decisión de ocuparse de sus familiares dependientes (Lane, Mckenna, Ryan & Fleming, 2003).

Así, cuando una persona cae enferma, no sólo debemos tratarla a ella, sino también a su cuidador o cuidadores. Es aquí donde la educación, la formación, el asesoramiento y la interconexión con los servicios sociales disponibles, juegan un papel fundamental (Ausserhofer, Mantovan, Innerhofer, Götsch, Ploner & Them, 2009). Todo esto, contribuye a reducir el estrés de los cuidadores informales con respecto a la situación de cuidados en el hogar. De esto último se encargan los cuidados formales, los cuáles, son responsables de mantener al cuidador en óptimas condiciones para asegurar que la persona dependiente está siendo atendida de forma adecuada. Es imprescindible un apoyo continuo a los cuidadores.

Un aspecto clave para mantener al cuidador en condiciones óptimas es permitir que pueda desvincularse de su tarea de prestar cuidados de forma temporal (Salin & Astedt-Kurki, 2007), bien porque otro familiar se ocupe del cuidado de la persona o porque eche mano al respiro familiar; un recurso social disponible en Andalucía desde el año 2002.

El respiro consiste en la separación temporal del entorno de los cuidados por parte de los cuidadores, ingresando a una persona en una institución, ya sea residencia o centro de día, ocupándose de sus cuidados los cuidadores formales. Constituye una respuesta interinstitucional a las necesidades del cuidador.

El cuidado de relevo es muy apreciado por unos, pero resulta insuficiente, para que la mayoría de los cuidadores logren un buen nivel de bienestar (Smeets, van Heugten, Geboers, Visser-Meily & Schepers, 2012). La cuestión es que el cuidador principal sea capaz de conectar, al menos temporalmente, con un mundo diferente al de la prestación de los cuidados. El bienestar de los cuidadores se puede mejorar a través de estrategias que conducen a una percepción reducida de la carga y, en algunos casos, con los servicios de respiro; ya que se proporciona un alivio de la carga del cuidador.

Entre los factores asociados a los cuidados de relevo, se incluye “la forma en que los cuidadores informales han utilizado el sistema de relevo y sus características individuales” (Dangdomyouth, Stern, Oumtanee & Yunibhand, 2008). Así, podemos encontrarnos con dos situaciones muy diferentes. Por una parte, efectos positivos como la sensación de apoyo social, la satisfacción con la vida, el alivio del estrés psicológico y cuidado de la propia salud; y, por otra parte, sentimientos de vacío y sentimientos de culpa; acentuado por el desacuerdo familiar. Contemplar estas consecuencias negativas es importante (Dal Santo, Scharlach, Nielsen & Fox, 2007).

De hecho, en comparación con los cuidadores principales que no utilizan ningún servicio social, los usuarios del servicio de relevo son más propensos a sufrir situaciones de estrés físico. Así, los servicios de relevo pueden constituir una carga para los cuidadores (Witton, 2003).

Existen 3 fases dentro de la dimensión de afrontamiento de la experiencia de relevo: 1) los cuidadores reconocen su necesidad de salir del mundo cuidador, 2) conseguir realmente estar fuera de forma temporal y 3) contar con los recursos sociales de apoyo para conseguirlo (Lawton, Kleban, Moss, Rovine & Glicksman, 1989).

Respecto a las estrategias utilizadas por los cuidadores informales para desconectar de la prestación temporal de los cuidados, la bibliografía recoge fundamentalmente 3: 1) la conexión con la propia vida, 2) la construcción de los momentos de vida en común con el familiar dependiente y, sobretodo, 3) el mantenimiento del contacto con la prestación de los cuidados (Phinney, 2006).

  • Marco conceptual del estudio.

De la revisión descrita en el apartado anterior, hemos definido nuestro marco conceptual según el siguiente esquema:

Ver: Anexos – Factores de alteración biopsicosocial en el cuidador de personas dependientes, al final de la página