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Factores de riesgo cardiovascular modificables y autocuidado en el personal de salud

padecimientos crónicos como la hipertensión, hiperlipidemia, diabetes mellitus y padecimientos osteomusculares e ingieren medicamentos para el control de éstas enfermedades. El 82% sólo tiene una jornada laboral y antigüedad laboral de 0 a 10 años dentro de la institución. La mayor participación del personal de la salud fue del personal del área de consulta externa (37%), seguida del área administrativa y de Enfermería en edades productivas y con niveles de estudios superiores; este grupo es el encargado de la atención de los usuarios derechohabientes que acuden a recibir el servicio médico, además de las actividades de promoción y prevención de enfermedades, entre ellas del sobrepeso y obesidad; por lo tanto, es necesario fomentar el autocuidado en el mismo personal para dar más credibilidad a las actividades como profesionales de la salud. 12

Hipertensión Arterial

La hipertensión arterial es un importante factor de riesgo de las enfermedades cardiovasculares y renales. La mortalidad por estas complicaciones ha mostrado un incremento sostenido durante las últimas décadas. Así pues, las enfermedades del corazón, la enfermedad cerebrovascular y las nefropatías se encuentran entre las primeras causas de muerte. La hipertensión arterial es una de las enfermedades crónicas de mayor prevalencia en México. En efecto, alrededor de 26.6% de la población de 20 a 69 años la padece y cerca del 60% de los individuos afectados desconoce su enfermedad. Esto significa que en el país existen más de trece millones de personas con este padecimiento, de las cuales un poco más de ocho millones no han sido diagnosticadas. 13

La modificación del estilo de vida constituye la primera recomendación para todas las personas que padecen hipertensión. Este tipo de tratamiento puede evitar la necesidad de la terapia farmacológica e, incluso, reducir la posología de los medicamentos para el control adecuado de la hipertensión arterial. La posibilidad de riesgo de ECV debe constituir la principal preocupación del personal de salud, pues nunca debe restarle valor a las modificaciones del estilo de vida de la persona afectada por dicha enfermedad, así como a la necesaria interrelación entre los factores de riesgo y posibles situaciones comórbidas a la hipertensión arterial (HTA). 14

Una modificación sencilla y de gran significado en los cambios de estilo de vida es la reducción del consumo de sal; para conseguir una reducción efectiva de la ingesta de sodio no es suficiente con la reducción de sal en la preparación de la comida o con retirar el salero de mesa, sino que es preciso que se reduzca la cantidad de sodio en los alimentos procesados, para lograr un verdadero beneficio y que se vea reflejado en las cifras de la presión arterial en la población general y esto, aunque no sea fácil, sí es posible, como se ha observado en los últimos años en el Reino Unido, donde han mostrado cómo, mediante una reducción en el contenido de sal en los alimentos procesados, se consiguió una disminución del 15% en la excreción urinaria de Na-24 horas a lo largo de 7 años. 14

Así como en la población general, este problema no es ajeno al personal de salud, tal como lo menciona el estudio de Díaz Realpe, donde se evaluó la prevalencia de factores de riesgo para enfermedad cardiovascular en una población de trabajadores de una institución Prestadora de Servicios de Salud, en el que se encontró a la presencia de hipertensión arterial en un 11.5% y los porcentajes de los factores que contribuyen a que se desencadenen nuevos casos de esta enfermedad fueron: tabaquismo, 12.5%; consumo de bebidas alcohólicas, 58.3%; inactividad física en el tiempo libre, 56.3%; dieta aterogénica, 82.3%; sobrepeso, 45.8%; diabetes, 1%; dislipidemia, 61.5%; y antecedentes familiares de accidente cerebro vascular, 58.3%.15

Tabaquismo

El tabaquismo es la adicción al tabaco, provocada principalmente por uno de sus componentes más activos, la nicotina; la acción de dicha sustancia en el organismo acaba condicionando el abuso de su consumo y produce consecuencias nocivas para la salud del consumidor. La Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2012 concluye que disminuir sustancialmente el consumo de tabaco contribuye de manera importante a la reducción de la incidencia de las enfermedades no transmisibles, tales como: la hipertensión arterial, diabetes, cáncer, entre otras; así mismo, aporta considerables beneficios para la salud de los personas. 16,17

El consumo del tabaco es un grave problema de salud pública que no decrece, a pesar de los esfuerzos de las autoridades sanitarias. En este escenario, los trabajadores de salud que prestan asistencia sanitaria colaboran en el área preventiva y educativa, promoviendo un buen ejemplo y sensibilizando a las personas que ya lo consumen; para lograrlo se debe estar concienciado sobre este gran problema. 18

Un estudio reciente en España, realizado en personal del área de la salud en edades jóvenes, en su mayoría mujeres 68%, arroja una prevalencia de tabaquismo del 33%; la del grupo de trabajadores de la salud con formación universitaria es del 43%; aumenta la prevalencia entre los que realizan trabajo en jornadas largas o turno nocturno ocasional. El consumo promedio diario es de 17.5 cigarrillos. El 31% de los trabajadores no ha intentado nunca abandonar el hábito y el 46% se encuentra en fase precontemplativa; en este estudio se concluyó que la prevalencia entre los trabajadores de la salud es mayor que en la población general, tanto en el ámbito nacional como en el ámbito local, en donde se debe concientizar con algún Plan de Prevención del Tabaquismo para los trabajadores de las instituciones sanitarias. 19

Alcoholismo

El abuso de alcohol entre los adultos se define, en el caso de los hombres, como el consumo de cinco copas o más por ocasión y, en el caso de las mujeres, cuatro copas o más por ocasión. El consumo de alcohol está asociado con mayor riesgo de accidentes, violencia física, conductas sexuales riesgosas, cáncer de mama y provoca pérdida de productividad, problemas familiares y deterioro cognoscitivo en edades avanzadas. En México, el uso de alcohol es la cuarta causa de mortalidad (8.4%), que implica cirrosis hepática, lesiones intencionales y no intencionales, accidentes de vehículo de motor y homicidios; el abuso en el consumo de alcohol no sólo causa un detrimento de la salud sino consecuencias sociales para el bebedor, su familia y la sociedad. 20

El consumo excesivo de alcohol es uno de los principales factores de riesgo para las enfermedades cardiovasculares (ECV); además, está asociado directamente con el tabaquismo, lo que provoca una tasa de mayor mortalidad general. Según la OMS, está demostrado que evitar el consumo de alcohol