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Farmacodependencia: Marihuana. Revisión Bibliográfica

adicción. Entre las señales de alarma, que pueden ayudar a los padres a saber si su hijo/a ha empezado a consumir drogas, se encuentran las siguientes:

  • Cambio brusco en el cuidado y aseo personal.
  •  Trastornos del sueño con insomnio y/o pesadillas y temblores.
  • Pérdida de peso o apetito excesivo.
  • Disminución del rendimiento escolar o abandono de los estudios.
  •  Aislamiento físico, tendencia a aislarse en su habitación.
  • Disminución de la comunicación verbal y afectiva.
  • Empobrecimiento del vocabulario.
  • Abandono de aficiones e intereses.
  • Cambios bruscos de humor.
  • Pérdida de responsabilidad.

¿Qué debo hacer en caso de sospecha de consumo?

Cuando el padre o la madre o cualquiera sospecha que su hijo o su hija, un familiar o alguna persona próxima, consume drogas debe mostrarse comprensivo pero firme. Existen cosas que podrá hacer y otras que no:

SI

  • Dialogar.
  • Dar la importancia justa.
  • Creer lo que se ve.
  • Compartir la preocupación.
  • Confrontar.
  • Supervisar sin presionar.

NO

  • Juzgar
  • Dramatizar.
  • Negar la evidencia.
  • Ocultar información.
  • Encubrir.
  • Agobiar con reproches.

Ante la evidencia de consumo

Cuando el consumo sea evidente, pida consejo a su médico de familia o acuda a un centro especializado. Debe saber que hay una serie de cosas que usted puede hacer y otras que no conviene que haga.

SI

  • Dialogar y analizar las circunstancias que llevaron al consumo.
  • Mantener el autocontrol emocional.
  • Ofrecer ayuda pues ve en usted alguien a quien recurrir.
  • Mostrarle su afecto por lo que él o ella es, independientemente de lo que haga.
  • Intentar dedicarle más tiempo y prestarle más atención.
  • Entender que se está ante una persona que tiene problemas y no “ante un problema”.

NO

  • Desesperarse.
  • Culpar, ni “echarle en cara” todo lo que usted ha hecho por él o por ella.
  • Convertirse en su perseguidor/a.
  • Criticar de forma continuada y violenta su comportamiento.
  • Utilizar el castigo como único recurso para evitar que continúe consumiendo.
  • Acosarle continuamente con preguntas, sospechas, acusaciones, pues ello sólo conseguirá que se aleje de usted cada vez más.

Si alguien tiene un problema con las drogas ¿existe tratamiento?

En la actualidad, todas las drogodependencias, sin distinción de la sustancia que las ocasiona, son consideradas como una enfermedad que requiere un tratamiento multidisciplinar y personalizado.

Ante cualquier problema relacionado con el consumo de drogas o sospecha de consumo en adolescentes, se aconseja acudir a un centro de tratamiento específico directamente, o bien solicitar ayuda a los profesionales de atención primaria que evaluarán cada caso y derivarán al centro que proceda.

¿Cómo se realiza el tratamiento?

Cuando se aborda el tratamiento de una drogodependencia se trata de resolver tres problemas. El primero es el síndrome de abstinencia. A continuación se tratará la adicción a la droga utilizando fármacos y terapias psicológicas que, junto al apoyo de la familia, buscarán la deshabituación del consumidor. También se ha de resolver el conjunto de enfermedades y complicaciones médicas que surgen por efecto directo del consumo de la droga, o están derivadas de la forma de consumo(vía intravenosa), de la contaminación con otras sustancias (adulterantes) o de la transmisión de enfermedades infecciosas (sida, hepatitis, tuberculosis, etc…).

Los tratamientos farmacológicos y psicológicos, solos o combinados, son aspectos de un proceso terapéutico global que comienza con la desintoxicación seguida por la deshabituación y la prevención de las recaídas. Las recaídas deben considerarse parte del proceso terapéutico, y no un fracaso del mismo.

Los medicamentos pueden ayudar a restablecer la función normal del cerebro, a prevenir las recaídas y a disminuir el deseo de consumo a lo largo del proceso de tratamiento. Actualmente hay medicamentos para tratar la adicción a los opiáceos y al tabaco, y se están desarrollando otros para tratar la adicción a los estimulantes y al cannabis. La psicoterapia, por su parte, ayuda al paciente a afrontar un nuevo estilo de vida, dotándole de herramientas y recursos personales para ello.

Las fases de un proceso de tratamiento son:

  1. Acogida. Tiene como objetivo reforzar la motivación del paciente y resolver las dudas de su familia al iniciar el tratamiento.
  2. Valoración. Etapa en la que se definen y estudian aquellos rasgos del individuo y de su entorno que pueden ser relevantes para su tratamiento. Se realiza a través de la historia toxicológica, diagnóstico médico, psicológico y social, y del balance entre las carencias y necesidades del sujeto y de su medio, y los recursos con los que cuenta y que podrían ayudar a su recuperación.
  3. Desintoxicación. Superación del síndrome de abstinencia que aparece cuando se interrumpe el consumo. Puede llevarse a cabo en un periodo de 7 a 21 días y no supone riesgo para el paciente. Debe ir seguida de un tratamiento de deshabituación para evitar las recaídas en el consumo.
  4. Deshabituación. Es un proceso largo y complejo cuyo objetivo es superarla dependencia psíquica y recomponer la neurotransmisión cerebral. Existen diversas opciones en función del perfil y las circunstancias de cada paciente. En algunos casos, es conveniente alejarle del ambiente en el que se ha desarrollado la adicción mediante el ingreso en un centro. En otros casos, puede ser suficiente el tratamiento ambulatorio. En ambos supuestos, se busca un cambio de estilo de vida que haga innecesario el consumo de drogas.

Conclusiones:

Con la realización de este trabajo hemos ampliado nuestros conocimientos acerca del efecto farmacodependiente que pueden