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Fibromialgia y odontología. Manejo clínico odontológico

bibliografía se indica que los pacientes con fibromialgia refieren dolor muscular, trismus, artralgia, artritis, artrosis, ruidos articulares (clic, crepitación), siendo todas estas manifestaciones significativamente más frecuentes en pacientes con fibromialgia, con respecto a grupos control. No se han observado diferencias significativas respecto a la fuerza máxima de mordida entre pacientes con fibromialgia y grupos control.

Para el tratamiento de estos pacientes se recomiendan terapias paliativas, así como interdisciplinarias, teniendo en cuenta las complicaciones psicológicas y sistémicas que presentan. Se aconseja realizar citas breves para no provocar largos períodos de apertura bucal máxima.

En el estudio de Hedenberg-Magnusson et al, los autores analizaron los signos y síntomas de alteraciones mandibulares en 23 pacientes con fibromialgia, comparándolos con un grupo control y con un grupo con mialgia local. Los parámetros que analizaron fueron dolor a la palpación, dolor súbito de articulación temporomandibular (ATM), capacidad de apertura bucal y ruidos articulares, encontrando diferencias significativas entre los 3 grupos (p = 0,012), siendo el grupo de pacientes con fibromialgia el más afectado por todas estas alteraciones.

En otro estudio de los mismos autores anteriormente mencionados se envió un cuestionario a pacientes con fibromialgia. Interrogándolos sobre alteraciones mandibulares, 191 pacientes respondieron el cuestionario; de ellos, un 94% refirió padecer dolor articular y la mitad refirió dificultades para la apertura bucal y para la masticación. En el estudio de Balasubramanian et al 8 se evaluó mediante cuestionario la prevalencia de alteraciones temporomandibulares en 32 pacientes con fibromialgia.

De ellos, un 71% manifestaron diversas alteraciones temporomandibulares como dolor muscular, trismos, artralgia, artritis o artrosis. Además, se les realizo un test psicológico para determinar 9 variables (somatización, tendencias obsesivo-compulsivas, sensibilidad interpersonal, depresión, ansiedad, hostilidad, fobias, ideas paranoides y tendencias psicóticas), observándose valores significativamente más altos de somatización (p = 0,02) y de tendencias obsesivo-compulsivas (p = 0,0009). En el estudio de Rhodus et al se evaluó a 67 enfermos de fibromialgia mediante 3 cuestionarios (xerostomía, dolor, problemas reumáticos) y se compararon los resultados con un grupo control. Se observaron diferencias significativas entre los 2 grupos en todos los parámetros estudiados, excepto en las lesiones orales.

Los pacientes refirieron alteraciones temporomandibulares, disfagia, disgeusia y glosodinia. La xerostomía es otro de los síntomas más frecuentemente manifestados por los pacientes con fibromialgia. En dicha alteración debemos considerar que pueda deberse a un efecto secundario de las medicaciones que deben tomar dichos pacientes, como antidepresivos, hipnóticos, miorrelajantes, analgésicos y anticonvulsivantes. También hay que considerar el perfil psicológico del paciente, ya que es frecuente que dichos pacientes presenten depresión y ansiedad. A la hora de tratar a alguno de estos pacientes debemos tener en cuenta que, debido a la xerostomía, podemos encontrarnos con una mayor incidencia de caries, dificultades para masticar y crear el bolo alimenticio, así como presencia de candidiasis secundaria a la xerostomía . En el estudio de Nederfors et al se estudio la xerostomía en pacientes con fibromialgia evaluando el flujo estimulado y no estimulado en diversas franjas del día, encontrando xerostomía en el 74% de los pacientes estudiados. Sobre la glosodinia, o síndrome de boca ardiente, se postula que aquella tenga su origen en la hiperexcitabilidad del sistema nervioso central, resultando en hiperalgesia y alodinia (dolor producido por un estimulo que normalmente no causa dolor).

Es posible que alguno de estos mecanismos neurológicos sea también responsable del dolor crónico experimentado por los pacientes con fibromialgia. En el estudio clínico de Nobrega et al sobre diagnostico diferencial de dolor atípico, todos los pacientes que presentaron el síndrome de boca seca también presentaron el diagnóstico de fibromialgia.

Si se comparan la glosodinia y la fibromialgia, s e observa que ambas entidades se presentan predominantemente en sexo femenino, que las 2 van asociadas a cambios en la calidad de vida del paciente que repercuten psicológicamente y que la fisiopatología de las 2 enfermedades incluye desequilibrio hormonal, reactividad aumentada y trastornos del sueño; sin embargo, difieren en que el síndrome de boca ardiente parece tratarse mas de una afectación local y la fibromialgia es una alteración sistémica. Por todo ello, no podemos considerar una relación directa entre síndrome de boca ardiente y fibromialgia, pero sí que observamos que ambas tienen algunas características comunes tanto de ámbito físico como de manifestaciones psicológicas.

La disgeusia puede ser provocada como un efecto adverso por la medicación que toman dichos pacientes. Algunos de los medicamentos que pueden causar sequedad de boca y disgeusia que normalmente se administran en caso de fibromialgia son amitriptilina, fluoxetina, venlafaxina, ciclobenzaprina y zopliclona. Por todo ello, es aconsejable realizar una muy buena anamnesis y actualizarla frecuentemente.

Deberemos verificar las medicaciones, considerar las potenciales complicaciones que pueden provocar dichos medicamentos durante el tratamiento odontológico, considerar los potenciales efectos adversos orales de los medicamentos y considerar las interacciones que puedan producirse con los que nosotros les vayamos a administrar. Los antidepresivos tricíclicos son medicamentos frecuente-mente utilizados por dichos pacientes, aunque hay divergencia de opiniones. En la bibliografía hay descritas interacciones entre la amitriptilina y los anestésicos locales. Se ha sugerido que la administración de anestésico local que contenga epinefrina puede aumentar el riesgo de sufrir una crisis hipertensiva en pacientes medicados con antidepresivos tricíclicos.

Los antibióticos de la familia de los macrobios, concretamente la eritromicina y la claritromicina, de uso frecuente en odontología, son potentes inhibidores del sistema enzimático P – 450, específicamente de la isoforma 3A4. Esta enzima está involucrada en el metabolismo de diversos medicamentos frecuente mente tomados por los pacientes con fibromialgia como zopliclona, zolpidem, venlafaxina y citalopram. En consecuencia, la inhibición de esta enzima por eritromicina y claritromicina puede provocar un aumento de concentraciones y efectos de dichos medicamentos

A modo de conclusión, se debe aceptar que la fibromialgia es una entidad compleja que el odontólogo debe comprender y tener en cuenta a la hora de tratar a dichos pacientes. La atención odontológica es importante en el cuidado de dicha enfermedad, ya que algunas manifestaciones se producen en