resultado es la autoprovocación de daño con o sin resultado de muerte, debe ser considerada siempre como un intento inadecuado de resolver un problema real del paciente, y por lo tanto siempre es grave”.(Gordillo Campoverde & Farez Orrego, 2014)
Intento autolítico: Es cuando estas personas tienen el deseo de autoeliminarse sin embargo no cumplen su objetivo.(Gordillo Campoverde & Farez Orrego, 2014)
Suicidio: Etimológicamente, proviene del latín: sui (si mismo) cidium (matar), “atentado contra la propia vida”, “matar-se”.” Los griegos lo expresaban como autokeiria de autos: sí mismo, y keiros: mano, lo que significaría: muerte elegida por uno mismo, o sea ejecutada por mano propia. El término latino enfatiza la idea de matar y el griego la del acto con intención o deliberado.” (Gordillo Campoverde & Farez Orrego, 2014)
Para que se presente el intento autolítico o suicidio también depende de la presencia de algunos móviles como el abuso físico, sexual, psicológíco, el abandono por sus padres o personas a cargo dejándolos completamente solos, la violencia intrafamiliar, la celotipia, el desempleo, el divorcio, la separación, las adicciones, el alcoholismo, la mala comunicación entre padres e hijos y la depresión una de las conductas que pueden ser un indicador de un suicidio inminente, aparecen los deseos de muerte (con frases como “mi vida ya no tiene sentido” o “no encuentro un motivo para vivir”), la incapacidad de descargar las angustias, el agotamiento de la vida social, el comportamiento impulsivo y la introversión acentuada(Gijón, 2013) (Lewandowski, Co-investigator, & Lewandowski, 2015)
En la adolescencia, período de muchos cambios tanto físicos, psicológicos, en donde hay presencia de estrés, confusión, miedo, incertidumbre, aceptación de pares, Todo ello influye directamente en la capacidad de resolver problemas y crearse oportunidades, sin embargo todos estos factores están íntimamente relacionados con la disfuncionalidad familiar, ya que según varios estudios el intento autolítico se presenta con mayor frecuencia en este tipo de familias. (Imaz, 2014)
Según una revisión realizada por Vicente Muelas N; Ochoa Mangado E, en el año 2001 en la cual se realiza varias consideraciones sobre el suicidio desde su origen en la época antigua, media y moderna, su evolución, como paso de ser algo aceptado al inicio por muchos, rechazado por otros creyéndolo como un castigo, un acto del demonio o la ira de los antepasados, sin embargo desde 1820 Falret, inicio su estudio teniéndolo en cuenta como parte de las enfermedades mentales, justificando estos actos bajo argumentos médicos. (Vicente Muelas & Ochoa Mangado, 2007)
En un estudio realizado en Colombia en el año 2012 en el cual se determina los factores de riesgo para intento autolítico en adolescentes en el cual se identifica que según el sexo es más frecuente en el sexo femenino que en el masculino, además el 42.6% presento disfunción familiar de leve a severa, el 56.8% presento depresión, el 27% presento alcoholismo. El 15.5% presento antecedentes familiares de suicidio. (Álvarez et al., 2013)
En el año 2014 la Revista Cubana de Investigaciones Biomédicas. Realiza un estudio en el cual el grupo de edad más frecuente fue de 15 años, luego 16 y 18 años respectivamente, el sexo femenino tiene mayor incidencia, y en cuanto al sector el más frecuente fue el área urbana 886.7%). El 64% realizaron intento suicida de gravedad moderada, los métodos más utilizados fueron: ingestión de fármacos, sustancias tóxicas, ahorcamiento y lanzamiento.(Collado, Collado, Collado, & Martínez, 2014)
Durante el año 2015 se realiza un estudio sobre el suicidio en México teniendo en cuenta literatura científica (convencional y gris) desde 1980 hasta el año 2014 en donde se revisa varios estudios en los cuales indica que con el paso del tiempo, el intento suicida y suicidio se presenta en edades más jóvenes (menos de 30 años) a diferencia de los años anteriores, así mismo, la mayoría de bibliografía ha estudiado los factores de riesgo en estas personas, y solo un 9. 3% se enfocaron en los factores protectores, según los estudios la mayoría de intentos suicidas se presenta en el sexo femenino, mientras que en el sexo masculino es más frecuente el suicidio consumado. Debido a los factores identificados lo más importante podría ser que en un individuo teniendo la conducta de riesgo suicida se potencialice sus factores protectores, entre ellos la funcionalidad familiar, ya que es un apoyo fundamental, e esta manera se podría evitar que una persona a pesar de su riesgo no presente intento suicida o suicido consumado. (Pi, Gonz, Jim, & Mondrag, 2015)
En otro estudio realizado en México en el año 2014 sobre el control parental e intento de suicidio en adolescentes mexicanos muestra que los jóvenes que intentaron suicidarse percibieron mayor control psicológico y menor control conductual por parte de sus padres. Además este estudio concuerda con otros similares en donde se evidencia que existen dos motivos principales de intento autolítico: los problemas familiares y los emocionales, los primeros más frecuentes en las mujeres y los segundos en los hombres, por lo tanto este estudio nos revela la importancia que tiene la familia en la presencia de estas problemáticas.(Domínguez, Betancourt, & Cañas, 2014)
Según un estudio realizado sobre: Factor de riesgo suicida según dos cuestionarios, y factores asociados en estudiantes de la Universidad Nacional de Colombia sede Manizales (Colombia), 2011 se determinó que la depresión, la funcionalidad familiar, y el gusto por el género musical “Metal” son los factores asociados más importantes para presentar intento suicida o suicidio consumado similar a lo encontrado en otros estudios.(Alzate, Bentacur, Castaño, & Cañón, 2012)
Un estudio realizado de casos y controles en el cual se relaciona el intento autolítico con el número de episodios depresivos en el cual se hace evidente que el suicidio está más relacionado con el número de episodios depresivos y el número de intentos suicidas presentados anteriormente. Pese a tener igual tratamiento tanto los casos y los controles.(Brådvik & Berglund, 2010)