Impacto económico de la resección transuretral de próstata en comparación con adenomectomía abierta suprapúbica en pacientes con volumen prostático entre 100 y 120c
Autora principal: Ana Aldaz Acín
Vol. XX; nº 04; 118
Economic Impact of Transurethral Resection of the Prostate Compared to Open Suprapubic Adenomectomy in Patients with Prostatic Volume Between 100 and 120cc
Fecha de recepción: 19/01/2025
Fecha de aceptación: 19/02/2025
Incluido en Revista Electrónica de PortalesMedicos.com Volumen XX. Número 04 Segunda quincena de Febrero de 2025 – Página inicial: Vol. XX; nº 04; 118
Autores:
Ana Aldaz Acín, David Corbatón Gomollón, Pablo Gómez Castro, Clara Camprubi Polo, Inés Gimenez Andreu, Elena Sánchez Izquierdo, Pablo Oteo Manjavacas.
Hospital Universitario Miguel Servet, Zaragoza. España.
RESUMEN:
Introducción: La hiperplasia benigna de próstata (HBP) condiciona una obstrucción a la salida de la orina por aumento del tamaño prostático. El tratamiento quirúrgico de elección para próstatas mayores de 80cc es la adenomectomía abierta. Existen otros procedimientos menos invasivos como la resección transuretral (RTU) de próstata indicada en próstatas entre 30 y 80cc.
Objetivo: Comparar los costes directos y complicaciones perioperatorias que pueden suponer un aumento de los costes de forma indirecta de la RTU de próstata y la adenomectomía abierta en pacientes con volúmenes prostáticos entre 100 y 120cc.
Material y métodos: Estudio observacional, descriptivo y retrospectivo de los pacientes intervenidos de HBP en el Sector Zaragoza II entre enero de 2017 y mayo de 2022. Se ha realizado análisis descriptivo y comparativo de los datos perioperatorios y de las complicaciones, así como un análisis económico entre ambas técnicas.
Resultados: La RTU de próstata conlleva menos días de sistema lavador (p<0,001), menos días de sonda vesical (p<0,001) y menor hospitalización (p<0,001). No hay diferencias de pérdida de hemoglobina (p 0,178), trasfusión (0,959), fiebre (p 0,446) einfección tracto urinario (ITU) (p 0,476). La RTU de próstata ahorra 305,61€.
Discusión: La RTU de próstata conlleva menor tiempo de sistema lavador, sondaje vesical y hospitalización, con un menor coste de la RTU de próstata.
Palabras clave: Hiperplasia benigna de próstata, tratamiento quirúrgico, resección transuretral, adenomectomía, costes.
ABSTRACT:
Transurethral resection (RTU) of the prostate in patients with prostate volume between 100 and 120cc compared with open suprapubic adenomectomy.
Introduction: Benign prostatic hyperplasia (BPH) causes an obstruction to urine flow due to the enlargement of the prostate. The surgical treatment of choice for prostates larger than 80cc is open adenomectomy. There are other less invasive procedures, such as transurethral resection (TURP) of the prostate, indicated for prostates between 30 and 80cc.
Objective: To compare the direct costs and perioperative complications that may lead to indirect cost increases of TURP and open adenomectomy in patients with prostate volumes between 100 and 120cc.
Material and methods: Observational, descriptive, and retrospective study of patients treated for BPH in the Zaragoza II Sector between January 2017 and May 2022. Descriptive and comparative analysis of perioperative data and complications, as well as an economic analysis between both techniques, was conducted.
Results: TURP is associated with fewer days of irrigation system use (p<0.001), fewer days of bladder catheterization (p<0.001), and shorter hospitalization (p<0.001). There are no differences in hemoglobin loss (p 0.178), transfusion (0.959), fever (p 0.446), or urinary tract infection (UTI) (p 0.476). TURP saves €305.61.
Discussion: TURP is associated with shorter irrigation system use, bladder catheterization, and hospitalization, with lower costs compared to open adenomectomy.
Keywords: Benign prostatic hyperplasia, surgical treatment, transurethral resection, adenomectomy, costs.
Declaración de buenas prácticas
Los autores de este manuscrito declaran que:
Todos ellos han participado en su elaboración y no tienen conflictos de intereses.
La investigación se ha realizado siguiendo las Pautas éticas internacionales para la investigación relacionada con la salud con seres humanos elaboradas por el Consejo de Organizaciones Internacionales de las Ciencias Médicas (CIOMS) en colaboración con la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El manuscrito es original y no contiene plagio.
El manuscrito no ha sido publicado en ningún medio y no está en proceso de revisión en otra revista.
Han obtenido los permisos necesarios para las imágenes y gráficos utilizados.
Han preservado las identidades de los pacientes.
INTRODUCCIÓN
La Hiperplasia benigna de próstata (HBP) es una enfermedad de diagnóstico histopatológico en la que se produce una hiperplasia de las células glandulares y estromales de la zona transicional de la próstata.
Se trata de una patología benigna que suele aparecer a partir de los 50 años y cuya incidencia t prevalencia aumentan con la edad. 1
Este aumento del tamaño prostático puede producir una obstrucción a la salida de la orina, lo que conlleva a la aparición de sintomatología del tracto urinario inferior (STUI).2
El tratamiento de la HBP tiene varios escalones en función de la sintomatología. El tratamiento inicial es médico, reservando la cirugía prostática para casos refractarios a tratamiento médico o signos de mal pronóstico (litiasis, insuficiencia renal, sonda vesical permanente).
Existen diversas opciones de tratamiento quirúrgico entre las que encontramos la resección transuretral de próstata (RTU P) y la adenomectomía abierta. 3
La adenomectomía o prostatectomía abierta es el tratamiento más antiguo e invasivo para HBP. Se puede llevar a cabo mediante un abordaje transvesical (técnica de Freyer) o retropúbico (técnica de Millin). Actualmente es el tratamiento de elección para pacientes con próstatas
>80cc y en casos con patología asociada como divertículos vesicales o litiasis vesicales no fácilmente fragmentables con láser. 4
La resección transuretral (RTU) de próstata es un tratamiento menos invasivo que consiste en la eliminación del tejido prostático a través de la uretra. Puede realizarse con energía monopolar, utilizando un líquido conductor como sistema de irrigación, o bipolar, utilizando suero fisiológico como líquido de irrigación, disminuyendo el síndrome de reabsorción. Actualmente, la RTU de próstata es el tratamiento de elección para pacientes con próstatas entre 30 y 80cc. Las complicaciones intra y postoperatorias de este procedimiento están directamente relacionadas con el tamaño de la próstata y la duración del procedimiento quirúrgico.4
Grupos relacionados por el diagnóstico (GRD)
Los grupos relacionados por el diagnóstico o GRD son una herramienta de gestión en los que se clasifican a los pacientes en grupos clínicamente similares y con un consumo de recursos parecido a través de la utilización de un programa informático. Así, los GRD forman un sistema de clasificación de pacientes en el que se relacionan los distintos tipos de pacientes que se tratan y el coste que supone su asistencia.
GRUPOS;
-Adenomectomía abierta supbrapúbica: GRD 335
El GRD 335 es un GRD quirúrgico en el que se agrupan pacientes ingresados por una enfermedad de aparato reproductor masculino a los que se practica una intervención como es la prostatectomía suprapúbica, entre otras.
Tomamos como ejemplo los costes de este GRD en el Hospital Universitario Infanta Cristina (Comunidad de Madrid). Si bien los datos expuestos en el documento tomado como ejemplo hacen referencia a la prostatectomía abierta con abordaje retropúbico (Millin), consideramos que los gastos derivados de ambos procedimientos son similares, ya que la realización de ambos abordajes (Millin o Freyer) mediante una técnica abierta supone unos instrumentos quirúrgicos, cuidados postoperatorios y estancia hospitalaria similar.
El GRD tomado como referencia calcula una estancia media alrededor de los 6 días, similar a lo valorado en nuestro medio. El GRD 335 tiene un coste total de las actividades / procedimiento de 878,61€. Este importe aparece desglosado en Anexo 1: 5
-Resección transuretral de próstata (RTU): GRD 337
El GRD 337 es un GRD quirúrgico en el que se agrupan pacientes ingresados por una enfermedad de aparato reproductor masculino a los que se practica resección transuretral de próstata.
Igualmente tomamos como ejemplo los costes de este GRD en el Hospital Universitario Infanta Cristina (Comunidad de Madrid).
El GRD tomado como referencia calcula una estancia media de 2-3 días, similar a lo previsto en nuestro medio. El GRD 337 tiene un coste total de las actividades / procedimiento de 573€. Este importe aparece desglosado en Anexo 2: 5
OBJETIVO
Objetivo principal
Comparación de costes entre RTU de próstata y adenomectomía abierta en pacientes con volumen prostático entre 100 y 120cc.
Objetivo secundario
Descripción del proceso de RTU de próstata.
Descripción del proceso de Adenomectomía abierta.
HIPÓTESIS DE TRABAJO
La resección transuretral de próstata es un procedimiento quirúrgico con un menor coste económico en comparación a la adenomectomía abierta suprapúbica en pacientes con volúmenes prostáticos entre 100 y 120cc.
MATERIAL Y MÉTODOS
Se lleva a cabo un estudio observacional, descriptivo, longitudinal y retrospectivo de todos los pacientes sometidos a RTU de próstata o Adenomectomía abierta en el Hospital Universitario Miguel Servet de Zaragoza o el Hospital General de la Defensa de Zaragoza entre el 1/1/2017 y el 31/5/2022.
Realizamos 3 meses de seguimiento para valorar los resultados y complicaciones.
Criterios de inclusión
Varones mayores de 18 años con sintomatología del tracto urinario inferior refractario a tratamiento médico sin sospecha de patología tumoral que se sometan a intervención quirúrgica con un volumen prostático entre 100 y 120 cc.
Criterios de exclusión
Pacientes con sintomatología del tracto urinario inferior con diagnóstico de patología tumoral prostática previo a la cirugía, patología tumoral vesical concomitante o anterior a la cirugía prostática, volúmenes prostáticos menores de 100 cc o mayores de 120 cc.
Los pacientes seleccionados se han incluido en una base de datos anonimizada, es decir sin información personal que permita la identificación. Para ello se lleva a cabo un proceso de pseudonimización en el que el número de historia clínica (único dato que podría identificar al paciente) se ha sustituido por dicho número + una cantidad fija que únicamente conoce el investigador principal.
Se han recogido datos perioperatorios y postoperatorios de dichos pacientes que permiten la comparación de ambas técnicas con el GRD modelo. Estos datos son:
-Datos intraquirúrgicos: tipo de cirugía (RTU/adenomectomía), tipo de anestesia (intradural/general).
o En caso de RTU prostática: energía, derivación suprapúbica, calibre resector, calibre de la sonda uretral, sonda suprapúbica.
o En caso de adenomectomía: abordaje (tranvesical-Freyer / infravesical-Millin), incisión (Pfannestiel / laparotomía media infraumbilical), calibre de la sonda uretral, sonda suprapúbica, drenaje.
-Datos postoperatorios: Hb postoperatoria, transfusión, fiebre, infección de herida operatoria, infección urinaria, días con lavador vesical continuo, días con sonda vesical, estancia hospitalaria.
-Postoperatorio: reingreso, resondaje por retención aguda de orina (RAO)-hematuria.
Para la realización de este estudio no se han realizado procedimientos extraordinarios sobre los pacientes, de la misma manera que no se ha alterado el habitual desarrollo de las técnicas a estudio.
Los datos de los pacientes incluidos en el estudio se han incluidos en una hoja de cálculo SPSS para su análisis posterior.
Inicialmente se realiza un estudio descriptivo de las características generales de ambas técnicas y de los datos recogidos del seguimiento de dichos pacientes. Posteriormente, se calcularán diferentes medidas de tendencia central para los datos recogidos dentro de los apartados de datos postoperatorios y seguimiento postquirúrgico en ambas modalidades. Finalmente, se llevará a cabo un análisis estadístico comparativo de estos parámetros para saber si existen diferencias significativas o no entre ambas técnicas.
Para la realización de esta comparación, en los casos de variables cuantitativas aplicaremos el estadístico de contraste de hipótesis T de Student (o U de Mann Whitney si la muestra no sigue una distribución normal), mientras que en los casos con variables cualitativas dicotómicas aplicaremos el estadístico Chi2 (salvo en los casos que no se cumplan las condiciones de aplicación de este estadístico, que aplicaremos el test exacto de Fisher). La significación estadística está fijada en p<0.05.
RESULTADOS
Nuestro estudio incluye 71 pacientes intervenidos por hiperplasia benigna de próstata, 41 sometidos a RTU de próstata (57,7%) y 30 sometidos a adenomectomía (42,3%)
Analizando variables intraoperatorias, en el 22% de los pacientes sometidos a RTU de próstata se utilizó anestesia raquídea, mientras que todas las adenomectomías cursaron con anestesia general.
*Anexo 3: Tipo de anestesia.
Analizando las RTU de próstata, el Amplatz fue la derivación suprapúbica más utilizada (31 pacientes). Únicamente un paciente se intervino sin derivación suprapúbica y en los 9 restantes se utilizó trocar suprapúbico de 12 CH. El resector preferido fue 26 CH (35 pacientes). Todos los pacientes terminaron la cirugía con una sonda vesical de 22 CH y en 29 de ellos además se utiló sonda suprapúbica.
*Anexo 4: RTU próstata
En el caso de las adenomectomías, la técnica tuvo prácticamente ninguna variación. Todos los pacientes se intervinieron a través de una laparotomía media infraumbilical con posterior colocación de sonda vesical 22CH y drenaje de 18CH. Un único paciente fui sometido a un abordaje infravevesical.
*Anexo 5: Adenomectomía abierta.
Igualmente se han valorado parámetros del postoperatorio inmediato como son la pérdida de hemoglobina, necesidad de trasfusión, complicaciones infecciosas o necesidad de lavador, sondaje u hospitalización.
En referencia a la pérdida de hemoglobina, los pacientes sin control analítico tras la cirugía han sido eliminados. la perdida de hemoglobina media fue de 3,34 g/dl en de las RTU de próstata, mientras que en las adenomectomías alcanzó los 4g/dl. Para conocer si esta diferencia es estadísticamente significativa hemos comprobado que ambas muestras siguen una distribución normal y posteriormente hemos aplicado el estadístico t de Student, que con una significación p=0,178 (>0.05) nos revela que esta diferencia en la pérdida media de hemoglobina no es estadísticamente significativa.
*Anexo 6: Pérdida de Hemoglobina
En relación con la pérdida de hemoglobina encontramos la necesidad de trasfusión sanguínea. Aplicando el estadístico Chi2 para variables cualitativas dicotómicas obtenemos una significación p=0.959 que implica una ausencia de asociación entre la necesidad de trasfusión y el tipo de intervención quirúrgica.
*Anexo 7: Trasfusión
El siguiente factor a valorar en el postoperatorio es la presencia de complicaciones infecciosas ya que pueden conllevar un aumento de los gastos hospitalarios y del tiempo de hospitalización. Hemos analizado la presencia de fiebre, infección de orina o infección de la herida.
Destacamos el caso de la infección de herida quirúrgica, ya que no se han encontrado casos con esta complicaciones. Este dato no parece estar bien reflejado en la historia clínica, pero ninguno de ellos ha sufrido dehiscencia de la herida ni ha requerido la realización de Friedrich. Por lo tanto, dado que no hay datos de infección registrada, no se ha realizado una comparación de este factor entre ambos grupos.
En el caso de la fiebre hemos aplicado el test estadístico Fisher que con una significación p=0.446 establece que no existe asociación entre la fiebre y el tipo de intervención quirúrgica.
En el caso de la ITU, se ha aplicado el estadístico Chi2 que con una significación p=0.476 nos indica que, de la misma manera, la infección del tracto urinario tampoco se asocia al tipo de cirugía.
*Anexo 8: Complicaciones infecciosas
A continuación, nos centramos en parámetros directamente relacionados con el tiempo de hospitalización como son media de días con lavador, sonda vesical y hospitalización en función del tipo de intervención quirúrgica.
En cuanto a la necesidad de lavador, en el caso de la RTU de próstata la media se sitúa en 2,37 días, mientras que en la adenomectomía es casi el doble (4,33 días). Se ha realizado una comparación utilizando, tras comprobar que la muestra de RTU de próstata no sigue una distribución normal, el estadístico de la U de Mann Whitney, que con una p<0.001 nos indica que esta diferencia resulta estadísticamente significativa. Es decir, la necesidad de lavador es significativamente mayor en los casos en los que se realiza adenomectomía.
La necesidad de sonda vesical muestra medías más próximas entre ambos grupos, siendo de 6,07 días en RTU de próstata y de 7,8 días en las adenomectomías. De la misma manera, tras objetivar una distribución no normal de ambas muestras, se aplica el estadístico U de Mann Whitney y con una significación p<0.001 concluimos que la necesidad de sonda vesical es significativamente menor cuando se realiza una resección transuretral de próstata.
El último de los valores incluido en la tabla anterior es la estancia hospitalaria media. En la RTU de próstata se sitúa en 3,73 días, mientras que en la adenomectomía es de 6,13 días. Aplicamos de nuevo el estadístico U de Mann Whitney (distribución no normal de las muestras) con el que obtenemos una significación p<0.001. Por lo tanto, la RTU de próstata requiere una estancia hospitalaria significativamente menor que la adenomectomía.
*Anexo 9: Lavado, sonda vesical y hospitalización
Tras el alta hospitalaria, se han valorado los casos de reingreso y el motivo por el que lo hicieron.
Dada la baja incidencia de reingresos, siendo incluso nula en el caso de las RTU de próstata, no consideramos procedente realizar una comparación de estos datos.
*Anexo 10: Reingresos
De la misma manera se ha analizado la necesidad de resondaje. Al igual que en el supuesto anterior (necesidad de reingreso) la baja incidencia de resondaje implica que la comparación de estas cifras no sea relevante.
*Anexo 11: Resondaje
Finalmente, hemos analizado los costes económicos que derivan de cada uno de estas intervenciones quirúrgicas. Dado que los medios y recursos utilizados, así como el seguimiento posterior realizado en nuestro medio es muy similar al realizado en los pacientes del Hospital Infanta Cristina aplicaremos los GRDs calculados de dicho hospital. Asumimos que dichos costes pueden tener alguna pequeña variación fruto de las diferencias de costes intracomunitarias. No obstante, dicha variación afectaría de forma similar a ambos procedimientos.
El precio conjunto de todas las RTU de próstata realizadas asciende a 23 493€, mientras que el de las adenomectomías es de 26 358,3€. Si en lugar de realizar adenomectomías en estos pacientes se hubiera intervenido a todos ellos utilizando la resección transuretral, el coste del tratamiento de estos pacientes habría sido de 17 190€.
*Anexo 12: Costes económicos
DISCUSIÓN
La adenomectomía es el tratamiento quirúrgico más antiguo para la hiperplasia benigna de próstata, obteniendo buenos resultados a largo plazo en pacientes con prostáticas grandes (superiores a 80cc), manteniéndose como una opción preferida en estos casos4. Este procedimiento tiene una alta tasa de resección de tejido, mejorando notablemente los síntomas obstructivos, aunque presenta un riesgo elevado de morbilidad y mortalidad, lo que ha impulsado la búsqueda de métodos menos invasivos6.
Por otro lado, la resección transuretral de próstata (RTU) es una técnica que elimina el tejido prostático a través de un abordaje transuretral, menos invasivo. Actualmente es el tratamiento elegido para prostáticas de tamaño medio (entre 30 y 80cc)4. Esta técnica presenta menores riesgos de morbilidad y mortalidad, y el uso de energía bipolar ha permitido sustituir líquidos tradicionales por suero fisiológico, reduciendo el riesgo de síndrome de reabsorción. Aunque la RTU conlleva más tiempo cuando se realiza en próstatas grandes y reseca menos tejido, sus resultados funcionales siguen siendo positivos6.
Basado en estas premisas se realiza un estudio longitudinal, retrospectivo incluyendo a todos los pacientes intervenidos en el Hospital Miguel Servet por HBP entre el 1 de enero de 2017 y el 31 de mayo de 2022 con un volumen prostático entre 100 y 120cc con el objetivo de comparar las complicaciones perioperatorias y resultados funcionales, así como los costes económicos entre la realización de adenomectomía abierta y resección transuretral bipolar de próstata.
Una de las limitaciones del estudio es su carácter retrospectivo, lo que dificulta una recolección completa de los datos, como la necesidad de transfusión intraoperatoria, que a menudo se omite en los protocolos. Quizás, la introducción de la transfusión intraoperatoria como un parámetro fijo en los protocolos preformados podría aumentar la recogida de este dato.
De igual forma, en algunos casos donde no se observó sangrado significativo y la evolución fue favorable, no se realizó un control analítico postoperatorio, por lo que no se pudo comparar la pérdida de hemoglobina. Sin embargo, se ha notado que esto es más común en la RTU, ya que su pérdida sanguínea es menor, lo que lleva a menudo a omitir el análisis.
La solución podría encontrarse con la estandarización la analítica sanguínea postoperatoria en las primeras 24 o 48 horas para valorar la pérdida sanguínea independientemente de la posibilidad de cierre de sistema lavador de forma precoz.
Otra limitación es la dificultad para evaluar las infecciones de la herida quirúrgica, pues generalmente son leves y no prolongan la hospitalización, lo que no se documenta de forma precisa en la historia clínica. Por lo tanto, para este estudio, la infección se definió como dehiscencia de la herida o la necesidad de realizar una intervención adicional.
A pesar de estas limitaciones, los análisis estadísticos realizados permitieron obtener conclusiones valiosas. En primer lugar, se observó que la anestesia raquídea solo es posible con la RTU de próstata. La mayor prevalencia de anestesia general en la adenomectomía parece deberse a la mayor duración de este procedimiento.
En cuanto a la pérdida de hemoglobina, la RTU mostró cifras menores que la adenomectomía, aunque la diferencia no fue estadísticamente significativa. Asimismo, los niveles de transfusión no difirieron significativamente entre ambos procedimientos. De esta manera, aunque la trasfusión sanguínea no está contemplada en los GRD tomados como modelo, la ausencia de diferencias entre ambos procedimientos en este sentido no genera diferencias en cuanto al costo por proceso.
En términos de complicaciones postoperatorias, se valoraron fiebre, infecciones de la herida y las infecciones urinarias, que son poco frecuentes en general. Solo la infección urinaria mostró una frecuencia algo mayor, aunque se trata de una patología común y fácilmente tratable, lo que no eleva significativamente los costos. Comparando ambos grupos, no se observó una relación clara entre las complicaciones y una técnica en particular, por lo que se concluyó que ambos procedimientos presentan tasas similares y bajas de infecciones leves.
Ambos grupos recibieron el mismo protocolo de profilaxis antibiótica previo a la cirugía, 2gr de Amoxicilina Clavuránico una hora antes de la inducción anestésica. Existen excepciones como es el caso de alérgicos a la penicilina, quienes reciben Fosfomicina 4gr o pacientes con urocultivo previo positivo donde se pauta antibioterapia dirigida. En los pacientes portadores de sonda vesical, esta profilaxis se prolonga durante 5-7 días tras la intervención.
La RTU también mostró ventajas sobre la adenomectomía en cuanto a la duración de la hospitalización, la necesidad de mantener el sistema lavador y la sonda vesical. Esto no solo reduce el costo económico directo, sino que también disminuye el riesgo de infecciones nosocomiales graves y otras complicaciones asociadas con hospitalizaciones más largas, lo que es particularmente relevante en pacientes mayores. La necesidad de mantener una sonda vesical, aunque no determinante, es muy mal tolerada por algunos pacientes, lo que impacta negativamente en su calidad de vida.
En resumen, aunque las complicaciones postoperatorias inmediatas no presentan diferencias significativas, la RTU resulta más económica si se tienen en cuenta las complicaciones indirectas derivadas de una hospitalización más prolongada. Además, las tasas de reingreso o resondaje son bajas en ambos procedimientos, lo que subraya la efectividad de ambas técnicas y la ausencia de costos añadidos a estos procedimientos.
Un análisis económico, tomando como referencias los precios expuestos anteriormente (asumiendo su equivalencia en nuestra comunidad), muestra que, si los 30 pacientes tratados con adenomectomía se hubieran operado mediante RTU, el ahorro sería de más de 9,000€, lo que representaría un 34,78% de reducción en los costos.
Existen otras técnicas quirúrgicas para el tratamiento de la hiperplasia benigna de próstata como son la enucleación prostática con energía bipolar (supondría la eliminación del tejido prostático utilizando un plano similar al utilizado en la adenomectomía pero con una abordaje endoscópico) o la vaporización prostática. La enucleación prostática supone una eliminación del tejido y tiempo quirúrgico similar a la adenomectomía con resultados hemostáticos más próximos a la resección transuretral bipolar. Sin embargo, la vaporización prostática elimina menos tejido adenomatoso, aunque es una técnica más hemostática, lo que supone que se prefiera para volúmenes prostáticos algo menores6,7.
No obstante, la enucleación prostática con láser Holmium (HoLEP) es una técnica en auge que ha demostrado una efectividad similar a la adenomectomía en próstatas grandes, consiguiendo abordar volúmenes prostáticos similares8, y es, por lo tanto, la técnica endourológica con mayor desobstrucción del flujo urinario9.
Se trata de una técnica segura, con menor pérdida de hemoglobina, menor tasa de trasfusión, menor estancia hospitalaria y menor necesidad de sondaje vesical (en muchas ocasiones con retirada de la sonda en las primeras 24 horas). Además, estos resultados no dependen del tamaño prostático8,9,10.
Aunque el costo de adquisición del láser es elevado, los beneficios en términos de reducción de los costos postoperatorios son evidentes y la posibilidad de reesterilización de las fibras hasta en 10 ocasiones disminuye los costes técnicos8,9,.
En resumen, la enucleación prostática con láser HoLEP es una opción prometedora, aunque no disponible en nuestra comunidad, Por lo tanto, hasta la implantación de esta técnica y formación de los profesionales, ya que la curva de aprendizaje es de aproximadamente 30 casos9,10, la resección transuretral de próstata con energía bipolar puede utilizarse como alternativa a la adenomectomía abierta.
CONCLUSIONES
Se han incluido en el estudio 71 pacientes intervenidos de hiperplasia benigna de próstata con volúmenes prostáticos entre 100 y 120cc entre enero de 2017 y mayo de 2022. En 41 pacientes se ha realizado una resección transuretral de próstata, mientras que en los otros 30 se ha realizado una adenomectomía abierta transvesical.
La RTU de próstata se asocia con una menor estancia hospitalaria, menor necesidad de sistema lavador y menor tiempo de sondaje vesical.
No se han demostrado diferencias estadísticamente significativas en el descenso de los niveles de hemoglobina ni en las infecciones postoperatorias.
En cuanto al coste económico de ambas técnicas, la RTU de próstata tiene un precio menor en comparación a la adenomectomía lo que podría suponer un ahorra significativo sin riesgo añadido para el paciente.
Existen otras técnicas endoscópicas, como la enucleación prostática con láser Holmium (HoLEP) que consigue una eliminación de tejido prostático similar a la adenomectomía pero con tasas de hospitalización, sondaje vesical y pérdida sanguíneas menores que las dos técnicas analizadas. No obstante, esta técnica no está disponible en nuestro medio actualmente.
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