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Intoxicación etílica. Síntomas y tratamiento

Intoxicación etílica. Síntomas y tratamiento

Resumen:

La intoxicación alcohólica es causada por alcoholes, compuestos orgánicos que se derivan de los hidrocarburos y están formados por grupos hidroxilos. El etanol es el alcohol que con más frecuencia produce intoxicaciones ya que es el más común y el que más al alcance de la población se encuentra, este produce múltiples alteraciones a nivel del sistema nervioso y de otros sistemas del organismo.

Autores:

  1. Alejandro Núñez Márquez. Hospital San Juan de Dios (Bormujos).
  2. María Dolores Loro Padilla. Hospital de Jerez (Cádiz).

El objeto de este estudio es saber cuáles son sus síntomas y el tratamiento a seguir mediante una búsqueda bibliográfica.

Palabras claves: intoxicación etílica aguda, etanol, intoxicación, tratamiento, medicina basada en la evidencia

Desarrollo:

Cada año se producen 3,3 millones de muertes en el mundo debido al consumo de alcohol, lo que representa un 5,9% de todas las defunciones. El consumo de alcohol provoca defunción y discapacidad a una edad relativamente temprana. En el grupo etario de 20 a 39 años, un 25% de las defunciones son atribuibles al consumo de alcohol. Hay una relación causal entre el consumo de alcohol y una serie de trastornos mentales y del comportamiento, además de enfermedades no transmisibles y traumatismos.

El alcohol tiene efectos generalizables a todas las edades, alterando la fisiología y las funciones neuropsicológicas.

La Intoxicación Etílica Aguda (IEA) es el trastorno orgánico más común inducido por alcohol etílico y la intoxicación aguda más frecuente en nuestro medio, su efecto es directamente proporcional a la concentración sérica, sobre todo a dosis altas; atraviesa fácilmente la barrera hematoencefálica y placentaria y en un 95% pasa a leche materna.

La vulnerabilidad es mayor en el sexo femenino y menor en alcohólicos crónicos, hasta un 3% de todas las admisiones que se producen en los servicios de urgencias son debidas a intoxicaciones agudas por consumo de etanol. El pico máximo en sangre se alcanza entre los 30 y 90 minutos después de la ingesta.

El 90% se metaboliza en el hígado, en su mayoría a través de la enzima alcohol deshidrogenasa (ADH), también presente en la mucosa gástrica (la disminución del metabolismo gástrico, junto con su menor volumen de distribución explicaría la mayor vulnerabilidad de las mujeres a las complicaciones agudas por alcohol). Se elimina en una pequeña proporción (2% al 10%) por sudor, orina y pulmón, y de forma proporcional a su concentración plasmática, lo que permite inferir ésta a partir de las concentraciones en aire espirado con mucha precisión

Síntomas:

El alcohol comienza a hacer efecto cuando llega al intestino delgado y éste lo absorbe, pasando así al torrente sanguíneo que lo distribuye por todo el cuerpo hasta los diferentes órganos. Esto ocurre entre 30 y 60 minutos después de haber empezado a beber, de nuevo, dependiendo de los factores mencionados en el apartado anterior.

Vamos a centrarnos en los efectos que causa en el sistema nervioso central, es decir, en el cerebro, y como resultado, las diferentes fases de la intoxicación alcohólica por las que se pasa hasta llegar al coma etílico:

  • Fase de euforia: se llega a este punto cuando la alcoholemia, es decir, la tasa de alcohol en sangre, llega a los 0,5 gramos por litro (g/L). Es lo que se llama comúnmente el puntillo. Como norma general si se deja de beber en este punto es difícil sufrir intoxicación etílica. La persona se encuentra desinhibida y eufórica pudiendo actuar de manera impulsiva.
  • Fase de intoxicación: llegado el punto al que el organismo no está acostumbrado a los niveles de alcohol ingeridos, el cerebro empieza a fallar en la coordinación de movimientos, lo cual es causa de caídas y lesiones. La persona puede tener sensación de calor por la dilatación de los vasos sanguíneos, pero realmente ese calor se pierde produciendo hipotermia.
  • Fase de confusión: la tasa de alcoholemia llega a los 2g/L, el cerebro se ve realmente afectado y es incapaz de permanecer alerta. La persona presenta somnolencia y dificultad para hablar y comprender. En este punto suelen aparecer náuseas y vómitos, ya que el organismo rechaza el alcohol en un intento por protegerse. Pero dejar de beber no siempre es seguridad de que se va a frenar la borrachera, es posible que aún haya alcohol en el intestinoy se siga absorbiendo.
  • Fase anestésica: a los 3 g/L de alcohol en sangre el cerebroempieza a perder el control sobre el organismo. La persona no puede comunicarse correctamente, muchas veces puede llegar a perder la conciencia y el control de los esfínteres. Este es un punto crítico debido a que la persona ya no es capaz de valerse por sí misma y necesita atenciones.
  • Fase de shocko coma etílico: la tasa de alcoholemia llega a 5 g/L y el cerebro pierde totalmente el control de la respiración y el corazón. Llegados a este punto es imprescindible la asistencia sanitaria, ya que si se alarga este estado las probabilidades de sobrevivir sin daño cerebral disminuyen dramáticamente. Los centros responsables de la respiración se ven afectados y se puede producir parada cardiorrespiratoria y muerte.

Tratamiento:

Es fundamentalmente de soporte vital. Como norma se debe administrar tiamina 100 mg por vía parenteral para la prevención de la encefalopatía de Wernicke. También se realizará una glucemia capilar y se debe iniciar una infusión de suero glucosado al 5% en caso de hipoglucemia, siempre y cuando se haya administrado previamente la tiamina.

En los casos de intoxicación leve se plantea la observación hasta que se produzca la eliminación del tóxico (velocidad de eliminación de 15 a 20 mg/dl hora en bebedores esporádicos y de 25 a 35 mg/dl hora en alcohólicos.

En los casos de intoxicaciones moderadas puede aparecer hipotensión como consecuencia de la vasodilatación, arritmias, hipotermia, hipoglucemia e incluso cetoacidosis, por lo que hay que valorar los signos de depleción de volumen y si es precisa la hidratación parenteral, vigilar el equilibrio ácido-base y/o aumentar la temperatura corporal, están indicados cuidados generales y medidas de soporte, vigilando el nivel de conciencia y la evolución.

Se administra una dosis de 100 mg de tiamina intramuscular. Se vigilará la evolución del nivel de conciencia que en caso de no existir complicaciones irá mejorando progresivamente. Si no es así, será preciso descartar la existencia de complicaciones o comorbilidades que justifiquen la ausencia de mejoría, ejemplo traumatismo craneoencefálico (TCE) complicado, que amerite la realización de una prueba de neuroimagen (Tomografía axial computarizada craneal). En casos de intoxicación grave con disminución intensa del nivel de conciencia se deberá actuar con rapidez. El manejo de situaciones de gravedad es idéntico al de otras intoxicaciones.

Conclusión:

La intoxicación alcohólica es la causante del 5,9% de las defunciones a nivel mundial, la mayoría de las afectaciones se ven a nivel del sistema nervioso central, con síntomas que van desde el estupor, hasta el coma e incluso la muerte.

La intoxicación etílica en la más frecuente de todas las intoxicaciones alcohólicas y sus efectos pueden variar en dependencia de múltiples factores como cantidad de alcohol ingerido, tiempo de consumo, género, asocio con otros tipos de drogas, entre otros. El consumo de otros tipos de alcoholes causa, independientemente de la cantidad ingerida, intoxicación con síntomas graves a corto y largo plazo con efectos secundarios severos e importantes.

Bibliografía:

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  • Bugarin, R. (2000). Estudio de las intoxicaciones etílicas agudas en un servicio de emergencias. Anales de Medicina Interna, 17, 11, 588-591.
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  • Martínez, A. (2002). Efectos del alcohol etílico sobre el sistema nervioso. Revista Española de Patología, 35, 1, 63-76.