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La Enfermería y el protocolo de Buckman ante problemas de comunicación

La Enfermería y el protocolo de Buckman ante problemas de comunicación

Resumen:

Los enfermeros estamos en continuo contacto con el paciente, desde un box del servicio de urgencias, hasta una planta de oncología, pasando por una unidad de cuidados paliativos o un Equipo de Soporte de Cuidados Paliativos. Durante ese periodo de tiempo que dure nuestra relación directa enfermero-paciente podemos encontrarnos en la situación, porque así lo desee el paciente, de comunicar malas noticias. Aunque no seamos oncólogos, estamos formados para comunicar, aportar información que manejamos con seguridad o la relacionada con información de otros profesionales si somos requeridos para ello. Para ello conocemos algún protocolo de comunicación de malas noticias, como es el Protocolo de Buckman.

Autores;

  1. Rodríguez Camacho, José Luis. Graduado en Enfermería.
  2. Rodríguez Valiente, Sonia. Diplomada en Enfermería.
  3. Jara Valiño, Francisco Javier. Diplomado en Enfermería.

Palabras claves: cuidaos paliativos, comunicación, Enfermería, protocolo Buckman, familia.

Introducción:

Cuando se informa al paciente de su diagnóstico, su vida se para de momento, se siente solo, en silencio, abrumado por una cantidad de información que en ningún momento llega a procesar y a almacenar; desde ese momento comienza a formularse un sinfín de cuestiones, y todas comienzan igual, ¿por qué?. La familia, de buena voluntad intenta hacer frente a esta situación de desconcierto, tristeza, desolación, pero no está preparada, su desinformación es la misma que la del propio paciente, y la sensación de soledad y de no poder ayudar a su familiar es abrumadora. Es en estas situaciones cuando los familiares, acompañados en ocasiones por el personal sanitario pueden generar la situación de conspiración de silencio.

Cuando hablamos de cuidados paliativos, tenemos asumido el concepto de atención integral abarcando las diferentes necesidades físicas, psicoemocionales, sociofamiliares y espirituales de la persona enferma y su familia. Hacemos referencia en numerosas ocasiones a la atención de calidad y al término calidad de vida, pero; ¿sabíamos que, es la información y la comunicación entre enfermos, familia y equipo terapéutico, uno de los pilares fundamentales para una atención de calidad?

La comunicación con el paciente oncológico o receptor de cuidados paliativos y su familia implica:

-La escucha activa del paciente.

-Mostrar un comportamiento empático.

-Apoyo psicológico que con nuestra actitud y uso del lenguaje verbal y no verbal manifestemos.

Protocolo de Buckman:

Protocolo para comunicar malas noticias diseñado por los doctores Robert Buckman y Walter F. Baile. Dicho protocolo consta de seis etapas escalonadas y concatenadas.

Preparación de la entrevista

Las malas noticias pueden causar tristeza pero son de mucha importancia para los pacientes para que puedan planificar su futuro. Privacidad, solicitar el apoyo de un familiar si así lo desea, posición, conexión lenguaje verbal y no verbal, evitar interrupciones, dejar un espacio de tiempo para las principales preguntas que puedan surgir

–  Que sabe el paciente

Preguntas abiertas para conocer cómo percibe el enfermo la gravedad de su caso. ¿Cómo están los ánimos? ¿Qué información le han facilitado hasta ahora de su enfermedad actual? ¿Qué piensa usted de lo que le pasa?

– Que quiere o quieren saber

Pregunta comodín: ¿Que le gustaría saber de su enfermedad? ¿Le gustaría conocer todos los detalles del diagnóstico o preferiría conocer solo el tratamiento a seguir?

– Compartir la información

Lenguaje sencillo, lejos de tecnicismos. Información en pequeñas porciones para dar tiempo a que el paciente las asimile, pausas y ser lo más realista posible con el contenido del mensaje.

– Identificar, aceptar y responder a las reacciones emocionales

Llanto, tristeza, ansiedad, miedo, culpa, negación, desolación, rabia o gran parte de ellas mezcladas. El paciente necesita sentirse escuchado y entendido, no que le digan cómo debe reaccionar; “no me llores”, “no te pongas así”, manejar los tiempos de silencio y empatizar fundamental.

– Resumen y planificación del seguimiento

Cerrar la entrevista y planificar un seguimiento, ya que es el comienzo de un proceso. Los pacientes necesitan saber que se tiene un plan de tratamiento previsto, Damos seguridad. Acabar de cerrar la entrevista siempre con un resumen de los temas más importantes tratados, pidiendo a la familia que ayuden a remarcar los aspectos positivos y las metas planteadas para no dejar que el paciente se enquiste en pensamientos negativos, fomentando su espíritu de lucha.

Bibliografía:

– Ciprés, L., Fernández, J. P., Gómez, X., Gómez, M., Pascual, A., Pérez, M.,… & Viñas, J. (2002). Declaración sobre la atención médica al final de la vida. Medicina paliativa, 9(1), 30-31.

– Gómez Sancho M. La familia y la conspiración de silencio. En: Gómez Sancho M. Como dar malas noticias en medicina. 2ª edición. 101-116. Editorial Arán. Madrid 1998

– Bayés R, Arranz p, Barbero J, Barreto p. Propuesta de un modelo integral para una intervención terapéutica paliativa. Medicina Paliativa. 1996, 3, 114-121.

– Gómez Sancho M., “Como dar malas noticias en medicina”. Ed. Arán Goleman D. La práctica de la inteligencia emocional Ed. Kairos

– Muñoz D, Bayo J., ONCOURG, Guía Práctica de Actuación en urgencias oncológicas para especialistas internos residentes y médicos de atención primaria. 2014. 21-29.