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Manejo de Enfermería en la extracción venosa y orden de llenado de tubos de muestras sanguíneas

para escoger la más adecuada. Nunca debemos asumir que una línea azul es una vena que le dará sangre.

Ante la desesperación a la que no debemos llegar, pero se llega, al no poder realizar la extracción de forma correcta, existen técnicas para localizar las venas en caso de que estas no sean visibles, ni palpables:

– Cerrar el puño hace más prominente una vena.

– Colocar durante 30 segundos previos el compresor.

– Masajear el brazo desde la muñeca al codo.

– Golpear con el dedo índice el lugar de punción.

– Aplicar calor en dicha zona.

– Dejar colgar el brazo para dificultar el retorno y abrir y cerrar la mano a modo de bombeo.

Una vez que hemos decidido el lugar exacto de punción:

– Desinfectamos la zona elegida: Limpieza con alcohol u otro antiséptico para evitar la contaminación. Dejar secar el alcohol ya que si se deja húmeda la piel el paciente sentirá quemazón durante la punción y si el alcohol penetra en el sistema de extracción de sangre se producirá una hemólisis que alterará los resultados.

– Si usamos vacutainer encajarlo correctamente rompiendo el sello de la funda de la aguja e insertándolo con un giro en el receptáculo hasta el tope. En caso de usar jeringa y aguja encajarla firmemente.

– Inmovilizamos la vena seleccionada colocando el pulgar debajo de la zona de punción y tensando la piel.

– Con el bisel hacia arriba puncionamos con un suave y rápido movimiento de forma que el bisel quede en el interior de la vena; cuando la aguja está asegurada se conecta el primer tubo o se aspira para que la sangre fluya; una vez que empieza a salir soltamos el torniquete, hay veces que se aconseja dejarlo durante más tiempo porque al quitarlo puede cesar la salida de la sangre. Si estamos usando sistema de vacío éste se llenará inmediatamente de sangre con un volumen hasta agotar el vacío del tubo .El tubo no se llenará nunca en su totalidad.

-Todos los tubos con anticoagulante hay que agitarlos suavemente invirtiéndolos algunas veces. Si se hace muy fuerte o muchas veces se puede producir hemólisis y si no lo hacemos suficientemente producirá coagulación.

– Una vez llenado todos los tubos (sistema de vacío) retiraremos la aguja, con un movimiento rápido y suave hacia atrás y se aprieta la zona con el fin de evitar la formación de un hematoma. La presión en la zona se hará durante más de cinco minutos o el tiempo necesario según el tipo de paciente, manteniendo recto el brazo.

– Por último se retira todo el material, colocando cada uno en el contenedor correspondiente.

RECOMENDACIONES PARA EL PERSONAL QUE REALIZA LA EXTRACCION

– No sondee. Es doloroso para el paciente y puede provocar un hematoma. Si no se puede extraer la sangre, retire el torniquete y la aguja. Aunque no se haya podido extraer la sangre debe de controlarse el sitio de punción y presionar esa zona.

– Nunca puncione dos veces en el mismo sitio. Volver a poner el torniquete puede provocar una hemorragia y producir un hematoma.

– Nunca puncione en una zona azulada.

– Nunca vuelva a puncionar a un paciente si no es capaz de localizar una nueva vena.

– Nunca puncione a un enfermo más de dos veces. Explique al paciente que no ha podido extraer una muestra de sangre completa y que lo tiene que volver a hacer. Si el segundo intento no tiene éxito, que otro compañero obtenga la muestra de sangre.

– Nunca vierta sangre de un tubo a otro, esto puede contaminar la muestra.

– No destapar nunca los tubos, ya que al volverlos a cerrar se produce un exceso de presión dentro del mismo (la sangre más el vacío) y esto hace que el tapón salte y se derrame la muestra.

– Dejar resbalar la sangre por la cara interna del tubo, ya que sí cae al fondo puede producir espuma con rotura de hematíes. (Hemólisis).

– Recordar que siempre que se pueda se debe usar sistema de vacío, ya que evita entre otras cosas un pinchazo accidental por parte del que realiza la extracción .Se considera un método más seguro.

– Los tubos que no contengan anticoagulante no moverlos, para evitar la hemólisis.

PROBLEMAS QUE PUEDEN APARECER A LO LARGO DEL PROCEDIMIENTO

Cuando la recogida de sangre es insuficiente o no se extrae sangre. Las posibles soluciones son:

– Mover la jeringuilla ligeramente hacia delante (puede no estar en la luz), o hacia atrás (puede haber atravesado la vena).

– Ajustar el ángulo de la aguja (el bisel debe mirar a la pared superior de la vena).

– Aflojar el torniquete (puede estar demasiado apretado, obstruyendo el flujo de la sangre).

– Intentarlo con otro tubo (puede que no haya vacío en ese).

– Volver a sujetar la vena (a veces las venas se apartan de la punta de la jeringuilla y del sitio de punción).

Si la sangre que estaba saliendo correctamente deja de fluir:

– La vena puede haberse colapsado; apretar el torniquete para aumentar la repleción venosa.

– El ensamblaje de la aguja/adaptador/tubo puede no estar bien hecho y cada vez que se cambia de tubo la aguja se sale de la vena; agarrar firmemente el equipo.

– Se puede formar una protuberancia azulada debajo de la piel en el sitio de la punción; probablemente se trate de un hematoma aflojamos el torniquete inmediatamente y retiramos la aguja. Presionamos la zona durante un tiempo prudencial manteniendo estirado el brazo del paciente.

– Si la sangre es roja y brillante más que roja oscura (sangre venosa) esto indica una punción arterial. Una vez terminada la flebotomía, presione la zona durante más de cinco minutos, manteniendo recto el brazo del paciente.

Se deben evitar algunas zonas para hacer la punción venosa:

– Excesivas cicatrices de quemaduras o de suturas quirúrgicas ya que es difícil puncionar el tejido cicatricial y obtener una muestra.

– En el mismo lado de una mastectomía, los resultados de la prueba pueden alterarse por el éxtasis linfático.

– El hematoma azulado, además de ser doloroso, puede producir resultados erróneos.

– Si existe terapia intravenosa/transfusiones sanguíneas, el líquido puede diluir la muestra. La sangre se debe extraer en el otro brazo.

– En general la sangre nunca debe extraerse de un brazo con una fístula o cánula.

– Extremidades edematosas ,los tejidos con acumulación de líquidos alteran los resultados.

CONCLUSIONES

CONCLUSIÓN Y DISCUSIÓN

Tras la revisión bibliográfica de las diferentes fuentes consultadas, hemos observado que hay distintas opiniones en cuanto al orden de llenado de los tubos pero la secuencia que más veces se repite y la que tiene más lógica es llenar primero los tubos estériles para hemocultivo ya que así se evita la contaminación; después los que no lleven aditivo como es el tubo de la bioquímica ya que este lo que si lleva es gelosa pero esta no contamina la muestra; a continuación los que llevan aditivo liquido como es la coagulación y la velocidad de sedimentación globular; después los que llevan aditivo solido como es la hematimetría y por último la gasometría.

BIBLIOGRAFÍA

  1. Servicio Andaluz de Salud, Consejería de Salud. Manual de Obtención y Manejo de Muestras para el Laboratorio Clínico 2009. Plan de Laboratorios Clínicos y Bancos Biológicos, 2009.
  2. Romero Ruiz A, Ávila Rodríguez IM, Tronchoni de los Llanos J, Muñoz Gómez M. Estrategias para la disminución de errores imputables a la toma de muestras sanguíneas. Evidentia [Internet]. 2007 nov-dic. 4(18). Disponible en: http:// www.index-f.com/evidentia/n18/397articulo. php[ISSN:1697-38X.
  3. Complejo Hospitalario de Jaén. Laboratorio de Análisis Clínicos. Cartera de Servicio-Manual de Toma de Muestras. UGC de laboratorios, 2009.
  4. Servicio Andaluz de Salud. Hospital Regional Universitario Carlos Haya. Laboratorio Clínico. Protocolo de extracción venosa. Manual de Calidad. 2009. . Disponible en: http://www.carloshaya.net/chchaya/UGC/laboratorios/Procedimientos/01_ Preanaliticos /02_Obtencion_Especimenes/ PRO08A.pdf.
  5. Hospital Universitario Reina Sofía. Manual de Protocolos y Procedimientos Generales de Enfermería, 3ª ed. 2001.