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Manejo de la preeclampsia en embarazadas

Manejo de la preeclampsia en embarazadas

OBJETIVO:

Dar a conocer los signos y características de esta enfermedad para prevenir complicaciones posibles que afecten el bienestar fetal y materno.

AUTORES:

Beatriz Conde Muñoz. DUE Hospital Universitario Reina Sofía

Sonia Sánchez Gallardo. DUE Hospital Universitario Reina Sofía

Gabriel Criado Benítez. DUE Hospital Universitario Reina Sofía

PALABRAS  CLAVE: preeclampsia, embarazo, hipertensión arterial

 

MATERIAL Y MÉTODOS

Revisión bibliográfica en diferentes bases de datos y en múltiples artículos científicos relacionados con la preeclampsia.

RESULTADOS:

La preeclampsia es una enfermedad que afecta a las mujeres embarazadas a partir de la semana 20 de gestación y que puede ser grave si no recibe el tratamiento adecuado y la atención necesaria.

Se caracteriza básicamente por hipertensión arterial superior a 140- 90 mmHg, tumefacción de cara y manos, y presencia de grandes cantidades de proteína en la orina en el final del segundo o tercer trimestre del embarazo.

La etiología se desconoce, pero existen factores de riesgo como: primer embarazo, embarazo múltiple o gemelar, antecedentes de diabetes, hipertensión arterial o enfermedad renal, o edad mayor de la gestante de 35 años.

El diagnóstico incluye un examen físico donde se aprecia la hipertensión arterial recogiendo varias cifras y comprándolas con las del primer trimestre (apreciando una elevación de 20- 30 mmHg), y la hinchazón en la cara y las manos. Además, se realizan exámenes de sangre y de orina para observar un aumento de enzimas hepáticas y proteinuria, respectivamente.

Si la preeclampsia evoluciona hasta su estado más grave, la gestante puede presentar los siguientes síntomas: hiperreflexia, alteraciones visuales o cerebrales, dolor en el epigastrio o en el hipocondrio derecho, náuseas y vómitos. Debemos prestar especial atención a estos síntomas ya que precisan de atención hospitalaria. Las complicaciones maternas que surgen de la preeclampsia grave son: edema de pulmón, hemorragia cerebral, rotura hepática y deterior de la función renal.

En cuanto al tratamiento, la única forma de “curar” la preeclampsia es inducir el parto, aunque el bebé sea prematuro. La forma moderada de preeclampsia se puede tratar de forma más conservadora haciendo reposo absoluto en casa con cuidados básicos como reducir el consumo de sal en las comidas y aumentar la ingesta de líquidos, además de controlar la tensión arterial de forma constante y tomar medicación prescrita por su médico si fuera necesario. Si esto no fuera suficiente, se trasladará a la embarazada al hospital donde se monitorizará tanto a ella como al bebé para tener información precisa que asegure el bienestar de ambos.

CONCLUSIÓN:

Aunque no hay una forma conocida de prevenir la preeclampsia, es importante que todas las mujeres embarazadas comiencen el cuidado prenatal de manera temprana y lo continúen durante todo el embarazo.

BIBLIOGRAFÍA:

  • Sibai BM. Hypertension. In: Gabbe SG, Niebyl JR, Simpson JL, et al, eds.Obstetrics: Normal and Problem Pregnancies
  • Gifford RW, August PA, Cunningham G, Green LA, Lindheimer MD, MaNellis D, et al. Report of the National High Blood Pressure Education Program Working Group on High Blood Pressure in Pregnancy. Am J Obstet Gynecol 2000;193:S1-S22.