Inicio > Enfermería > Mejorando la eficacia y seguridad de la terapia intravenosa: explorando el papel de los catéteres Midline en Enfermería

Mejorando la eficacia y seguridad de la terapia intravenosa: explorando el papel de los catéteres Midline en Enfermería

Mejorando la eficacia y seguridad de la terapia intravenosa: explorando el papel de los catéteres Midline en Enfermería

Autora principal: Ana Belén Feyto Pérez

Vol. XVIII; nº 19; 992

Improving the efficiency and safety of intravenous therapy: exploring the role of Midline catheters in nursing

Fecha de recepción: 27/08/2023

Fecha de aceptación: 30/09/2023

Incluido en Revista Electrónica de PortalesMedicos.com Volumen XVIII. Número 19 Primera quincena de Octubre de 2023 – Página inicial: Vol. XVIII; nº 19; 992

Autor principal: Ana Belén Feyto Pérez (Graduada en enfermería).

Autores: Paola Álamo Urgelles (Graduada en enfermería)

Estíbaliz Minerva Cativiela Rodríguez (Graduada en enfermería)

Lugar de trabajo: Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa (Zaragoza), España.

RESUMEN

La terapia intravenosa es una parte esencial de la atención especializada, proporcionando una forma directa y eficiente de administrar medicamentos, líquidos y nutrientes. Sin embargo, elegir el dispositivo de acceso vascular adecuado puede ser desafiante, ya que es importante equilibrar la eficacia del tratamiento con la seguridad del paciente.

Los catéteres midline han surgido como una opción popular en enfermería debido a sus ventajas sobre los catéteres periféricos cortos y los catéteres de acceso central. Estos se insertan en venas del brazo y pueden durar hasta seis semanas.

El procedimiento para insertar un catéter midline implica una valoración exhaustiva del paciente, uso del ecógrafo para encontrar la vena adecuada y la técnica Seldinger para la canalización. Se recomienda utilizar la vena basílica siempre que sea posible.

Estos dispositivos son adecuados para diversos tratamientos, como la administración de electrolitos, terapia de alimentación, sueroterapia, diuréticos, sangre y hemoderivados, y antibioterapia en infecciones graves.

Los catéteres midline tienen ventajas, como preservar el capital venoso, reducir el sufrimiento del paciente y ser más económicos que otros dispositivos. Sin embargo, pueden surgir complicaciones como flebitis, infecciones, obstrucciones, extravasación, trombosis y lesiones cutáneas.

Para evitar complicaciones y garantizar una adecuada terapia intravenosa, es crucial contar con personal cualificado y equipos especializados. Además, se deben seguir procedimientos estériles durante la inserción y realizar cuidados y seguimientos adecuados durante el tratamiento.

Palabras clave: Catéter de línea media, midline, enfermería, terapia intravenosa, acceso vascular.

ABSTRACT

Intravenous therapy plays a crucial role in specialized care, providing a direct and efficient way to administer medications, fluids, and nutrients. However, selecting the appropriate vascular access device can be challenging, as it is essential to balance treatment efficacy with patient safety.

Midline catheters have emerged as a popular option in nursing due to their advantages over short peripheral catheters and central access catheters. These are inserted into arm veins and can last up to six weeks.

The procedure to insert a midline catheter involves a comprehensive patient assessment, the use of ultrasound to locate the appropriate vein, and the Seldinger technique for cannulation. The basilic vein is recommended whenever possible.

These devices are suitable for various treatments, such as electrolyte administration, feeding therapy, intravenous fluids, diuretics, blood and blood products, and antibiotic therapy for severe infections.

Midline catheters offer benefits such as preserving venous access, reducing patient discomfort, and being more cost-effective than other devices. However, complications like phlebitis, infections, occlusions, extravasation, thrombosis, and skin lesions may arise.

To avoid complications and ensure proper intravenous therapy, it is crucial to have qualified personnel and specialized equipment. Additionally, sterile procedures should be followed during insertion, and appropriate care and follow-up should be provided during treatment.

Keywords: Midline catheter, nursing, intravenous therapy, vascular access.

Los autores de este manuscrito declaran que:

Todos ellos han participado en su elaboración y no tienen conflictos de intereses. La investigación se ha realizado siguiendo las pautas éticas internacionales para la investigación relacionada con la salud con seres humanos elaboradas por el Consejo de Organizaciones Internacionales de las Ciencias Médicas (CIOMS) en colaboración con la Organización Mundial de la Salud (OMS). El manuscrito es original y no contiene plagio. El manuscrito no ha sido publicado en ningún medio y no está en proceso de revisión en otra revista. Han obtenido los permisos necesarios para las imágenes y gráficos utilizados. Han preservado las identidades de los pacientes.

INTRODUCCIÓN

La terapia intravenosa desempeña un papel fundamental en la atención especializada al proporcionar una vía de administración directa y eficiente de medicamentos, líquidos y nutrientes. Sin embargo, la selección del dispositivo de acceso vascular adecuado puede ser un desafío, ya que es crucial equilibrar la eficacia del tratamiento con la seguridad del paciente y para ello se realiza una valoración enfermera exhaustiva. Su inserción es un proceso invasivo que causa dolor en el paciente además de otra serie de complicaciones como es la flebitis. En la decisión influyen varios factores como el calibre venoso, el tratamiento prescrito, la edad del paciente, el tiempo de utilización esperado, la agresividad u osmolaridad de las soluciones a administrar y las preferencias del paciente. También es importante elegir un dispositivo con un menor riesgo de complicaciones y un menor costo para el tipo y duración de la terapia intravenosa requerida.1, 2, 6

En este contexto, los catéteres midline han surgido como una opción cada vez más popular en la práctica de enfermería. Estos dispositivos intravenosos de longitud intermedia ofrecen una serie de ventajas en comparación con los catéteres periféricos cortos tradicionales y los catéteres centrales de acceso venoso profundo.1

Es crucial tener personal específico cualificado que sea capaz de realizar una valoración al mismo tiempo que se crean Equipos de Terapia Intravenosa (ETI) que controlen tanto la anatomía vascular del paciente como el gasto hospitalario que se genera. 4

Los catéteres de línea media se insertan en la vena basílica o braquial y tienen una longitud de entre 8 – 25 cm. Están hechos con poliuretano, un material biocompatible más seguro que permite una mayor duración de la terapia intravenosa, se estima que unas seis semanas.1

En este artículo, exploraremos en profundidad los catéteres midline y su papel en la mejora de la eficacia y seguridad de la terapia intravenosa desde la perspectiva de enfermería. Examinaremos sus características, indicaciones y consideraciones clave para su inserción y manejo adecuado. Además, analizaremos los beneficios y limitaciones de estos dispositivos y su impacto en la calidad de vida del paciente.

OBJETIVOS

Objetivo general

  • Conocer en profundidad los catéteres de línea media y el papel de enfermería.

Objetivo específico

  • Explicar las indicaciones de estos catéteres así como sus limitaciones.
  • Describir los cuidados que requieren.

METODOLOGÍA

Para la realización de esta revisión bibliográfica se ha llevado a cabo una búsqueda sistemática sobre la literatura del tema en cuestión.

La búsqueda se realizó de manera electrónica mediante diferentes bases de datos: Pubmed, Medline, SciELO, Cochrane Plus y Elsevier. Además se consultaron los protocolos de diferentes hospitales nacionales.

Los criterios de inclusión utilizados fueron: texto completo disponible y gratuito, idioma inglés y español y año de publicación desde 2018.

DESARROLLO

Los catéteres de línea media o también llamados catéteres midline son unos dispositivos que se introducen en el brazo para asegurar la terapia intravenosa del paciente. Se pueden distinguir dos tipos de catéteres. El mini-midline es un catéter corto de 8-10 cm que se inserta en el antebrazo o el brazo, con su extremo ubicado en la cavidad axilar. Por otro lado, el midline midclavicular (o eco-midline), también conocido como clavicular, tiene una longitud de 20-25 cm y se inserta en venas profundas del brazo, con su extremo en la parte torácica de la vena axilar o incluso llegando hasta la vena subclavia. Pueden ser un catéter de punta abierta con pinza de clampaje, material poliuretano o silicona, los cuales precisan realizar presión positiva al realizar sellado con heparina; o un catéter punta groshong que en su extremo distal  incorpora una válvula. 3, 4, 5

Los catéteres situados anteriores a la vena cava superior o inferior en el caso de acceso inguinal también se pueden considerar líneas medias. Presentan un grosor 14-18 G, longitud 8-25 cm y el material es poliuretano o silicona. Son usados en tratamientos poco irritantes por lo que no necesita radiografía de control. Pueden durar de 2-4 semanas. 4

El lugar recomendado para la colocación de un midline es en el brazo, en la parte media del miembro superior. Las venas que se utilizan son la basílica, braquial y cefálica. Siempre que se pueda la vena de elección será la basílica ya que tiene un trayecto más directo cuando el brazo está a 90º, las otras dos se recomienda su canalización por debajo de la línea axilar para evitar el riesgo de trombosis. Antes de la inserción, se realiza un mapeo ecográfico para identificar y visualizar las venas de esta zona colocando la sonda en diferentes posiciones, ya sea en dirección transversal o longitudinal, según sea necesario.

Se recomienda el uso del método RaPeVA (desarrollado por el grupo GAVeCeLT), que es una evaluación ecográfica rápida de las venas periféricas. En la medida de lo posible debemos evitar la flexura del brazo, venas trombosadas o varicosas y miembros con vaciamiento ganglionar. Estos catéteres se asocian a flebitis mecánicas aunque su tasa es menor que los catéteres periféricos cortos.

Para la canalización se usa la técnica Seldinger. Es una técnica ecoguiada que permite la canalización de venas profundas en el brazo. Se debe tener en cuenta el calibre y recorrido de la vena así como el siguiente orden: la basílica, las braquiales y la cefálica. Se realiza una punción con una aguja de micropunción en la vena seleccionada, comprobamos el retorno venoso y se introduce una guía, que puede ser de acero inoxidable o de nitinol.

No es necesario introducir la guía demasiado. Se administra anestesia local antes de realizar el procedimiento, generalmente mepivacaína 2% subcutánea.. Después de retirar la aguja, se hace una pequeña incisión con un bisturí para ensanchar el orificio, aunque este paso puede omitirse en algunos casos. La aguja se retira a través de la guía, y luego se introduce un dilatador. Una vez dilatada la vena, se retira el dilatador, pero se deja la guía en su lugar. A través de la guía se introduce el catéter y, posteriormente, se retira la guía. Es importante mantener el control de la guía en todo momento para evitar su inserción accidental. Si sientes resistencia al insertar el catéter, no lo fuerces. De igual manera, debemos asegurar fijar el catéter sin acodamientos para evitar problemas. 3, 4

Estos dispositivos están indicados en las siguientes situaciones:

  • En pacientes que tienen un acceso venoso difícil y numerosas complicaciones necesitando fármacos no irritantes que duren entre 6 días y 4 semanas.
  • Mientras se coloca el acceso venoso definitivo siendo estos accesos temporales.
  • Para la administración de electrolitos y terapia de alimentación con una osmolaridad < 800-850mOsm/L* y/o pH entre 5-9.
  • Administración de sueroterapia, sedantes y diuréticos.
  • En tratamientos > 7 días.
  • Administración de sangre y hemoderivados.
  • Para la antibioterapia en grandes infecciones como puede ser la endocarditis o la osteomielitis.

Se podrían utilizar también para extracciones sanguíneas pero no se considera el mejor dispositivo para ello. Están indicados además en tratamiento domiciliario que requiera terapia intravenosa. Pero no se podría usar para la administración de medios de contraste a presiones elevadas.

Para su colocación debemos tener en cuenta que es una técnica estéril por lo que necesitamos bata estéril, guantes estériles, gorro y mascarilla y un campo estéril con gasas estériles. Además vamos a emplear clorhexidina alcohólica para desinfectar la piel, suero fisiológico para lavar la vía, un compresor, bioconectores, heparina para el sellado del catéter, jeringas, agujas y bisturí. Al finalizar lo fijaremos con un apósito transparente, no emplearemos sutura.

Lo primero que haremos será identificar al paciente y explicarle la técnica que vamos a llevar a cabo así como resolver todas sus dudas. A continuación actuaremos de la siguiente manera:

  • Nos lavaremos las manos.
  • Colocaremos al paciente en posición supina con el brazo en ángulo recto.
  • Con el ecógrafo, buscaremos la vena más adecuada y seleccionaremos la de mejor calibre.
  • Nos volvemos a lavar las manos y preparamos el campo estéril desinfectando el brazo del paciente con clorhexidina.
  • Administramos anestesia.
  • Ponemos el compresor.
  • Punción sobre la vena seleccionada e inserción del catéter mediante la técnica Seldinger.
  • Colocamos el bioconector y lavamos con 10ml de suero fisiológico con técnica push-stop-push y presión positiva.
  • Retiramos los restos sanguíneos que pudiera haber y ponemos el apósito transparente.
  • Registramos el procedimiento. 3, 4

Las curas se realizarán con Clorhexidina al 2% y apósito transparente como ya se ha mencionado. Se recomienda un cambio de apósito a las 24-48 horas de la inserción. Posteriormente, cada 7-10 días o siempre que el apósito esté manchado o despegado. Podemos además cubrir la zona del catéter con un protector. Cuando el catéter no va a ser utilizado diariamente, se recomienda mantenimiento con lavados cada 12h y anticoagulación con heparina sódica de baja concentración.

Estos dispositivos tienen una serie de ventajas sobre los demás catéteres:

  • Son capaces de preservar el capital venoso del paciente.
  • Es un acceso venoso fiable.
  • El sufrimiento del paciente disminuye ya que el número de punciones también lo hace.
  • Es más económico que la PICC.
  • Se ha demostrado una menor incidencia de trombosis que con el resto de catéteres.
  • Tiene menor riesgo de bacteriemia en comparación con los CVC.
  • No es necesario realizar una placa de tórax.
  • Es una técnica que se puede poner en el domicilio.
  • No existe riesgo de arritmia. 4

Las complicaciones que pueden surgir con un midline son: flebitis, infección, obstrucción, extravasación, trombosis y lesiones cutáneas.

Flebitis: Se trata de una inflamación en la pared interna de los vasos sanguíneos que puede llevar a la formación de trombos. Los síntomas incluyen enrojecimiento y dolor a lo largo de la vena o supuración en caso de infección. Hay tres tipos de inflamación: mecánica, producida por la iatrogenia en la implantación o por el material de fabricación del catéter que provoca irritación de la túnica íntima debido al roce del mismo; química, producida por la administración de sustancias no aptas para una vía periférica o media e infecciosa que es causada por gérmenes y patógenos. La acción recomendada es:

  1. Retirar el catéter.
  2. Aplicar crioterapia y/o agua de Burow.
  3. Registrar el caso en la historia clínica. 3, 4

Infección: La infección del catéter ocurre cuando un microorganismo crece cerca del sitio de inserción, causando signos de inflamación como enrojecimiento, dolor, calor o hinchazón. Si la infección afecta la zona cercana al punto de inserción, puede presentar principalmente fiebre.

Para abordar la infección, se recomienda:

  1. Realizar hemocultivos para confirmar.
  2. Después de esto, se debe limpiar y desinfectar la zona con clorhexidina alcohólica y aplicar una cura antibiótica con bactroban o diprogenta.
  3. Es necesario retirar el catéter y tomar una muestra para realizar un cultivo de la punta.
  4. Se debe informar al equipo médico para evaluar la necesidad de administrar antibióticos sistémicos.
  5. Todos estos datos deben ser registrados en la Historia Clínica.

En caso de infección en el sitio de inserción, las guías recomiendan siempre retirar el catéter.

Obstrucción: La falta de permeabilidad del catéter puede deberse a diversas causas, como compresión externa, pinzamiento, coágulo de sangre, medicación precipitada o formación de una vaina fibroblástica debido a la reacción del cuerpo a un objeto extraño. Para tratar este problema, se deben seguir ciertos pasos:

  1. Revisar el equipo y el catéter para asegurarse de que no haya dobleces ni compresiones.
  2. Intentar aspirar suavemente hasta obtener sangre. Si no hay flujo sanguíneo, lavar delicadamente con suero utilizando la técnica de llave de tres vías.
  3. Si el problema persiste, probar con citrato, Uroquinasa (hasta 10,000 unidades) o etanol, según la sospecha de obstrucción establecida. En caso de resistencia, no continuar para evitar embolismos.
  4. Si los pasos anteriores no resuelven el problema, retirar el catéter y documentar todo en la historia clínica. Si es necesario, se puede reemplazar el catéter.

Es fundamental realizar estas acciones de manera adecuada y cuidadosa para garantizar la permeabilidad del catéter y evitar complicaciones.

Extravasación: es la salida del líquido intravenoso hacia los tejidos circundantes, lo que causa síntomas como piel fría, hinchazón y enrojecimiento. Además, puede haber dificultad para el flujo sanguíneo o puede gotear lentamente.

Las posibles causas incluyen una fijación inadecuada del catéter, fragilidad de la pared venosa o la administración de fármacos incompatibles con el dispositivo de acceso venoso.

Ante una extravasación, se deben seguir estas medidas:

  1. Detener la infusión inmediatamente.
  2. Intentar aspirar para extraer el líquido extravasado.
  3. Administrar el antídoto indicado por el servicio de farmacia, dependiendo del fármaco involucrado.
  4. Aplicar frío o calor en la zona afectada.
  5. Elevar la extremidad para reducir el flujo hacia los tejidos.
  6. Registrar todos los eventos y acciones en la historia clínica.

Es importante tomar medidas rápidas para minimizar el daño y garantizar una atención adecuada al paciente afectado por la extravasación.

Trombosis: La trombosis es la presencia de un coágulo sanguíneo en la vena. Las posibles causas incluyen el trauma mecánico o químico causado por el catéter, una fijación inadecuada del mismo, infección y la predisposición del paciente a desarrollar coágulos.

Ante una sospecha de trombosis, se deben tomar las siguientes medidas:

  1. Informar al médico responsable sobre la situación.
  2. Realizar un eco doppler para confirmar la presencia del coágulo.
  3. El médico puede prescribir heparina sistémica en dosis terapéuticas.
  4. La decisión de retirar o no el catéter dependerá de la posición y el impacto del coágulo en la función del catéter. En cualquier caso, no se retirará inmediatamente para evitar provocar una embolización del coágulo.
  5. Si es necesario retirar el catéter, esto se hará después de una semana de tratamiento terapéutico.

Es crucial actuar con prontitud y seguir las indicaciones médicas para prevenir complicaciones y garantizar una atención adecuada en caso de trombosis venosa.

Lesiones cutáneas: La pérdida de integridad de la piel puede ocurrir debido a diversas causas, como alergias, reacciones a desinfectantes o soluciones, intolerancia a adhesivos y la dermatotoxicidad causada por quimioterapia o corticoesteroides.

Ante esta situación, se deben tomar las siguientes acciones:

  1. Valorar el uso de un producto diferente para la desinfección cutánea, como povidona iodada.
  2. Utilizar un apósito que permita una alta transmisión de vapor y humedad para proteger la zona afectada.
  3. Considerar el uso de una fijación con anclaje subcutáneo, dependiendo de la duración del tratamiento y el alcance de la lesión.
  4. Realizar una vigilancia diaria de la zona irritada para controlar su evolución.

Es esencial abordar adecuadamente la pérdida de integridad de la piel para prevenir complicaciones y favorecer la recuperación del paciente. 3

CONCLUSIONES

Los catéteres de línea media, también conocidos como catéteres midline, son dispositivos que se utilizan para asegurar la terapia intravenosa del paciente, siendo una alternativa válida y efectiva en situaciones específicas.

La elección adecuada de la vena y el mapeo ecográfico previo son fundamentales para una inserción exitosa y minimizar los riesgos de complicaciones. Aquí reside la importancia del papel de enfermería ya que con una adecuada formación se podrían minimizar los problemas de los catéteres vasculares.

Los catéteres midline son especialmente indicados en pacientes con acceso venoso difícil y para tratamientos temporales.

Ofrecen ventajas como la preservación del capital venoso, menor número de punciones, menor costo y menor riesgo de bacteriemia en comparación con otros catéteres por lo que es una importante tarea fomentar este tipo de dispositivos.

Aunque los catéteres midline pueden presentar complicaciones como flebitis, infección, obstrucción, extravasación, trombosis y lesiones cutáneas, estas pueden ser abordadas adecuadamente con medidas específicas y los cuidados de enfermería oportunos.

En general, los catéteres midline representan una opción valiosa para la administración de tratamientos intravenosos en determinadas situaciones, y su correcta colocación y manejo son esenciales para asegurar una terapia efectiva y segura para el paciente.

BIBLIOGRAFÍA

  1. Fortes Escalona N, Fernández Domínguez JM, Cruzado Alvarez C, García Matez S. Uso de catéteres venosos de línea media en pacientes hospitalizados. Revista Enfermería Global. Octubre 2019.
  2. López González, N., Arredondo Provecho, A.B., Experiencia en el uso de catéteres de línea media durante la hospitalización de los pacientes. Conocimiento Enfermero 20 (2023): 28-37.
  3. Parejo Arrondo M. Protocolo del catéter de línea media: definición, indicaciones, colocación, mantenimiento y complicaciones. Vygon. Marzo 2021.
  4. Carrero Caballero MC, Montealegre Sanz M, Cubero Pérez MA. Catéter Venoso Medial o Midline (MVC). Revista ETI.
  5. Carrero Caballero MC, García-Velasco Sánchez-Morago S, Triguero del Río N, Cita Martín J, Castellano Jiménez B. Actualización enfermera en accesos vasculares y terapia intravenosa. Revista Enfermería 21. 2008.
  6. Fernández Bombín A, Llauradó González MÁ, Corral Porras C. Estudio descriptivo y análisis económico de la introducción de un catéter MidLine de 10 cm en un hospital de tercer nivel de Barcelona. Revista enfermería vascular. 2023 enero-junio; 5 (7): 5-10.