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Mujeres ancianas con incontinencia urinaria, ¿cómo afecta a su sexualidad?

Mujeres ancianas con incontinencia urinaria, ¿cómo afecta a su sexualidad?

La incontinencia urinaria consiste en la pérdida involuntaria de orina, con una necesidad imperiosa y repentina de orinar pero siendo incapaz de retener la orina.

Entre los factores que se implican en las modificaciones del patrón sexual y en el cese de la actividad sexual sin duda el envejecimiento juega un papel importante ya que se producen una serie de cambios anatómicos en los órganos sexuales de los ancianos, que se acompañan de modificaciones funcionales en las distintas fases del ciclo sexual.

Mujeres ancianas con incontinencia urinaria, ¿cómo afecta a su sexualidad?

Doctora Ana Belén Cid Sánchez. Médico de familia. Granada

Palabras clave: incontinencia urinaria, sexualidad, calidad de vida

INTRODUCCIÓN

Aunque el envejecimiento no lleva por sí mismo al cese de la actividad sexual, más bien ocurre por diferentes problemas médicos, psicológicos o sociales que interfieren con la expresión normal de la sexualidad.

Los sentimientos, los deseos y la actividad sexual están presentes a lo largo de todo el ciclo vital. Las relaciones íntimas humanas son válidas a lo largo de toda la existencia, incluyendo la ancianidad.

OBJETIVO

El objetivo es conocer en mujeres ancianas como afecta la incontinencia urinaria a su actividad sexual.

MATERIAL Y MÉTODOS

Se ha realizado una revisión bibliográfica en las bases de datos de Scielo, cuiden, biblioteca Cochrane y PubMed. Se realizó utilizando las palabras clave: “incontinencia urinaria”, “ancianos”, “sexualidad” y “calidad de vida”. La búsqueda se limitó a los últimos diez años.

RESULTADOS

Los cambios anatómicos, fisiológicos, y funcionales en los órganos sexuales en los ancianos no condicionan obligadamente el cese de la actividad sexual, sino que exigen una adaptación del comportamiento sexual a su nuevo funcionamiento, evitándose así frustraciones y situaciones de ansiedad ante las relaciones sexuales, que podrían llevar al cese innecesario de la actividad sexual.

El sexo y la sexualidad, está demostrado que juegan un papel importante en el envejecimiento saludable y pleno; sin embargo, las personas ancianas tienen una conducta sexual heterogénea en relación a sus apetitos e intereses.

La Incontinencia urinaria es uno de los trastornos más comunes e incapacitantes en los ancianos. Afecta a más del 15% de los mayores de 65 años no institucionalizados, y al 35% en los hospitales. Cuanto mayor sea la incapacidad física o psíquica, más aumenta este trastorno. Puede manifestarse a cualquier edad y en ambos sexos. Sin embargo, es más frecuente en las mujeres que en los hombres.

En mujeres mayores es un trastorno muy frecuente, generalmente multíparas, que provoca una inhibición del deseo y de la respuesta sexual, alterando la calidad de vida.

El 46% de las mujeres ancianas con incontinencia urinaria admite que este problema altera su actividad sexual, reconocen no mantener relaciones sexuales por la ansiedad y la incomodidad que supone el escape de orina no controlada durante el coito.

Las mujeres se sienten avergonzadas, esto provoca una carencia de autoestima por lo que origina la pérdida de interés por el sexo debido al miedo a ser rechazadas. Afecta negativamente a la calidad de vida y a la sexualidad.

Hasta el 50% no consultan al médico porque aprenden a aceptar su situación y creen que es un problema sin tratamiento.

Los efectos psicosociales de la incontinencia suelen llevar implícitos numerosos trastornos emocionales entre los que se encuentran la pérdida de autoestima y la discontinuidad en las actividades laborales, sexuales y sociales.

Muchos afectados se niegan a alejarse de su entorno familiar por temor a enfrentarse a situaciones embarazosas, limitando su independencia y sus tareas habituales.

Entre los problemas psicosociales más frecuentes se encuentran sentimientos de humillación personal, vergüenza ante sí mismo y ante los demás, inseguridad, ansiedad, depresión, tristeza, inhibición afectiva, inhibición de la sexualidad, incapacidad para enfrentarse a los problemas y provoca también un aislamiento social.

CONCLUSIONES

Se recomienda la evaluación de la actividad sexual en mujeres ancianas con incontinencia urinaria ya que causa un impacto negativo en la calidad de vida. En la medida que intervengamos sobre la incontinencia urinaria mejoraremos su estado de salud.

Bibliografía

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