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Ojo rojo. Valoración y cuidados de Enfermería en patologías de la superficie ocular

sistémicas indicadas).

Inyección conjuntival o superficial:

  • Por la dilatación de los vasos conjuntivales superficiales, móviles al desplazamiento de la conjuntiva.
  • De color rojo intenso, más acusado en los fondos de saco y menos hacia la córnea.
  • En general, se suele tratar de procesos conjuntivales y/o de los párpados, de naturaleza común la mayoría de veces y su tratamiento dependerá de la causa.
  • Se puede tratar de distinguir de otro tipo de ojo rojo por la administración de un colirio vasoconstrictor débil (fenilefrina) para “blanquear” la superficie ocular.

Inyección ciliar o periquerática:

  • Por la dilatación de los vasos epiesclerales, no móviles al desplazamiento de la conjuntiva.
  • De color rojo o violáceo, más acusado en la zona alrededor del limbo esclero-corneal, en disposición radial a la córnea.
  • La superficie ocular no se “blanquea” al administrar un colirio vasoconstrictor débil.
  • Aparece en patología de córnea, iris o cuerpo ciliar, indicando una patología ocular grave.

Inyección mixta (ciliar + conjuntival):

  • Se presenta cuando están presentes los dos tipos de hiperemia ocular antes descritas.
  • Normalmente se trata de un proceso ocular serio, originado en un problema inflamatorio prolongado de tipo ciliar o periquerático y desencadenando una inyección conjuntival por frotamiento ocular, lagrimeo o fricción.

Otros signos y síntomas a tener en cuenta.

Secreción:

  • Purulenta: Amarillo-verdosa, cremosa y muy abundante. Indica infección bacteriana aguda (descartar Neisseria gonorrhoeae o Pseudomona).
  • Mucopurulenta: De color amarillenta y se adhiere a la superficie de los párpados (“ojos pegados”). Habitual en los procesos bacterianos comunes (ej: conjuntivitis).
  • Acuosa: Lagrimeo constante, no forma legaña y no se pegan los ojos. Puede aparecer al inicio de cualquier inflamación conjuntival. Típica de conjuntivitis víricas y alérgicas agudas.
  • Mucosa: Filamentos blanquecinos (“hilos”). Al despertar la legaña es seca, blanquecina en el canto interno y no se pega a los ojos. Típica de las conjuntivitis alérgicas subagudas o crónicas y en el ojo seco.

Dolor ocular:

  • Sensación de cuerpo extraño: La más frecuente en la inflamación ocular. Los pacientes se refieren a ella como dolor en el ojo o de tener algo metido en el ojo, pero hay que saber diferenciarlos de un dolor ocular verdadero.
  • Picor: Típico de las conjuntivitis alérgicas.
  • Dolor ocular verdadero: Ocurre en patologías graves, como el glaucoma agudo o las úlceras corneales. Viene acompañado de inyección ciliar o mixta.
  • Dolor ocular en un ojo blanco sin signos o síntomas asociados: No suele estar motivado por una afección del ojo, sino más bien, cabría pensar en migrañas u otro tipo de cefalea o dolor referido en la zona cervical.

Edema:

  • Párpados: Puede ser una tumefacción difusa e indolora que puede indicar inflamación ocular de una zona cercana o una tumefacción localizada y dolorosa a la presión, pudiendo indicar una inflamación del párpado por un orzuelo.
  • Conjuntiva y córnea: Relacionados con trastornos oculares serios, por ejemplo, en el glaucoma.

Afectación de la agudeza visual:

  • Sólo se afecta cuando se alteran las estructuras localizadas en el eje visual (córnea, úvea, cámara anterior o esclera). En el resto de procesos, como las conjuntivitis, puede haber más queja de ver borroso que desparece al parpadear, que de perder visión.
  • Ante cualquier motivo de demanda de atención sanitaria para una valoración ocular, siempre se deberá realizar un examen de la agudeza visual para poder cuantificar objetivamente cambios en la visión.

Reacción de defensa del ojo:

  • Blefaroespasmo: Dificultad de abrir los ojos con tendencia a cerrarlos involuntariamente y de manera espasmódica.
  • Lagrimeo: Producción excesiva de lágrimas con la finalidad de “lavar” cualquier sustancia que esté irritando el ojo.
  • Fotofobia: Sensibilidad a la luz que produce dolor.

VALORACIÓN Y CUIDADOS DE ENFERMERÍA EN LA ULCERA CORNEAL SUPERFICIAL

  • Definición

Una úlcera corneal superficial es una erosión superficial de la córnea donde se ve afectado el epitelio corneal. 2 Es una lesión dolorosa por encontrarse en una zona donde hay gran cantidad de terminaciones nerviosas sensitivas, donde la percepción del dolor es 300 veces mayor que si la herida estuviera en la piel. 3,4

El proceso de cicatrización es muy importante, ya que de él dependerá que haya una buena recuperación de la pérdida de transparencia producida por la úlcera, además, cabe recordar que la córnea es la lente con mayor poder refractivo y que su transparencia es muy importante para una visión óptima.

La causa más frecuente de aparición es principalmente de origen traumático, por traumatismos accidentales con objetos o cuerpos extraños que han entrado en el ojo. 2,5

  • Otras de las causas pueden ser: 6
  • De origen infeccioso (bacteriano, vírico o por hongos).
  • Por el mal uso de lentes de contacto.
  • Por malfunciones de los párpados, que no cierran bien y el ojo queda expuesto a factores ambientales.
  • Por sequedad ocular.
  • Derivados de conjuntivitis.

Principales signos y síntomas

  • Dolor
  • Fotofobia
  • Lagrimeo
  • Disminución de la visión o visión borrosa.
  • Blefaroespasmo
  • Sensación de cuerpo extraño.

Pruebas diagnósticas

  • Realización de la historia clínica.
  • Agudeza Visual para detectar cambios en la visión. 5
  • Instilación de colirio de fluoresceína y observación con lámpara de hendidura, o en su defecto, con una linterna, para confirmar la lesión corneal. 6
  • Diagnóstico clínico por el facultativo.

Cuidados de Enfermería y educación al paciente

  • Higiene diaria de los párpados y del fondo de saco conjuntival con suero fisiológico.
  • Administración de colirios y pomadas según pauta médica. Antes de dormir es aconsejable instilar lágrimas artificiales para lubricar durante la noche.
  • Oclusión ocular