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Parto y puerperio

Parto y puerperio

Resumen

La salud materna es una prioridad en el sistema de salud, por lo que es relevante la adecuada planificación y organización de los recursos, así como la utilización de los servicios de la atención materna apropiada para las necesidades de la mujer embarazada.

Autoras

María del Rocío Ruiz Calzado, DUE. Hospital Reina Sofía, Córdoba.

Amparo Camacho Reyes, DUE, Oncología pediátrica. Hospital Universitario La Paz, Madrid.

Rosa María Zamorano Antonio. DUE. Master oficial en Cuidados críticos. Servicio de Dermatología. Hospital Universitario de Torrejón. Madrid.

El proceso de gestación suele ser un proceso preocupante sobre todo para las mujeres primerizas. Desconocen los cambios que sufrirán, como sucederá el parto y lo que ocurrirá posterior a éste, y lo más importante en que momento debe de acudir al hospital para que se produzca el parto.

Por esta razón, es importante la información a nivel de atención primaria y hospitalaria con los cambios que sufrirá ésta en estado de gestación, durante el parto y en el puerperio, además, es importante describirle como se atenderá el parto por parte de los profesionales sanitarios en una institución del Sistema de Seguridad Social Española. Explicarle los posibles partos que se pueden producir, los diferentes tipos de anestesia, los tipos de lactancia que existen y los cuidados que necesitará está y el bebé después de que se haya producido el parto.

Objetivo

Describir la atención que recibe la madre durante su estado de gestación, en los días previos al parto, durante éste y en el puerperio por parte del personal sanitario en una institución de Seguridad Social Española, describiendo las distintas formas de parto existentes, los diferentes tipos de anestesia, los tipos de lactancia que existen y los cuidados que necesitarán la madre y el bebé los días posteriores al parto.

Palabras clave: Salud de la mujer. Infancia. Utilización. Servicios de salud. Atención prenatal. Puerperio. Revisión de utilización de recursos.

Introducción

En tanto que en países como Estados Unidos se estableció que la atención prenatal (AP) es adecuada o inadecuada ajustando el número de visitas por la edad gestacional, Bobadilla usó estos parámetros pero de una forma modificada, encontrando que solo el 17% de las mujeres tuvieron atención prenatal adecuada, el 32% inadecuada y el resto, intermedia.

Por otra parte, existen estudios que mencionan la atención adecuada como aquella que se inicia en el primer trimestre de embarazo y tiene como mínimo nueve consultas durante el mismo. Estos indicadores en forma independiente han sido propuestos por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para medir el desempeño y la calidad de los servicios de la atención materna; así, en ésta se evalúan el porcentaje de mujeres embarazadas con el inicio de su atención prenatal antes de la semana 16 del embarazo; y el porcentaje de mujeres cubiertas por lo menos con cuatro consultas antes del parto.

Durante la gestación la mujer sufrirá determinados cambios en los días previos al parto, durante éste y en el puerperio, los cuales se describen a continuación junto con la atención que recibe en la Seguridad Social Española por parte de un equipo multidisciplinar formado por personal de Enfermería, matrón/a, médico de atención primaria, ginecólogo, anestesista.

Parto

Los días previos al parto

Llegado este momento se debe haber elegido el Hospital al que se va a acudir, y estar informados de lo que se puede llevar y de cómo puede participar la pareja en función de las normas del centro.

Las emociones experimentadas por la mujer en este momento son intensas, por el deseo de que el parto se produzca cuanto antes y por el desconocimiento de no saber lo que va a pasar.

Algunas mujeres sientes cansancio y depresión, mientras que otras disfrutan, incluso más alegres de lo habitual en ellas mismas.

Es necesario descansar un poco para que el trabajo que supone el parte se realice sin agotarse antes de tiempo

La dieta de estos días debe incluir cereales, yogurt, frutos secos, queso fresco, verduras y frutas.

No perder la paciencia si cuando llega la fecha prevista no se produce el parto, ya que puede haber un retraso hasta de diez días, sobre todo si es el primer embarazo.

¿Cómo se nota que comienza el parto?

El parto suele ocurrir alrededor de las 40 semanas de embarazo. Las últimas semanas el bebé comienza a encajarse, el vientre bajará un poco, se notará endurecido, tengo y las ganas de orinar aumentan. Algunas mujeres experimentan ciertas contracciones suaves, sin ritmo y dolorosas. Son contracciones “de entrenamiento” que están preparando el cuello del útero para el parto.

Se considera que comienza cuando hay una dilatación del cuello uterino de 3 centímetros y las contracciones uterinas son regulares periódicas y eficaces

Puede comenzar de diferentes maneras:

– Cuando expulsamos el tapón de moco, a veces manchado de sangre. Puede ocurrir desde horas antes, y se deberá comunicar al equipo sanitario. Después de esto no hay que precipitarse y seguir con las labores cotidianas.

– Cuando se produce la rotura de la bolsa de las aguas. Sucede de improviso, dando lugar a la expulsión del líquido amniótico que puede salir poco a poco o bien de pronto. En este caso, acudir al hospital antes de 2-3 horas.

– Cuando aparecen las contracciones del parto, que son más fuertes, algo más dolorosas y rítmicas que las del embarazo. Empiezan siendo suaves y cortas y se van haciendo más seguidas e intensas.

– Cuando se sienten dolores en la espalda. Pueden estar presentes durante todo el pardo o solo aparecer en ocasiones.

Cuando acudir al hospital

Si han comenzado algunas contracciones y se ha expulsado el tapón mucoso, el parto puede tardar, sobre todo en la primeriza, lo mejor es distraerse. Cuando las contracciones comienzan a ser rítmicas y fuertes y cada 5 minutos si es el primer parto, o cada 10 minutos si se ha parido antes, hay que salir para el hospital. Importante tener en cuenta la distancia hasta el hospital y el tráfico.

Si se ha roto a aguas acudir pronto al hospital.

En el hospital

Una matrona recibe a la paciente, la cual le hará una serie de preguntas en relación al parto y tomará las constantes vitales, determinara la posición del feto, oirá los latidos fetales y hará un tacto vaginal para valorar los centímetros de dilatación. Tras esto, se le pasará a la sala de dilataciones donde permanecerá hasta que la dilatación sea completa.

Si la pareja o algún familiar quieren acompañar a la mujer durante el parto deberá comunicarlo al personal sanitario, ya que no todos los hospitales permiten al entrar al paritorio.

Fases del parto

Primera fase: Dilatación

Cuando aparecen las primeras contracciones, suaves y cortas, empieza el periodo de dilatación. Este etapa suele ser la más larga y difícil. Estas contracciones uterinas hacen que el cuello adelgace y se dilate incorporándose poco a poco el cuerpo del útero, hasta que se forme como un globo con un orificio en medio, suficiente para que pase la cabeza del bebé. Cuando la dilatación llega a 10 centímetros, se dice que está completa, y falta poco para que se produzca el nacimiento.

Cuando la dilatación del cuello es de 3 centímetros se dice que el cuello se ha borrado. Esta es la etapa más laboriosa y más larga. A partir de aquí las contracciones van a aumentar progresivamente de intensidad, se hacen más frecuentes y su duración es mayor.

Se puede poner en práctica la respiración, relajación y masajes aprendidos en los cursos de preparación al parto y adoptar posturas cómodas.

En algunos hospitales y maternidades suelen utilizar un monitor, para escuchar los latidos cardíacos del feto a la es que mide la intensidad y la duración de las contracciones uterinas, de forma que se puede saber si el feto está adaptándose al esfuerzo del parto.

Cuando la dilatación se aproxima a los 7-8 centímetros se sienten contracciones muy seguidas e intensas. Tras llegar a los 8 centímetros, la etapa se hace más difícil, las contracciones son más intensas. Esta etapa es corta y las técnicas de respiración y relajación ayudan bastante en estos momentos, ya queda muy poco para llegar a los 10 centímetros y comenzar la fase de expulsión. Aunque estos momentos se sientes ganas de empujar, aún no es conveniente hacerlo porque la dilatación aún no es completa.

Cuando las ganas de empujar son urgentes e inevitables hay que avisar a la matrona porque probablemente ya ha terminado la dilatación (10 centímetros), en este momento la mujer pasa a paritorio donde comenzará la segunda etapa del parto.

Segunda fase: Expulsión

Si es el primer parto se sentirán ganas de empujar muy fuertes con cada contracción, pero cuando ya se han tenido otros hijos este impulso es más suave.

En el paritorio la parturienta se tiende en la mesa especial de ginecología o “potro”. En algunos hospitales acostumbran a afeitar a todas las mujeres el pubis, unas veces parcial y otras totalmente.

Es posible que coloquen un suero en el brazo para administrar medicamentos y también aportar energías, si fuese necesario.

En esta fase, entre una contracción y otra conviene relajarse, soltando el cuerpo completamente para recuperar energías para la siguiente contracción. Cada una de estas contracciones sirve para que el niño descienda por el canal del parto.

En las últimas contracciones, cuando ya asoma la cabeza, se suele hacer un pequeño corte en el periné (episiotomía), para evitar el desgarro espontáneo de la vagina y los músculos del periné. Normalmente lo realizan con anestesia local.

En ocasiones el/la ginecólogo/a, y dependiendo de la evolución del parto, decide el uso de unos instrumentos llamados fórceps y ventosas para ayudar a salir al feto. Debe seguirse las orientaciones de quienes atienden el parto y tener confianza.

Esta fase, aunque requiere un gran esfuerzo, suele ser gratificante. Cuando el bebe nace se siente un enorme placer, es muy positivo colocar al bebe encima de la madre. En algunos hospitales lo hacen sistemáticamente y en otros, si se desea habrá que pedirlo. En este momento se procede a cortar el cordón umbilical.

A veces y sin que sea nada extraño o anormal en vez de alegría se puede sentir tristeza o indiferencia, debido al cansancio y al esfuerzo.

Tercera fase: Alumbramiento

Aunque ya no se notan tanto como antes, sigue habiendo contracciones uterinas mediante las cuales la placenta se despega del útero y desciende por el canal del parto. Entonces la matrona tirará suavemente del cordón, para ayudar a que salga y la examinará detenidamente para comprobar que no ha quedado ningún resto dentro. Después procederán a coser el corte o episiotomía.

Mientras se está expulsando la placenta, se lava al bebé y se comprueba su estado de salud.

Otras formas de parto

1- Parto inducido o provocado

En ocasiones cuando el parto no evoluciona de forma espontánea o bien cuando existe una razón de salud de la mujer o del feto, interesa que el parto sea provocado, mediante la administración de un fármaco intravenoso que desencadena el parto o acelera uno comenzado.

2- Parto con anestesia

Tiene como objetivo aliviar y eliminar las sensaciones dolorosas que se notan durante el proceso del parto.

La anestesia epidural consiste en inyectar una sustancia anestésica en espalda entre 2 vértebras, proporcionando insensibilidad de la cintura hacia abajo. Deja consciente a la mujer pero al no notarse las contracciones no aparecen ganas de empujar y éstas se hacen menos efectivas por lo que a menudo han de utilizarse fórceps o ventosas.

La anestesia general consiste en administrar anestésico por vía intravenosa, que produce pérdida total de la consciencia y anulación de la sensibilidad dolorosa. Solo se usa en partos quirúrgicos, es decir, por cesárea.

La anestesia local en las zonas de periné y de la vulva. Se utilizar para coser la episiotomía o bien si ha habido un desgarro.

3- Cesárea

Se lleva a cabo cuando el parto por vía vaginal resulta muy difícil o imposible y/o se observa que el feto está sufriendo, se suele utilizar la técnica de la cesárea, que no es más que sacarlo a través de una incisión en el vientre.

PUERPERIO

Después del parto, el cuerpo de la mujer comienza a recuperarse, produciéndose una serie de cambios. A este proceso se le conoce con el nombre de puerperio, y más coloquialmente como cuarentena.

Cambios durante el parto

En las dos horas siguientes al parto la mujer se sentirá cansada y débil por el esfuerzo que ha tenido que hacer. El bebe y la madre están en la sala posparto y el personal sanitario se encargan de controlar el estado de salud de ambos.

Estas 2 horas son para muchas mujeres una situación de las más intensas que experimentan en su vida. Algunas estarán deseando coger al bebé en sus brazos a acariciarlo, saber a quién se parece; otras en cambio solo tendrán ganas de dormir debido al esfuerzo.

En el hospital la mujer debe descansar todo lo que desee y establecer buenas relaciones con el personal sanitario para poder preguntar todas las dudas que tenga con respecto a la lactancia, baño…

A la mujer, antes de abandonar el Hospital, un/a médico le hace un examen físico para determinar el estado de los pechos, comprobar el estado del útero y los puntos si los tuviera; el bebe es examinado por un pediatra.

Tras el parto se producen una serie de cambios. El útero comienza a reducir su tamaño inmediatamente después del parto. Al mismo tiempo, son expulsados los loquios (secreciones de flujo abundante y de color rojizo) los primeros días que se vuelven cada vez más oscuros: los días posteriores al parto pueden aparecer retortijones que duran varios días y que son más dolorosos en mujeres que han tenido más de un hijo y son más frecuentes cuando se está se dando de mamar; se conocen con el nombre de entuertos.

Se puede sentir dolores en el periné (espacio que hay entre el ano y la vulva), debido a los puntos de la episiotomía o al desgarro. Para reducir las molestias es aconsejable:

– Sentarse encima de un flotador o entre dos cojines

– Que los puntos siempre estén secos

– Lavar con frecuencia y siempre que se orine o defeque; el lavado puede hacerse echando un poco de sal en agua, se debe secar muy bien pudiendo utilizar un secador de manos.

– Colocar unas bolsas de hielo en la zona

Lactancia

La subida de leche se da normalmente en el tercer o cuarto día posterior al parto. Antes de esta subida se nota que sale un líquido blanquecino (calostro) muy bueno para proteger al bebé de las infecciones.

Es importante conocer las ventajas y los inconvenientes de cada método de alimentación.

Lactancia natural

Es aquella que se hace con leche materna “dar el pecho”. Es la forma más adecuada.

Cuando nazca el hijo/a, hay que ponerlo al pecho cuanto antes, para que pueda aprovechar el calostro rico en proteínas, sales minerales y anticuerpos con los que el recién nacido/a podrá defenderse mejor de las infecciones. Esta cantidad de leche suele ser suficiente para alimentar al bebé durante los primeros días. En este período es más importante el número de veces que se pone al niño/a en el pecho que el tiempo de duración de la toma.

Se debe mantener una limpieza continuada de los pezones con agua antes y después de cada toma.

Es importante estar relajada y tranquilizar al bebé antes de ponerlo al pecho. Con la lactancia no solo lo alimentamos, también le damos afecto a través del tacto y la mirada.

Lactancia artificial

Realizada con biberones de leches adaptadas. Se usa cuando la mujer no desea o no puede darle le pecho, aunque no es tan completa como la leche materna es un buen alimento. Tiene la ventaja de proporcionar mayor libertad de movimientos a la madre, facilita la participación del padre en la alimentación de su hijo/a.

La ventaja  de la leche materna de permitir el contacto físico entre la madre y su bebé también se puede tener con este tipo de lactancia tomando al bebé entre los brazos y acurrucándolo como si se estuviese dando el pecho. Cuando se lo dé el padre, deberá hacer lo mismo. El contacto piel a piel es importantísimo para su buen desarrollo.

Lactancia mixta

Consiste en administrar leche materna y artificial. Se recomienda cuando:

– Cuando la secreción de leche es escasa, en cada una de las tomas el bebé recibe primero la leche del pecho y a continuación el biberón.

– Cuando la madre no puede dar el pecho de forma regular por trabajo y durante el destete.

Cuidados de la mujer

Cuando llegue a casa es importante no comenzar las tareas de la casa inmediatamente, es preciso descansar. Es beneficioso dormir 8-9 horas, aunque se haga a ratos.

Con el parto, la mujer pierde 6 kilos y durante las semanas siguientes seguirá perdiendo peso gradualmente.

La figura es fácil de recuperar si hace ejercicio diariamente.

La alimentación se debe continuar con la dieta del embarazo, es decir, incluir carne, pescado, huevos… aumentar el consumo de leche, yogurt, queso y tomar verduras y frutas frescas.

Si se da el pecho, no fumar ni beber alcohol ni tomar medicamentos sin consultar al médico, porque estas sustancias le llegan al bebé.

La higiene personal no se debe cambiar, ducharse las veces que se quiera, pero no bañarse. Durante los primeros días hay que tener cuidado al lavar los genitales ya que sólo se puede hacer externamente.

Cuidados al bebé

Al llegar a casa, si se tienen más hijos/as, que éstos pueden coger al bebé en brazos, acariciarlo, etc. Incluso si es necesario los dejen participar en el cuidado del bebé, así éstos no sentirán desplazados.

Mantener la tranquilidad en cuando al baño y demás preocupaciones de padres primerizos. No importa la forma en que se baña al bebé, siempre que la cabeza esté por encima del agua. Se le puede hablar al bebé para que disfrute del baño. Después del baño y antes vestirlo, es bueno dar masaje corporal aprovechando que hay que ponerle aceite o crema hidratante.

Si el bebé llora, no siempre es porque tenga hambre, puede ser por otras cosas, hay que cogerlo en brazos y acariciarlo. Pronto se aprende que el bebé llora de forma distinta para expresar necesidades distintas.

En cuanto a la ropa, los recién nacidos pierden calor con facilidad, por lo que necesitan permanecer abrigados pero no exceso.

Los paseos son beneficiosos para el recién nacido desde los primeros días.