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Pedofilia y victimización sexual infantil

Puede darse de diferentes formas: con relación a la orientación, puede ser de tipos heterosexuales, homosexuales o ambas; con relación a objeto, éste puede ser exclusivamente pedofílicos o no. (7)

Las conductas de la pedofilia van del simple exhibicionismo hasta la penetración. El adulto suele ganarse la confianza y el cariño del niño y, por lo general, es alguien conocido o familiar. (8)

Se distinguen dos variantes en la pedofilia: el sentimental homo erótico y la agresiva heterosexual. (9)

Los sentimentales homo eróticos tienen poco o ningún interés por las mujeres, toda su capacidad sexual se concentra en los niños, concretándose bajo la forma de caricias que le provocan el orgasmo. (10)

1. Abuso sexual y pedofilia. Disponible en Internet www.pediatriainfantil.cl
2. González Rodríguez, Marta. “Valoración teórica general sobre pedofilia”. Disponible en www.monografia.com
3. González Rodríguez, Marta. “Valoración teórica general sobre pedofilia”. Disponible en www.monografia.com
4. Pequeño Larousse Ilustrado.
5. Informe provisional de la Relatora Especial de la Comisión de Derechos Humanos sobre la venta de niños, la prostitución infantil y la utilización de niños en la pornografía. Octubre de 1996. Párrafo No. 19. Disponible en Internet.
http://www.unhchr.ch/Huridocda/Huridoca.nsf/.
6. González Rodríguez, Marta. “Valoración teórica general sobre pedofilia”. Disponible en www.monografia.com
7. Abuso sexual y pedofilia. Disponible en Internet www.pediatriainfantil.cl
8. Ídem.
9. Ibídem.
10. Ibídem

Los agresivos heterosexuales intentan satisfacer sus impulsos con niñas, con métodos que van desde la seducción a la violencia, terminando (muy pocas veces) en homicidio sádico-criminal. (1)

Considerada una parafilia (2) típica, la pedofilia ha sido erróneamente identificada con la pederastia; aún cuando reconocemos la existencia de una evidente cercanía conceptual entre ambos términos. Definimos la pederastia como las relaciones homosexuales con penetración entre varones, sinónimo de sodomía. Deduciendo entonces que la pederastia como práctica homosexual masculina puede implicar entre sus manifestaciones la relación entre hombres adultos y niños, con lo que aparece la variante pedófila de la pederastia, estableciéndose así el punto de contacto entre ambas categorías. Desde otro ángulo analítico podría aceptarse una identificación factual entre versiones de ambos fenómenos, caracterizándose estos tipos específicos por la coincidencia en la existencia de niños víctimas del sexo masculino y de adultos varones como sujetos activos del abuso sexual. (3)

Son múltiples las teorías que existen para explicar las posibles causas de la pedofilia y actualmente se ha acordado que no existe una única teoría que explique este comportamiento. Las investigaciones llevadas a cabo indican que los factores pueden ser de muy diverso tipo: orgánico, psicológico, cultural, ambiental y social. En términos generales, existen tres teorías principales: la teoría psicodinámica, desarrollada a partir del psicoanálisis freudiano; la teoría del aprendizaje, y las teorías sociológicas. (4)

La teoría psicodinámica postula que la conducta desviada de un adulto puede deberse a experiencias adversas sufridas durante la infancia, que hayan afectado al desarrollo de su sexualidad y de su personalidad. (5)

La teoría de la pedofilia basada en errores de aprendizaje considera los efectos cognitivos (modo de pensar y comprender) que desarrolla una persona, y los modos en que esos pensamientos y respuestas se ven reforzados ante ciertos estímulos. Quienes cometen abusos contra los niños suelen tener un concepto erróneo sobre ellos, que utilizan para justificar su conducta. (6)

Las teorías sociológicas tienen en cuenta, para intentar explicar la pedofilia, el efecto de la estructura familiar y consideran la familia como una unidad social. Esta teoría examina también los efectos que tiene sobre un pedófilo en concreto la cultura en la que se desenvuelve. (7)

Entre las posibles causas de la pedofilia se ha barajado también la teoría de la evolución. Las teorías evolutivas se ocupan de los factores que permiten sobrevivir a una especie y se ha aducido que existen preferencias sexuales que pueden adquirirse con mayor facilidad, especialmente aquellas que aseguran a la descendencia de cualquier unión sexual mayores oportunidades de supervivencia. Como la juventud se halla asociada a la fuerza física y a unos índices de reproducción más satisfactorios, los estímulos sexuales asociados con la juventud podrían contemplarse como una ayuda para la supervivencia de la especie, al dotar de una mayor oportunidad de sobrevivir a la descendencia. Esta teoría no tiene en cuenta el hecho de que los niños que sufren estos abusos no han alcanzado la edad de madurez sexual. (8)

1. Abuso sexual y pedofilia. Disponible en Internet www.pediatriainfantil.cl
2. Trastorno de índole sexual o desviación sexual. La Psiquiatría las clasifica en típicas y atípicas. Como parafilia típica, además de la pedofilia, se conoce el travestismo, el exhibicionismo, la zoofilia, etc. En la categoría de atípicas aparecen la coprofilia, la urofilia, la necrofilia, etc.
3. González Rodríguez, Marta. “Valoración teórica general sobre pedofilia”. Disponible en www.monografia.com
4. Microsoft Encarta 2006 (TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS)
5. Ídem.
6. Microsoft Encarta 2006 (TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS)
7. Ídem
8. Ibídem

Algunas recomendaciones para desarrollar un adecuado tratamiento a los niños víctimas de pedofilia.

No es fácil descubrirlo, porque la víctima confunde los abusos con juegos de seducción, y porque frecuentemente hay amenazas por parte del agresor. Entran en una dinámica de espada y pared, el abusador manipula mucho las emociones: «Si tu mamá se entera, por tu culpa me pueden meter preso y a ti te van a castigar». O les dicen que lo hacen porque los quieren mucho.

 Dejar muy claro que no tiene la culpa de lo que le ha ocurrido. El adulto es el responsable.
 Decirle y agradecerle de que se lo haya contado.
 Transmitirle que siente que le haya pasado esa experiencia y que a otras niñas y niños también le ha ocurrido. Decirle que va a ayudarle y protegerle.
 Animarle de forma tranquila a que hable de ello y no se muestre enfurecida porque podría sentirse culpable de haberlo contado.
 Si no es su madre, pídale permiso para hablarlo con ella o para pedir ayuda profesional especializada. (1)

No haga lo siguiente:

 No le sugiera las respuestas al niño
 No presione al niño para que dé respuestas que él o ella no están dispuestos a dar
 No critique el lenguaje utilizado por el niño
 No sugiera que el niño tiene la culpa o es responsable de la situación
 No deje al niño solo o con personas desconocidas
 No muestre horror o una gran impresión respecto al niño o la situación
 No ofrezca recompensas al niño. (2)

Conocer información elemental sobre el proceso de victimización sexual en los niños y las niñas de un territorio resulta un paso imprescindible para iniciar medidas organizativas con vistas a su atención y consecuencias, no ya para mejorar la actividad pericial y repercutir en casos concretos, sino para asesorar con más sólidos argumentos al gobierno y al sistema judicial en lo referente a la política de esta materia. (3)

La información requerida para un acercamiento mínimo al problema radica en las características de las víctimas en cuanto al sexo, la edad, los aspectos escolares y académicos, el posible maltrato físico habitual, el estado psicológico previo y posterior al delito, los antecedentes de ser víctimas o transgresores en delitos previos, la información sexual y las características del medio familiar; tales como disfuncionalidad por violencia, medios correctivos habituales empleados y actitud ante el sexo.

Del delito conocer su tipificación penal, la relación previa entre víctima y agresor, el lugar y el rango del horario en que ocurre, el método empleado en la victimización, el número de participantes y la probabilidad de ingestión de alcohol en los involucrados.

En la práctica asistencial será necesario indagar sobre la sexualidad y tratar los daños, secuelas físicas o psicológicas que presente el niño víctima de maltratos. En esa edad puede también presentarse una desviación hacia la criminalidad u otras conductas de riesgo, como el embarazo precoz o las adicciones al alcohol y otras drogas, así como adquirir una enfermedad de transmisión sexual como consecuencia de la victimización. Estas consecuencias son evitables, muy especialmente si el niño y su familia reciben ayuda social, incluyendo la del sistema de salud, con posterioridad a haber sufrido un daño (4).

Se ha comprobado que la orientación, la psicoterapia y en especial las iniciativas de grupos, son útiles después de las agresiones sexuales, sobre todo cuando determinados factores relacionados con la violencia propiamente dicha o el proceso de recuperación, pueden complicar la situación. (5)

El trabajo en grupo puede facilitar un diagnóstico, puede constituirse en un medio de curación, puede posibilitar el desarrollo de la investigación, así como llevar a cabo transformaciones cuando sea necesario. También puede contribuir al proceso de aprendizaje o enseñanza o erigirse como un instrumento para influir en otros o dejarse influir. (6)

1. Abuso sexual y pedofilia. Disponible en Internet www.pediatriainfantil.cl
2. Lineamientos para el diagnóstico y tratamiento del abuso sexual en la infancia. Federación Internacional de planificación de la Familia. Región del Hemisferio Occidental.
3. Pérez González, Ernesto. “Resultados de investigaciones sobre victimización sexual en niños”. Viloencia y sexualidad Editorial Científico-Técnica, 1998, Ciudad de la Habana, pp. 56- 57
4. Shander E, Sagot T. Violencia intrafamiliar. OPS; 1998.
5. Psicoterapia grupal para niños en Guadalajara. Universidad de Guadalajara, Asociación psicoanalítica. J Alesvence; 1993. p 316.
6. Calviño M. Trabajar en y con Grupos. Experiencias y reflexiones básicas. Editorial Academia. La Habana; 1998.

Como parte del proceso de recuperación es importante buscar un psicólogo que le ayude y con el que se sienta bien. Para brindar tratamiento efectivo a los pacientes que han sufrido algún trauma, el terapeuta necesita saber sobre este tema, tener experiencia, conocer diferentes técnicas e ir despacio en el proceso porque de lo contrario, podría reforzar ciertos patrones.

La asistencia estará dirigida a obtener la información necesaria en uno o varios momentos en los que participen: el oficial de menores, el médico legal, el psicólogo, un psiquiatra infantil, el fiscal y el trabajador social de la comunidad. Este grupo creado con estos fines ayudará a disminuir los trastornos ocasionados por el hecho y el retorno del niño a sus actividades cotidianas hasta el punto de borrar ese recuerdo tan desagradable que lo puede marcar para toda la vida. La sugerencia está encaminada además a brindarle seguimiento después del juicio por el psicólogo y el trabajador social atendiendo a que la recuperación puede ser en algunos casos prolongada.

Este es un grupo de personas que obrarán conjuntamente para lograr un único fin, prestarán sus servicios y ayuda a personas que precisan de sus conocimientos, entiéndase tanto víctimas como familiares, cada profesional incidirá a partir de su área teniendo como premisas las invariantes que dan lugar a que la cooperación no solo sea en el convergencia en tiempo y espacio sino también los elementos comunes aportados por el análisis horizontal del perfil académico y laboral de cada uno de los integrantes que intervienen en el programa.

Es difícil establecer un único modelo de tratamiento, múltiples son los factores a tener en cuenta para su ejecución y que con anterioridad han sido referidos por las autoras de este trabajo. Además no olvidemos que cada ser es irrepetible al igual que las circunstancias bajo las cuales pueden tener lugar los hechos.

A continuación presentamos algunos lineamientos (1) que pueden ser acogidos para desarrollar el tratamiento. No se pretende que los mismos sean considerados o sirvan como una norma de atención médica psicológica, jurídica ni de trabajo social. Los estándares son determinados con base en todos los hechos y circunstancias involucrados en los casos individuales y están sujetos a cambios, a medida que el conocimiento científico y la tecnología avanzan, y los patrones de práctica médica evolucionan.

1. Lineamientos para el diagnóstico y tratamiento del abuso sexual en la infancia. Federación Internacional de planificación de la Familia. Región del Hemisferio Occidental.

Cuando se entrevista al niño:

• Antes de la entrevista trate de obtener información pertinente de otras personas, incluyendo detalles del abuso: fecha, lugar, hora exacta, secuencia de eventos, personas presentes y tiempo transcurrido antes de buscar atención médica, así como una historia social completa que incluya dónde vive el niño, hace cuánto vive ahí, demás miembros de la familia, sistemas de apoyo al alcance de la familia y arreglos para el cuidado del niño
• Siéntese cerca del niño, no frente un escritorio o una mesa, y al nivel de los ojos del niño
• Intente establecer una relación de confianza y empatía
• Haga que el niño sea entrevistado por el profesional o profesionales que integran el programa de asistencia cooperada a la víctima de pedofilia.
• Explíquele al niño el propósito de la entrevista en un lenguaje adecuado a su nivel de desarrollo
• Utilice las propias palabras y términos del niño al discutir la situación
• Siempre pregúntele al niño si él o ella tiene cualquier pregunta, y respóndala
• En casos inminentes de separación, explíquele cuidadosamente al niño la razón por la que está siendo retirado de su casa
• Pídale al niño que le explique las palabras o términos que resulten poco claros para usted
• Reconozca que la situación debe haber sido difícil para el niño y enfatice que el niño no tiene culpa alguna
• Pregúntele si hay antecedentes de lesiones ano-genitales y, en el caso de adolescentes, obtenga una historia ginecológica y menstrual.

El tema no se agota, largo es el camino que nos queda por recoger para materializar un equipo de trabajo que permita desarrollar un programa de asistencia cooperada a las víctimas de conductas pedofílicas en nuestro municipio, experiencia que podrá ser socializada en favor de aminorar los daños sufridos por el niño victimizado sexualmente.

La formación de este grupo constituye la piedra angular de un proyecto de desarrollo humano local en el que se trabaja actualmente para lograr su contratación con las instituciones y organismos señalados como nuestros clientes: Sectorial de Salud Pública, Ministerio del Interior, Dirección Municipal de Justicia.

Conclusiones

1. El tratamiento a los menores de trece años víctimas de pedofilia se circunscribe a los procederes legales que acontecen a partir de la denuncia y hasta la vista oral.

2. La remisión al psicólogo no tiene lugar en todos los casos, en la mayoría de las familias afectadas la visita a esta consulta es por iniciativa propia.

3. A pesar de que las afectaciones tanto físicas como psicológicas en algunos casos son patentes y confirmadas por el facultativo estas no tienen valor probatorio si no existe evidencia material para tener en cuenta en el momento de dictar sentencia por el tribunal.

4. No existe en el municipio un programa de atención cooperada para el tratamiento a los menores de trece años víctimas de pedofilia lo que incide en que en la mayoría de los casos el menor sea entrevistado más de una vez en aras del esclarecimiento de los hechos, lo que evidentemente atenta contra su estado psicológico.

5. La estructuración de un equipo de profesionales integrados por: oficial de menores, oficial que atiende los delitos más graves, médico-legal, psicólogo, psiquiatra infantil, trabajador social y un fiscal capacitados para desarrollar un programa de asistencia cooperada con menores de trece años víctimas de pedofilia ayudaría a disminuir los daños psicológicos que en su mayoría sufren este tipo de víctimas.

6. La existencia de dicho equipo facilitaría y viabilizaría el trabajo con el menor de manera que en menos tiempo se pueda obtener el mayor grupo de información válida independientemente de que sea necesaria la aplicación de otras técnicas atendiendo a que todos los casos no se presentan de igual forma ni las víctimas reaccionan de formas similares, cada caso requiere determinadas especificidades.

Recomendaciones

1. Estructurar un proyecto social dirigido a la formación de un departamento en el municipio integrado por: un oficial de menores, el oficial que atiende los delitos más graves, un médico legal, psicólogo, psiquiatra infantil, trabajador social y un fiscal preparados para brindar a través del programa de asistencia cooperada la atención necesaria a los menores víctimas de pedofilia.

2. Tener en cuenta las sugerencias para el tratamiento a los menores víctimas de pedofilia propuestas por las autoras de este trabajo en su tercer epígrafe.