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Plan de parto, una herramienta necesaria en el proceso de parto

Plan de parto, una herramienta necesaria en el proceso de parto

Autora principal: Patricia Cebrián Rodríguez

Vol. XV; nº 9; 364

Birth plan, a necessary tool in the delivery process

Fecha de recepción: 31/03/2020

Fecha de aceptación: 04/05/2020

Incluido en Revista Electrónica de PortalesMedicos.com Volumen XV. Número 9 –  Primera quincena de Mayo de 2020 – Página inicial: Vol. XV; nº 9; 364

Autores

  • Patricia Cebrián Rodríguez. Matrona, Hospital de Jaca
  • Marta Villacampa Alonso. Matrona, CS San José Sur Canal Imperial de Zaragoza
  • Patricia Marcos de Marco. Matrona, Hospital universitario Miguel Servet
  • Marta Carnicer Cebollada. Matrona, Hospital de San Jorge de Huesca
  • María Ángeles Carrasco García. Matrona, Hospital de San Jorge de Huesca

Resumen

En este artículo se ha llevado a cabo la revisión de la literatura científica mediante Medline plus, Scielo, Chochrane plus, Pubmed, Google Académico, Dialnet, Elsevier y Sociedad española de ginecología y obstetricia (SEGO).

El plan de parto o nacimiento es un documento escrito que surge ante la necesidad de las mujeres de una atención humanizada y respetuosa de su proceso de parto. En el mismo expresan sus decisiones,deseos y expectativas para su parto.Su uso está cada vez más extendido, sin embargo aún existen reticencias por parte del colectivo obstétrico (ginecólogos y matronas), y hospitales en los que no se respeta su cumplimiento.Como matronas creemos en la importancia de su uso e implementación en el sistema sanitario, y en la necesidad de aceptación por parte de todos los profesionales que trabajamos con embarazadas.Por ello en este artículo nuestro objetivo es realizar una revisión sistemática de la evidencia actual existente sobre el  plan de parto, con el fin de reforzar los conocimientos existentes sobre su utilidad, y beneficios de su uso en diferentes aspectos del proceso de nacimiento.

Palabras clave

Plan de parto, beneficios, embarazo parto, nacimiento, parto humanizado, satisfacción materna, ansiedad materna cumplimiento, resultados.

Abstract

The childbirth or birth plan is a written document that arises from the need of women for a humanized and respectful care of their birth process. In it, they express their decisions, wishes and expectations for their delivery.Its use is increasingly widespread, however there is still some reticences about it, among the obstetric group (gynecologists and midwives). Also happens at hospitals in which the plans aren not well respected. As midwives we believe in the importance of its use and implementation in the health system, and in the need for acceptance by all professionals who work with pregnant women. That is why in this article our aim is to conduct a systematic review of the  current existing evidence on the birth plan, in order to reinforce the existing knowledge about its usefulness and benefits in different aspects of the birth process.

Keywords

Birth plan,benefits, pregnancy, childbirth,birth,humanizing delivery process, maternal satisfaction, maternal anxiety, compliance, outcomes

Antecedentes. Origen del plan de parto

Históricamente en España, antes del desarrollo y progreso tecnológico en los hospitales, las mujeres daban a luz en su domicilio, con matronas o parteras con gran experiencia y conocimiento, pero en ocasiones sin los recursos necesarios para afrontar una emergencia o un hospital cerca al que acudir si se daba una situación de peligro para la vida de madre o recién nacido.

Fue en los años 60, cuando con la creación del sistema nacional de Seguridad Social con cobertura universal, se desarrolló de forma vertiginosa la infraestructura hospitalaria, lo que conllevó la transición del parto domiciliario al parto hospitalario.

La atención al parto en el hospital, con mayores avances tecnológicos, disminuyó la morbimortalidad materna y fetal. Sin embargo, también conllevó cierta iatrogenia en el proceso; aumentaron las intervenciones innecesarias y se ha medicalizó en exceso el parto, sin tener en cuenta la valoración del riesgo, tratando por igual a mujeres con riesgo bajo, medio o alto.

No se daba prioridad a la autonomía de la mujer, su toma de decisiones quedó prácticamente anulada y se empezó a no respetar la fisiología del parto, tratándolo como una patología más, dando demasiada importancia a aspectos organizativos o interviniendo en exceso sin ser necesario. Esta falta de coexistencia entre fisiología natural de un parto y progreso médico tecnológico originó múltiples situaciones de insatisfacción materna e incluso experiencias traumáticas del parto. Esta situación, mantenida a lo largo de años, ha derivado en la movilización de mujeres y matronas que reivindican una mejoría en la asistencia al parto, más personalizada y respetuosa; adaptándose los profesionales a cada situación, evitando la medicalización excesiva y trabajando de una forma actualizada y acorde a la fisiología natural del proceso y al respeto a la autonomía del paciente, en este caso, la mujer gestante, no es posible hacerlo de otra manera, pues el proceso de parto es único  y de los momentos más importantes del ciclo vital de cada mujer y familia y así debe ser tratado.

Estos movimientos se ven respaldados tanto por diversas organizaciones, así como por la legislación española y europea. La ley General de Sanidad de 1986 habla sobre la humanización de los servicios sanitarios y el respeto a la dignidad de la persona, la libertad individual y la intimidad. La Organización Mundial de la Salud (OMS) en 1996 elaboró una guía práctica de los cuidados del parto normal, en la cual recomendaba la revisión y actualización de prácticas que se habían hecho habituales en el parto y de las cuales se replanteaba su necesidad o beneficio. Esto se verá reflejado en la Estrategia de Atención al Parto Normal española que veremos más adelante. En 1997 el Convenio del Consejo Europeo destaca el derecho a la información y el consentimiento informado.

Asimismo, la Ley Básica 41/2002 de Autonomía del paciente regula los derechos e informaciones en materia de información y documentación clínica. El principio bioético de autonomía dice que el paciente tiene la capacidad de decidir entre diferentes alternativas y actuar con conocimiento de causa y sin coacción externa.

Documento de Plan de Parto en España

Uno de los primeros hitos que favoreció, aparte de los movimientos de mujeres, la aparición del Plan de Parto como documento oficial en nuestro país fue el cambio en el modelo de formación de las matronas iniciándose en 1994 la formación por el sistema de residencia. Las matronas por primera vez participan en las unidades docentes y son responsables de la formación, fomentando la asistencia al parto normal de baja intervención y favoreciendo la participación tanto de la mujer como de la familia; implicando a la gestante en la toma de decisiones, empoderándola y volviéndola a hacer dueña de un proceso de su ciclo vital que siempre fue suyo pero que durante unos años, los aspectos que ya comentamos en el apartado anterior hicieron que  no fuese lo suficientemente consciente de ello.

En 2007 la Federación de Asociaciones de Matronas de España (FAME), impulsó la Iniciativa del Parto Normal (IPN). Una de sus recomendaciones era la realización de un documento en el que la gestante registrase sus deseos y expectativas para el momento del parto y el nacimiento. Este documento se llamaría Plan de Parto o Nacimiento. Ese año se impulsó el inicio de la elaboración de la Estrategia de atención al Parto Normal, presentada en 2010 y pendiente ahora de actualización, que recomienda el uso del Plan de Parto. Un año después en 2011, el Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad presentó su documento de plan de parto, elaborado por el Grupo de Trabajo creado en el seno de los Comités Institucional y Técnico de la Estrategia de Atención al Parto Normal y de Salud Reproductiva.

Define el plan de parto como el documento en el que la mujer puede expresar sus preferencias, necesidades, deseos y expectativas sobre el proceso de parto y nacimiento. Tener la información por escrito facilitará al equipo profesional la comprensión del proceso y mejorará el acompañamiento, otorga un papel más activo a la mujer y a su acompañante y evita que tengan que expresar sus preferencias el mismo día del parto, momento vulnerable en el que la gestante ha de estar centrada de forma exclusiva, viviéndolo en toda su plenitud, sin estar pendiente de otros aspectos.

El documento se puede elaborar en cualquier momento, aunque se aconseja como idóneo hacerlo entre las semanas 28-32 de gestación. No sustituye la información que proporciona el equipo de profesionales, tanto obstetras como matronas que atienden a la mujer durante el embarazo, parto y postparto, sino que es una herramienta facilitadora de la comunicación profesional-paciente.

La gestante en el momento del parto puede modificar de forma verbal aquello que dejó escrito, según sea lo acontecido. La elaboración de este documento no contempla la elección de prácticas no aconsejadas por la evidencia científica actual que sean innecesarias o perjudiciales; sin embargo, la mujer tiene la libertad total para expresarse y transmitir sus preferencias y necesidades, deberán ser los profesionales quienes, en base a la evidencia, le ayuden a la comprensión del porqué del uso o no uso de las prácticas obstétricas.

Evidencia actual. Beneficios en influencia del plan de parto

Una vez conocido lo que supone el plan de parto y cuál fue su origen, es necesario ahondar en la evidencia científica actual acerca de sus beneficios e influencia en el proceso de parto, ya que, aunque su uso parece estar apoyado por el colectivo profesional obstétrico, existen reticencias.

Nos vamos a remontar a 2007, dónde encontramos un interesante artículo de la revista Birth cuyo título ya dice mucho “ Birth Plans: after 25 years, women still want to be Heard”.Su autora,Penny Simkin, famosa terapeuta especialista en educación prenatal y apoyo al parto, realiza una revisión acerca de la literatura y uso del plan de parto desde los años 80( en Norteamérica, cuando se empezó a introducir),y una crítica al sistema y al colectivo profesional obrtétrico, observando las dificultades para aceptarlo por parte de los profesionales y las instituciones y destaca el hecho de que no respetar o aceptar las preferencias de la mujer supone no darle importancia a su proceso de parto. Menciona también la influencia que tendrá la vivencia de este momento para su desarrollo posterior como madre y mujer.

Ese mismo año se publicó un estudio realizado en México sobre la introducción de los planes de parto para mujeres de bajos ingresos. La muestra usada fue pequeña y por lo tanto algo inconclusa, pero los autores, cuyo objetivo era mejorar la calidad de asistencia y vivencia del parto de estas mujeres, obtuvieron que las 9 que participaron en el estudio encontraron la experiencia muy satisfactoria incluso cuando el resultado final del parto no cumplió sus expectativas iniciales.

En 2008 obstetras y matronas se unieron para realizar una revisión sobre la importancia de la educación maternal y el plan de parto, al cual incluyen como componente esencial de la misma, como medio para mejorar la comunicación profesional sanitario-paciente y con el fin de mejorar la satisfacción hacia el cuidado.

En 2011 destaca el diseño de un proyecto español realizado por un enfermero acerca de la eficacia del plan de parto para mejorar la ansiedad materna durante el proceso. A través de un ensayo clínico controlado aleatorizado con mujeres con embarazo de bajo riesgo y usando el cuestionario STAI Rasgo/Estado para valoración de la ansiedad, en el momento de inclusión en el estudio, y al llegar al partitorio por cualquier motivo relacionado con el parto. Lamentablemente no encontramos los resultados de este estudio, pero su diseño puede ser de utilidad para ensayos futuros.

Sí encontramos resultados curiosos en un estudio cualitativo realizado por matronas españoles publicado en 2013 en la revista Matronas Profesión con una muestra de 23 madres. Su objetivo fue valorar desde un punto de vista cualitativo sus expectativas previas, el nivel de satisfacción y los factores psicosociales entre madres según la elaboración del plan de parto. Se codificó la información obtenida en ocho ejes temáticos relacionados con el parto. Los factores que afectaron a la satisfacción de las madres con plan de parto fueron que se cumplieran los puntos acordados. Las madres que no tenían, a pesar del desconocimiento, cumplieron sus expectativas y se encontraron más satisfechas que las que lo presentaron. A pesar de las estas conclusiones que a priori podrían resultar negativas, fueron en realidad muy enriquecedoras, pues enfatizaron en la necesidad de mejorar el uso del mismo y la educación a las mujeres para aumentar la satisfacción.

Al año siguiente en 2014 otro estudio cualitativo publicado en la revista Birth y realizado en Escocia, con una muestra de 42 mujeres y 24 profesionales obstétricos concluye que las embarazadas necesitan tener la oportunidad de tener un soporte prenatal que les permita discutir las diferentes opciones de asistencia obstétrica para así darse cuenta y valorar los potenciales beneficios de la inclusión del plan de parto de forma rutinaria en el control gestacional.

Relacionado con la mejor comprensión del plan de parto y con resultados positivos sobre su influencia, revisamos dos artículos españoles de 2017. Uno de ellos, una revisión crítica realizada en 30 Hospitales de Cataluña consiguió identificar y clasificar los planes de parto usados en tres categorías: aquellos que usaban lista de ítems con poca información sobre los mismos, los que usaban información en los ítems y aquellos que no usaban ítems sino solo explicaciones sobre las prácticas hospitalarias habituales. Esto puede resultar útil para estudiar en un futuro qué plan de parto se adapta mejor a las necesidades de las mujeres.

El otro, un estudio transversal publicado en Matronas Profesión a través de cuestionario con una muestra de 204 mujeres, obtuvo que el 58’4% de ellas afirman que el plan de nacimiento las ayudo a resolver sus dudas y mejorar su conocimiento sobre el proceso de parto. El 65’5% lo valoró como una herramienta útil en la comunicación con la matrona y en el 71’1 % se cumplieron las preferencias indicadas. Se detectó que había términos incomprensibles o dificultosos de comprender enfatizaba la importancia de que el documento fuese idóneo para la mujer y su pareja.

Un año después, 2018, un estudio prospectivo de cohortes en la revista Birth con muestra de 300 mujeres por encima de 34 semanas de gestación, de las cuales un 48% hizo plan de parto reveló que las tasas de cesárea fueron similares y que los niveles de satisfacción no presentaban diferencias significativas.

La evidencia científica más actual de 2019 está formada por dos revisiones sistemáticas y dos estudios. Una de las revisiones realizada por autores españoles y portugueses de 2008 a 2018 justifica la implementación clínica del plan de parto, y aunque quedan aún retos por conseguir en cuanto a la adherencia de las mujeres y la implicación profesional, supone un avance hacia los cuidados humanizados y para la satisfacción materna. La otra revisión sólo buscó efectos en la satisfacción materna y no encontró demasiada s diferencias entre el uso y no uso del plan de parto.

En cuanto a los estudios mencionados, uno de ellos es descriptivo, y a través de encuestas, recoge datos sobre la percepción y prácticas de médicos y matronas sobre el plan de parto la educación maternal; encuentras que mientras hay un alto porcentaje de profesionales que aceptan y recomiendan la educación prenatal, aún existe una brecha importante con el plan de parto. El otro artículo publicado, muy interesante y con una gran muestra de 1159 mujeres, explora la prevalencia, características y satisfacción de las mujeres con plan de parto en el sistema de salud holandés. Sus resultados indican que se necesitan estrategias nuevas de implementación del plan de parto, ya que, aunque lo recomiendan, no se usa de forma habitual y es importante para facilitar y compartir la toma de decisiones entre mujer-equipo profesional.

Conclusiones

El uso o no del plan de parto, a pesar de las numerosas voces de matronas y mujeres reclaman y defienden su uso como herramienta favorecedora de de la autonomía de la mujer y beneficiosa para su satisfacción con el proceso de parto, sigue cuestionándose hoy en día en la comunidad profesional obstétrica. Aunque hay bastante evidencia y es un tema controvertido y en auge que sigue siendo estudiado, los resultados no son concluyentes, tampoco son negativos, más bien neutros. Si que hay algún estudio con resultados positivos en cuanto a satisfacción materna, pero es necesario realizar más estudios tanto cualitativos como cuantitativos para avalar el uso de plan de parto como herramienta de uso rutinario en el control de embarazo. También hemos encontrado la necesidad de profundizar en el formato de plan de parto para obtener un buen uso tanto por parte de la gestante como del profesional y evitar la confusión. Como matronas apoyamos a las gestantes y sus decisiones, siempre bien informadas por parte del profesional, y en un futuro para poder implementar el plan de parto de forma sistemática, será necesario mejorar la metodología de los estudios y darle la importancia que merece en el campo de la obstetricia.

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