Prurigo ampolloso tras picadura de insecto. A propósito de 2 casos
Las picaduras de insecto pueden producir un reacción local en la piel con aparición de ampollas en caso de hipersensibilidad, lo que recibe el nombre de prurigo ampolloso.
AUTORAS
- Sara Laliena Aznar
Pediatra. C.S. Valdespartera (Zaragoza)
- Carla Martínez Andaluz
Pediatra. Hospital Ernest Lluch. Calatayud (Zaragoza)
- Beatriz Romera Santa Bárbara
Pediatra. Hospital Ernest Lluch. Calatayud (Zaragoza)
- Cayetana Verástegui Martínez
Pediatra. Hospital Ernest Lluch. Calatayud (Zaragoza)
PALABRAS CLAVE
Picadura de insecto, Prurigo ampolloso.
KEY WORDS
Insect bite. Bullous eruption.
RESUMEN
Presentamos los casos de dos niños que consultaron en el servicio de urgencias por aparición de lesiones ampollosas secundarias a picaduras de insectos.
ABSTRACT
Insect bites can produce a local skin reaction with bullous eruption in case of hypersensivity. In this article we present two children consulting in the emergency services with bullous lesions after insect bites.
INTRODUCCIÓN
El prurigo simple agudo se debe generalmente a picaduras de insectos y aparece típicamente en la edad pediátrica. Las lesiones se inician con eritema local que evoluciona a pápula en 24—48 horas. Cuando la reacción inflamatoria es intensa puede aparecer una ampolla en la superficie de la pápula, recibiendo el nombre de prurigo ampolloso1.
CASOS CLÍNICOS
Caso 1: Niña de 11 años que consultó por aparición en extremidades inferiores de lesiones ampollosas, iniciadas 24 horas antes. Al comienzo presentó lesiones maculopapulosas eritematosas, pruriginosas, compatibles con picaduras de insecto no identificado, que evolucionaron hasta la formación de ampollas dérmicas de coloración amarillenta, aproximadamente un día después de la aparición de las lesiones iniciales. Alrededor de las ampollas presentaba costras mielicéricas sobre heridas de rascado (Imágenes 1 y 2).
En la exploración destacaban las lesiones ampollosas descritas, con impetiginización de algunas de ellas, y otras lesiones eritematosas sugestivas de picaduras; signo de Nikoslky negativo. La niña se encontraba afebril, sin otros síntomas acompañantes, y sin lesiones en mucosas.
Se pautó tratamiento con loratadina para disminuir el prurigo y con amoxicilina-clavulánico a 50 mg/kg/día para tratar la sobreinfección bacteriana. Se realizó punción de una de las ampollas, recogiendo un líquido transparente, no purulento, que se cultivó sin observarse crecimiento de ningún germen. En control 5 días después se objetivó muy buena evolución, con resolución del impétigo y con desaparición de las lesiones ampollosas.
La niña refirió que desde hacía unos meses había objetivo aparición de lesiones eritematosas y habonosas por las mañanas, siempre tras dormir en su habitación. Se recomendó observar y valorar la infestación por chinches en el dormitorio.
Caso 2: Niño de 4 años, con antecedente de comunicación interauricular intervenida, que consultó por presentar en extremidades inferiores lesiones maculopapulares eritematosas muy pruriginosas, sugestivas de picadura de insecto. En la superficie central de una de ellas presentaba ampolla de 2 centímetros de diámetro, no dolorosa. Las lesiones iniciales habían aparecido tras un paseo por el campo, y tenían disposición lineal, lo cual sugería picadura de pulga (Imagen 3).
El niño se encontraba afebril, no presentaba lesiones en mucosas ni signo de Nikolsky positivo. Se pautó tratamiento con loratadina con buena evolución posterior.
DISCUSIÓN
El prurigo agudo aparece generalmente secundario a las picaduras de insectos, aunque puede deberse también a otros estímulos como contacto con sustancias irritantes o procesos inflamatorios de la piel. Se trata de un proceso autolimitado, en el que se asocia prurito al eritema o pápulas cutáneas; cuando estas lesiones evolucionan formando una vesícula se domina prurigo ampolloso.
Los insectos pueden producir lesiones cutáneas diversas. Se han descrito lesiones ampollosas secundarias a picaduras de diversos insectos, con frecuencia mosquitos (culicosis), pulgas y chinches. La teoría más aceptada es que las lesiones se inician debido a una hipersensibilidad a los antígenos de la saliva del insecto; las picaduras iniciales no producen reacción, sino que se produce una sensibilización progresiva durante 1-2 semanas; en sucesivas picaduras la reacción puede persistir o puede producirse una desensibilización progresiva2. La localización más frecuente son el tronco y las extremidades inferiores. Las lesiones aparecen habitualmente en verano y otoño, con una mayor incidencia en áreas rurales.
El prurigo ampolloso tiene un diagnóstico fundamentalmente clínico, por el antecedente de picadura de insecto, en ambos casos presentados en este trabajo, y por la morfología y evolución de las lesiones. No suele ser necesaria la realización de pruebas complementarias salvo que existan dudas en el diagnóstico. El tratamiento es sintomático y variable en función de la afectación, siendo posible la observación sin tratamiento o la administración de antihistamínicos orales o corticoides tópicos sobre las lesiones3. Así mismo, se intentará identificar el insecto causante de las picaduras, de forma que puedan tomarse medidas al respecto, por ejemplo, en el caso de picaduras de chinches. La complicación más frecuente de esta afectación cutánea es la impetiginización de las lesiones debida a las heridas por rascado, siendo en este caso necesario asociar tratamiento antibiótico, tópico u oral, en función de la extensión de la sobreinfección bacteriana.
Prurigo_ampolloso_tras_picadura_de_insecto
BIBLIOGRAFÍA
- Magaña M. Guía de dermatología pediátrica. 2ª edición (2012). Pág 65.
- Sarkisian E, Boiko S. Acute localized bullous eruption in a boy. Arch Dermatol. 1995 Nov;131(11):1329, 1332
- Foullerat Cañada S. Doctor, a mi hija le han salido ampollas en las piernas. En Imagen de la semana. Continuum 2016. [en línea] [consultado el 17.07.2018]. Disponible en http://continuum.aeped.es