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Actuación de Enfermería en la reacción vasovagal tras donación de sangre

Las reacciones vasovagales tiene una fase prodrómica que incluye una vasoconstricción periférica con hipovolemia para compensar el volumen de sangre extraído que puede llegar a representar el 10% del volumen sanguíneo total. Tras esto ocurre una vasodilatación periférica con hipotensión y bradicardia ante un estimulo doloroso, psicológico (emociones, estrés) y/o ambiental con afectación del hipotálamo y mediación del sistema nervioso autónomo que provoca una hipoperfusión cerebral y que puede llegar hasta producir una pérdida de conciencia. Los signos y síntomas que concurren en una reacción vasovagal son: palidez, debilidad, ansiedad, sudación, alteración en el ritmo respiratorio, náusea, vómito, hipotensión, bradicardia y si existe una pérdida de conciencia podemos hablar de síncope o desmayo. Las reacciones vasovagales se clasifican en leves si se recupera en menos de 15 minutos, moderadas si duran más de 15 minutos y hay pérdida de consciencia o graves si aparece un cuadro convulsivo, tetania, incontinencia o cianosis.

Aunque la mayoría de las reacciones vasovagales son leves o moderadas existe un problema potencial a consecuencia de las lesiones que se pueden producir por las caídas y traumatismos craneales a la pérdida de conciencia.

La complicaciones tras la donación de sangre nos hace reflexionar sobre la importancia de las consecuencias de estas en la salud del donante pudiéndole ocasionar lesiones causadas por caídas, accidentes o traumatismos, además de que el hecho en sí supone una experiencia negativa que repercute en posible futuras donaciones. Las lesiones que se pueden dar como consecuencia de la reacción vasovagal pueden ser leves, moderadas o graves, y aunque son muy pocas las ocasiones que ponen en peligro la vida del donante si pueden afectar psicológicamente al donante que podría desistir de volver a acudir a realizar una futura donación.

Las actuaciones de la enfermera deben de ser claras y precisas para evitar estas complicaciones y en el caso de que apareciera una reacción vasovagal actuar de manera correcta minimizando las consecuencias en la salud del donante. Los procedimientos para la actuación de la enfermera, como personal que realiza la extracción, en estos casos tienen que estar bien definidos y se debe de seguir una lógica secuencia. Dentro de la Metodología Enfermera la reacción vasovagal es considerada como un problema de colaboración o interdependiente que aunque requiera la intervención del médico puede ser prevenida, tratada y resuelta por la enfermera de manera conjunta con el facultativo.

Las actuaciones de Enfermería van a ir encaminadas a la prevención de la reacción vasovagal mediante el seguimiento de unas pautas establecidas:

-Sugerir que el donante tome líquido antes de iniciar el proceso ya que la recuperación del volumen extraído es fundamental.

-Explicar en qué consiste el proceso, cuánto se tarda, qué tiene que hacer y qué no durante la donación.

-Usar un trato cordial y agradable resolviendo dudas.

-Crear un ambiente agradable y cómodo, sin ruidos, con temperatura agradable.

-El donante debe estar tumbado en una camilla con almohadillas en el brazo de extracción y otra en la cabeza si fuera necesario.

-Ayudar que el donante pueda expresar sus emociones y temores eliminando así los factores psicológicos y emocionales negativos.

-Indicar cuándo se va realizar la inserción de la aguja distrayendo la atención del donan y decirle que inspire profundamente.

-Observar al donante durante el proceso por si apareciera dolor, sudoración, nerviosismo, palidez, etc.

-Preguntar si se encuentra bien sin que le resulte excesivo.

-Ofrecer distracción para reducir el estrés del momento.

-Decirle que abra y cierre la mano de manera rítmica para así aumentar el tono muscular y el flujo sanguíneo hacia el cerebro.

-Una vez finalizar da extracción hay que presionar en el punto de venopunción y aplicar un vendaje compresivo si se ha producido hematoma.

-Ofrecer un refrigerio que pueda ayudar a compensar la pérdida de volumen sanguíneo. Explicar al donante que el cuerpo recuperará el volumen líquido de la sangre en 24 horas y que las células se van recuperando más lentamente.

-No retirar la compresión en lugar de venopunción hasta pasadas dos horas de la extracción.

-Aconsejar sobre las recomendaciones a tener en cuenta en las siguientes horas: no se debe de hacer ejercicio ni esfuerzos, no se debe fumar o beber alcohol.

Si durante algún momento de la donación se produce la reacción vasovagal esta debe de ser interrumpida inmediatamente y seguir una serie de actuaciones:

-Tranquilizar al donante, hablándole despacio y favoreciendo su confort, explicando que aunque es una sensación desagradable pasará rápido.

-Elevación de miembros inferiores, para favorecer el flujo sanguíneo cerebral.

-Indicar como debe de respirar, controlando la respiración para que esta no se aceleré y empiece a hiperventilar.

-Aflojar prendas de ropa o complementos que pueden incomodarlo.

-Secar sudoración excesiva con una toalla.

-Abrir ventanas o puertas para favorecer una buena ventilación del lugar.

-Proteger al donante ante posibles traumatismos

Si pasados unos minutos no se consigue una mejoría habría que:

-Realizar control de constantes, tensión arterial, frecuencia cardiaca y respiratoria.

-Canalización de vía venosa si fuera necesario y la recuperación no fuera posible para la administración de líquidos intravenosos.

-Acompañar a donante en todo momento hasta su recuperación total o derivación a los servicios de urgencias.

CONCLUSIONES

Las reacciones vasovagales son las complicaciones de carácter general que se dan con más frecuencia tras una donación, aunque también pueden darse durante esta e incluso antes debiéndose en estos casos a factores psicológicos (aprensión) o emocionales (estrés). Es por esta razón por la que hay que estar vigilante en el procedimiento de la donación, ya que reacciones vasovagales con o sin pérdida de conciencia pueden ocurrir de forma retardada fuera de la sala de extracción y ocasionar lesiones más graves como accidentes, caías o traumatismos. Si la actuación de la enfermera es correcta muchos de estos episodios pueden ser evitados haciendo buen uso de las recomendaciones y evitando así daños en el donante, eliminado una posible experiencia negativa y el hecho de que desista de futuras donaciones.

BIBLIOGRAFÍA

  1. Directiva 2005/61/CE de la comisión de 30 de septiembre de 2005 por la que se aplica directiva 2002/98/ce del parlamento europeo y del consejo, de 27 de enero de 2003, por la que se establecen normas de calidad y de seguridad para la extracción, verificación, tratamiento, almacenamiento y distribución de sangre humana.
  2. Grupo de trabajo sobre complicaciones relacionadas con la donación de sangre, grupo de trabajo de la International Society of Blood Transfusion sobre hemovigilancia y European Haemovigilance Network (2008). Standard for Surveillance of Complications Related to Blood Donation. http://www.isbtweb.org/documentation/default.asp.
  3. Thomas Bart, Les Bartlett, Moira Carter. Manual de Gestión de Donantes. Proyecto DOMAINE.