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Retraso simple del lenguaje: caracterización, evaluación e intervención

Retraso simple del lenguaje: caracterización, evaluación e intervención

Autora principal: Yolanda Serrano Espallargas

Vol. XX; nº 20; 1016

SIMPLE LANGUAGE DELAY: CHARACTERIZATION, ASSESSMENT AND INTERVENTION

Fecha de recepción: 14 de septiembre de 2025
Fecha de aceptación: 17 de octubre de 2025

Incluido en Revista Electrónica de PortalesMedicos.com, Volumen XX. Número 20 – Segunda quincena de Octubre de 2025 – Página inicial: Vol. XX; nº 20; 1016

Autores:

Yolanda Serrano Espallargas, Logopeda Loga Salud, Logopeda Hospital de Alcañiz

Resumen

El retraso simple del lenguaje (RSL) es una alteración transitoria del desarrollo lingüístico en la que el niño presenta un desfase cronológico respecto a la adquisición de las primeras palabras y estructuras gramaticales, sin que exista un déficit neurológico, auditivo, cognitivo o socioemocional que lo explique. Aunque muchos casos remiten espontáneamente, un porcentaje significativo de niños con RSL presenta posteriormente dificultades académicas, especialmente en lectura y escritura, lo que hace necesario un seguimiento especializado.
El presente artículo revisa la definición, características clínicas, criterios diagnósticos y estrategias de intervención logopédica basadas en la evidencia. Se enfatiza la importancia de la detección temprana, la implicación familiar y la estimulación lingüística sistemática para prevenir secuelas en la comunicación y el aprendizaje escolar.

Palabras clave

Retraso simple del lenguaje, desarrollo del lenguaje, logopedia, intervención temprana, trastornos del lenguaje.

Abstract

Simple language delay (SLD) is a transient alteration of linguistic development in which the child presents a chronological lag in acquiring first words and grammatical structures, without neurological, auditory, cognitive, or socio-emotional deficits explaining it. Although many cases resolve spontaneously, a significant percentage of children with SLD later present academic difficulties, especially in reading and writing, highlighting the need for specialized follow-up.
This article reviews the definition, clinical characteristics, diagnostic criteria, and evidence-based speech therapy strategies. Early detection, family involvement, and systematic linguistic stimulation are emphasized as key to preventing long-term communication and learning difficulties.

Keywords

Simple language delay, language development, speech therapy, early intervention, language disorders.

Introducción

El lenguaje es una de las funciones cognitivas más complejas del ser humano, resultado de la interacción entre maduración neurológica, experiencias sociales y estimulación comunicativa. La mayoría de los niños adquiere hitos lingüísticos dentro de parámetros cronológicos predecibles; sin embargo, algunos presentan un desfase temporal sin que exista una patología de base.

A este fenómeno se le denomina retraso simple del lenguaje (RSL). Se caracteriza por la aparición tardía de las primeras palabras (después de los 2 años), un vocabulario limitado y dificultades para combinar palabras en frases, aunque con comprensión y desarrollo cognitivo acordes a la edad. El RSL constituye una de las principales causas de derivación a logopedia en la primera infancia.

Metodología

Se realizó una revisión narrativa de la literatura (2000–2024) en PubMed, Scopus y Dialnet, utilizando los términos: retraso simple del lenguaje, simple language delay, late talkers, speech therapy. Se incluyeron artículos de investigación, revisiones sistemáticas y guías de práctica clínica sobre evaluación y tratamiento del RSL en niños de 2 a 6 años.

Resultados

1. Características clínicas del RSL

El RSL suele manifestarse con:
– Ausencia de primeras palabras hacia los 18–24 meses.
– Vocabulario reducido (<50 palabras a los 2 años).
– Retraso en la combinación de palabras para formar frases simples.
– Errores gramaticales persistentes (omisiones de artículos, plurales o tiempos verbales).
– Comprensión adecuada para la edad.
– Desarrollo motor, cognitivo, auditivo y socioemocional dentro de la normalidad.

A diferencia de los trastornos específicos del lenguaje, el RSL no implica alteraciones persistentes; sin embargo, constituye un factor de riesgo para dificultades escolares si no se realiza seguimiento.

2. Epidemiología y factores de riesgo

La prevalencia del RSL se estima entre un 10–15% en niños de 2 a 3 años (Rescorla, 2011; Zubrick et al., 2007). Los factores de riesgo identificados incluyen:
– Sexo masculino: mayor prevalencia en varones.
– Antecedentes familiares de retrasos del lenguaje.
– Prematuridad o bajo peso al nacer.
– Entornos con baja estimulación lingüística o factores socioeconómicos adversos.

Aunque el RSL puede resolverse espontáneamente, los niños con factores de riesgo requieren intervención preventiva.

3. Evaluación del RSL

El diagnóstico de RSL es clínico y requiere:
– Historia clínica detallada, incluyendo antecedentes familiares y desarrollo temprano.
– Pruebas de lenguaje adaptadas a la edad: MacArthur-Bates Communicative Development Inventories, Peabody Picture Vocabulary Test, pruebas fonológicas y sintácticas.
– Observación del juego simbólico y la interacción comunicativa.
– Evaluación del entorno familiar: calidad de la estimulación lingüística en el hogar.

El reto diagnóstico es diferenciar un RSL transitorio de un posible trastorno del desarrollo del lenguaje (TDL) o de un trastorno secundario (hipoacusia, TEA, déficit cognitivo).

4. Pronóstico

Los estudios longitudinales (Bishop & Edmundson, 1987; Rescorla, 2011) señalan que:
– Una parte significativa de los niños con RSL alcanza niveles de lenguaje normales antes de los 6 años.
– Entre un 20–30% desarrollan TDL o dificultades persistentes en lectura y escritura.
– El RSL es un factor de riesgo para dislexia y trastornos del aprendizaje.

Por ello, el seguimiento clínico y escolar es esencial, incluso cuando se observa una mejora espontánea.

5. Intervención logopédica en el RSL

Aunque el RSL puede remitir sin intervención, la literatura enfatiza la importancia de la estimulación temprana, dado que los programas logopédicos potencian la adquisición del lenguaje y reducen el riesgo de dificultades posteriores.

Estrategias terapéuticas:
– Modelado lingüístico: repetir y expandir frases del niño.
– Enriquecimiento léxico: introducir vocabulario nuevo mediante rutinas, cuentos y canciones.
– Terapia fonológica: juegos de discriminación auditiva, rimas y conciencia fonológica.
– Intervención en sintaxis: modelado de estructuras gramaticales simples y complejas.
– Entrenamiento narrativo: secuencias de imágenes y cuentos para mejorar coherencia.
– Involucrar a la familia: programas parentales como Hanen It Takes Two to Talk.

Modalidades de intervención:
– Individual: adaptada a las necesidades específicas del niño.
– Grupal: favorece interacción social y aprendizaje por imitación.
– Mixta (presencial y domiciliaria): combina sesiones con el logopeda y tareas para casa.

Evidencia científica:
– Law et al. (2003) y Roberts & Kaiser (2011) muestran que la intervención temprana mejora vocabulario, sintaxis y comprensión.
– Programas de entrenamiento parental mejoran significativamente el lenguaje expresivo en comparación con la no intervención.

6. Impacto escolar y social

El RSL, aun siendo transitorio, puede afectar al rendimiento académico y social. Los niños con historial de RSL presentan mayor riesgo de:
– Dificultades en la lectoescritura (dislexia, comprensión lectora deficiente).
– Problemas en la pragmática social (dificultad para narrar experiencias, interactuar con pares).
– Menor rendimiento en asignaturas que requieren comprensión verbal compleja.

Esto justifica la necesidad de intervención logopédica preventiva y la coordinación con el entorno escolar.

7. Síntesis

El RSL se caracteriza por:
– Retraso en el inicio del lenguaje expresivo.
– Comprensión preservada.
– Resolución espontánea en muchos casos, aunque con riesgo de secuelas escolares.
– Necesidad de diagnóstico diferencial y seguimiento especializado.

Discusión

El RSL constituye un desafío diagnóstico, ya que debe diferenciarse de otros trastornos con implicaciones más severas. La literatura coincide en que la intervención temprana es beneficiosa, incluso en niños con potencial resolución espontánea, pues mejora las competencias lingüísticas y reduce el riesgo de dificultades académicas posteriores.

La participación de las familias es esencial: los programas parentales como It Takes Two to Talk han demostrado eficacia en el incremento del vocabulario y la longitud media de los enunciados.

Asimismo, la escuela debe convertirse en un entorno facilitador, ofreciendo recursos comunicativos y adaptaciones para los niños con RSL.

Conclusiones

El retraso simple del lenguaje constituye una alteración frecuente en la primera infancia, caracterizada por un desfase en la adquisición del lenguaje expresivo sin que exista una patología subyacente. Aunque en la mayoría de los casos se resuelve antes de los 6 años, un número significativo de niños presenta dificultades posteriores, especialmente en lectura, escritura y pragmática social.

Los hallazgos revisados confirman que el RSL debe ser objeto de evaluación logopédica exhaustiva, diferenciándolo de otros trastornos más severos como el TDL o el TEA. El diagnóstico diferencial permite diseñar intervenciones ajustadas a cada caso y evitar sobrediagnósticos o retrasos en la atención.

La intervención temprana, aun en los casos con buen pronóstico, se justifica como medida preventiva. Los programas de estimulación del vocabulario, la sintaxis y la narrativa, junto con la capacitación parental, muestran eficacia en la aceleración del desarrollo lingüístico y en la reducción del riesgo académico.

El papel de la familia es crucial: el entorno comunicativo en el hogar potencia o limita las posibilidades del niño. La orientación a los padres debe incluir pautas de interacción, modelado de lenguaje y uso de recursos lúdicos y narrativos. La coordinación con la escuela también es esencial, dado que el inicio de la alfabetización representa un momento crítico para los niños con historial de RSL.

En conclusión, el RSL no debe interpretarse únicamente como un desfase benigno, sino como una oportunidad para intervenir tempranamente y garantizar un desarrollo comunicativo pleno. La logopedia, con un enfoque preventivo y colaborativo, se convierte en el pilar fundamental para asegurar que los niños con RSL desarrollen las competencias lingüísticas necesarias para un aprendizaje exitoso y una integración social adecuada.

El RSL es un desfase cronológico en la adquisición del lenguaje, sin patología de base.

Aunque suele resolverse, algunos casos evolucionan hacia dificultades persistentes, por lo que requiere seguimiento especializado.

La evaluación logopédica es fundamental para diferenciarlo de TDL, TEA u otros cuadros.

La intervención temprana, centrada en el vocabulario, la sintaxis y la interacción familiar, mejora el pronóstico.

La colaboración entre profesionales, familia y escuela es clave para garantizar un desarrollo comunicativo óptimo.

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