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Revisión de la Prevención de la Infección del Sitio Quirúrgico en América, 2013-2023

Revisión de la Prevención de la Infección del Sitio Quirúrgico en América, 2013-2023

Autor principal: Gabriel Adolfo Tatá Gamboa

Vol. XX; nº 04; 124

Differential diagnosis of nodular image on chest x-ray. About a case

Fecha de recepción: 16/01/2025

Fecha de aceptación: 20/02/2025

Incluido en Revista Electrónica de PortalesMedicos.com Volumen XX. Número 04 Segunda quincena de Febrero de 2025 – Página inicial: Vol. XX; nº 04; 124

Surgical Site Infection Prevention Review in the Americas, 2013-2023

Autores:

Estudiante Gabriel Adolfo Tatá Gamboa

Msc. Dr Frandanny Vallejo Rivas

Encargado de área de investigación y Simulación, CISEC, UNIBE, Médico Servicio Emergencias Hospital San Vicente de Paul, Costa Rica

Resumen

La infección del sitio quirúrgico (ISQ) es una de las principales complicaciones asociadas con procedimientos quirúrgicos, impactando negativamente en la recuperación del paciente, la duración de la estancia hospitalaria y los costos generales del sistema de salud. Este artículo analiza las estrategias preventivas más efectivas implementadas en América entre 2013 y 2023, identificando los patógenos más comunes responsables de ISQ, como Staphylococcus aureus y Escherichia coli, y los factores de riesgo asociados, incluidos diabetes, obesidad, duración prolongada de la cirugía y fallas en los protocolos de asepsia. Las medidas preventivas más destacadas incluyen la antibioticoterapia profiláctica, administrada en el momento adecuado, la adecuada preparación prequirúrgica del paciente, y el cumplimiento riguroso de protocolos quirúrgicos estandarizados. Además, se enfatiza la necesidad de capacitación continua del personal sanitario, el uso de tecnologías avanzadas como apósitos antimicrobianos y sistemas de monitoreo remoto, y la educación activa de los pacientes y sus familias sobre el cuidado de heridas postquirúrgicas. Los hallazgos subrayan la importancia de un enfoque interdisciplinario y colaborativo, con políticas adaptadas a contextos locales y recursos accesibles, para garantizar la efectividad en la prevención de ISQ y mejorar los resultados clínicos en toda la región.

Palabras clave: Patógenos, microorganismos, infección, intervención quirúrgica, profilaxis, antibióticos.

Abstract

Surgical site infection (SSI) is one of the leading complications associated with surgical procedures, negatively impacting patient recovery, hospital stays, and overall healthcare costs. This article examines the most effective preventive strategies implemented in the Americas between 2013 and 2023, identifying the most common pathogens responsible for SSI, such as Staphylococcus aureus and Escherichia coli, along with associated risk factors including diabetes, obesity, prolonged surgical durations, and lapses in asepsis protocols. Key preventive measures include timely administered prophylactic antibiotic therapy, proper pre-surgical patient preparation, and strict adherence to standardized surgical protocols. Additionally, the article highlights the necessity for continuous healthcare staff training, the integration of advanced technologies such as antimicrobial dressings and remote monitoring systems, and active patient and family education regarding post-surgical wound care. Findings emphasize the importance of an interdisciplinary and collaborative approach, with locally tailored policies and accessible resources, to ensure effective SSI prevention and improved clinical outcomes across the region.

Keywords: Pathogens, microorganisms, infection, surgical intervention, prophylaxis, antibiotics.

Introducción

La prevención de la infección del sitio quirúrgico (ISQ) es una prioridad en la atención médica moderna debido a su impacto significativo en la salud del paciente y los costos del sistema sanitario. Estas infecciones, que pueden ocurrir en cualquier etapa del proceso de cicatrización, están asociadas con complicaciones graves, incluidas la sepsis y la prolongación de la estancia hospitalaria. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), en países de ingresos bajos y medianos, el 11% de los pacientes sometidos a cirugía desarrollan una ISQ, mientras que en África esta cifra puede llegar al 20% en mujeres que se someten a cesáreas(1).

En América, las ISQ representan entre el 14% y el 16% de todas las infecciones nosocomiales, siendo los patógenos más comunes Staphylococcus aureus y Escherichia coli. Estas bacterias están implicadas tanto en infecciones superficiales como profundas(2). Las estrategias preventivas incluyen la antibioticoterapia profiláctica, el uso adecuado de antisépticos y la adherencia a protocolos quirúrgicos estandarizados(3).

Las ISQ no solo afectan la recuperación física de los pacientes, sino que también imponen una carga económica significativa en los sistemas de salud, especialmente en aquellos con recursos limitados. Según un estudio realizado en hospitales de América Latina, los costos asociados con el tratamiento de ISQ pueden aumentar hasta en un 70% en comparación con procedimientos quirúrgicos sin complicaciones(4). Este impacto económico es especialmente significativo en países de ingresos bajos y medios, donde los recursos son limitados y las inversiones en prevención pueden generar ahorros sustanciales en costos de tratamiento.

Una de las principales preocupaciones en la prevención de ISQ es el cumplimiento de las normas de asepsia y antisepsia durante los procedimientos quirúrgicos. Estudios recientes han demostrado que el incumplimiento de estas medidas puede aumentar el riesgo de infección en un 50%(5). Esto incluye prácticas como el uso adecuado de ropa quirúrgica estéril, la limpieza del sitio quirúrgico y la correcta desinfección de equipos médicos. Además, la capacitación continua del personal sanitario juega un papel esencial en la adopción de prácticas actualizadas y efectivas(6).

Otro factor crucial en la prevención de ISQ es la identificación y manejo de los factores de riesgo asociados. Entre los factores intrínsecos se incluyen enfermedades preexistentes como la diabetes y la obesidad, así como el estado nutricional del paciente y su edad. Por otro lado, los factores extrínsecos están relacionados con el entorno quirúrgico, como la duración de la cirugía y la adherencia a los protocolos estándar de prevención(7). Reconocer y mitigar estos factores puede tener un impacto significativo en la reducción de las tasas de ISQ.

En los últimos años, se han introducido nuevas tecnologías y protocolos en el manejo preoperatorio y postoperatorio para mitigar los riesgos de ISQ. Por ejemplo, el uso de dispositivos médicos avanzados, como apósitos antimicrobianos y sistemas de monitoreo de heridas, ha demostrado ser eficaz en la prevención de infecciones(8). Asimismo, la implementación de listas de verificación quirúrgicas ha mejorado la adherencia a las prácticas de seguridad en los quirófanos, reduciendo los errores humanos y promoviendo un enfoque más sistemático en la prevención de ISQ(9).

Este artículo también destaca la importancia de la participación activa de los pacientes en la prevención de ISQ. La educación sobre el cuidado adecuado de las heridas, la identificación temprana de signos de infección y la adherencia a las recomendaciones médicas son elementos clave que pueden reducir significativamente las complicaciones postoperatorias. Estudios recientes sugieren que los programas educativos dirigidos a pacientes y sus familias mejoran no solo los resultados clínicos, sino también la satisfacción general con los servicios de salud(10).

Finalmente, es esencial mencionar que la prevención de ISQ no es solo un desafío clínico, sino también una cuestión ética y social. Las infecciones asociadas a la atención médica son consideradas, en muchos casos, eventos prevenibles. Por lo tanto, los sistemas de salud tienen la responsabilidad de implementar estrategias efectivas basadas en evidencia para garantizar la seguridad del paciente. Esto incluye la inversión en infraestructura, la capacitación del personal y el desarrollo de políticas que promuevan la equidad en el acceso a los recursos preventivos(11)(12).

La prevención de ISQ requiere un enfoque integral que combine estrategias clínicas, tecnológicas y educativas. Este artículo explora las medidas preventivas implementadas en América durante la última década, basándose en evidencia científica y en las mejores prácticas de control de infecciones. Además, se analiza la interacción entre los factores de riesgo y las estrategias actuales para reducir la incidencia de ISQ, destacando la importancia de la formación continua del personal sanitario y la participación activa de los pacientes(13)

Breve referente teórico

Las infecciones del sitio quirúrgico (ISQ) se clasifican en tres categorías principales: superficiales, profundas y de órganos/espacios. Estas clasificaciones permiten comprender la gravedad de la infección y los niveles de intervención necesarios para su manejo adecuado(2). Las ISQ superficiales afectan únicamente la piel y los tejidos subcutáneos, mientras que las profundas involucran estructuras más internas como músculos y fascias. Las ISQ de órganos/espacios representan las formas más graves y están asociadas con infecciones en cavidades o sistemas orgánicos expuestos durante la cirugía(3).

Desde la antigüedad, las infecciones asociadas a heridas quirúrgicas han sido un desafío crítico para los médicos. Antes del descubrimiento de los antisépticos en el siglo XIX por Joseph Lister, las tasas de mortalidad por infecciones posquirúrgicas eran extremadamente altas. Lister introdujo la teoría de la antisepsia basándose en los descubrimientos de Louis Pasteur sobre los microorganismos como causantes de enfermedades. Su trabajo marcó el inicio de un cambio radical en la práctica quirúrgica, reduciendo significativamente las infecciones(4).

Durante el siglo XX, la introducción de los antibióticos revolucionó aún más el manejo de las ISQ. Sin embargo, el uso indiscriminado de estos medicamentos ha llevado a la aparición de bacterias resistentes como Staphylococcus aureus resistente a la meticilina (MRSA), lo que ha reavivado la importancia de medidas preventivas no farmacológicas(7).

Los factores de riesgo para el desarrollo de ISQ son multifactoriales y pueden dividirse en intrínsecos y extrínsecos. Los factores intrínsecos incluyen el estado de salud general del paciente, como la diabetes, obesidad, inmunosupresión y edad avanzada(3). Los factores extrínsecos están relacionados con el entorno quirúrgico y las prácticas médicas, como la duración del procedimiento quirúrgico, el uso de equipos contaminados y el incumplimiento de las normas de asepsia(6).

Estudios recientes han identificado que la duración prolongada de una cirugía aumenta el riesgo de ISQ en un 30% por cada hora adicional en el quirófano. Además, el tipo de intervención quirúrgica, como las operaciones abdominales y ortopédicas, presentan un mayor riesgo debido a la exposición prolongada de tejidos internos y el uso de implantes(5)(8).

Entre los principales patógenos implicados en las ISQ se encuentran Staphylococcus aureus, Escherichia coli, Pseudomonas aeruginosa y Enterococcus faecalis. Staphylococcus aureus es responsable de aproximadamente el 35% de las infecciones superficiales y profundas, mientras que Escherichia coli es común en infecciones abdominales y de órganos/espacios(2). Estos microorganismos han desarrollado mecanismos de resistencia que complican su tratamiento, subrayando la importancia de la prevención como primera línea de defensa(7)(8).

Tabla 1

Principales Patógenos Asociados a ISQ y su Prevalencia

Patógeno Prevalencia (%) Tipos de ISQ Asociados
Staphylococcus aureus 35.2 Superficial y profunda
Escherichia coli 33.96 Órgano/espacio y abdominal
Pseudomonas a eruginosa 12.4 Profunda y órganos en infecciones severas
Enterococcus faecalis 9.8 Órgano/espacio

Fuente: Elaboración propia del autor(2024).

Fuente: Tomado de (1),(2),(3)

La prevención de las ISQ se basa en un enfoque integral que incluye medidas preoperatorias, intraoperatorias y postoperatorias. Entre las estrategias preoperatorias, la preparación adecuada del paciente es fundamental. Esto incluye el control de enfermedades preexistentes como la diabetes, el uso de duchas antisépticas y el rasurado eléctrico en lugar de cuchillas tradicionales(9).

Tabla 2

Estrategias Preventivas y su Impacto en la Reducción de ISQ

Estrategia Preventiva Eficiencia (%) Recomendación Clave
Antibioticoterapia profiláctica 60-70 Administrar 30-60 minutos antes de la cirugía
Duchas antisépticas con clorhexidina 40-50 Usar el día previo y el día de la cirugía
Protocolos estandarizados de asepsia y antisepsia 50-65 Implementar listas de verificación quirúrgica
Uso de apósitos antimicrobianos 35-45 Aplicar en heridas de alto riesgo

Fuente: Elaboración propia del autor(2024).

Fuente: Tomado de (9)

Durante el procedimiento quirúrgico, las medidas intraoperatorias como la esterilización del instrumental, el control de la temperatura del paciente y la administración de antibióticos profilácticos han demostrado ser altamente efectivas para reducir la incidencia de ISQ(3)(6). Además, la implementación de listas de verificación quirúrgicas, recomendadas por la OMS, ha mejorado significativamente el cumplimiento de estas medidas(1).

En el periodo postoperatorio, el seguimiento cercano del paciente para detectar signos tempranos de infección es crucial. La educación del paciente y su familia sobre el cuidado adecuado de las heridas quirúrgicas también juega un papel esencial en la prevención(10). Esta educación debe incluir instrucciones claras sobre cómo mantener la herida limpia, identificar signos tempranos de infección como enrojecimiento y secreciones purulentas, y cuándo buscar atención médica(11).

El manejo de las ISQ requiere una combinación de estrategias basadas en evidencia que aborden tanto los factores de riesgo intrínsecos como los extrínsecos. La capacitación continua del personal sanitario y el desarrollo de protocolos estandarizados son elementos clave para garantizar la seguridad del paciente y mejorar los resultados quirúrgicos en América y en todo el mundo(3)(9).

Finalmente, se requiere una mayor inversión en investigación para evaluar la eficacia de nuevas intervenciones preventivas y desarrollar estrategias adaptadas a contextos locales. Esto incluye explorar el uso de tecnologías avanzadas como dispositivos de monitoreo digital y sistemas automatizados de administración de antibióticos(12)(13).

Metodología

Este estudio adopta un enfoque de revisión bibliográfica descriptiva, diseñado para consolidar y analizar la información más relevante sobre infecciones del sitio quirúrgico (ISQ) en América entre los años 2013 y 2023. La metodología se centró en la búsqueda, selección y evaluación de artículos científicos, informes técnicos y guías de práctica clínica publicados en bases de datos reconocidas como PubMed, EBSCO, SciELO, Elsevier y documentos de la Organización Mundial de la Salud (OMS)(1)(4). Los criterios de inclusión y exclusión se definieron cuidadosamente para garantizar la relevancia y calidad de los datos analizados.

Se incluyeron estudios realizados en América, publicados en inglés o español, y enfocados en factores de riesgo, patógenos y estrategias de prevención de ISQ(6). Los artículos seleccionados debían ser originales, revisados por pares y publicados entre 2013 y 2023. Se excluyeron investigaciones duplicadas, revisiones secundarias y estudios sin metodología claramente definida(5).

La búsqueda bibliográfica se realizó utilizando palabras clave específicas, como «infección del sitio quirúrgico», «prevención», «patógenos», «América» y «antibioticoterapia profiláctica». Las palabras clave se combinaron mediante operadores booleanos para ampliar o restringir los resultados según fuera necesario(3)(7). Cada artículo identificado fue evaluado en tres etapas:

Revisión inicial del título y resumen para determinar la relevancia del estudio(9).

Evaluación del texto completo para confirmar su alineación con los objetivos de la investigación.

Clasificación y organización de los datos en categorías temáticas: factores de riesgo, patógenos responsables y estrategias preventivas(8)(11).

Se utilizó un enfoque cualitativo para analizar y sintetizar la información recopilada. Los estudios seleccionados fueron organizados en una matriz temática que permitió identificar patrones, tendencias y brechas en la investigación(12). Los resultados se estructuraron en categorías principales, con énfasis en la relevancia práctica de las estrategias preventivas descritas(10).

Para garantizar la rigurosidad del análisis, se emplearon herramientas como el gestor bibliográfico Zotero, que facilitó la organización y citación de referencias(2). Además, se utilizó el software de análisis cualitativo NVivo para codificar los datos textuales y generar una visión integrada de los hallazgos(6).

A pesar del enfoque sistemático, este estudio enfrenta ciertas limitaciones inherentes a las revisiones bibliográficas. La principal es la dependencia de la calidad y disponibilidad de los estudios publicados, lo que podría introducir sesgos si ciertas investigaciones relevantes no fueron accesibles. Asimismo, la diversidad de metodologías utilizadas en los estudios analizados puede dificultar la comparación directa de resultados(4)(11).

Esta metodología proporcionó una base sólida para analizar la prevención de ISQ en América, permitiendo una comprensión integral de los factores de riesgo, los patógenos responsables y las estrategias preventivas más efectivas en la última década(12).

Resultados y su análisis

Los datos recopilados destacan que los microorganismos más comunes en las infecciones del sitio quirúrgico (ISQ) incluyen Staphylococcus aureus y Escherichia coli. Staphylococcus aureus, particularmente en su forma resistente a la meticilina (MRSA), es responsable del 35.2% de los casos reportados, mientras que Escherichia coli constituye aproximadamente el 33.96%(2)(3).

Estas bacterias tienen características específicas que las convierten en agentes prevalentes en ISQ. Por ejemplo, Staphylococcus aureus es altamente adaptable a diferentes ambientes y tiene una gran capacidad para formar biopelículas, lo que dificulta su erradicación durante los procedimientos quirúrgicos(4)(7). Por otro lado, Escherichia coli, aunque comúnmente asociada con infecciones abdominales, también puede estar presente en cirugías de otros tipos debido a la contaminación cruzada y a prácticas de higiene inadecuadas(8).

Además, se identificaron otros patógenos significativos como Pseudomonas aeruginosa y Enterococcus faecalis, que aunque menos frecuentes, suelen estar asociados con casos más graves y resistentes a tratamientos convencionales(9)(11).

Los factores de riesgo para ISQ pueden clasificarse en intrínsecos y extrínsecos. Entre los intrínsecos, condiciones como la diabetes, obesidad, inmunosupresión y edad avanzada juegan un rol significativo en aumentar la susceptibilidad del paciente(3)(5). La diabetes, por ejemplo, afecta la capacidad del cuerpo para cicatrizar heridas, lo que incrementa el riesgo de infecciones en el sitio quirúrgico(12). Por otro lado, la obesidad puede complicar el acceso quirúrgico y aumentar el tiempo operatorio, incrementando las probabilidades de contaminación(6).

Los factores extrínsecos incluyen aspectos relacionados con el procedimiento quirúrgico y el entorno hospitalario. Entre estos, destacan la duración de la cirugía, que se asocia con un aumento del 30% en el riesgo de infección por cada hora adicional en el quirófano, y el uso de material quirúrgico no esterilizado adecuadamente(7)(8). Asimismo, la falta de adherencia a protocolos de asepsia y antisepsia durante la cirugía ha sido identificada como una causa clave en la ocurrencia de ISQ(10)(13), véase la tabla # 3

Tabla # 3

Duración de la intervención en pacientes sometidos a cirugía abdominal del tracto digestivo

Duración de la Intervención Número de Pacientes (N) Porcentaje (%)
≤ 60 minutos 306 13.4%
61 – 120 minutos 736 32.3%
121 – 180 minutos 543 23.8%
> 180 minutos 586 25.7%
Datos no registrados 9 4.8%

               Fuente: Adaptado de Ciresp, 2011;89(9):606–612. (14)

La administración de antibióticos profilácticos sigue siendo una de las estrategias más efectivas para prevenir ISQ. Los estudios muestran que la administración oportuna, idealmente 30-60 minutos antes de la incisión quirúrgica, puede reducir significativamente la incidencia de infecciones(5)(7). Además, la selección del antibiótico debe basarse en la identificación previa de patógenos comunes y su perfil de resistencia en el hospital donde se realiza la intervención(8)(9).

La preparación adecuada del paciente es un componente crítico en la prevención de ISQ. Las duchas antisépticas con clorhexidina antes de la cirugía han demostrado ser altamente efectivas en reducir la carga microbiana de la piel(6)(12). Además, el uso de rasuradoras eléctricas en lugar de cuchillas para la remoción del vello ha sido asociado con una disminución significativa de micro lesiones cutáneas que podrían servir como puntos de entrada para infecciones(4)(10).

El cumplimiento de protocolos estandarizados de asepsia y antisepsia en el quirófano es esencial. Esto incluye el uso adecuado de antisépticos tópicos, como el alcohol isopropílico combinado con clorhexidina, que ha mostrado ser más efectivo que el yodo povidona en la reducción de tasas de ISQ(5)(9). Asimismo, la implementación de listas de verificación quirúrgicas, como las promovidas por la OMS, ha mejorado la adherencia a estas prácticas en múltiples estudios clínicos(1)(13).

El monitoreo cercano del paciente en el periodo postoperatorio también es crucial. La identificación temprana de signos de infección, como eritema, calor local y secreción purulenta, permite una intervención rápida y reduce las complicaciones asociadas(11)(13). Además, la educación del paciente y su familia sobre el cuidado de las heridas quirúrgicas juega un papel importante en la prevención de infecciones en el hogar(7)(10). El uso de tecnologías avanzadas, como apósitos antimicrobianos y sistemas de monitoreo digital, ha demostrado potencial para reducir las tasas de ISQ, particularmente en pacientes de alto riesgo【8】【13】. Estas innovaciones también tienen un impacto positivo en áreas rurales donde los recursos son limitados, destacando su aplicabilidad en contextos con desigualdades en acceso a la salud【6】【9】.

La educación del paciente y sus familias es esencial para garantizar el cuidado adecuado de las heridas y la identificación temprana de signos de infección【10】【13】. Los programas educativos mejoran la satisfacción del paciente y fortalecen su rol activo en la prevención de complicaciones postquirúrgicas.

A pesar de los avances, el artículo reconoce desafíos significativos, como:

Desigualdad en recursos: La falta de acceso equitativo a equipos estériles y medicamentos afecta la efectividad de las estrategias preventivas en ciertas regiones【4】【7】.

Resistencia antimicrobiana: Requiere un monitoreo constante y estrategias multidisciplinarias para su control【6】【9】.

Cumplimiento inconsistente de protocolos: La variabilidad en la implementación de medidas estandarizadas limita su impacto【5】【12】.

El análisis propone un modelo integrado que combine capacitación continua, innovación tecnológica y políticas adaptadas al contexto local【9】【13】. Esto incluye la creación de redes colaborativas entre hospitales y el desarrollo de bases de datos regionales para monitorear tendencias de ISQ y perfiles de resistencia.

Conclusiones

La prevención de las infecciones del sitio quirúrgico (ISQ) sigue siendo un desafío fundamental en el ámbito de la salud pública y la atención médica. Este análisis exhaustivo de las estrategias implementadas en América entre 2013 y 2023 destaca avances importantes, pero también revela áreas críticas que requieren atención inmediata y sostenida.

En términos generales, las ISQ representan una carga considerable tanto para los pacientes como para los sistemas de salud. Las estadísticas muestran que estas infecciones no solo prolongan las estancias hospitalarias, sino que también aumentan los costos operativos y reducen significativamente la calidad de vida de los afectados(1)(4)(8). Este impacto subraya la necesidad de implementar protocolos efectivos de prevención y manejo que reduzcan la incidencia y gravedad de estas complicaciones.

La antibioticoterapia profiláctica, cuando se administra correctamente, se identifica como una de las medidas más efectivas para reducir la incidencia de ISQ. Sin embargo, la selección adecuada del antibiótico, el momento de su administración y la consideración de la resistencia bacteriana son aspectos críticos que deben ser monitoreados de manera continua(7)(9)(12). Además, las estrategias preoperatorias, como el uso de duchas antisépticas y el rasurado eléctrico, han demostrado ser esenciales para minimizar la carga microbiana en la piel del paciente(6)(10).

Otro aspecto destacado es la importancia de los protocolos estandarizados de asepsia y antisepsia en los entornos quirúrgicos. El cumplimiento riguroso de estos procedimientos, combinado con la implementación de listas de verificación quirúrgicas recomendadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS), ha mostrado mejoras significativas en la prevención de ISQ(2)(13). Estos protocolos no solo promueven la seguridad del paciente, sino que también fortalecen la confianza en los sistemas de atención médica.

A pesar de estos avances, persisten desafíos significativos. Uno de los principales problemas es la falta de acceso equitativo a recursos esenciales en ciertas regiones de América Latina. La disparidad en la disponibilidad de equipos estériles, capacitación del personal y acceso a antibióticos adecuados limita la efectividad de las estrategias preventivas en áreas con recursos limitados(5)(9). Por lo tanto, es fundamental desarrollar políticas que aborden estas desigualdades y promuevan la inversión en infraestructura médica.

El análisis también revela la necesidad de un enfoque interdisciplinario en la prevención de ISQ. La colaboración entre cirujanos, anestesiólogos, enfermeras y personal administrativo es crucial para garantizar la implementación efectiva de las medidas preventivas. Además, la participación activa de los pacientes, a través de la educación sobre el cuidado postoperatorio y la detección temprana de signos de infección, puede contribuir significativamente a reducir las tasas de complicaciones(10)(12).

En el ámbito de la investigación, se destaca la importancia de continuar desarrollando estudios que evalúen la eficacia de nuevas tecnologías y enfoques en la prevención de ISQ. La incorporación de dispositivos médicos avanzados, como apósitos antimicrobianos y sistemas de monitoreo digital, representa una frontera prometedora en este campo(8)(11). Asimismo, los análisis costo-beneficio de estas intervenciones son esenciales para justificar su implementación en entornos clínicos diversos.

Aunque se han logrado avances notables en la prevención de las ISQ en América durante la última década, queda mucho por hacer para garantizar un enfoque integral y equitativo en este ámbito. La combinación de medidas basadas en evidencia, la inversión en capacitación e infraestructura y la colaboración interdisciplinaria son pilares fundamentales para abordar este desafío. Al implementar estas estrategias de manera coherente, es posible no solo reducir la incidencia de ISQ, sino también mejorar significativamente los resultados clínicos y la calidad de vida de los pacientes quirúrgicos.

Con base en los hallazgos de este estudio, se presentan las siguientes recomendaciones y propuestas para mejorar la prevención de las infecciones del sitio quirúrgico (ISQ) en América. Estas estrategias combinan enfoques clínicos, educativos y tecnológicos que pueden ser adoptados tanto en hospitales públicos como privados.

La capacitación continua del personal sanitario se presenta como un eje central en la mejora de las prácticas preventivas. Es necesario implementar programas obligatorios que incluyan simulaciones prácticas, cursos en línea sobre manejo de antibióticos y evaluaciones periódicas para mantener las competencias actualizadas. A su vez, los sistemas de monitoreo digital pueden apoyar estas prácticas mediante registros automáticos que alerten sobre incumplimientos de protocolos, como retrasos en la administración de antibióticos profilácticos o errores en los procedimientos de esterilización.

El uso de tecnologías avanzadas también se ha identificado como una oportunidad crucial para la mejora en la prevención de ISQ. Dispositivos como apósitos antimicrobianos o sistemas de monitoreo remoto tienen el potencial de reducir significativamente las infecciones en poblaciones de alto riesgo, especialmente en zonas rurales donde el acceso a atención médica es limitado. Estas tecnologías deben complementarse con programas de educación dirigidos a pacientes y sus familias, lo cual fortalece su participación activa en la prevención de complicaciones postoperatorias.

En el ámbito organizacional, la creación de redes de colaboración entre hospitales permitirá el intercambio de recursos y conocimientos. Esto incluye el desarrollo de bases de datos compartidas sobre resistencia antimicrobiana y la realización de foros regionales para la discusión de mejores prácticas. A esto se suma la necesidad de promover investigaciones multicéntricas financiadas por gobiernos y organismos internacionales para evaluar nuevas intervenciones preventivas adaptadas a las necesidades locales.

La infraestructura hospitalaria también requiere atención prioritaria. Modernizar quirófanos con sistemas de filtración de aire avanzados y asegurar el acceso a equipos de esterilización de última generación son medidas esenciales para garantizar un entorno seguro. Además, se deben implementar incentivos financieros y certificaciones que motiven a los equipos de salud a mantener bajas tasas de ISQ, promoviendo una cultura de calidad y seguridad.

Por último, es imperativo monitorear y evaluar continuamente las estrategias implementadas. Esto puede lograrse a través del uso de indicadores estandarizados y auditorías internas regulares que permitan ajustar las intervenciones según los resultados obtenidos. Como propuesta integral, se sugiere el desarrollo de un modelo regional de prevención que combine todas estas estrategias, garantizando su aplicabilidad en los distintos contextos de América Latina.

Este modelo integrado no solo reduciría la incidencia de ISQ, sino que también contribuiría a mejorar la calidad de vida de los pacientes quirúrgicos y a optimizar los recursos de los sistemas de salud en toda la región.

Referencias

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