Riesgo de desarrollo de diabetes mellitus tipo 2 en estudiantes universitarios
Autora principal: Begoña Aranda Hernández
Vol. XV; nº 22; 1151
Risk of developyng of diabetes mellitus type 2 from university students
Fecha de recepción: 15/10/2020
Fecha de aceptación: 13/11/2020
Incluido en Revista Electrónica de PortalesMedicos.com Volumen XV. Número 22 – Segunda quincena de Noviembre de 2020 – Página inicial: Vol. XV; nº 22; 1151
Autora:
Begoña Aranda Hernández
Enfermera Interna Residente en el Centro de Salud de Alcañiz, Teruel, España
Resumen.
Objetivos: Identificar el riesgo que tienen los alumnos de la Universidad de Almería en padecer diabetes mellitus tipo 2 en los próximos diez años y analizar los hábitos de vida que tiene la población universitaria.
Método: Estudio cuantitativo descriptivo transversal, con una muestra de 400 personas que estudian en la Universidad de Almería. Para la recogida de datos, se utilizó el Cuestionario Findrisk y el análisis estadístico se realizó con el programa SPSS.
Resultados: Los resultados muestran que el 22,3% de la población presentaba un riesgo ligeramente elevado en desarrollar diabetes mellitus tipo 2, siendo más prevalente en el sexo femenino que en el masculino. Un 15% de la población tenía un índice de masa corporal mayor de 25, presentando un riesgo ligeramente elevado de desarrollar diabetes mellitus tipo 2. En cuanto al análisis de los hábitos de vida, se encontró que un 47% de la población no realizaba ningún tipo de actividad física y un 27,8% no consumía verduras a diario.
Conclusiones: Un cuarto de los participantes presentan riesgo de desarrollar diabetes mellitus tipo 2, siendo más predominante en el sexo femenino que en el sexo masculino. El riesgo de desarrollar diabetes mellitus tipo 2 está relacionado con el índice de masa corporal, consecuencia de los hábitos en la alimentación.
Palabras clave: Diabetes mellitus tipo 2, Findrisk, Factores de riesgo, Prevalencia.
Abstract.
Objective: Identify risk in type 2 diabetes mellitus from students of University of Almeria in the next ten years and analyze the lifestyle habits that the university population has.
Method: A transversal descriptive quantitative study with a sample of 400 people studying at the University of Almería. Findrisk Questionnaire was used for data collection and statistical analysis was performed using SPSS.
Results: The results show that 22,3% of the population had a slightly elevated risk of developing type 2 diabetes mellitus, being more prevalent in females than in males. 15% of the population had a higher rate of body mass of 25, presenting a slightly elevated risk of developing diabetes mellitus type 2. As for the analysis of lifestyle, it was found that 47% of the population did no physical activity and 27,8% did not consume vegetables daily.
Conclusions: A quarter of the participants at risk of developing type 2 diabetes mellitus, being more prevalent in females than in males. The risk of developing type 2 diabetes mellitus is related to body mass index, as a result of eating habits.
Keywords: diabetes Mellitus type 2, findrisk, risk factors, prevalence.
Introducción.
La diabetes mellitus tipo 2 (DM2) es definida como un “síndrome de inmunodeficiencia de insulina, íntimamente ligado a una variedad de factores hereditarios y ambientales, en el que los estilos de vida juegan un papel importante en el desarrollo de la misma”1,2. Pata autores como Alcaíno3 la DM2, “es una enfermedad crónica, de especial importancia, no sólo por constituir las primeras causas de morbimortalidad, sino por las diversas dificultades que encuentra el paciente diabético para llevar a cabo su tratamiento”.
La prevalencia de DM2 en España, por encima de los 75 años, es de un 33,4% para el sexo femenino y de un 30,7% para el sexo masculino, no conociéndose el diagnóstico en el 10% de los casos4. Respecto a la incidencia, se encuentra en un 8% en las mujeres y un 12% en los varones, estimándose que llegue a un 20% en personas mayores de 75 años5. Además, se calcula que unas 300 millones de personas en el mundo, tienen características que indican riesgo de sufrir diabetes en el futuro, siendo la primera causa de muerte en los países en vías de desarrollo6,7.
El aumento de las personas con DM2 se asocia con factores como la obesidad, el sobrepeso, la hipertensión8,9 y el sedentarismo10. Concretamente en España, los factores de riesgo más frecuentes son la obesidad con una prevalencia del 28% (unos diez millones de personas), la hipertensión arterial (47% de los varones y 39% de las mujeres), la dislipemia (43% de los varones y 40% de las mujeres), la inactividad física (12.1% de la población), el alcohol y el tabaco11.
En cuanto al grado de obesidad, se considera que tener un índice de masa corporal (IMC) mayor de 23 en las mujeres y de 25 en los varones, aumenta el riesgo de diabetes12. Sin embargo, en otras ocasiones, las personas con peso normal, también pueden presentar riesgo de padecer Diabetes mellitus tipo 2; esto ocurre cuando presentan factores de riesgo no modificables, como el sexo femenino y presencia de edad elevada y se acompañan de inactividad física, tabaquismo y la distribución de la grasa desfavorable4, 13.
Una de las investigaciones que han valorado el riesgo de desarrollo de diabetes en función del peso14, observó que la gran mayoría de los adultos jóvenes evaluado entre 20 a 45 años se situaban en un riesgo alto y un riesgo moderado de desarrollar DM2, y que más de la mitad de la muestra presentaba obesidad abdominal. Otros autores15, encontraron que el 80,2% de la población estudiada tenía sobrepeso y el 74,4% presentaba un riesgo moderado. En otro estudio, observaron que un alto porcentaje de la población analizada tenía un riesgo muy alto para desarrollar diabetes tipo 2 y que el 80% de los sujetos, no realizaban ninguna actividad física, ni consumían frutas, verduras o pan16. Un estudio reciente concluye que un tercio de la población tenía un riesgo alto para desarrollar diabetes mellitus tipo 2; la gran mayoría de los pacientes no realizaban ningún tipo de actividad física y que un tercio de la población tenía obesidad17.
Sobre la relación entre los hábitos de vida y el riesgo de desarrollar diabetes mellitus tipo 2, un estudio14, realizado con adultos jóvenes de edad comprendida entre 20 y 45 años, con historia familiar de la enfermedad y con valores en el cuestionario Findrisk de alto riesgo, han demostrado que las intervenciones preventivas de estilos de vida saludables y la implantación de tratamientos precoces puede prevenir o retardar la progresión de la diabetes.
Dada la importancia del tema, el presente estudio, que se sitúa en la misma línea de las investigaciones, pretende identificar el riesgo que tiene la población universitaria de la Universidad de Almería en padecer Diabetes Mellitus Tipo 2 en los próximos diez años y determinar los hábitos de vida de esta población.
Métodos.
Diseño.
Se trata de un estudio cuantitativo descriptivo transversal llevado a cabo en la universidad de Almería entre los meses de Diciembre de 2015 y Mayo de 2016.
Participantes
El estudio estuvo constituido por una muestra representativa de 400 personas que estudiaban en la Universidad de Almería. El 44,5 %(n=178) eran hombres y un 55,5%(n=222) mujeres. La edad media de la muestra fue de 22,54 años (DE=5.24), situándose los sujetos en el rango de edad entre 18 años y 64 años.
Los criterios de inclusión fueron no estar diagnosticado de diabetes mellitus, participar voluntariamente en la realización del cuestionario, pertenecer a una carrera de grado en la Universidad de Almería. Y, como criterios de exclusión se consideró no estar tomando fármacos antidiabéticos.
Los alumnos de la universidad fueron invitados a participar de forma voluntaria en el estudio y el candidato podía abandonar el estudio en cualquier momento, sin tener que expresar las razones de su decisión. La interacción con los participantes se realizó en el contexto del campus de la Universidad de Almería. Previamente a la realización del cuestionario, los participantes eran informados del objetivo de la investigación, se les informaba de la toma de datos y se obtenía su consentimiento firmado; el estudio fue realizado siguiendo los principios éticos de la declaración de Helsinki (2008).
Recogida de datos.
En la recogida de datos se ha utilizado la escala Findrisk, ya que ha demostrado su utilidad y ha sido el instrumento más ampliamente difundido y utilizado para este fin, a nivel internacional. Se trata de una escala autoadministrada que está compuesta por ocho preguntas con puntuaciones predeterminadas 18,19.
Además de las 8 pregunta (con sus respectivas puntuaciones) incluidas en la escala, se añadieron las variables: edad, sexo, si tenía o no tenia diabetes mellitus, la estatura y el peso.
Análisis de datos.
El análisis de datos, se realizó con el programa estadístico SPSS versión 23.0. En primer lugar se realizó un análisis descriptivo de las variables sociodemográficas (sexo, edad, peso, estatura, titulación, IMC). Por otro lado se hizo un análisis descriptivo, tanto a nivel general de la muestra como a nivel de hombres y mujeres, sobre el riesgo en DM2.
Para la comparación de variables cualitativa, se utilizó la prueba chi cuadrado. Se comprobó mediante la prueba de Kolmogorov-Smirnov que la muestra no presentaba una distribución normal, por lo que se emplearon pruebas no paramétricas. Se calculó la correlación entre variables cuantitativas a través del test de Spearman. Se consideró significativa una p<0,05.
Resultados.
Características sociodemográficas y estilo de vida.
Como se puede observar en la tabla 1, la edad media de la muestra (N=400) fue de 22,54 años (DE=5,24), situándose en el rango de edad entre 18 años y 64 años. Distribuidos por intervalos de tiempo, un 96,5% (n=386), eran participantes menores de 35 años, un 2% (n=8) presentaba una edad entre 35-44 años, un 1,3% (n=5) indicó una edad comprendida entre 45-54 años y tan solo una persona refirió tener más de 64 años (0,3 %).
El IMC medio de la muestra fue de un X=23,01 (DE: 3,53), encontrándose las puntuaciones del IMC entre 15,24 y 52,34. El IMC medio de las mujeres fue de X=22,18 (DE=3,67), el IMC mínimo fue 15,24, mientras que el IMC máximo fue de 52,34. El IMC medio de los hombres fue de X=24,04 (DE=3,05), siendo el IMC mínimo de 15,56, mientras que el IMC máximo fue de 33,06.
Un 5,8% (n=23) de los participantes presentaron bajo peso y la gran mayoría de los participantes, 71% (n=284), tuvo un peso normal. Sobrepeso presentaban, un 20,3% (n=81) de los participantes y un 3 % (n=81) obesidad.
Al comparar la edad y el IMC se encontró una correlación moderada positiva (rs=0,156; p=0,002).
En cuanto a la relación del peso con la variable sexo (tabla 2), los datos indican que un 2,2% de los hombres (n=4) tenían bajo peso, el 66,3 %(n=118) estaba en un peso normal; sin embargo un 27 %(n=48) mostraba sobrepeso y un 4,5 %(n=8) tenía obesidad. En cuanto a las mujeres, un 8,6% (n=19) tenía bajo peso, el 29,5 %(n=166) estaba en un peso normal, un 14,9% (n=99) mostraron sobrepeso y un 1,8 % (n=4) tenía obesidad.
Se encontraron diferencias estadísticamente significativas en la relación del sexo y el IMC (X2(3)= 17,377; p=0,01).
Variables del cuestionario.
Con respecto a la pregunta “¿Ha habido un diagnóstico de diabetes en, por lo menos, un miembro de su familia?”, un 57,3% (n=229) manifestó no tener familiares con diabetes, sin embargo un 34,5% (n=138) comentó que sus parientes (abuelos, tíos y primos) presentaban la enfermedad. Por otro lado, un 8,3% (n=33) de la muestra manifestó que su familia directa (padres, hijos, hermanos) padecían diabetes.
En cuanto a la cuestión: “¿Tiene actividad física por lo menos 30 minutos diarios?”, sólo un 53% (n=212) de los participantes reveló que si realizaba 30 minutos diarios de actividad física, en cambio un 47% (n=188) verbalizó no realizar ejercicio a diario. A esta pregunta un 68 % de los hombres (n=121) informó que si realizaban ejercicio físico, y el 32% (n=57) no ejecutaba ningún tipo de actividad física. Un 41% (n=91) de mujeres señaló que si efectuaba ejercicio físico, por el contrario, el 59% (n=131) no realizaba ningún tipo de actividad física. Considerando la frecuencia de comer fruta, verduras o pan, un 72,3% (n=289) de la muestra declaró que comía frutas, verduras o pan a diario, sin embargo un 27,8% (n=111) indicó lo contrario.
Un 72,3% (n=289) de la muestra declaró que comía frutas, verduras o pan a diario, sin embargo un 27,8% (n=111) indicó lo contrario.
Un 96,5% (n=386) nunca había tenido un nivel muy alto de glucosa en sangre en un control médico, sin embargo a un 3,5% (n=14) si le habían detectado un nivel muy alto de glucosa en un control médico. No se encontraron diferencias estadísticamente significativas entre la relación del sexo y la detección de un cifra elevada de glucosa en sangre en un control médico (X2(1)= 0,016; p=0,9).
Riesgo de desarrollar diabetes mellitus
En cuanto al riesgo de desarrollar diabetes mellitus tipo 2, la muestra presentó un riesgo bajo, con una media de 1,27 y la desviación estándar de 0,50. Un 75,5% (n=202) reflejó un riesgo bajo, mientras que un 22,3% (n=89) mostró tener un riesgo ligeramente elevado, sin embargo un 2% (n=8) tenía un riesgo moderado, un 0,3 % (n=1) tenía un riesgo alto y ningún participante presentó un riesgo muy alto (Ver tabla 3).
El valor medio para el riesgo de desarrollo de diabetes mellitus tipo 2 en las mujeres fue de 1,31 (DE=0,54). Un 73% (n=162) reflejó un riesgo bajo, mientras que un 23,9% (n=53) mostró tener un riesgo ligeramente elevado. Un 2,7% (n=6) tenía un riesgo moderado y un 0,5 %(n=1) presentaba un riesgo alto. Sin embargo, valor medio para el riesgo en desarrollar diabetes tipo 2 en los hombres fue de 1,11 (DE=0,44). Un 78,7% (n=140) reflejó un riesgo bajo, mientras que un 20,2% (n=36) mostró tener un riesgo ligeramente elevado. Por último, un 1,1% (n=2) tenía un riesgo moderado.
Clasificando el riesgo en bajo, ligeramente elevado, moderado, alto y muy alto, se encontraron los siguientes resultados en función del sexo. Con respecto a los hombres, un 78,7% (n=140) presentaba un riesgo bajo, el 20,2% (n=36) mostró un riesgo ligeramente elevado, un 1,1% (n=2) tuvo un riesgo moderado y no había nadie que presentara un riesgo alto y muy alto en desarrollar diabetes mellitus tipo 2. Por otro lado, en cuanto a las mujeres, un 73% (n=162) mostró un riesgo bajo, el 23,9% (n=53) se le detectó un riesgo ligeramente elevado, un 2,7% (n=6) tenía un riesgo moderado y un 0,5% (n=1) presentaba un riesgo alto. (Ver tabla 4). Ninguna mujer presentó un riesgo muy alto.
No se encontraron diferencias estadísticamente significativas entre el sexo y el riesgo de desarrollar DM2 (X2(3)= 3,047; p=0,384). Tampoco se encontraron diferencias estadísticamente significativas entre la edad y el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 (rs=0,035; p=0,488). Sin embargo, se encontraron diferencias estadísticamente significativas entre IMC y riesgo de desarrollar diabetes mellitus tipo 2 (X2(6)= 98,908; p=0,0).
Discusión.
El propósito de este trabajo fue conocer el riesgo que tiene la población universitaria en desarrollar diabetes mellitus tipo 2 en los próximos diez años, mediante el análisis de los hábitos de vida que se recogen en la escala Findrisk.
Los resultados sobre el IMC de la población estudiada, difieren con respecto a los publicados por Saucedo-Molina,Villalon, Zaragoza-Cortes, León, Calderón 20. Los autores encontraron un 41% de sobrepeso y un 33% de obesidad en su investigación. Datos similares fueron hallados por Naranjo, et al.15, donde el 51,2% de la poblacion tenía sobrepeso y un 29% presentaban obesidad. Sin embargo, en el presente estudio un 71% de las personas encuestadas tenían un peso normal y un 20,3% mostraban sobrepeso.
En cuanto a los factores de riesgo, atendiendo a los antecedentes familiares de diabetes mellitus, Aldana14 se encontró que un 60% de la muestra tenía parientes con diabetes y un 40 % presentaba familiares directos con diabetes. Por el contrario, en el actual estudio más de la mitad de los sujetos, (57,3 %) de la muestra, no tenían familiares con diabetes. Además, se encontraron diferencias estadísticamente significativas, entre el sexo y antecedentes familiares de diabetes mellitus, siendo las mujeres las que tienen más familiares con diabetes que en los hombres.
Considerando la actividad física, los resultados son similares los encontrados por Cortés, Enciso, Reyes 21, donde aproximadamente la mitad de participantes no realizaba ningún tipo de actividad física. Y, diferentes a estudios como el de Araujo18, en el que se observó que el 72,2% de los encuestados si realizaba actividad física diariamente y sólo un 27,8% no realizaban ninguna. Considerando el sexo, se encontraron diferencias estadísticamente significativas entre el sexo y la realización ejercicio físico con datos diferentes a los observados en el estudio de Escolar10, en el que no había diferencias entre la realización de actividad física y el sexo.
Teniendo en cuenta el consumo de frutas, verduras o pan a diario, un alto porcentaje de los encuestados manifestó comer frutas, verduras o pan a diario, porcentaje similar al obtenido por Araujo18 y Cortés et al.21, y se sitúa en la línea de las recomendaciones de la OMS cuando dice que una buena alimentación, puede retrasar o prevenir la aparición de la diabetes22. Sin embargo estos resultados son totalmente inversos a los de Aldana14, en el que el 80% de su población no comía ningún tipo de verduras.
En cuanto a los resultados de la relación estatura peso, más de la mitad de la muestra presentaba un IMC menor de 25, sin embargo más de un cuarto de la población mostraba un IMC comprendido entre 25-30, siendo mayor en el sexo femenino que en el masculino. Estos resultados difieren con respecto a otros estudios, como el de Aldana14 y Araujo18, en el que el 57,5% y el 39% de los participantes, respectivamente, presentaban un IMC mayor de 25. Estos resultados respaldan los datos obtenidos en otros estudios los cuales establecen que tener un IMC por debajo de 25 reduce el riesgo de desarrollar diabetes mellitus tipo 223. Con respecto al sexo, se encontraron diferencias estadísticamente significativas entre el sexo y la relación estatura/peso, en el que los varones presentan un IMC mayor que las mujeres.
Considerando el riesgo desarrollar diabetes mellitus tipo 2, se encontró que un 78,7% de la población presentaba un riesgo bajo en desarrollar esta enfermedad, mientras que un 22,3% mostraba un riesgo ligeramente elevado en desarrollarla. Estos resultados coinciden con los establecidos por Cortés et al21, los cuales observaron que un alto porcentaje de la población presentaba un bajo riesgo y un pequeño porcentaje presentaba un riesgo ligeramente elevado. Por el contrario, estudios como los de Aldana14, Naranjo et al15 y Salinero-Fort et al.16, hallaron porcentajes elevados de riesgo moderado y alto de desarrollar diabetes mellitus tipo 2.
Por último, en el estudio actual se encontraron diferencias estadísticamente significativas entre el riesgo de desarrollar diabetes mellitus tipo 2 y el sexo. Esto se confirma en otros estudios, como el de Salinero-Fort et al.16, Bayındır et al.17 y Brito-Núñez, Brito-Núñez, Ruiz-Rendón24, en los que se encuentra que los resultados de desarrollar diabetes mellitus tipo 2 son mayores en mujeres que en hombres. En contraposición, Fornos et al19, reflejaron que la media de puntuación del test Findrisk fue menor en mujeres (7,8) que en hombres (8,7).
Los resultados expuestos en el presente trabajo deben considerarse teniendo en cuenta una serie de limitaciones. En primer lugar, se podrían haber utilizado medidas objetivas para controlar los datos del cuestionario, por ejemplo, comprobar realmente el IMC de la población o medir manualmente el perímetro de la cintura tanto para hombres como para mujeres. También se debería de haber considerado si los sujetos de estudio presentan otras enfermedades, que puedan influir en el riesgo de desarrollo de diabetes mellitus tipo 2. Por último, existen pocos trabajos sobre el tema en población universitaria lo que ha dificultado la comparación de los resultados actuales con otras investigaciones.
Los resultados obtenidos en el presente estudio permiten observar de manera global el riesgo que tiene la población universitaria de la Universidad de Almería en desarrollar diabetes mellitus tipo 2, así como ver los hábitos de vida de dicha población. Se encontró, que un cuarto de los participantes manifestaba algún tipo de riesgo de desarrollar diabetes mellitus tipo 2, siendo el sexo femenino, el que mayor riesgo tiene de presentar esta enfermedad. Además, a medida que el IMC aumenta, la población presenta más riesgo de desarrollar diabetes mellitus tipo 2.
En lo referente a los hábitos de vida de la población universitaria, encontramos que más de un tercio de la población no realiza ningún tipo de actividad física, y más de un cuarto de la población no consumía verduras diariamente. Y, que más de un cuarto de la población presenta sobrepeso.
Conflicto de intereses.
Los autores han declarado no tener conflictos de intereses.
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