Síndrome de Burnout en profesionales de Enfermería

Resumen:

Los profesionales de Enfermería son especialmente vulnerables a sufrir el síndrome de burnout o del quemado, debido a la relación tan estrecha que se establece con los pacientes y las demandas físicas y emocionales a las que a menudo son sometidos.

Autores:

Rodríguez Valiente, Sonia. Diplomada en Enfermería.
Jara Valiño, Francisco Javier: Diplomado en Enfermería.
Romero Barranco, María: Diplomada en Enfermería.

Palabras clave: Agotamiento profesional, Burnout, Estrés, despersonalización.

Introducción:

El síndrome de burnout o también conocido como el síndrome de quemarse en el trabajo, se trata de una afección emocional que sucede en el ámbito laboral y está muy relacionado con los niveles de estrés y el estilo de vida. El mencionado estrés que aparece en este contexto implica la aparición de problemas conductuales, de salud y psicológicos. Esto es un tema de gran importancia ya que afecta no sólo a los trabajadores sino a la calidad y el trato que se proporciona a los pacientes.

Causas:

Dentro de los posibles desencadenantes en el campo sanitario, debemos destacar algunos estresores específicos:

Sobrecarga laboral: Proporción alta de enfermos a los que atender.
Sentirse frustrados ante enfermos que no se pueden curar.
Continuo contacto con situaciones de sufrimiento, muerte o dolor.
En ciertas ocasiones, poco valor social de la profesión.
Falta de apoyo por parte de las instituciones.
Pérdida de control sobre tu propia actividad profesional.

Además de los ya mencionados, se deben tener en cuenta las variables personales (características de cada individuo; edad; tiempo trabajado en mismo servicio; experiencias personales; rasgos de la personalidad).

Características:

Entre las formas en las que se manifiesta este síndrome, algunas de ellas:

Agotamiento emocional, el profesional tiene la sensación de no poder dar más de sí mismo dentro del plano afectivo. Pueden aparecer derivados de este estado, cefaleas, hipertensión, dolor de espalda… como reflejo físico de un estado psicológico.
Falta de realización personal en el trabajo, el trabajador evalúa negativamente su proceder en el trabajo, no está satisfecho con su actuación.
Despersonalización, los pacientes son llevados a una deshumanización por parte del profesional, que pasa a desarrollar unas emociones de cinismo, desgana, poca empatía. Dejan de valorar los cuidados proporcionados, y dejan a ver al enfermo como una persona necesitada de ellos.

Etapas del Burnout:

Hasta llegar a desarrollar el síndrome, el profesional pasa por una serie de etapas:

Entusiasmo: Cuando se inicia el ejercicio del profesional, se idealiza el trabajo. Puede existir una excesiva empatía con el enfermo, dando lugar a un gasto de energía ineficaz e incluso excesivo.
Estancamiento: Existe una toma de conciencia con la realidad, y hay un progresivo desequilibrio entre los cuidados ofrecidos y la recompensa recibida.
Frustración: En este punto puede considerarse la primera muestra del síndrome de Burnout. Es un periodo de desilusión, de poca motivación laboral. Empiezan a aparecer los problemas emocionales, físicos y conductuales.
Apatía: En este momento aparece una resignación, y una sensación por parte del trabajador de no poder cambiar las cosas.
Etapa de Burnout: Estaría establecido el síndrome, existiría una imposibilidad física para llevar a cabo su trabajo, además de la sintomatología antes nombrada: agotamiento emocional, despersonalización y escasa realización personal en el trabajo.

Prevención:

Se han desarrollado numerosas actividades para el control y reducción, mejorando la calidad de vida en el trabajo. La primera medida que se debe llevar a cabo es por parte de la empresa, interesándose en evaluar las situaciones que generan estrés y ansiedad para el trabajador y tomando las medidas necesarias para reducirlo.

Las estrategias a plantear pueden dividirse en tres apartados:

Estrategias individuales, se destacan numerosas técnicas, como relajación, entrenamiento de la asertividad, hacer descansos durante el trabajo, fomentar actividades y técnicas de autocontrol… Se debe aprender a reconocer tanto los síntomas de estrés, como los desencadenantes de dicho estrés.
Estrategias grupales, fomentando por parte de los compañeros el apoyo social, de esta manera se conseguiría apoyo emocional, se adquieren nuevas habilidades, y se obtiene un refuerzo social.
Estrategias organizacionales, en este punto se puede incrementar la autonomía en el trabajo; planificar un horario más flexible por parte del trabajador, se podría dar oportunidades para la elección de los turnos, limitar el número de horas de trabajo y el número de pacientes a atender, realizar una asignación de tareas al grupo, dando retroalimentación positiva de su ejecución.

Bibliografía:

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