- Grado de resiliencia
- Antecedente de duelos patológicos
- Disfunciones familiares, separación de hijos pequeños o de padres ancianos o enfermos
- Nivel cultural
- La incidencia de trastornos mentales clínicamente evidentes es mayor entre las muyeres que entre los hombres emigrantes, incluso en el caso de la llamada “esposa del emigrante”. Este predominio de mujeres sería incluso mayor al esperado por la distribución de la patología mental según sexo.
- Las consecuencias de la migración son diferentes según la edad en la que ésta se realice. En el caso de los niños, las consecuencias de la emigración dependerán de la acogida socio-cultural en el nuevo medio y, sobre todo, del periodo de asentamiento y adaptación, teniendo muy presente cómo soportan los padres las dificultades que se van presentando. En la emigración de adolescentes los efectos de la emigración dependerán de sus experiencias vitales anteriores y, por lo tanto, del grado de integración de su personalidad. Si se trata de un adolescente inmaduro, la migración puede suponer un desencadenante de manifestaciones psicopatológicas que se expresarán bien a nivel relacional o incluso a nivel social con conductas desadaptadas. La emigración en la tercera edad ha de ser considerada como un factor de riesgo importante. Las capacidades de adaptación tanto a nivel biológico como a nivel psicológico han disminuido a estas edades, y como consecuencia de ello el proceso de migración presupondrá un alto riesgo de descompensación psicológica.
PATOLOGÍA PSIQUIÁTRICA EN LOS EMIGRANTES
Síndrome de distrés psicológico
Diversas reacciones psicológicas aparecen durante el periodo de adaptación a los acontecimientos estresantes. Estas son expresadas mediante una gran variedad de síntomas psicológicos como ansiedad, depresión, obsesiones, hostilidad, etc.
Estas respuestas al estrés no específicas pueden cambiar en intensidad y tipo, yendo de leves e infrecuentes a síntomas severos y refractarios que llegan a trastornos funcionales. Muchas veces el grado en que los síntomas son expresados es insuficiente para el diagnóstico de un trastorno específico, por lo que son diagnosticados como Síndrome de distrés psicológico (ICD 10 F43: Reacciones a estrés grave y trastornos de adaptación)
Trastornos depresivos
A diferencia del distrés adaptativo, el grupo de trastornos afectivos muestra una estrecha relación con historia personal previa de consulta por problemas psicológicos en servicios especializados, antecedentes personales de episodios depresivos mayores, historia familiar de suicidio, psicosis, trastornos de personalidad o neurosis, y no tanto con desencadenantes estresores externos.
Síntomas físicos
En ciertas culturas, la enfermedad mental supone un gran estigma, y las enfermedades psíquicas son enmascaradas como enfermedades médicas, siendo sistemáticamente descalificado el origen psicológico de las mismas. Frecuentemente los pacientes no son capaces de percibir el distrés emocional, prefiriendo centrarse en los síntomas somáticos.
Síndrome de Ulises
El síndrome del inmigrante con estrés crónico y múltiple, o también el denominado Síndrome de Ulises (Achotegui, 2002) (5), hace referencia a las innumerables dificultades y peligros lejos de su familia que tuvo que afrontar el héroe de la mitología griega. Las características del estrés que lo desencadena incluyen:
- Estrés crónico durante más de tres meses.
- Estresores múltiples: de tipo familiar, relacionado con posición social. Con la integridad física, etc.
- Estrés de gran intensidad.
La sintomatología va a ser polimorfa, con síntomas que podrán ser de cuatro áreas: depresivas, ansiosa, somatomorfa y disociativa.
- Área depresiva: síntomas de tristeza y llanto, que en muchas ocasiones no se acompañan de pérdida de interés por seguir haciendo las cosas ni de sentimientos de culpa.
- Área de ansiedad: angustia, preocupaciones recurrentes, irritabilidad, insomnio, etc.
- Área somatomorfa: cefaleas, fatiga, dolores articulares, etc.
- Área disociativa: despersonalización, desrealización, pérdida de memoria, etc.
En ocasiones a dicha sintomatología se le da una interpretación relacionada con la propia cultura, por lo que se puede atribuir a mal de ojo, brujería, etc.
Trastornos psicóticos
Durante más de 50 años se han observado que los grupos inmigrantes en muchos países sufren de tasas más altas de esquizofrenia y psicosis que las poblaciones nativas. Esta tasa superior se observa sobre todo entre los afrocaribeños en el Reino Unido (6), pero también se observa entre los marroquíes, surinameses y caribeños en los Países Bajos (7,8). En el metaanálisis de Cantor-Graae (9) del año 2005, se estima un riesgo relativo de esquizofrenia en primera y segunda generación de emigrantes de 2,9 respecto a la población general.
Teniendo en cuenta la supuesta constancia de la esquizofrenia en las diferentes culturas,, es importante cuestionarse los datos para explicar esta mayor tasa de psicosis, que se ha relacionado con un diagnóstico erróneo de psicosis entre grupos emigrantes, diferencias en el acceso a la atención, abuso de sustancias, tasas más altas de complicaciones obstétricas, y errores metodológicos en los estudios epidemiológicos.
ABORDAJE DIAGNOSTICO Y TERAPÉUTICO EN EL EMIGRANTE
La atención de la población emigrante va a verse condicionada porque en muchas ocasiones no tienen la continuidad en la utilización de los recursos de la red, recurriendo más a los servicios de urgencia, con actuaciones puntuales y con poca adherencia a los tratamientos ambulatorios. Dificultades idiomáticas y de comprensión cultural en ambas direcciones.
De todas formas y aunque la cultura puede influir en la presentación de los síntomas, no se debe sobreculturalizar. La migración no es sinónimo de enfermedad, y la forma de evaluar el caso sería a través de una formulación cultural, tal como propone el apéndice J del DSM-IV, que recomienda tener en cuenta:
- La identidad cultural del paciente
- El modelo de comprensión de los síntomas
- El tipo de relación con el clínico
- El impacto de la cultura sobre el manejo del caso
- El grado de aculturación existente
En las entrevistas con población emigrante se aconseja