TDAH y trastornos alimentarios
El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) es en la actualidad un problema de mucha repercusión en la etapa escolar. Junto a dicho trastorno existe gran comorbilidad, como los trastornos de la conducta alimentaria.
Autores
María del Rocío Rubio Gómez. Graduada en Enfermería.
Alexa Rojas Álvarez. Graduada en Enfermería.
Belén María Rufián Martínez. Graduada en Enfermería.
Resumen
Los objetivos de este trabajo son conocer en qué consiste el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) y averiguar si existe una relación entre padecer este trastorno y sufrir un trastorno alimentario, para ello se ha realizado una búsqueda bibliográfica de los últimos siete años en las principales bases de datos de ciencias de la salud.
Palabras clave: TDAH, comorbilidad, bulimia, anorexia.
Introducción
Cronológicamente el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) ha sido señalado por diversas polémicas. Una de éstas apuntaba si era posible un TDAH sin hiperactividad o desatención. En 1980 fue definido el subtipo de Trastorno por déficit de Atención sin hiperactividad y en la última y quinta versión del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-V en inglés) aparecen definidos los tres posibles subtipos de Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH): con predominio de inatención, con predominio de impulsividad o combinado.
El TDAH es hoy en día un problema de salud mental con gran alcance tanto en niños como en adultos. En la etapa infantil es la alteración neuroconductual más estudiada, existiendo una prevalencia entre el 5- 10%. La población en edad escolar ha sufrido en los últimos tiempos un sobrediagnóstico, aumentando en nueve años las consultas por problemas de hiperactividad de un 1.2% hasta un 13.6%. Por el contrario, en el caso de adultos, quienes persisten con el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) en un 60 % de los casos, se inclina hacia un infradiagnóstico.
La Asociación Americana de Psicología califica al TDAH como un trastorno del desarrollo, en el cual se observan indicadores de la conducta alterados, existiendo con ello una comorbilidad. Tanto la impulsividad como la inatención pueden jugar un papel crucial en los trastornos de la conducta alimentaria.
Palabras clave: TDAH, comorbilidad, bulimia, anorexia.
Objetivo
Principal:
- Conocer en qué consiste el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH).
Secundario
- Evaluar si existe una correlación entre el TDAH y los trastornos alimentarios.
Metodología
Se realizó una búsqueda bibliográfica en las bases de datos más relevantes en ciencias de la salud: Medline, Pubmed, Cochrane, y Web Of Science. Las palabras claves empleadas han sido: TDAH, comorbilidad, bulimia y anorexia, combinándolos con el operador booleano AND.
Se consultaron un total de 15 artículos, tanto en español como en inglés, de los cuáles se seleccionaron ocho. Comprendidos entre el periodo 2006- 2017.
Resultados
Definición
El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) es un cuadro clínico habitual en la etapa infantil. Se caracteriza por conductas de hiperactividad, impulsividad e inatención, además está relacionado con problemas académicos y sociales, existiendo evidencia científica que indica también una asociación con morbilidad y un funcionamiento deficiente en la edad madura.
Etiología y prevalencia
El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) es un desorden con etiología diversa, muy frecuente en niños. Existen diversos factores causales donde interaccionan las características del niño con factores psicosociales que determinan mayor vulnerabilidad a sufrir este trastorno. Entre las variables ambientales destacan la prematuridad, estrés familiar, lesión cerebral traumática y madre fumadora durante la gestación, entre otros.
En cuanto a la heredabilidad para el TDAH, estudios afirman que se encuentra por encima del 0.70%. Cabe señalar que el riesgo relativo que existe para los gemelos homocigóticos es entre 12-16, bajando esta cifra hasta 5-8 en caso de familiares de primer grado y descendiendo en familiares de segundo grado hasta un 2 de riesgo relativo. Los principales protagonistas implicados en la causa del Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) son aquellos genes que regulan la noradrenalina y dopamina, ya que se ha visto la respuesta positiva del TDAH frente a tratamientos con estimulantes.
Varias investigaciones también apuntan al campo de los neuroquímicos causantes del trastorno, con un principio que gira alrededor de los efectos positivos que los estimulantes tienen en el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH).
Su manifestación suele comenzar antes de los doce años, estableciéndose el diagnóstico una vez que el niño comienza la escuela primaria donde se requieren unas normas de comportamiento más determinadas.
El predominio de hombres sobre mujeres es mayor, llegando a una relación de 3.88/1.
Diagnóstico
Está basado en una historia clínica personal, rigurosa y específica con una observación directa de padres, maestros y profesionales. Para realizar un diagnóstico según el DSM el niño debe reunir los cinco criterios diagnósticos citados a continuación:
- Presencia de seis síntomas de inatención o seis síntomas de hiperactividad o impulsividad.
- Un criterio de edad, debe existir presencia de ciertos síntomas con su respectivo deterioro antes de los siete años.
- Presencia de un deterioro funcional al menos en dos ambientes distintos.
- Clara evidencia de deterioro social y/o académico- profesional.
- Un diagnóstico diferencial con otros problemas médicos y psiquiátricos.
Tratamiento
Existen dos vertientes acerca del tratamiento farmacológico con y sin estimulantes. Por una parte, hay diversos estudios que confirman la eficacia de los estimulantes para el tratamiento del Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH), sin embargo, también existen muchos datos acerca de la capacidad de fármacos no estimulantes como el bupropión y los antidepresivos tricíclicos.
En España el único estimulante indicado para tratar el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) es el Metilfenidato. Su presentación son comprimidos de 10mg (Rubifén). En los EEUU también existen presentaciones de 5 y 20 mg, y de liberación prolongada de 20 mg.
Investigaciones afirman que un tratamiento farmacológico meticuloso y homogéneo se relaciona con menores síntomas de TDAH que en aquellos tratamientos exclusivos con terapia psicosocial. Es cierto, que si se combina un tratamiento farmacológico con terapia psicosocial no existen beneficios adicionales que si sólo se trata farmacológicamente, pero si progresan otros síntomas no propios del TDAH: habilidades lectoras y comportamientos negativistas, entre otros.
TDAH y su asociación en los trastornos de la conducta alimentaria.
Existe gran comorbilidad en el TDAH, con porcentajes en niños alrededor del 51% y en adultos de hasta el 77%.
Si se observa la comorbilidad relacionada con los trastornos alimentarios, existe una probabilidad de sufrirlo hasta 12 veces más en personas que sufren de Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH), destacando el sexo femenino.
La OMS estima que un 6% de personas diagnosticadas con TDAH tendrán un episodio en su vida de bulimia nerviosa, y que un 15% de personas diagnosticadas de bulimia nerviosa sufrirán una historia de TDAH.
Investigaciones apuntan diversa comorbilidad psiquiátrica alrededor del TDAH, como ansiedad, depresión y anorexia nerviosa.
Las tres características claves del Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) están presentes en personas con trastornos de la conducta alimentaria, así en el subtipo de TDAH con impulsividad es muy común los atracones y las purgas, utilizando la comida como una vía de escape, o incluso problemas derivados por consumo de drogas en la edad adulta. En el subtipo de inatención se puede observar mayoritariamente trastornos de la conducta alimentaria relacionados con la anorexia nerviosa, y en el subtipo de hiperactividad es común encontrar personas que realizan ejercicio excesivo típico de la anorexia nerviosa.
La impulsividad junto con la inatención y la hiperactividad son tres pilares claves que demuestran el caótico vínculo de las personas con Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) y la comida. Los individuos que sufren TDAH suelen ser más desorganizados y despistados, esto conlleva unos horarios en la comida irregulares.
Como se ha citado anteriormente, la prevalencia del Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) a nivel mundial es entre el 5-10%, sin embargo, esta cifra asciende hasta un 27.4% en caso de población obesa.
Para concluir, se destacan dos hipótesis que relacionan el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) con los trastornos alimentarios:
- La impulsividad e inatención en el TDAH puede conducir a comer de forma impulsiva y desregulada, debido a una mala planificación y a un mal autocontrol, lo que conlleva a consumir una excesiva cantidad de calorías.
- La relación entre el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) y la bulimia nerviosa se puede explicar por un déficit de dopamina. Los psicoestimulantes, que aumentan la dopamina disponible en el cerebro, sirven para mejorar tanto el TDAH como los síntomas de la bulimia.
Una de las grandes metas que el colectivo sanitario se propone resolver es ahondar en el estudio de las comorbilidades asociadas a este trastorno en los próximos años.
Referencias
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