de vida normal.
Está otro hecho que me llama a reflexión, según Feo García G (26), tanto en la naturaleza como en la vida cotidiana, existen polaridades o sea, la presencia de dos puntos opuestos llamados polos. La experiencia humana contiene ilimitadas categorías polares, como por ejemplo; la paz y la guerra, lo blanco y lo negro, la salud y la enfermedad y que son alternantes, como el día y la noche, el pie derecho con el izquierdo, la bondad con la maldad y así sucesivamente encontramos en cada persona tantas polaridades como su experiencias y vivencias le han permitido tener. Cada individuo, además, le asigna a sus polos una categoría emocional, de acuerdo a su relación con el medio ambiente desde su niñez. De tal manera que a veces nos identificamos y aceptamos sólo un polo y nos resistimos a aceptar o rechazamos el opuesto. Si me identifico con la bondad, me acepto como bondadoso y no me gusta ser malvado y rechazo a todo el que sea de esa manera. Para el mencionado autor (26), usted y yo poseemos los rasgos o características contrarias de aquellos que nos identifican; puede ser que los ignoremos o neguemos, pero están allí, latentes; ocurriendo un estado de desequilibrio, o sea vivimos con un solo plato de la balanza.
Por otra parte, cuando se esconde un polo, la identificación excluyente del otro, crea una conducta inauténtica e inefectiva, como si usará la mitad de sus recursos y para alcanzar el equilibrio debemos concientizarnos y asumir la presencia de todos los polos para lograr una mayor integridad de nuestra personalidad. Entonces si los sujetos de estudio no reconocen la presencia de su conducta de abuso sexual a niños (noesis), negando ser abusadores, esa característica o rasgo permanecerá latente en sus conciencias (noema), buscando emerger en cualquier momento, cometiendo de nuevo la noesis de abuso sexual al mismo o a otro niño, haciéndose necesario entonces la intervención psicoterapéutica o tratamiento adecuado para evitar que abuse de nuevo.
Al referirnos a la unidad de la conciencia (38), la reciprocidad entre noema y noesis, dicho de otra manera, la correlación entre ambos, que se da en la intuición de la vivencia y que se ha llamado correlato noemático, observamos como los abusadores sexuales de la investigación tienen un contenido de conciencia religioso (Trinidad Divina, La Palabra y el Mensaje), formando sus noemas espirituales, en lo que podríamos llamar bíblicamente adecuados, merecedores de nuestra consideración y respeto (elementos de base para la consejería cristiana); pero que no se corresponden en la cotidianidad a lo expresado en sus acciones (noesis o Vida Cristiana), como el hecho de no ser practicantes activos religiosos o la expresión noética de haber abusado sexualmente a 3 niñas, un niño y una adolescente; esta incongruencia se hace más notoria cuando exploramos sus noemas espirituales. Concluyendo que existe una inconsistencia en el correlato noemático vida cristiana – abuso sexual.
III. CONCLUSIÓN REFLEXIÓN:
Quiero expresar mi gratitud, primero a Dios y luego a la Universidad Apostólica Rhema al permitirme realizar la presente Disertación Doctoral sobre el Noema Religioso del Abusador Infantil en el contexto de la Consejería Cristiana.
Dios nos dio su espíritu Santo para que nos guiara a la verdad. El abuso sexual en niñas, niños y adolescente ha penetrado todas las esferas de nuestra sociedad y la iglesia del Señor, lamentablemente, no escapa a este terrible mal. Una vez más el enemigo se ha ensañado con algo tan precioso y estimado para el Señor Jesucristo como son los niños.
La tolerancia de muchos Pastores y líderes cristianos ha ido muy lejos, sobre todo en este pecado; pero ya es hora de despertar y enfrentarlo. Unos de los Ministerios que la iglesia tiene es el de Consejería, auxiliar de los Pastores y si se preparan, guiados por el Espíritu Santo, tendrán la victoria, creo firmemente, que es la iglesia, el remanente moral de la humanidad, que sacará a la luz el abuso sexual y a los abusadores.
Aunque se están atendiendo a las víctimas de abuso sexual y no tengo duda del esfuerzo y el trabajo que los líderes han hecho, quiero llamar la atención, por el interés del presente estudio, que se hace necesario enfocar un gran avivamiento en el abordaje de los abusadores sexuales, tanto curativo como preventivo.
Los abusadores son personas hechas a la imagen de Dios, pueden ser familiares nuestros, amigos, conocidos y hermanos en la fe. Por ellos también murió el Señor y a ellos hay que hacer llegar el mensaje de salvación. No es la pena de muerte, ni la cárcel la solución al problema del abuso sexual, es el poder de Cristo que va a romper esas cadenas de una vez y para siempre.
Mi consideración particular es que se trata de enfermos psicosociales y espirituales, con un noema religioso en desarmonía con el correlato noemático de una vida cristiana y es la sanidad interior, orientada por el Espíritu Santo y la sangre de Cristo, que usará instrumento como la Consejería Cristiana, Pastores, Líderes y Ministerios de Orientación y Consejería, que devolverá esas ovejas heridas mental y espiritualmente, sanas al redil del Gran Pastor Jesucristo.
Si patrocinamos la aceptación del pecador tal como es, para el presente caso, un abusador sexual y los viéramos como lo ve Dios, sabrían ellos y cualquier persona en pecado, que no tienen que esconderse bajo el antifaz de una pureza fingida por que no van a ser rechazados por lo que en verdad son.
Opino como Stamateas B. (49), que no condenó a los que vivían una sexualidad «desviada», los llamó para ayudarlos y decirles que aún hay esperanzas de ser nuevas personas. Orientó a los perdidos, dio paz a los afligidos, sanó a los enfermos y resucitó para dar vida en abundancia. Condenó la hipocresía, el legalisrno, el ascetismo, la injusticia. No dijo nada directamente sobre la sexualidad pero sí dijo sobre el amor como fundamento de la vida, ya que lo más importante de todo es «amar a Dios y al prójimo como a uno mismo».
¡Gloria a su nombre!
ANEXOS
CONSENTIMIENTO INFORMADO
Yo, ________________________ titular de la Cédula de Identidad Nº ____________________, mayor de edad, expreso a través de este medio mi voluntad de