tiempo de padecer sintomatología y el estadio radiográfico de la degeneración carpometacarpiana del pulgar, medido según Dell, 24 pacientes refirieron presentar síntomas de más de 13 meses de evolución, de ellos solo uno ubicado en el estadio II de cambios visualizados por radiografías, el resto presentaban imágenes en los estadios más avanzados de artrosis; algo similar encontró Borras, con 73,7% de los casos clasificados como estadio III (19). Kochevar encontró que sus pacientes presentaban síntomas desde un periodo anterior a la operación entre cuatro meses y 10 años (20); Kokkalis reporto una media de padecer sintomatología de 31 meses, con un rango entre 14 y 82 (4).
La mano más frecuente afectada entre nuestros casos fue la derecha con el 73,33%, superior a lo reportado por Borrás de 50,9% y distinto a lo de Vermeulen que refirió encontrar mayor afectación en la mano izquierda (16,19),. Lo hallado por los autores consultados es diverso en relación con la afectación de la mano dominante, pues Borrás reporto 54,4%, Lemoine 52%, mientras Sammer 48% y Vermeulen 40%, esto da una idea de no existir relación entre la mano dominante y la afectación por rizoartrosis (16,19,23,24). En nuestros casos la incidencia de mano dominante fue alta con un 86,66%.
En nuestra serie no existieron casos con afectación bilateral, lo que nos diferencia de lo encontrado por Borrás y kokkalis con seis y siete casos afectados en ambas manos respectivamente, pero fundamentalmente con lo reportado por Lemoine de 80% de incidencia bilateral de artrosis carpometacarpiana del pulgar en su serie (4,19,23)..
Una de las complicaciones descrita en la bibliografía asociada al uso de agujas de Kirschner percutáneas es la infección del trayecto de las mismas, nosotros no sufrimos ninguna; nuestras complicaciones fueron pocas y catalogadas como menores todas (26). Borrás en 57 pacientes tratados mediante artrodesis carpometacarpiana reporto 19 complicaciones básicamente relacionadas con la consolidación y la posición de la artrodesis (19). Lemoine refirió tres distrofias simpáticas, y una ruptura del extensor largo del pulgar en su serie de 84 artroplastias con prótesis (23). Kochevar reporto no haber sufrido complicación quirúrgica con la técnica de Thompson modificada, en 25 pulgares (20).
Cuando revisamos los resultados que comparan diversas técnicas, no existen datos en los que se valore una de ellas sobre las otras. Dependiendo de las series, los resultados se contradicen. Series comparativas entre artrodesis y artroplastias (trapecectomía con o sin tenosuspensión) muestran en ocasiones ventajas sobre la trapecectomía simple (27,28).
El dolor constituye una de las principales manifestaciones clínicas, por la que los pacientes acuden buscando tratamiento médico, en un gran número de ellos es la causa que los decide a someterse a la opción quirúrgica para solucionar la artrosis carpometacarpiana del pulgar. Algunos autores emplean para determinar la variación ocurrida en lo referente a este importante síntoma-signo, la escala visual analógica de dolor, como Borrás que refirió un cambio de 8,4 en el pre a 4,8 en el posquirúrgico; Rizzo refirió un importante cambio de 6,6 a 0,4 en el EVA; Kokkalis encontró mejoría de 6,2 a 0,7 (4,19,22).
Nosotros decidimos emplear la escala de dolor de Alnot, reconocida por muchos, en cinco estadios bien diferenciados, encontrando que la migración hacia niveles de estadio 0 y I fue tan significativa que 40 de los 45 pacientes se ubicaron en ellos en el pos, cuando 37 se encontraban entre los estadios III y IV en el pre.
Otros estudios con seguimiento prolongado han reportado altos porcentajes de alivio del dolor, Kochevar reporto 17 de 18 pacientes con excelente o buen alivio del dolor; en 42 pacientes, Sammer reporto 27 con nada o ligero dolor, 11 dolor ocasional y 4 dolor persistente (20,24).
El movimiento fundamental del pulgar es la oposición, la perdida de esta conlleva una importante limitación de la mano (29,30). Por ello nos enfocamos, a través del test de Kapandji, en establecer la comparación entre el nivel en que se encontraban los casos antes de ser intervenidos y lo obtenido después de emplear la técnica quirúrgica realizada.
La media de la capacidad de oposición preoperatoria en los 45 pulgares intervenidos fue de 4,82, con gran concentración de casos en niveles 3, 4, 5 y 6 (32 pulgares), lo cual migró a una media de 8,51 después de aplicada la técnica quirúrgica analizada, con significativa concentración de casos en los niveles de capacidad de oposición 8, 9 y 10 (38 pulgares).
Lo relacionado por otros autores referente a ganancia a la oposición es variable, Borrás refirió que el 44,7% de sus pacientes obtuvieron puntuación de 10 en el posoperatorio según la escala de Kapandji y la mayoría supera la puntuación de 8; Lemoine obtuvo una media de 9,5 (91% de los pacientes en 8 o más) cuando el Kapandji pre fue de 8,8. Kochevar demostró con el test de oposición que 24 de 25 pulgares tocaban la punta del dedo meñique y solo en un caso se logro oponer a la falange proximal de dicho dedo (19,20,23).
Al final de su seguimiento, Kokkalis encontró que en 66 casos de 82 era posible tocar con el pulgar la base del meñique, semejante a Sandvall donde solo dos de sus pulgares intervenidos no pudieron oponer a la base del dedo menor. Vermeulen refirió un cambio en la puntuación del test de Kapandji en 12 meses de 8,3 en el pre a 9,2 en el posoperatorio (4, 16,25).
El grado de satisfacción del paciente es fundamental para determinar el éxito de cualquier tratamiento. El test de discapacidad de brazo, hombro y mano, en su versión conocida como QuickDASH, es considerado como la “regla de oro” en las cirugías de miembros superiores, es un cuestionario de 11 preguntas sobre la capacidad para realizar labores habituales, donde cada respuesta tiene cinco posibilidades valoradas desde 1 (menor discapacidad) hasta 5, lo cual se lleva a una escala de 1 a 100 y la mayor puntuación refleja mayor discapacidad del miembro superior para las labores habituales.
La gran mayoría de los autores prefieren valorar sus resultados empleando el QuickDASH o la versión más amplia del mismo (DASH). Borrás refirió una media del DASH preoperatoria de 64,1 que disminuyo a 40,8 en el pos; por su parte Wysocki, empleando el DASH, logro media de 15 al año después de la intervención. Vermeulen comparativamente encontró una puntuación de 51