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El trastorno bipolar: una enfermedad oculta y actual

atención con hiperactividad, que es medicada con estimulantes y puede complicar el tratamiento. Los pacientes deben asumir que, incluso con terapias agresivas, tanto la manía como la depresión son recurrentes en ¾ partes de los casos.

  • Pautas para el tratamiento de fases bipolares concretas
  • Tratamiento de los episodios maníacos.

Los pacientes suelen necesitar hospitalización en los ataques maníacos agudos. Esta necesidad depende de una serie de factores, como el riesgo de suicidio o de dañar a otras personas, y del apoyo social y emocional disponible en casa.

  • Tratamiento para los episodios depresivos.

Se suele recomendar para la depresión una combinación de psicoterapia y medicación. Algunos profesionales creen que alrededor de la mitad de los pacientes con episodios depresivos responden al litio en pequeñas dosis. Si no se experimentan mejoras en un plazo de dos a cuatro semanas, se deben añadir antidepresivos al tratamiento; hay que tomarlos con precaución, porque pueden provocar reacciones maníacas y aumentar el riesgo de ciclos rápidos. Los pacientes con riesgo de ciclos rápidos o respuestas maníacas por la toma de antidepresivos deben continuar con los estabilizadores del ánimo, normalmente litio, e intensificar el tratamiento psiquiátrico. Cualquier antidepresivo debe ser suspendido gradualmente cuando el estado de ánimo se haya estabilizado durante un mes, y el paciente debe abandonar los antidepresivos si se desarrolla la hipomanía, que es con frecuencia un signo de manía.

  • Terapia de mantenimiento.

En la mayoría de los pacientes, se produce una recaída tras el tratamiento de ataques agudos, y los pacientes con alto riesgo de recurrencia deberían plantearse someterse a una terapia de por vida. El litio es la medicación principal. Cuanto antes se empieza con el litio, mayor es su eficacia. Se está demostrando que las tasas de supervivencia en los pacientes bajo terapia de larga duración a base de litio son comparables a las de la población general, pero, en aquellos que no son constantes en la terapia, las tasas son menores. Afortunadamente, el litio sigue siendo efectivo en los pacientes que interrumpen el tratamiento para después retomarlo. Para aquellos que desean dejarlo, se recomienda hacerlo gradualmente (15-30 días) para retrasar la recurrencia.

¿Cuáles son los procedimientos psicológicos y terapéuticos para el trastorno bipolar?

Es imprescindible el apoyo psicológico en todas las fases de la enfermedad. Incluso hay ciertas técnicas que resultan muy efectivas, especialmente la terapia del conocimiento y el comportamiento. Los psiquiatras y otros profesionales de este campo pueden hacer un seguimiento de la enfermedad e intervenir lo antes posible en la aparición de episodios maníacos o depresivos para hacerlos menos severos. También pueden instruir al paciente en la enfermedad y su tratamiento, y ayudarles en la adaptación psicológica y social y en el cumplimento de la medicación.

Muchos pacientes renuncian al tratamiento porque consideran que su manía es positiva, creativa e hilarante. Las terapias enfocadas hacia la mejora de autoestima, la reconstrucción de los sustentos sociales y la verificación de que el paciente está cumpliendo con el tratamiento, son esenciales.

v    Terapia cognitiva conductual

La terapia cognitiva conductual (TCC) es un método consciente y estructurado que ayuda al paciente a analizar sus pensamientos negativos y tipos de conducta para modificarlos. La terapia cognitiva conductual (TCC) es útil para otros trastornos psíquicos, como la depresión y la ansiedad, y breves estudios señalan que también lo es para los pacientes bipolares. Algunos profesionales someten a los pacientes a terapia cognitiva conductual (TCC) cuando los medicamentos han aliviado sus trastornos emocionales y cuando su depresión no es profunda. Las TCC consisten en instruir al paciente, pareja y familiares en el trastorno bipolar, ayudarles a aceptar la enfermedad y la necesidad de medicación y establecer métodos de protección financiera para los episodios maníacos. Las terapias cognitivas conductuales (TCC) enseñan al paciente a soportar la depresión y reconocer los episodios maníacos antes de que se agudicen.

Una de las técnicas utilizadas es que los pacientes elaboren gráficos y diarios de las actividades físicas que reflejan el estado mental (llamadas respuestas psicomotoras). Para hacer los gráficos, se traza una línea de tiempo horizontal y, en el lado derecho, una línea vertical graduada de -5 a +5. El cinco negativo equivale al estado de depresión más profundo, y requiere hospitalización; este estado se manifiesta con incapacidad de funcionar, pérdida importante del apetito y falta de energías para levantarse de la cama. Conforme se va ascendiendo en la escala hacia el cero, el estado de depresión es menor; el uno negativo connota ánimo abatido y menos energía de lo normal. El cero es normal. Los valores positivos indican manía ascendente. Por ejemplo, el uno positivo connota una actividad y energía ligeramente mayores de lo normal y el cinco positivo representa el estado maníaco más severo, en que el paciente no puede reducir su ritmo, tiene pensamientos y juicios distorsionados y duerme al menos dos horas menos de lo normal. El paciente hace una