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Valoración del paciente quemado y actuación de urgencia de Enfermería en un gran quemado

Valoración del paciente quemado y actuación de urgencia de Enfermería en un gran quemado

Las quemaduras son heridas ocasionadas por causas térmicas, agentes químicos, electricidad o radiación. Su gravedad estará sujeta al tiempo de exposición, su etiología, profundidad, localización y extensión. Estos factores habrá que tenerlos en cuenta para realizar una buena valoración del paciente quemado.

Autores:

– Zahira Villa Campos. Enfermera.

– Míriam Domínguez Campos. Enfermera.

– Laura Pérez Pérez. Enfermera.

Etiología: habrá que conocer el agente etiológico que ha provocado la quemadura y cómo. Es de gran importancia saber estos datos para poder actuar en la fase aguda, por ejemplo, usar un neutralizante en una quemadura producida por un agente químico (ver tabla nº1: Etiología de las quemaduras).

Profundidad: es el grosor de piel afectada y según esto se clasifican en tres grados de profundidad (ver imagen nº1: grados de las quemaduras según su profundidad).

  • Primer grado: son las que afectan a la epidermis. Suelen aparecer con enrojecimiento, sin flictenas y con un ligero edema local.
  • Segundo grado: pueden ser o dérmicas superficiales o dérmicas profundas. Las primeras afectan a la epidermis y un tercio de la dermis, mientras que las segundas afectan a toda la epidermis y dermis. En las superficiales se produce extravasación de líquido que ocasionará flictenas y habrá tanto enrojecimiento como exudado. Son muy dolorosas. En las profundas, las flictenas serán exudativas y blanquecinas, y a veces requieren de tratamiento quirúrgico. Son poco dolorosas, ya que se destruyen terminaciones nerviosas. Éstas últimas pueden ocasionar daños estéticos y funcionales.
  • Tercer grado: todas las capas de la piel se ven afectadas y se presentan en forma de escara. Pueden incluso verse afectados músculos, vasos y nervios. Todas las terminaciones nerviosas están destruidas, por lo que no son dolorosas. Precisan de tratamiento quirúrgico.

Extensión: es la superficie corporal total quemada (SCTQ). Por la gran pérdida de líquido que conlleva, el riesgo de muerte es directamente proporcional a la superficie corporal quemada. La regla de los 9 o de Wallace es la más usada para cuantificarla (ver imagen nº2: regla de los 9 o de Wallace).

Localización: las más graves son las de la cara, manos, pies, genitales y orificio nasal. Quedarán secuelas estéticas y/o funcionales según la zona anatómica afectada.

Los criterios para definir al paciente gran quemado son los siguientes:

  • Superficie corporal quemada (SCQ) superior al 25% en adultos o al 20% en edades extremas.
  • Quemaduras que afectan a cara y/o cuello.
  • Quemaduras profundas superiores al 10%.
  • Quemaduras por inhalación.
  • Traumatismo asociado.
  • Quemaduras en pacientes con enfermedades de base graves (ASA II o mayor: clasificación de riesgo quirúrgico según la Sociedad Americana de Anestesia).

Los pasos a seguir por Enfermería ante una urgencia con un gran quemado son los siguientes:

  • Comprobar la existencia de signos vitales: vía aérea permeable, pulsos o hemorragia asociada. Identificar signos de inhalación de humo como quemaduras en la cara, pelos y mucosas de nariz chamuscados o esputos negros.
  • Cortar la ropa para retirarla siempre y cuando no esté adherida a la piel, en este caso, habrá que dejarla; y retirar objetos como anillos, pulseras, etc., ya que se van a producir edemas.
  • Canalizar una vía venosa para reponer líquidos y administrar analgésicos.
  • Colocar una sonda vesical para control de diuresis y balance hídrico.
  • Valoración de la herida según lo descrito anteriormente.
  • Traslado a la unidad de quemados.

Anexos – Valoración del paciente quemado y actuación de urgencia de Enfermería en un gran quemado

 

Anexos – Valoración del paciente quemado y actuación de urgencia de Enfermería en un gran quemado