El tiempo que transcurre entre la infección de VIH y la manifestación en SIDA es muy variable y depende, en cada persona, de factores como la alimentación, el ritmo de vida y el consumo de alcohol, tabaco y otras drogas. También son importantes la tranquilidad, el afecto, el apoyo y la comprensión de los familiares, amigos y compañeros de trabajo, así como la atención médica.
Un buen estado nutricional ayuda a no evolucionar en los estadios del VIH. No se debe consumir alimentos que no estén bien lavados, para evitar las posibles infecciones estomacales, lavándose además bien las manos, evitando consumir huevos crudos o mal cocinados, alimentos guardados o productos expirados y consumir preferentemente agua embotellada.
Otras medidas que desde Enfermería tenemos que promover para evitar que los pacientes lleguen a la fase sida son:
- Tratamiento de la drogodependencia mediante tratamientos sustitutivos.
- Consejo individual para la adquisición de conductas de menor riesgo (vía de uso de la droga, técnicas de inyección, desinfección de material, etc.)
- Tratamiento de infección por VIH mediante antirretrovirales.
- Promoción del uso del preservativo.
- Diagnóstico y tratamiento de las enfermedades de transmisión sexual.
- Prevención y tratamiento de las hepatitis virales
- Prevención y tratamiento de la tuberculosis.
- No administrar lactancia materna.
Tratamiento en el adulto, recién nacido de madre portadora, inoculación accidental y en las prácticas de riesgo.
El tratamiento antirretroviral es un arsenal farmacológico que impide la replicación del VIH bloqueando la función de ciertas moléculas o enzimas virales que forman las dianas terapéuticas. Los medicamentos contra el VIH no curan la infección por ese virus, el tratamiento puede mejorar la calidad de vida del paciente. Los objetivos del tratamiento antirretroviral son: [2]
- Supresión viral prolongada
- Retraso del deterioro inmunológico
- Disminución de la morbilidad
- Aumento de la supervivencia
- Optimizar la calidad de vida.
El tratamiento antirretroviral (ART) es el recomendado para la infección por el VIH. Consiste en tomar a diario una combinación de medicamentos contra ese virus. Estos medicamentos, antirretrovirales, se agrupan en seis clases, según la forma en que combaten la infección; inhibidores de la transcriptasa inversa no análogos de los nucleósidos (ITINN), inhibidores de la transcriptasa inversa análogos de los nucleósidos (ITIN), inhibidores de la proteasa (IP), inhibidores de la fusión, antagonistas de los receptores CCR5 y los inhibidores de la integrasa. Los regímenes recomendados para el tratamiento de la infección por el VIH comprenden tres o más medicamentos contra ese virus perteneciente por lo menos a dos clases diferentes. Tomar una combinación de esos medicamentos de diferentes clases es la forma más eficaz de controlar el virus. [4]
Las mujeres seropositivas, que no están embarazadas, comienzan a tomar medicamentos para combatir ese virus cuando su recuento de linfocitos CD4 se reduce a menos de 500/mm3, o si manifiestan ciertas otras infecciones.
Las mujeres que necesiten medicamentos contra el VIH solamente para prevenir la transmisión materno infantil de ese virus, pueden considerar la posibilidad de esperar hasta después del primer trimestre de embarazo para tomarlos. Sin embargo, si se comienza a tomar antes, pueden ser más eficaces para reducir el riesgo de transmisión materno infantil de ese virus.
Todas las mujeres seropositivas embarazadas deben tomar medicamentos contra el VIH en el segundo trimestre del embarazo. Las mujeres a quienes se diagnostica el VIH en una etapa avanzada de embarazo deben comenzar a tomar esos medicamentos lo más pronto posible. [4]
Si una mujer VIH-positiva embarazada sigue un tratamiento preventivo completo, toma las precauciones adecuadas durante el embarazo y el parto, y no amamanta al recién nacido, el riesgo se reduce a menos del 2%. Se recomienda la cesárea electiva a las 38 semanas de gestación en embarazadas VIH positivas, para lograr coordinar efectivamente la TAR (Terapia Anti-Retroviral) intraparto y la atención del recién nacido. [6]
Todos los recién nacidos de madres VIH positivas deben recibir la TAR a partir de las 8-12 horas del nacimiento, y durante las primeras 6 semanas de vida. La transmisión vertical (transmisión de la madre embarazada al hijo) es la principal causa de la infección por VIH en los niños. Ésta puede ocurrir durante el embarazo, el parto y/o por la lactancia materna.
Sin ninguna intervención, un 20% de los niños se infectan antes de nacer (infección prenatal o intrauterina), mientras que un 50-80% lo hacen durante el parto (infección intraparto); y la lactancia materna puede incrementar en 15-20% el riesgo de transmisión de la infección después del parto. [7]
En la práctica diaria, los trabajadores de salud están expuestos a contraer infecciones. Las formas de infectarse son principalmente las punciones accidentales y el contacto de la piel expuesta a fluidos corporales contaminados. Las posibilidades reales de contagio se presentan siempre y cuando existan pinchaduras, heridas expuestas en la piel, mucosas orales y salpicaduras en conjuntivas de sangre, semen, líquido amniótico, secreciones vaginales y cervicales contaminados por el virus.
Cuando ocurre un accidente con material punzante contaminado con sangre o con alguna secreción infectante, se debe promover el sangrado venoso y lavar la herida con agua y jabón. Se debe avisar al departamento de medicina preventiva, para que tengan constancia del caso y se investigue sobre la historia clínica del paciente.
En caso de que el paciente sea VIH+, se deberá tomar una muestra de la persona que se ha pinchado, para llevar a cabo un seguimiento del mismo. Se tomará una muestra basal después del accidente. Después se tomará entre las 6 y 8 semanas siguientes y posteriormente a los 3, 6 y 12 meses, si el estudio inicial fue negativo al principio. El inicio de manejo profiláctico con AZT (Zidovudina), dentro de las primeras 24 horas siguientes al accidente, cobra cada vez más importancia y se recomienda como una de las medidas que se debe aplicar en caso de accidente. Esta profilaxis se suspende a las 2 semanas o en cuanto se compruebe que el paciente no está infectado por VIH. Durante este tiempo, se le recomienda al paciente que practique sexo seguro, no done sangre, no done órganos y no compartir objetos personales. [5]
Si durante una relación sexual anal o vaginal de riesgo se rompe el preservativo, debe interrumpirse la penetración y sustituir éste por uno nuevo, siendo recomendable la realización de la prueba diagnóstica de VIH y examen de otras ITS. [2] [5]
Diagnóstico. Riesgo de infección.
Riesgo de infección (00004) [8] [9] [10]
Definición: Aumento del riesgo de ser invadido por microorganismos patógenos.
Etiqueta diagnóstica: Riesgo de infección relacionado con procedimientos invasivos, insuficiencia de conocimientos para evitar la exposición a los agentes patógenos, traumatismo, desnutrición y enfermedades crónicas.
Resultado:
Conocimiento: Control de la infección (1807)
- Descripción del modo de transmisión
- Descripción de los factores que contribuyen a la transmisión
- Descripción de prácticas que reducen la transmisión
Intervenciones:
Enseñanza: Sexo seguro (5622)
- Instruir al paciente en las prácticas sexuales de bajo riesgo, como las que evitan la penetración corporal o el intercambio de fluidos corporales.
- Instruir al paciente sobre la importancia de una buena higiene, lubricación y eliminación de orina después de la relación, para disminuir la susceptibilidad a infecciones.
- Fomentar el uso de preservativos.
Control de infecciones (6540)
- Instruir al paciente acerca de las técnicas correctas de lavado de manos.
- Poner en práctica precauciones universales.
- Enseñar al paciente y a la familia, a evitar infecciones.
Conclusiones
La infección por VIH continúa siendo hoy en día un problema sanitario de primera magnitud en el mundo. Según datos de OSUNIDA, se estima que en el año 2008 se produjeron 2,7 millones nuevas infecciones y murieron por sida 2 millones de personas. El 45% de las personas infectadas son mujeres, siendo la transmisión vertical la más preocupante por su 90% de infectados por este método. Todos estos datos ponen de manifiesto la necesidad de incidir en el diagnóstico precoz de la infección por VIH que mejoraría el pronóstico de los pacientes de manera importante.
Por ello, como enfermeros, tenemos un papel fundamental en informar a la población de cómo prevenir la infección, usar las precauciones universales para no infectarnos en el trabajo o de ayudar a las personas infectadas para que su enfermedad no progrese.
Anexo – Prevención, detección y cuidados de Enfermería en el paciente VIH+ y SIDA
Anexo – Prevención, detección y cuidados de Enfermería en el paciente VIH+ y SIDA
Bibliografía
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- Cruz Roja. Cruz Roja Española (sede web). Disponible en: http://www.cruzroja.es/vih
- Info Sida. Guías clínicas para el tratamiento del VIH/SIDA. Departamento de salud de Estados Unidos. Última actualización Noviembre 2012. Disponible en: http://infosida.nih.gov/guidelines
- Santos Preciado JI, Del Rio Chiriboga Carlos. Guía para enfermeros. Atención del paciente con SIDA, VH+. Hospital infantil de México. México 2010. Editorial Conasida.
- Ramos F, García-Fructuoso M.T., Almeda J., Casabona J., Coll O., Fortuny C. Determinantes de la transmisión vertical del VIH en Cataluña (1997-2001):
¿Es posible su eliminación? Gac Sanit [revista en la Internet]. 2003 Jul [citado 2013 Mar 15]; 17(4): 275-282. Disponible en: http://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0213-91112003000400004&lng=es.
- Ortego Carmen, Huedo-Medina Tania Bibiana, Vejo Javier, Llorca Francisco Javier. Adherence to highly active antiretroviral therapy in Spain: A meta-analysis. Gac Sanit [revista en la Internet]. 2011 Ago [citado 2013 Mar 15]; 25(4): 282-289. Disponible en: http://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0213-91112011000400004&lng=es.
- Planes de cuidados en Enfermería. Elsevier. ISBN: 9789701065471
- Bulecheck G, et al. Interrelaciones NANDA, NOC y NIC – Diagnósticos enfermeros, resultados e intervenciones. Elsevier España. Madrid. 2007
- Alfaro Lefevre R. Aplicación del proceso de Enfermería – Guía práctica. Mosby/Doyma. Madrid. 2002