Inicio > Psicología > Violencia en el noviazgo y seis factores asociados > Página 3

Violencia en el noviazgo y seis factores asociados

la NOM-046-SSA2-2005, se consideran diversos tipos de vínculos para entrar en la categoría: parentesco consanguíneo, afinidad, civil, matrimonio, concubinato; De este modo al hacer mención de relaciones por afinidad en las cuales se reproducen patrones violentos, es pertinente hablar de violencia en el noviazgo ya que está incluida por definición en dicha Norma (4), así también vínculos, donde existen relaciones afectivas y/o sexuales independientemente del sexo de los participantes (25).

Si bien las agresiones durante el noviazgo son hasta el momento menos analizadas que aquellas desarrolladas en relaciones donde sus miembros cohabitan (25). Se cuenta con referencias oficiales, tales como las que arroja La Encuesta Nacional de Violencia en el Noviazgo 2007 (ENVINOV) la cual afirma que los jóvenes mexicanos se involucran en relaciones de noviazgo donde viven expresiones de violencia física, psicológica y sexual (13). Existen estudios que hablan de más del 80% de los jóvenes involucrados en relaciones de noviazgo, cifras alarmantes (3).

La violencia en el noviazgo puede encontrar sus inicios desde la adolescencia, cuando se dan los primeros encuentros afectivos, suele comenzar por conductas de abuso psicológico las cuales son en apariencias “amorosas y románticas”, tales como: llamadas o mensajes constantes para saber dónde está, cómo, con quién, qué está haciendo, celos, censura sobre arreglo personal, amistades, actividades, horarios y salidas entre otros; todas ellas realizadas “en nombre del amor” o bien “porque te quiero”, las cuales no suelen ser percibidas como violencia, sino más bien como manifestaciones de un amor romántico, haciéndolas fáciles de admitir, minimizar y/o justificar; sin embargo estas y otras manifestaciones de violencia van truncado la capacidad de toma de decisiones, autonomía y van provocando asilamiento y dependencia entre los miembros de la pareja (18,26).

El ciclo de la violencia en el noviazgo

Walker L. (2009) identificó un patrón en las relaciones violentas, el cual es mejor conocido como Ciclo de violencia, estando compuesto por tres fases:

I Aumento de tensión. La duración va desde días hasta años, en ella se presentan incidentes leves, prevaleciendo un ambiente tenso, incomodo, de mucha presión; por lo regular en esta fase el receptor de violencia trata de disminuir la tensión siendo condescendiente con el generador, sin embargo el primero sabe que se avecina un conflicto mayor.

II Incidente agudo de violencia o explosión de violenta. Aquí la duración es más determinada, siendo un máximo de un día; en esta etapa se da la descarga incontenible de tensión acumulada de la fase anterior, es aquí donde se manifiestan diversas formas de violencia psicológica, física, sexual, económica y/o patrimonial o bien algunas de estas en combinación.

III Arrepentimiento y comportamiento cariñoso por parte del agresor o generador de violencia. En esta etapa ocurren cambios de comportamiento en los miembros de la pareja, el agresor suele mostrar arrepentimiento sea por su conducta violenta o bien por las consecuencias de la misma y el receptor de violencia consiente una reconciliación, en esta etapa se puede ver un trato cordial y cariñoso que alimenta la esperanza de cambio, sin embargo este periodo por lo regular dura poco tiempo antes de volver a comenzar con el ciclo (27).

La violencia en el noviazgo y sus cuatro tipos

La violencia en el noviazgo puede clasificarse en cuatro tipos dependiendo de la esfera del ser humano que se ve dañada al momento de su ejecución, tres de los cuatro tipos son de mayor popularidad: Violencia psicológica, violencia física y violencia sexual son los primeros; sin embargo existen también violencia económica o patrimonial en el noviazgo, la cual en el pasado llego a establecerse casi como propia de relaciones donde la pareja cohabita, sin embargo en la actualidad con los medios electrónicos, la cantidad de jóvenes económicamente activos y los bienes de los que se vuelven acreedores, es posible y común hablar de este tipo de violencia aun en relaciones de noviazgo (28). Estudios enfocados en estos cuatro tipos de violencia, señalan que el mayor porcentaje encontrado fue en la violencia psicológica, seguido por la física, sexual y finalmente económica (20).

I Violencia Psicológica.

En últimas fechas es más reconocida, también se le llama violencia emocional, se refiere a las acciones u omisiones que ocasionan alteraciones psicológicas o trastornos psiquiátricos (2), tales como: autoestima mermada, sentimientos recurrentes e intensos de miedo, ira, tristeza y desesperanza, síndrome de indefensión aprendida, de la mujer maltratada, ansiedad, depresión, celotipia, trastornos alimenticios, del sueño, uso u abuso de sustancias entre otros.

Las acciones que corresponden a la violencia de tipo psicológico son: insultos, sobrenombres ofensivos, agresiones verbales, comparaciones despectivas, gritos, amenazas, chantaje emocional, críticas (sobre el cuerpo, forma de ser, o hacer las cosas) destructivas e hirientes, celos, control sobre relaciones interpersonales, actividades y/o tiempo por mencionar algunas (28).

Al hablar de omisiones en la definición de violencia psicológica se incluye el retiro de atención (ignorar a la persona) o bien la anulación afectiva o emocional de la pareja en forma intencional o como forma de castigo; lo anterior puede manifestarse cuando se deja de dirigir la palabra “ley del hielo”, se hace caso omiso de emociones como miedo y tristeza, se ignora la opinión de la pareja en toma de decisiones que incluyen ambos, o cualquier otra forma en la que se anula a la pareja (29).

La violencia psicológica es escurridiza ya que muchas de sus manifestaciones aparecen en el cotidiano de las relaciones de noviazgo y son vistas como normales, lo que genera que se vallan incrementando, lo cual se vuelve más peligroso cuando el receptor de estas agresiones calla, sufriendo las agresiones en silencio por temor a la crítica y falta de sensibilidad de la sociedad, quitándole importancia reduciendo la relación a un mero vinculo dominante (29).

Estudios sobre el tema arrojan como principales actos de violencia psicológica el pedir cuentas a la pareja sobre lugares en los que ha estado y hacia donde ira (59%), supervisión del uso de teléfono móvil (44%) y gritos (41%) (21). Por su parte, estudios Villafañe Santiago y Cols. (2012) reportan críticas y humillaciones, gritos e insultos, conducta controladora, y conflictos generados por compartir con amistades, familiares o compañeros de trabajo (30); resultados similares son aquellos que arrojan como conductas más comunes en este tipo de violencia: vigilar, controlar el tiempo y actividades

cotidianas, imposición del punto de vista, sobre el de su