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Modificaciones de los conocimientos sobre salud bucal en gerontes de un consultorio

Al analizar los cambios en el conocimiento general se obtuvo que de los 22 gerontes (73,3%) que al inicio tenían conocimientos inadecuados (Tabla 1), 20 pasaron a la categoría de adecuados después de la instrucción para un 90,9%, por lo que adicionando los 8 ancianos que desde el comienzo poseían esta condición, sumaron los 28 (93,3%) que terminaron con conocimientos adecuados, lo cual resultó estadísticamente significativo (p < 0, 01).

 Tabla 1. Modificaciones del conocimiento general de los gerontes

 ANTE

S

 ConocimientoGeneral  D E S P U E S
Adecuado Inadecuado Total
% * % * % **
Adecuado  8  100  0  0,0  8 26,6
Inadecuado 20  90,9  2  9,0  22 73,3
Total 28  93,3**  2  6,6**  30 100,0

 *% Sobre la base del total de la fila. (p < 0, 01)

 **% Sobre la base del total de la muestra

El análisis del estado de la higiene bucal reveló que antes de la intervención prevalecía la higiene inadecuada en 93,3% (tabla 2), después de la intervención cambiaron esta condición hacia adecuado 23 gerontes (82,1%), lo que al adicionarle los 2 ancianos que al inicio gozaban de esa condición y que la mantuvieron se logró que el 83,3% del total alcanzara una higiene bucal adecuada. (p< 0, 0 1).

Tabla 2. Modificaciones de la higiene bucal en los gerontes

 ANTE

S

  Higiene Bucal  D E S P U E S
Adecuado Inadecuado Total
%* %* %**
Adecuado  2 100  0  0,0  2 6,6
Inadecuado 23 82,1  5 18,0  28 93,3
Total 25 83,3**  5 18,0**  30 100,0

 (p < 0, 01).

DISCUSIÓN Y SÍNTESIS

Se hace necesario vigilar constantemente la salud buco dental mediante hábitos preventivos personales y atención profesional periódica. Nunca es demasiado tarde para la prevención, nunca es demasiado temprano para comenzar. Hay que establecer una relación de colaboración permanente entre el individuo, los proveedores de servicios de salud y la comunidad (6). Se ha demostrado que a cualquier edad se pueden adquirir conocimientos (7,8)

Es muy conocido que los cambios que se producen al envejecer se manifiestan principalmente como una reducción en la capacidad para realizar movimientos complejos, sobre todo que requieran velocidad, precisión, equilibrio, fuerza o coordinación. (9) No obstante el desarrollo de las acciones de instrucción y capacitación a los ancianos, mostrándoles como pueden influir en su salud y modificar ésta de manera beneficiosa, constituye una herramienta eficaz que los estimula y motiva a emprender el camino del conocimiento y participar en nuestra investigación.

A todas las ventajas reconocibles es bueno adicionarle el bienestar psicológico implícito que representa poder dominar el cuerpo en las edades más avanzadas, algo que cuando se está imposibilitado de concretar, agrega al anciano una recurrente depresión frente a tal incapacidad. (10)

Los resultados encontrados coinciden con los de Sanjurjo (11) y Pineda (12) en sus respectivas intervenciones educativas para mejorar estados de salud bucal, quienes atribuyen el desconocimiento inicial de los gerontes a que vivieron en una época totalmente ajena a las medidas profilácticas y la educación sanitaria, a lo que pudiéramos añadir deficiente atención bucodental, donde prevalecía el tratamiento radical sobre el conservador con ausencia de prevención y promoción de salud para este grupo poblacional, así como carencia de tratamientos que no estaban al alcance de toda la población.

En consonancia con nuestro hallazgo, en la serie de una colega, (13) el grupo etáreo más frecuente fue el de 75 a 89 años como también encontraron otros autores, tanto nacionales (14,15) como extranjeros. (16,17) El resultado se explica, lo mismo en esos estudios como en el nuestro, por el aumento de la expectativa de vida y la disminución del índice de mortalidad, particularmente en Cuba, donde los ancianos viven más de 76 años como promedio.

Al analizar los hábitos higiénicos del adulto mayor en el estudio de la Dra. Pérez(18) se evidenció que predominaron los incorrectos en un 77,5%.

En nuestro estudio antes de la intervención prevalecían los conocimientos inadecuados en un 73,3%; Sanjurjo, (11) lo encontró en un 92,3% de sus ancianos.

Nuestras acciones educativas lograron modificar satisfactoriamente los conocimientos en 20, a los cuales se sumaron los 8 que inicialmente los poseían, para 90,9%; pero quedaron 2 sin asimilar las argumentaciones expuestas sobre cómo conservar la salud bucodental y prevenir las enfermedades que pueden afectar esa cavidad, aunque conviene aclarar que se incluían en los dos grupos de edades más avanzadas, cuando en muchos casos disminuye el nivel de comprensión e incluso el interés por las cosas que les rodean.

Luego de las reuniones y encuentros participativos se elevaron los conocimientos sobre otras funciones de los dientes, pues si bien la mayoría los relacionaban con la masticación, aprendieron que la ausencia de las piezas dentarias afecta grandemente la salud al provocar: problemas digestivos, pérdida de las dimensiones de la cara, depresión de la musculatura y el tejido celular subcutáneo facial, alteraciones emocionales por disminución de la autoestima y hasta conflictos conyugales.

Finalizada la actividad, los ancianos más aventajados recibieron estímulos por su desempeño en la intervención educativa y un diploma que les acreditaba como Promotores de Salud Bucal, a fin de que pudiesen extender y aplicar sus conocimientos dentro y fuera de la institución.

CONCLUSIONES:

Se logró modificar los conocimientos sobre salud bucal en los gerontes pertenecientes al consultorio No 47 del Policlínico “José Martí

Bibliografía

1. Toledo Curbelo GJ. Fundamentos de salud pública. La Habana: Editorial Ciencias Médicas; 2005: 44
2. Alimentación en las etapas de la vida: Tercera edad. Guía de Alimentación y Salud. 2011 • UNED. Facultad de Ciencias. Nutrición y Dietética. Disponible en http://www.uned.es/pea-nutricion-y-dietetica-I/guia/etapas/tercera_edad/index.htm. [consulta: 16 enero 2012].
3. Jiménez FG, Esquivel HRI, González-Celis RAl. La percepción de salud bucal como medida de la calidad de vida de los ancianos. Rev ADM 2003; 60 (1): 19 -24.
4. Envejecimiento. Algunas reflexiones. Publicación Periódica de Gerontología y Geriatría. 2010; 11 (3). Disponible en < http://files.sld.cu/gericuba/files/2011/01/epidemiologia-3ra-parte-y-final3.pdf> [consulta: 15 diciembre 2012].
5. García Higuera LR. Caracterización de los adultos mayores con polifarmacia en la consulta de Geriatría. GeroInfo. Publicación Periódica de Gerontología y Geriatría. 2010; 5 (1). Disponible en <http://files.sld.cu/gericuba/files/2010/08/publicacion-polifarmacia-robin.pdf> [consulta: 5 enero 2012].
6. Eirin Rey JM, Suárez González M, Eirin Rey EJ, Vera Martínez L, Marrero Martínez JA, Pérez Rigal Y. Por la calidad de vida en el adulto mayor. Impacto de técnicas participativas. Rev. Medicentro 2002; 6 (4).
7. Organización Panamericana de la Salud. Envejecimiento en las Américas: proyecciones para el siglo XXI (2005 en adelante) [biblioteca virtual en línea]. <http://www.census.gov/2003.ipc/prod/ageams.pdf> [consulta: 27 noviembre 2012].