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Déficit de conocimiento en la alimentación del paciente diabético

Déficit de conocimiento en la alimentación del paciente diabético

INTRODUCCIÓN

La diabetes mellitus es una enfermedad crónica no transmisible que ha mostrado incremento progresivo en todo el mundo en los últimos años. Es un problema de salud mundial no solo porque constituye una causa de morbi-mortalidad, sino también por las dificultades que el paciente con diabetes enfrenta para cumplir su tratamiento. El incremento de la morbilidad, mortalidad y pérdida de la calidad de vida en los pacientes con diabetes se debe principalmente a las complicaciones propias de la enfermedad, por lo que se requiere de medidas trascendentales para evitarlas y mejorar la calidad de vida de quienes la padecen.

Déficit de conocimiento en la alimentación del paciente diabético

Autor principal: MCE. Celina Gutiérrez Piceno

Coautores:

MCE. José Manuel Díaz González

Lic. Juan Pio Alvarado Rodríguez

Pss. Cardona Perea Elvia Mariana

Pss. Cervantes González Érica Paola

Pss. Balcázar Green Carmen

Facultad de Enfermería de la UABC

Los factores de riesgo demostrados para el desarrollo de diabetes mellitus tipo 2, son: la edad, personas con antecedentes familiares de diabetes mellitus, obesidad, hábitos nutricionales inadecuados (excesivo consumo de alimentos altos en grasas, en hidratos de carbono simples y baja en hidratos de carbono complejos y fibra), sedentarismo, pertenecer a un grupo étnico con mayor sensibilidad para el desarrollo de esta enfermedad como los indios, entre otros (1).

En este sentido para prevenir las complicaciones de la diabetes es necesario una educación diabetológica; por consiguiente, el proceso educativo es de suma importancia y este inicia, cuando la persona es informada del diagnóstico; es importante y necesario contar con un programa de promoción de la salud dirigido a las personas con Diabetes Mellitus, que permita al personal de salud y especialmente al personal de Enfermería, contar con un instrumento de soporte planificado y estratégico que oriente las acciones de Enfermería, para dar cumplimiento a su rol de educador, así mismo; responsabilizar al paciente y familia para el autocuidado, conductas y hábitos positivos, motivan al paciente diabético a mejorar la práctica de hábitos sanitarios y estilos de vida saludables, por tanto; es a través de la intervención de Enfermería, en el ámbito educativo que las personas diabéticas y sus familiares, adquieren el conocimiento y las destrezas necesarias para que puedan llevar a cabo un manejo efectivo de su tratamiento y a la vez; un mejor control de su enfermedad para evitar complicaciones; haciendo énfasis en los aspectos educativos, plan de alimentación y el ejercicio físico en el que se involucre a los familiares o cuidados de la persona con este problema de salud (2).

Así mismo la promoción de la salud se evidencia como una parte importante dentro de la estrategia para el fomento del bienestar de pacientes, y mejorar eficazmente enfermedades crónicas degenerativas como la diabetes mellitus, nefropatías, pie diabético entre otras. En este sentido, la promoción de la salud comprende un conjunto de métodos y técnicas en donde la comunidad social en acción conjunta con varios actores profesionales de la salud, entre ellos la enfermera (o) comunitaria, formando una red participativa al servicio del paciente diabético de control ambulatorio, cabe resaltar que se desarrollan acciones educativas en relación al auto cuidado en la alimentación, higiene, ejercicio y medidas terapéuticas, a nivel ambulatorio, utilizando técnicas didácticas; sin embargo a pesar de estas acciones no se ha logrado la disminución de este problema de salud (3) .

Así mismo, La nefropatía diabética constituye una de las complicaciones más graves de la diabetes mellitus y la principal causa de insuficiencia renal crónica. Estudios en pacientes con diabetes tipo 1 y con nefropatía terminal no diabética, han hecho evidente la disminución en la excreción de albúmina en orina y una declinación más lenta de la tasa de filtración glomerular en fases avanzadas de la enfermedad renal con severas dietas restringidas en proteínas (≤ 0.6 g/kg de peso ideal). Sin embargo, las dietas de restricción de proteínas han mostrado limitado impacto en la mejoría del control metabólico, lo cual pudiera explicarse dado que no han sido personalizadas y ajustadas a la comorbilidad del paciente, siendo también un impedimento para la adherencia a la terapia nutricional a largo plazo (4).

La terapia nutricional ha sido reconocida por milenios como pilar fundamental en el tratamiento de la diabetes, y lo sigue siendo en nuestros días. Las recomendaciones actuales establecen que el aporte calórico debe considerar el grado de obesidad y el nivel de actividad física del paciente, mientras que existe cierta flexibilidad en la distribución de los carbohidratos debido a los avances en la terapia farmacológica. Por otro lado, la medicina basada en evidencias pretende evaluar el impacto de las medidas no farmacológicas sobre las complicaciones cardiovasculares de la diabetes (5).

Terapia Alimentaria

La alimentación es primordial para el tratamiento de la diabetes, por lo cual es muy importante considerarla desde el diagnóstico de la enfermedad y durante todo el tiempo de su evolución. La terapia médica nutricional (MNT siglas en inglés) fue propuestas por la American Dietetic Association en 1994, y se define como el uso de servicios específicos de nutrición para el tratamiento de la enfermedad. Tiene la finalidad de que el personal de salud y los pacientes conozcan los beneficios de la intervención nutricional sobre la diabetes. Es importante porque toma en cuenta los tres niveles que se relacionan con la prevención de la diabetes como son:

ü     Evitar el desarrollo de la enfermedad en personas en riesgo.

ü     Manejo de la diabetes.

ü     Evitar o enlentecer las complicaciones de esta enfermedad.

La terapia médica nutricional para la diabetes incorpora un proceso que cuando es correctamente implementado incluye: evaluación del estado nutricional del paciente, de sus conocimientos, prácticas y requerimientos; identificación y negociación de los objetivos de nutrición diseñados de forma individual; intervención nutricional que incluye un plan de alimentación de acuerdo a los requerimientos, preferencias y acceso a los alimentos del paciente y materiales educativos que cubran las necesidades del paciente; y finalmente, se realiza evaluación de los resultados y supervisión constante.

Los objetivos de la terapia alimentaria son: Control metabólico óptimo de glucemia, HbA1c y perfil de lípidos en sangre. Mejorar el estado nutricional, aportando la cantidad de calorías apropiadas y distribución de macronutrientes para ello es necesario considerar su edad, sexo, estado metabólico, actividad física (ocupacional y recreacional), enfermedades intercurrentes, hábitos socioculturales, situación económica y disponibilidad de los alimentos en su lugar de residencia; también se debe considerar el número de comidas al día, el contenido y el horario de las mismas, sobre todo en pacientes que reciben tratamiento farmacológico (1).

En el proceso del conocimiento la persona diabética requiere de tener