En la actualidad es llamativo que a pesar de la cobertura del Sistema Nacional de Salud y del nivel de instrucción medio de la población aún se mantengan altas cifras de abortos provocados y el municipio Morón no escapa de esta situación por lo que fue una motivación realizar este estudio para poder trabajar en el futuro con la población adolescente mediante la reflexión y la construcción de nuevas actitudes que les permitan actuar responsablemente en el área de la vida reproductiva.
Objetivos.
Generales.
Determinar el comportamiento de algunas variables relacionadas con pacientes que se realizaron abortos provocados en el Hospital General Docente de Morón pertenecientes al área de salud Sur del municipio Morón en el período comprendido de Septiembre del 2009 hasta Agosto del 2011.
Específicos.
1.- Distribuir las pacientes que se realizaron abortos provocados según:
- Grupos de edad
- Nivel de escolaridad
- Estado civil
- Nivel ocupacional
2.- Determinar el número de abortos anteriores en las pacientes estudiadas
3.- Definir el tiempo de gestación en el momento de la interrupción
4.- Valorar el tipo de anticonceptivo usado antes de la interrupción
5.- Identificar las causas de la interrupción
6.- Determinar la frecuencia de las complicaciones inmediatas y mediatas después de la interrupción
MARCO TEÓRICO
A lo largo de la historia, las mujeres han recurrido al aborto para terminar los embarazos no deseados. El aborto legal puede realizarse en aproximadamente 2/3 de la población femenina mundial. Cerca de 1/12 de las mujeres viven en países donde la prohibición del aborto se impone estrictamente: En Estados Unidos el aborto está permitido si se solicita en el primer trimestre, posteriormente el aborto está regulado por cada estado.
El número de abortos en Estados Unidos se ha mantenido estable durante la pasada década, se realizan aproximadamente 1.5 a 1.6 millones de abortos cada año. En 1994 se produjeron unos 6 millones de embarazos y aproximadamente un 25% se interrumpieron mediante aborto. Cerca del 25% de las mujeres que abortan son menores de 20 años, el 35% tienen entre 20 y 24 años y el 45% con 25 y más años. Alrededor de un 90% de los abortos se llevan a cabo durante el primer trimestre (menos de 12 semanas de gestación) y el 50% de estos se realizan en la 8va semana o antes. (6,7)
Los métodos utilizados en la actualidad para realizar el aborto son la evacuación instrumental a través de la vagina, la inducción médica mediante estimulación de las contracciones uterinas y la cirugía (histerotomía). El procedimiento elegido varía según la duración de la gestación. En los abortos del primer trimestre suele preferirse la anestesia local mientras que en los tardíos suele requerirse anestesia general.
La evacuación instrumental se utiliza en un 97% de los abortos. En las embarazadas de menos de 12 semanas el legrado es prácticamente el único método empleado. El legrado por succión a la cuarta o sexta semana no requiere dilatación del cervix o sólo una dilatación mínima. La cánula unida a un sistema de vacío, se inserta en el cervix. La cavidad uterina es suavemente legrada en toda su extensión. El fallo del procedimiento en terminar el embarazo ocurre más frecuentemente en estas primeras semanas que en las posteriores (8)
Después de la séptima semana de gestación, suele realizarse dilatación y legrado (D y L); generalmente se necesita dilatar el cervix para poder adaptar las cánulas de succión de mayor diámetro necesarias para evacuar la mayor cantidad de productos de la concepción. El cervix puede dilatarse suavemente mediante dilatadores pequeños de tamaño progresivamente mayor hasta alcanzar el diámetro de la cánula requerida. El tamaño de esta generalmente se relaciona con la edad gestacional. La laminaria (tallos deseados de algas marinas) u otros dilatadores se utilizan con frecuencia porque reducen la posibilidad de lesiones cervicales debidas a los mecánicos. Se insertan en el canal cervical a través del orificio interno y se mantienen durante al menos 4 horas, generalmente durante la noche; la expansión de la laminaria y/o estimulación de la liberación de prostaglandinas dilatan el cervix. (9,10)
Cuando el embarazo es mayor de 12 semanas el método más usado es la dilatación y evacuación (D y E): En este procedimiento se dilata el cervix (generalmente con múltiples laminarias o con otros dilatadores osmóticos). Para desmembrar y desprender el feto se utilizan unas pinzas y con una cánula de succión de 14 a16 mm (aproximadamente 1.5 cm) se aspiran el líquido amniótico, la placenta y los fragmentos fetales. En las gestaciones más avanzadas debe dilatarse el cervix hasta 3 a4 cm con múltiples laminarias para que la evacuación sea más sencilla y segura. La D y E requiere más destreza que el legrado con succión.
Aunque la D y E tiene menores tasa de morbilidad que la inducción mecánica hasta las 20 semanas, ésta todavía se utiliza, especialmente después de la 18 semanas porque después de este momento la D y E tienen un riesgo alto de morbilidad que incluye las lesiones intestinales y las uterinas (éstas últimas pueden ser indicación de histerectomía) (10)
El aborto puede iniciarse provocando contracciones uterinas mediante la inducción médica, especialmente en el segundo trimestre. En Estados Unidos ya no se utiliza la instilación de una solución salina hipertónica debido a las complicaciones maternas como la hipernatremia, coagulopatía, hemorragia, infección y lesiones cervicales (8)
Las prostaglandinas estimulan las contracciones uterinas. Pueden administrarse mediante supositorios vaginales de prostaglandinas E1 (Misoprostol) o inyecciones vía intramuscular (im) de prostaglandinas F21 (dinoprostrometamina). La aplicación intravaginal de dos comprimidos de 100 mg de misoprostol cada 12 horas es tan eficaz como la prostaglandina E2 pero tiene menos efectos adversos y un costo inferior. La tasa de éxito tras 48 horas es próxima al 90%. Es probable que estas técnicas probablemente produzcan el aborto de un feto vivo. La administración de oxitocina EV acelera el proceso, pero aumenta el riesgo de laceraciones uterinas bajas. En el segundo trimestre la utilización de laminarias u otros dilatadores osmóticos de forma simple o múltiple antes de la inducción médica acorta el procedimiento y disminuye la incidencia de lesiones cervicovaginales.
Los efectos adversos de las prostaglandinas incluyen: náuseas vómitos, diarreas, hipertermia, rubefacción facial, síntomas vasovagales y broncoespasmo. Las prostaglandinas pueden precipitar un asma bronquial en mujeres susceptibles, en pacientes con trastornos renales o hepáticos severos, la activación de estos fármacos puede estar disminuida. Las mujeres epilépticas pueden presentar crisis.
La mifepristona (RU 486) un bloqueante de los