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La alimentación en el embarazo desde la consulta de  Enfermería

La alimentación en el embarazo desde la consulta de  Enfermería

Resumen:

La alimentación de la gestante y su estado nutricional es de vital importancia para el desarrollo del feto, del embarazo y de la futura lactancia. Tras la concepción, en el organismo aumentan una serie de necesidades nutricionales para poder llevar a cabo los procesos fisiológicos, metabólicos y bioquímicos de adaptación.

Autores:

  1. Rodríguez Valiente, Sonia. Diplomada en Enfermería.
  2. Jara Valiño, Francisco Javier. Diplomado en Enfermería.
  3. Espina Rodríguez, María del Rocío. Diplomada en Enfermería.

Palabras clave: alimentación, gestante, embarazo.

Introducción:

Existen multitud de mitos en torno a la alimentación que debe llevar a cabo una embarazada. El primero y más conocido es que debe comer por dos, esto no es así. Ni tampoco son necesarios tomar suplementos de determinados nutrientes.

El principal objetivo debe ser proteger el estado de salud de la gestante y su nutrición, teniendo en cuenta las condiciones particulares del momento por el cual atraviesan y los malestares propios, como las posibles nauseas o vómitos que le impidan una alimentación adecuada.

Aspectos que se deben tener en cuenta:

  • Peso de partida. La ganancia de peso debe ser acorde con el estado pregestacional, teniendo en cuenta su índice de masa corporal (IMC). Se recomienda que las mujeres sanas y bien nutridas deben tener un aumento total de peso entre 10 y 14 kg durante el embarazo. Sin embargo, si la mujer inicia la gestación con una situación de obesidad, este aumento debe ser acorde a su índice de masa corporal (IMC).
  • Edad de la madre. Se debe tener en cuenta si se trata de una gestante adolescente que aún está desarrollándose, la necesidad de nutrientes serán mayores que las de una mujer adulta.
  • Se debe considerar además que durante el embarazo la absorción intestinal aumenta. Pueden aparecer vómitos, nauseas, aumento de apetito o incluso sensaciones de ardor en el estómago. Todo ello influirá en la alimentación de la futura madre, ya que se deberá adaptar la frecuencia y volumen de comidas al día.

Necesidades nutricionales de la gestante:

  • Proteínas: Aumenta la necesidad, ya que forman parte del crecimiento de los tejidos maternos y fetales.
  • Grasas: Son importantes a nivel energético y para el transporte de vitaminas liposolubles. Son recomendados sobre todo los ácidos grasos poliinsaturados.
  • Hidratos de carbono: Los alimentos deben ser ricos sobre todo en carbohidratos complejos y no en forma de azúcares simples.
  • Hierro: En este caso se hace necesaria la suplementación, ya que no se puede cubrir con el aporte dietético.
  • Fibra: El aporte de este nutriente, junto con agua, es recomendable ya que ayuda a la evacuación intestinal y con ello aliviaría síntomas muy comunes como el estreñimiento o los ardores.
  • Calcio: Durante el embarazo, el cuerpo realiza una serie de modificaciones destinadas a aumentar la absorción de calcio de la dieta, disminuyendo su pérdida. En el caso de que el aporte sea insuficiente, el feto podría pasar a tomar el calcio de los huesos de la madre. Por lo que en el caso de mujeres adolescentes, tendrían un mayor riesgo, ya que no han alcanzado el nivel óptimo de densidad ósea.
  • Ácido fólico: Debe ser suplementado, se considera que toda mujer que este en búsqueda de un embarazo debería tomarlos por lo menos un mes antes de la gestación. Su déficit se asocia con defectos del tubo neural en el feto y anormalidades cardiacas congénitas.
  • Zinc: Su déficit se asocia con un bajo peso al nacer o un parto prematuro.
  • Vitamina A: Es esencial en el desarrollo embrionario y para el crecimiento y protección de las mucosas.
  • Vitamina D: Esencial para el metabolismo del calcio. La fuente principal de esta vitamina es la luz, pudiendo lograr cantidades suficientes con la exposición a la luz solar.

Otras recomendaciones:

  • La OMS recomienda aumentar en 285 kcal/día para aquellas mujeres que mantienen su misma actividad física y en 200 kcal/día para aquellas que la disminuyen.
  • Se debe aconsejar el consumo diario de frutas y verduras.
  • Evitar el consumo de café, refrescos y azúcares durante la gestación.
  • Debemos recomendar que la gestante utilice sal yodada durante la gestación.

Bibliografía:

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