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Apendicitis: tipos y tratamiento enfermero en urgencias de adultos

Apendicitis: tipos y tratamiento enfermero en urgencias de adultos

La apendicitis es la inflamación del apéndice intestinal, un órgano hueco que se encuentra en el ciego, al inicio del intestino grueso, en la zona inferior derecha del abdomen, y que tiene forma de lombriz rosada cuando no está inflamado.

AUTORAS: Eva Carreras Salcedo, Soledad Fátima Vega Pozuelo, Inmaculada Herrera Torres.

AUTORA RESPONSABLE: Eva Carreras Salcedo.

RESUMEN

La incidencia máxima de la apendicitis aguda está en las personas de entre 20 y 30 años 1, siendo en este grupo de edad la segunda causa de dolor abdominal intenso y súbito, por detrás de las hernias estranguladas 2, en muchos países. Sin embargo, la apendicitis es probable a cualquier edad y requiere de cirugía quirúrgica, apendicectomía, la mayor parte de las veces.

En el presente artículo se han descrito los signos y síntomas del cuadro, cómo se realiza el diagnóstico de la apendicitis, el tratamiento médico y el pronóstico y el tratamiento enfermero en urgencias de adultos. Para ello, se ha realizado una amplia búsqueda bibliográfica y se ha sintetizado la información, ya que consideramos que es importante la actualización y difusión de la información como material de apoyo a las profesionales enfermeras que día a día trabajamos, o podemos trabajar, con personas afectadas por este problema.

PALABRAS CLAVE

Apendicitis, inflamación del ciego, tratamiento enfermero.

TEXTO

INTRODUCCIÓN

La apendicitis es la inflamación del apéndice intestinal, un órgano hueco que se encuentra en el ciego, al inicio del intestino grueso, en la zona inferior derecha del abdomen, y que tiene forma de lombriz rosada cuando no está inflamado.

La incidencia máxima de la apendicitis aguda está en las personas de entre 20 y 30 años 1, siendo en este grupo de edad la segunda causa de dolor abdominal intenso y súbito, por detrás de las hernias estranguladas 2, en muchos países. Sin embargo, la apendicitis es probable a cualquier edad y requiere de cirugía quirúrgica, apendicectomía, la mayor parte de las veces.

La inflamación del apéndice produce una obstrucción de la luz del órgano, lo cual conlleva una acumulación de las secreciones de la mucosa. De seguir evolucionando, se comprimen las arterias y venas causando isquemia e invasión bacteriana de la pared del apéndice, provocando necrosis, gangrena y ruptura si no se trata de inmediato.

En los casos de apendicitis, es importante realizar un control de los síntomas temprano para poder realizar un diagnóstico precoz e iniciar el tratamiento que prevenga las complicaciones futuras.

El dolor que va asociado a la apendicitis afecta al individuo física y emocionalmente, generando altos niveles de ansiedad. La enfermera, como primera profesional que atiende a este tipo de pacientes en muchas ocasiones, tiene el deber de realizar un correcto manejo de la situación mediante el conocimiento básico de los signos y síntomas y una rápida actuación.

MATERIAL Y MÉTODO

Se ha realizado una búsqueda bibliográfica en diferentes bases de datos, guías clínicas y protocolos, así como en páginas web, excluyendo artículos de opinión y documentos poco fiables. Posteriormente, se ha sintetizado la información para su posterior uso.

SIGNOS Y SÍNTOMAS

Los signos y síntomas más comunes se han descrito clásicamente en un orden conocido como la patocronia de Murphy. No obstante, esto sólo se respeta en el 50% de los pacientes, lo que hace que el diagnóstico no resulte sencillo.

Los signos y síntomas más comunes que pueden aparecer son:

  • Dolor abdominal: Inicialmente en epigastrio y, en pocas horas, se desplaza a la fosa ilíaca derecha. Es un dolor continuo y progresivo.
  • Rigidez de la pared del abdomen.
  • Mareos, vómitos y pérdida del apetito.
  • Fiebre.
  • Diarrea o estreñimiento.
  • Distensión abdominal.
  • Leucocitos.

DIAGNÓSTICO

El diagnóstico de la apendicitis se basa en la exploración física y en la historia clínica, complementando con exámenes complementarios y diagnóstico por imagen.

EXPLORACIÓN FÍSICA: Se basa en la exploración abdominal.

Aunque el estado general del paciente suele ser bueno, en estados avanzados de la enfermedad la temperatura puede ser elevada.

Signos que ayudan al diagnóstico en la exploración abdominal:

  • Signo de Blumberg: Dolor de manera refleja sobre el apéndice al presionar una zona alejada de éste. Indica irritación peritoneal.
  • Dolor en el punto de McBurney: Se marca una línea desde el ombligo hasta la punta del hueso pélvico derecho anterior. La unión de los dos tercios más cercanos al ombligo con el tercio externo es el punto McBurney.
  • Signo del psoas: En ocasiones el apéndice se ubica justo por encima del músculo psoas. En este caso, el paciente se acuesta con la cadera derecha flexionada para aliviar el dolor. Este signo se confirma con el paciente en decúbito supino. El profesional extiende en dirección a la espalda el muslo derecho, haciendo que el psoas se contraiga. Si provoca dolor, la prueba es positiva, aunque se presenta sólo en casos de absceso del psoas. También se llama signo de Cope.

EXÁMENES COMPLEMENTARIOS: Mediante un análisis de sangre. El hemograma determina un aumento de leucocitos (10000-18000 /mm). Si el recuento evidencia un número mayor a 18000/mm., puede ser signo de apendicitis perforada. En fases avanzadas también hay presencia de un aumento de neutrófilos.

DIAGNÓSTICO POR IMÁGENES:

  • Radiología: La radiología de abdomen suele ser normal o puede verse una dilatación de asas del intestino. Excepcionalmente puede apreciarse un fecalito calcificado en la fosa ilíaca derecha. La radiografía de tórax es indispensable para descartar otras afecciones.
  • Ecografía: Muy útil para el diagnóstico y para descartar otras patologías. Puede verse el apéndice inflamado o líquido libre por el abdomen. Sin embargo, en ocasiones el resultado es normal a pesar de que sí hay una apendicitis.
  • Tomografía axial computarizada (TAC): Método diagnóstico muy fiable y que cada vez se usa más en casos de duda. También permite descartar otras patologías.

TRATAMIENTO MÉDICO Y PRONÓSTICO

Una vez diagnosticada el tratamiento debe de ser quirúrgico, apendicectomía, y precoz para evitar complicaciones del tipo peritonitis, la inflamación del peritoneo, que suele ser un cuadro más grave y con mayores complicaciones, ya que puede dar lugar a la muerte de la persona por septicemia.

La apendicectomía consiste en la extracción del apéndice a través de una pequeña incisión, o laparotomía, a través del abdomen. Después de esto, se realiza un lavado con solución salina de la zona abdominal y se procede al cierre de la incisión, aunque en caso de muñón difícil se puede dejar un drenaje.

En casos de peritonitis generalizada, puede requerirse dejar el abdomen abierto para un lavado posterior y un cierre más tarde.

El manejo médico se realiza mediante hidratación del paciente y la administración de tratamiento antibiótico y analgésico.

Después de la intervención, la persona puede comer en las siguientes 24-36 horas y puede realizar las actividades diarias en menos de unas dos semanas.

La mayoría de los pacientes afectados por apendicitis se recuperan fácilmente después del tratamiento quirúrgico; sin embargo, pueden ocurrir complicaciones que demoren el alta domiciliaria.

La recuperación dependerá de la edad del paciente, así como de su condición de salud y otras circunstancias. En general ésta será, después de una apendicectomía, de entre 10 y 28 días.

TRATAMIENTO ENFERMERO EN URGENCIAS DE ADULTOS

  • El cuadro suele acompañarse con dolor y ansiedad. Procuraremos reducir la ansiedad del paciente, y de familiares, aclarando las posibles dudas que tengan e informando del proceso de la intervención y postoperatorio desde un primer momento.
  • Colocación del paciente en posición de Fowler para disminuir el dolor, proporcionando el mayor confort posible.
  • Control de las constantes vitales: Temperatura, FC, TA, SatO2, etc. Realizar un ECG en caso necesario.
  • Colocación de un catéter venoso periférico. Realizar una extracción de sangre para cursar una analítica con hemograma, bioquímica y coagulación, con la petición médica. En ocasiones no se administran analgésicos para evitar la enmascaración de los síntomas de perforación. Si está prescrito, administrar el tratamiento farmacológico: analgesia, antibióticos, etc.
  • El paciente permanecerá en ayuno.
  • Si se confirma el diagnóstico, el paciente será sometido a una intervención quirúrgica. Proceder a informar, y preparar al paciente para la intervención según el protocolo de la unidad.

RESULTADOS Y CONCLUSIONES

Existe una abundante información bibliográfica sobre la apendicitis.

Se han descrito los signos y síntomas del cuadro, cómo se realiza el diagnóstico de la apendicitis, el tratamiento médico, el pronóstico y el tratamiento enfermero en urgencias de adultos.

Consideramos que es esencial la recopilación y síntesis de la información obtenida para proceder a la divulgación de la misma como material de apoyo a las profesionales enfermeras que día a día trabajamos, o podemos trabajar, con personas afectadas de apendicitis en las urgencias de adultos.

BIBLIOGRAFÍA

  1. Harrison Principios de Medicina Interna 16a edición (2006). Capítulo 281. Apendicitis y peritonitis agudas. Harrison online en español. McGraw-Hill.
  2. Manual Merck de Información Médica para el Hogar (2005-2008). Capítulo 112: Urgencias gastrointestinales. Sección 9: Trastornos Gastrointestinales.
  3. Fernández Lobato, R. Pruebas de imagen y apendicitis aguda: importancia para la calidad asistencial. Rev Calidad Asistencial 2010;25:183-5.
  4. Sifri CD, Madoff LC. Appendicitis. In: Bennett E, Dolin R, Blaser MJ, eds. Mandell, Douglass, and Bennett’s Principles and Practice of Infectious Diseases. 8th ed. Philadelphia, PA: Elsevier Churchill Livingstone; 2014:chap 80.