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Aspectos psicológicos en la violencia de género. A propósito de un caso

Otro hecho a destacar, es que este caso no cumple con el ciclo de la violencia, ya que este se divide en tres fases: acumulación de tensión, descarga de la violencia física y arrepentimiento o luna de miel.

En este caso en concreto solo pasa por la fase de descarga de la violencia física, ya que el marido llegaba a casa y directamente buscaba un motivo insignificante para comenzar un episodio de violencia contra su mujer, no había momento para la fase de acumulación de tensión, al igual que nunca mostró arrepentimiento (tercera fase del ciclo), sino todo lo contrario, se mostraba como bien dice la víctima en la entrevista con una actitud prepotente, nunca le dijo que no lo iba a hacer más como ocurre en la mayoría de los casos, que en mi opinión lo dicen por el miedo que el marido siente a que lo abandone, pero en este caso ese miedo no existe ya que este hombre tenía muy claro que ella nunca iba a ser capaz de dejarlo porque la consideraba una inútil, que sin él no era nadie.

Si nos centramos en el perfil psicológico del hombre podemos señalar los siguientes aspectos importantes:

  • Proviene de una familia donde el padre maltrataba a la madre, con lo que ha sido testigo de muchos episodios de violencia; al igual que sus hermanos también han maltratado a sus respectivas mujeres. Este no es un factor determinante, pero influye, ya que en muchos casos de hombres que maltratan a su mujer se ha demostrado que provenían de familias en las que el padre también lo ha hecho.
  • Aprendió en su familia a ser violento, adoptando la violencia como una forma típica de relacionarse y de conseguir aquello que se desea.
  • Aspira por medio de la violencia a ejercer un poder y control absoluto sobre la mujer.
  • Considera a su mujer una posesión suya.
  • Es manipulador y nunca reconoce sus errores.
  • Se comporta de manera diferente en el ámbito público y en el privado, con lo que se podría decir que tiene un síntoma de algunos tipos de trastornos de personalidad, ya que puede pasar de un extremo a otro dependiendo del lugar donde se encuentre.
  • Desautoriza a su pareja delante de sus hijos (pegándole delante de ellos, como narra la víctima en la entrevista)
  • Defiende una concepción muy rígida y tradicional de los distintos papeles y estatus de los roles familiares

Sin embargo, si miramos un perfil teórico del hombre maltratador aparecen otras características que no encontramos en este caso, como puede ser los celos patológicos que en muchos casos son el detonante de los episodios de violencia, ya que tienen miedo a que su mujer les abandone. Este hombre en concreto no maltrataba a su mujer porque tuviera celos, era más el intentar aparentar de cara al resto, cuando ella hacia algo que el no lo consideraba propio su mujer, intentaba que cambiara sometiéndola mediante la violencia, él tiene una imagen creada de cómo tiene que ser su mujer, su familia, su vida,…y cuando algo no encaja con esa visión recurre a la violencia ya que es el único recurso que conoce para imponer su voluntad.

Otro factor que señalan los teóricos de este tema es el abuso de alcohol u otras drogas, pero en este caso no tenemos constancia de ello, ya que la víctima en la entrevista no lo ha señalado, por lo que se deduce que en este caso el alcohol y las drogas no han sido un detonante de los episodios de violencia o que la víctima ha preferido omitir esa información, al igual que ocurre con la depresión, ya que en la entrevista no se refleja que este hombre maltratador sufriera ningún tipo de depresión que incremente la probabilidad de episodios de violencia, pero si tiene un nivel alto de hostilidad y de ira que descarga contra la víctima, que queda reflejado en la pregunta 6, cuando la víctima narra el último episodio de violencia.

Con esto hay que señalar que no existe un perfil psicológico único de hombre maltratador, pero si que hay ciertas características que se dan en la mayoría de los casos, como es el factor de riesgo más importante, haber sido testigo y víctima de violencia, así como mantener una relación sentimental con la víctima y tener una visión muy estereotipada del papel del hombre y de la mujer.

En cuanto al perfil de la víctima, cabe señalar que , no existe no perfil previo al maltrato, sino que las características comunes de las víctimas se cumplen una vez ha sucedido el maltrato, lo único que señalan los teóricos es el hecho de haber presenciado o sufrido abusos en la infancia, ya que la mujer lo percibe como que tiene que aceptar la situación y ser sumisa a ella, en este caso, abusos en la infancia no es un factor de riesgo, ya que como bien dice la víctima en su familia no había antecedentes de abusos ni de violencia.

Las lesiones psíquicas agudas aparecen una vez comienzan los episodios de violencia: reacciones de shock, negación, confusión, abatimiento, temor, ansiedad quedan reflejadas en la entrevista. La víctima tiene miedo de cómo va a llegar el maltratador, si le pegará o no cuando llegue, no se habla del tema así parece que no ha sucedido (negación), se pregunta que habrá hecho ella para merecer eso e incluso en ocasiones llega a pensar que es culpable de lo que le está pasando (confusión). No ofrece ningún tipo de resistencia, simplemente espera que termine (sumisión), mientras piensa que pase pronto, era incapaz de hacerle frente, como bien dice ella en la entrevista, ya que considera que las consecuencias pueden ser todavía peor llegando a temer incluso por su vida.

En cuanto a las lesiones psicológicas a largo plazo quedan reflejadas todas ellas, pero si nos fijamos detenidamente las que más predominan son el sentimiento de baja autoestima, depresión, sensación de desamparo, impotencia y elevado control interno.

La víctima ha estado durante muchos años machacada tanto física como psicológicamente por su pareja, desde los 17 años, todos ese tiempo aguantando una serie de insultos y palizas ha desembocado en que tenga una autoestima muy baja, con lo que la probabilidad de tener un cuadro depresivo es muy alta, y en este caso lo tiene. Los sentimientos que esta mujer expresa en la entrevista son clara muestra de ello: “sentirse como una mierda, se quiere morir, vacía, sin ilusión, inútil, ganas de desaparecer, de coger el coche y matarse, incluso ha llegado a subirse a la terraza para intentar suicidarse, al principio pensaba que le pegaba porque se lo merecía“.

El abuso continuado de este hombre hacia la víctima ha contribuido a que tenga este tipo de sentimientos, la ha hecho dependiente de él, sumisa por miedo a las represalias que él pueda tomar y la relación se llegó a convertir en un bucle, ya que el hecho de que la víctima tenga la autoestima tan baja influye a la hora de seguir manteniendo estas conductas violentas por parte del agresor y a la vez este tipo de conductas han sido las que han provocado que la víctima tenga esa baja autoestima y depresión.

Otro punto importante a señalar es que cuanto mayor sea la duración y la severidad del maltrato doméstico, menor es la probabilidad de romper la relación. En este caso el agresor ha estado durante 28 años maltratando a la víctima, y la intensidad del maltrato ha sido alta y continuada, con lo que la probabilidad de denunciar es menor, de hecho podemos ver que la víctima cuando decidió divorciarse no denunció, ha sido tiempo después de separarse y tras el último episodio de violencia (estando ya divorciados) cuando ha sacado las fuerzas suficientes para ello, debido a que ha encontrado apoyo de familiares y amigos que le han hecho ver que era lo que tenía que hacer y que a día de hoy el problema de la violencia de género se ha hecho visible a la sociedad gracias a los medios de comunicación, haciendo conscientes a las víctimas que no tienen que callar, que son muchas las que lo sufren y que hay que denunciar, porque como esta víctima bien dice antes de sufrirlo no había oído hablar de este tipo de maltrato ya que eran otros tiempos (desinformación).

Si nos centramos en el papel de los hijos, vemos que también han sido víctimas de malos tratos. Han sido maltratados tanto física como psicológicamente por el agresor, con lo cual tienen más probabilidades de ser maltratadores en un futuro, ya que como se ha dicho anteriormente, el haber sido víctima o el haber presenciado maltrato en el hogar es una de las características más comunes del perfil de los maltratadores.

Según la víctima los hijos ven al padre con respeto y miedo, pero no es respeto lo que le tienen, porque eso a lo que la madre llama respeto realmente es que los ha hecho sumisos ante él, tienen miedo y han aprendido que así es como tienen que tratarlo para que la respuesta de este no sea maltratarlos como ha hecho anteriormente.

Las consecuencias más visibles a día de hoy en los hijos las ha descrito la víctima en la entrevista: el hijo mayor cinco años con depresión y tratamiento psicológico y psiquiátrico; el pequeño desde los nueve años (tiene 20 actualmente) también en tratamiento psicológico y psiquiátrico, tiene síntomas de estrés postraumático, síntomas depresivos…, el hijo mediano que actualmente tiene 27 no tiene secuelas aparentemente, sin embargo ha asumido el rol del padre, intentando ejercer el control sobre la vida de su madre impidiendo que la rehaga libremente, éste ha internalizado unos roles de género erróneos (se ha vuelto posesivo con su madre), esto en un futuro puede influir en la relación de pareja (volviéndose posesivo también con esta), desarrollando un perfil de posible maltratador, si esto sucede es porque ha conformado su personalidad en función a la violencia y la ha terminado tomando como patrón de conducta.

Analizando la situación de esta mujer una vez se decide a dejar a su pareja maltratadora, la situación no mejora, sino todo lo contrario, ya que esto le ha acarreado una serie de consecuencias que hace que la vida se le complique más. El hecho de no denunciar ante la separación hace que el maltratador siga acosándola, de hecho viven puerta con puerta, él se mudo allí cuando se divorciaron, y continuamente le exige que se vaya de la casa. Siguen el acoso psicológico, las palizas, de una forma más puntual y a esto se le añade el problema del trabajo, porque como bien se narra en la pregunta 8 de la entrevista, esta mujer trabajaba en la empresa de él, con lo que se aprovecho de esta situación para seguir maltratándola, esta vez usando otro tipo de acoso que es el laboral (mobing), tras denunciar esta situación termina por ser despedida, con lo cual se queda sin ingresos, él no le pasa la pensión que le corresponde y ella se ve con su hijo mayor síndrome de down y el pequeño que se encuentra fuera estudiando y sin ninguna fuente ingresos, tiene que seguir relacionándose con su expareja para pedirle la pensión que el juez dijo que le tenía que pasar cuando se divorciaron. El maltratador también hace uso de la custodia del hijo síndrome de down para seguir martirizándola, cuando el hijo realmente tiene un sentimiento de odio hacia el padre.

A día de hoy la víctima ha interpuesto una denuncia contra el agresor, pero dos años después del divorcio y tras 18 años de maltrato, ya que sigue temiendo por su vida, pero para ello tuvo que volver a ser víctima del maltrato físico por parte de este en la misma puerta de su casa, esto fue el detonante para que se decidiera después de tanto tiempo y sobre todo porque al hacer partícipe a la gente que le rodea de su problema ha encontrado apoyo que le hace sentir más fuerte para sobrellevar la situación y ser capaz de denunciar. El motivo principal por el que no lo hizo antes fue por miedo a las represalias, esto se deduce de la pregunta 28 cuando se le pregunta que porque lo mantuvo oculto, pero si miramos detenidamente la situación represalias había de todas maneras por cualquier motivo ficticio que al agresor le parecía, cambiar la silla de sitio, fumar,….

Es muy difícil romper con una relación tan tortuosa, ya que el agresor se niega a ello. Tras la denuncia se ha puesto una orden de alejamiento con lo que él ha tenido que abandonar la vivienda donde vivía, esto hace que siga acumulando más ira contra la víctima y ella teme que en un momento de cólera el se salte la orden de alejamiento y llegue a sorprenderla y le agreda llegando a cumplir sus amenazas de muerte, esperemos que no sea así y que la justicia ponga antes una solución, para evitar otro caso más de los que últimamente vemos en los medios de comunicación en los que el agresor se salta la orden de alejamiento y llega a cometer un homicidio.

BIBLIOGRAFÍA

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