La importancia de incluir indicadores de calidad de vida relacionada con la salud (CVRS) en el seguimiento de los enfermos viene dada no solo porque es una parte básica del concepto de salud, sino por la estrecha relación de la calidad de vida relacionada con la salud (CVRS) con la morbilidad y mortalidad. En los pacientes con cáncer, el estado de salud es un buen reflejo de la medida de la calidad de vida, la cual está ampliamente influenciada por aspectos nutricionales.
En la actualidad disponemos de un gran número de instrumentos que nos informan de cómo se siente el paciente, cual es su estado funcional y como percibe su propia salud. Las escalas de medida deben tener fiabilidad, validez y sensibilidad al cambio. Esto es muy importante ya que la calidad de vida relacionada con la salud (CVRS) cambia a lo largo del tiempo, por el cambio de las condiciones y los procesos de acomodación que el individuo va realizando, lo que nos lleva a realizar valoraciones cada cierto tiempo. El uso de medidas de calidad de la vida relacionada con la salud (CVRS) evalúa una amplia gama de dimensiones, y han sido diseñadas para ser aplicadas a todo tipo de pacientes con diferentes patologías y en el ámbito poblacional a fin de comparar y evaluar las diferentes variaciones del estado de salud. La importancia de esta medición permite destacar el estado funcional del paciente que refleje su salud física, mental y social. Otro aspecto de interés es ofrecer una medición de una variable de expresión tipo subjetivo y poder obtener un valor cuantitativo que represente el estado de salud.
La medida del nivel de salud y de la calidad de vida relacionada con la salud (CVRS) tiene una creciente importancia como estimador del resultado de los programas e intervenciones en el ámbito sanitario. Su uso ha crecido exponencialmente, junto con otras medidas como la satisfacción, en lo que podríamos denominar medidas centradas en el paciente. Guyatt define la calidad de vida relacionada con la salud (CVRS) como un concepto que intenta medir la opinión subjetiva del individuo respecto a su propia salud en las dimensiones física, psicológica y social. Las estrategias de calidad total de los sistemas sanitarios conceden una gran relevancia a los resultados obtenidos en términos de calidad de vida, como una de las variables finales que permiten analizar la efectividad de las actuaciones clínicas (nivel de microgestión, gestión clínica) y la planificación sanitaria (nivel de macro-mesogestión).
Para la medida de la calidad de vida relacionada con la salud (CVRS) en oncología, existen instrumentos ampliamente utilizados con probadas propiedades psicométricas (Schipper, Clinch, McMurray y Levitt, 1984; de Haes, vanKnippenberg y Neijt, 1990; Cella, Tulsky, Gray, Sarafian, Linn, Bonomi et al., 1993), como el QLQ-C30 (Aaronson, Ahmedzai, Bergman, Bullinger, Cull, Duez et al., 1993), el FLIC (Shipper et al., 1984) o el RSCL (de Haes y Welvaart, 1985). En España, el uso de cuestionarios para medir cv en pacientes con cáncer es aún más limitado por no existir adaptaciones al español que cumplan las normas actualmente vigentes (Badía, 1995). Uno de los cuestionarios más importantes disponible en español es el cuestionario de la EORTC, QLQ-C30 (Aaronson et al., 1993), validado preliminarmente en mujeres con cáncer de mama (Arrarás, Illaramendi y Valerdi, 1995).
Por otra parte y en consonancia con la calidad de vida de los pacientes oncológicos, se está empezando a dar gran importancia al estado nutricional del paciente oncológico, puesto que son considerados un grupo de población con mayor riesgo de desnutrición. La desnutrición, además, disminuye la calidad de vida y aumenta el gasto sanitario debido a la prolongación de los ingresos, el aumento de la frecuencia de las consultas y de los costes de las exploraciones, la medicación y el transporte de los pacientes, ocasionados por el tratamiento de las complicaciones que origina.
Las causas de desnutrición en el cáncer son múltiples y entre ellas se encuentran los efectos indeseables de los tratamientos antineoplásicos. La detección precoz del riesgo nutricional previene la desnutrición y mejora la calidad de vida de los pacientes. Una detección temprana de las alteraciones nutricionales, permite proporcionar una intervención precoz, pero requiere el uso herramientas adecuadas que puedan evaluar el estado nutricional de los pacientes con cáncer. Las herramientas de screening nutricional que son recomendadas por la European Society for Clinical Nutrition and Metabolism (ESPEN) para detectar malnutrición son: Malnutrition Universal Screening Tool (MUST), Nutritional Risk Screening (NRS-2002) and Mini Nutritional Assessment (MNA). El test MNA es un método simple y rápido para identificar a los pacientes ancianos que presentan riesgo de des-nutrición o que ya se encuentran desnutridos.
La atención nutricional debe formar parte del proceso terapéutico desde su inicio, mediante el cribado nutricional y la valoración del riesgo del tratamiento. Para ello es imprescindible la atención multidisciplinaria y la coordinación de los diferentes profesionales implicados, entre los que se encuentra la Enfermería como profesionales que detectan los pacientes de riesgo, aplican los cuidados y técnicas nutricionales, controlan su cumplimiento y alertan de las complicaciones.
Recientes estudios han expuesto, que en cáncer existe una influencia negativa del estado nutricional sobre la calidad de vida. La pérdida de peso y otros síntomas relacionados con la nutrición, han sido asociados con una baja calidad de vida. Incluso, ha habido una clara correlación entre la reducción de la ingesta nutricional y la calidad de vida, documentándose que esta ingesta influenció en un 20% la calidad de vida y que una baja calidad de vida está relacionada con la reducción de la respuesta al tratamiento oncológico.
La evaluación del estado nutricional y la calidad de vida deben ser actuaciones prioritarias en los cuidados domiciliarios a los pacientes oncológicos y dentro del cuidado global a estos pacientes, con el fin de adecuar nuestras intervenciones a las necesidades y expectativas del paciente.