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Caracterización anatomopatológica del cáncer renal

Se examinó las variantes histológicas donde el 82.4% correspondió al carcinoma de células claras seguido del carcinoma papilar. Aproximadamente 85% de los cánceres de células renales son adenocarcinomas. (Tabla 3)

Tabla No 3. Distribución del cáncer renal según variante histológica. Hospital provincial General “Camilo Cienfuegos”. Sancti Spíritus. 2003- 2012.

Variante Histológica – Número – %

Carcinoma de células claras – 94 – 82.4%

Carcinoma papilar – 10 – 8.7%

Oncocitoma – 0 – 0

Carcinoma Cromófobo – 2 – 1.7%

Carcinoma sarcomatoide – 8 – 7.2%

Total – 114 – 100%

Fuente: boleta de solicitud de biopsias

El grado nuclear de Furchman Grado I presento el 85.9% de los pacientes atendidos, La diferenciación celular en los Carcinomas Renales, viene definida fundamentalmente por el grado nuclear de Fuhrman que relaciona la forma y el tamaño del núcleo así como la presencia y el número de nucléolos.

La presencia de trombos en la luz de los vasos sanguíneos y la presencia de necrosis predomino en el mayor porciento de los pacientes atendidos factor pronóstico que influye en la supervivencia de los pacientes atendidos, al igual que la multifocalidad que en el estudio solo se presentó en el 7.1% de los pacientes atendidos en el Hospital Camilo Cienfuegos de Sancti Spíritus.

Discusión

El cáncer de células renales, también llamado adenocarcinoma renal o hipernefroma, a menudo puede curarse si se diagnostica y se trata cuando todavía está localizado al riñón y al tejido circundante inmediato. La probabilidad de curación está directamente relacionada con la etapa o grado de diseminación del tumor. Aun cuando los ganglios linfáticos regionales o los vasos sanguíneos están afectados por el tumor, un número significativo de pacientes puede lograr supervivencia prolongada y probable curación.

En un estudio realizado en el Hospital Reina Sofía en España plantea que hoy en día, tras los estudios tanto de la EORTC como de la Clínica Mayo, se ha observado una disminución importante de la afectación ganglionar cuando se realiza la linfadenectomía junto con la nefrectomía radical, presentando infiltración tumoral de los ganglios resecados un 3-4% de los pacientes. Además, en los pacientes sin sospecha preoperatoria de afectación ganglionar la linfadenectomía no mejora la supervivencia, frente a los pacientes a los que únicamente se les realiza la nefrectomía radical.

Estos datos reflejan la no necesidad de realizar linfadenectomía de rutina junto a la nefrectomía radical en pacientes sin sospecha preoperatoria de afectación ganglionar. Sin embargo, en los pacientes en los que las técnicas de imagen nos hagan sospechar la invasión tumoral de los ganglios regionales, una linfadenectomía retroperitoneal agresiva puede aumentar la supervivencia en ausencia de metástasis a distancia, por lo que en estos pacientes sí estará indicada la realización de linfadenectomía. Tanto la presencia de tumor en los ganglios linfáticos regionales como la presencia de metástasis van a ser factores negativos que van a influir decisivamente en la evolución postquirúrgica y en la supervivencia.

Aproximadamente 85% de los cánceres de células renales son adenocarcinomas, en su mayoría de origen tubular proximal. Los adenocarcinomas pueden dividirse en carcinomas de células claras y carcinomas de células granulares, aunque los dos tipos de células pueden ocurrir juntos en algunos tumores. Algunos investigadores han encontrado que los tumores de células granulares tienen un pronóstico peor, pero este resultado no es universal. La distinción entre adenocarcinomas renales bien diferenciados y adenomas renales puede ser difícil. El diagnóstico suele hacerse de forma arbitraria a tenor del tamaño de la masa, pero el tamaño no es lo ocurrir en el caso de lesiones tan pequeñas como las de 0,5 centímetros.

Generalmente se asigna el grado nuclear de Furchman en una escala del 1 al 3 a los cánceres de células renales. Los núcleos de las células del cáncer de células renales grado 1 se asemejan mucho a los núcleos de las células normales del riñón. Por lo general estos cánceres crecen y se propagan lentamente y tienden a tener un buen pronóstico. En el otro extremo, los núcleos de las células cancerosas renales grado 3 lucen bastante diferente de los núcleos de las células normales del riñón y tienen un peor pronóstico.

CONCLUSIONES

La realización de este trabajo nos permitió conocer la caracterización anatomopatológicas de las pacientes con carcinoma de células renales diagnosticadas en el Hospital General Camilo Cienfuegos de Sancti Spíritus en el período 2003- 2012, donde existe una tendencia a ir aumentando su frecuencia con la edad pues a partir de los 50 años se observa un incremento de esta patología. Al analizar el comportamiento de esta patología según la variedad histológica, el carcinoma de células claras fue el que presentó mayor frecuencia, siendo la