Inicio > Pediatría y Neonatología > Causas de la obesidad infantil y estrategias de prevención > Página 2

Causas de la obesidad infantil y estrategias de prevención

– Estrategias de prevención / intervención sobre la obesidad

Existen cientos de artículos y revisiones sobre las estrategias e intervenciones más eficaces contra la obesidad, entre las que cabe destacar las siguientes:

  • Actividad física y descanso: los beneficios de ésta son múltiples como, por ejemplo, reduce el porcentaje de grasa corporal, ayuda a disminuir el riesgo de enfermedades cardiovasculares, ayuda a fortalecer los músculos y a aumentar la masa ósea, mejora el estado de ánimo e incluso fomenta las relaciones sociales.

A pesar de todos estos beneficios, en un estudio realizado en Estados Unidos se encontró que eran menos de la mitad de los niños los que realizaban entre 30 y 60 minutos diarios de ejercicio (10).

En España, según el programa PERSEO, realizado por la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), el 13% de los niños no realiza nunca actividades deportivas, y el 9,8% lo hace sólo una hora a la semana. Según este mismo programa, el 33% de los niños dedica 3 horas/día a ver la televisión, y un 18% le dedica 4 o más horas/día. De esto se deriva la importancia de promover la actividad física para prevenir el sedentarismo (11).

También el hecho de no dormir lo suficiente, y por lo tanto no descansar bien, favorece la obesidad. Se recomienda que un niño duerma al menos 10 horas, cifra que en muchos casos no se cumple favoreciendo el aumento de peso.

  • Alimentación equilibrada: Una de las principales causas de la obesidad infantil actual es la alimentación inadecuada, debido tanto a su cantidad (el consumo de alimentos llega a ser excesivo en una sola ingesta), como a su calidad (el consumo de carnes y grasas animales, así como de productos procesados y manufacturados y la llamada bollería industrial ha aumentado, mientras que el de frutas, verduras, cereales y pescado, base fundamental de la dieta mediterránea, ha disminuido de manera alarmante).

Los requerimientos nutricionales del niño varían en función de diversos factores como la edad, factores genéticos, actividad física, etc., pero como principales acciones se recomiendan:

  • En lactantes y niños pequeños: Lactancia materna en la medida de lo posible, evitar añadir azucares y almidones en la leche artificial, garantizar la ingesta de micronutrientes necesarios…
  • Niños y adolescentes: Repartir la ingesta en cinco comidas diarias y evitar “picar entre comidas” , resaltar la importancia de un desayuno saludable, fomentar la ingesta de frutas y verduras, reducir la ingesta de alimentos con alta cantidad de calorías, grasas y bollería, reducir la ingesta de bebidas azucaradas y otras bebidas energéticas, beber 1,5-2 litros de agua al día…(12,13)
  • Educación y políticas sanitarias: Tanto el gobierno de cada país, como organismos internaciones, organizaciones no gubernamentales, las empresas del sector privado, así como la sociedad civil en general tienen un papel fundamental en la creación de entornos saludables que favorezcan una alimentación adecuada y saludable para niños y jóvenes.

Por ello, la OMS apoya el empleo y seguimiento de medidas desde un enfoque multisectorial, que integre todos los elementos implicados en la aplicación de una estrategia mundial conjunta contra la obesidad infantil.

A continuación, se describen las intervenciones en cada uno de los sectores implicados: (12,14)

  • La familia: Es el núcleo básico para el aprendizaje y fomento de los hábitos saludables, los padres pueden influir en el comportamiento de sus hijos poniendo a su disposición alimentos y bebidas saludables, y apoyando y animando a la actividad física diaria. Así mismo, también se recomienda a los padres y demás familia que tengan un estilo de vida saludable que pueda servir de buen ejemplo a sus hijos.

En cuanto a las sugerencias para una adecuada actividad física y alimentación que recomienda la OMS para las familias son similares a las anteriormente citadas.

  • La escuela: La actuación en la escuela es esencial para niños y adolescentes debido al importante tiempo de su vida que pasan en ella. Además, la escuela es el lugar idóneo para obtener conocimientos sobre dietas saludables y la importancia de la actividad física. Se debe destacar también la figura del profesor, y el cómo una implicación adecuada por parte de éste puede tener un impacto duradero en el estilo de vida de los alumnos.

Algunas sugerencias para la promoción de conductas saludables en la escuela son: ofrecer educación sanitaria que ayude a los estudiantes a adquirir conocimientos, actitudes y habilidades necesarias para desarrollar conductas saludables; ofrecer en los comedores y cafeterías servicios de comida y programas alimentarios basados en alimentos saludables; disponer de maquinas expendedoras que solo vendan alimentos como frutas, leche, agua, sándwiches y refrescos con pocas grasas; ofrecer clases diarias/frecuentes de educación física, ofrecer actividades deportivas extraescolares así como el acceso a los estudiantes y a la comunidad a instalaciones adecuadas para la práctica de actividades físicas.

  • Los gobiernos: El papel de los gobiernos es fundamental para lograr cambios sostenibles y permanentes en el ámbito de la salud pública, así como la iniciación y desarrollo de una estrategia mundial contra la obesidad, garantizando su aplicación y monitorizando su impacto a largo plazo. Estrategia que base sus actuaciones en la alimentación equilibrada y la adecuada actividad física, y fomente la formulación y promoción de políticas, estrategias y planes de acción tanto nacionales como internacionales.
  • La sociedad y ONGs: Tienen poder para influir en los comportamientos individuales y en las instituciones implicadas en la promoción de la dieta saludable y la actividad física. En colaboración con los organismos nacionales e internacionales, pueden prestar apoyo a la estrategia mundial mediante algunas de las siguientes acciones: dirigir la movilización popular; apoyar una amplia difusión de la información saludable; fomentar y promover grupos, redes y programas de salud que faciliten la disponibilidad de alimentos saludables y actividades físicas; y colaborar tanto con los organismos oficiales como con las empresas del sector privado interesadas.
  • La Organización Mundial de la Salud (OMS): La OMS ofrece liderazgo y recomendaciones basadas en datos probados, y fomenta las acciones internacionales para mejorar las prácticas dietéticas y aumentar la actividad física.
  • La industria y el sector privado: La industria alimentaria, los minoristas, las empresas de restauración, los fabricantes de material deportivo, las empresas publicitarias, las empresas farmacéuticas y los medios de comunicación, son algunas de las entidades del sector privado que pueden tener un papel importante en el fomento de actividad física y dietas saludables.

Se alienta a que el sector privado reduzca las grasas saturadas, los ácidos grasos trans, los azúcares libres y la sal en los productos alimentarios procesados y reduzcan el tamaño de las raciones, aumenten la introducción de opciones alimentarias saludables y nutritivas para niños, revisen las prácticas de promoción y comercialización de alimentos ricos en grasas saturadas y azucarados y proporcionen información adecuada y comprensible sobre los productos.

CONCLUSIONES

La obesidad infantil reduce considerablemente el bienestar físico, psíquico y social de los niños. En la presente generación de niños la obesidad alcanza cifras alarmantes, y por ello es necesario actuar ahora, ya que la obesidad infantil va a representar un atentico reto para los sistemas sanitarios mundiales en el siglo XXI. Estos niños obesos se convertirán con alta probabilidad en adultos obesos que desarrollarán a edades más tempranas enfermedades crónicas como diabetes, hipertensión y diversas patologías cardiovasculares y metabólicas, con el consiguiente impacto y sobrecoste que ello conlleva para un sistema sanitario público como el español.

El principal obstáculo para progresar es la falta de compromiso de los gobiernos, así como de las distintas empresas del sector privado que se niegan a asumir su parte del problema. Es por ello, misión de todos, conseguir que los niños no se conviertan en niños obesos, ni éstos en adultos obesos. Para ello, se debe adoptar un enfoque multisectorial, que integre un conjunto amplio de intervenciones sobre diversos sectores de la sociedad. Se debe incidir en la importancia del entorno educativo sobre una alimentación sana y la realización de actividad física diaria, algo que se puede conseguir mediante inversiones a largo plazo en políticas sanitarias, el compromiso del gobierno y la participación del conjunto de la sociedad.

Anexos

Anexos – Causas de la obesidad infantil y estrategias de prevención

Anexos – Causas de la obesidad infantil y estrategias de prevención

BIBLIOGRAFÍA

  1. Swinburn, B. A., Sacks, G., Hall, K. D., McPherson, K., Finegood, D. T., Moodie, M. L., & Gortmaker, S. L. The global obesity pandemic: shaped by global drivers and local environments.Lancet. 2011 Aug; 378(9793): 804-814.
  2. Whitaker RC, Wright JA, Pepe MS, Seidel KD, Dietz WH. Predic-ting obesity in young adulthood from childhood and parentalobesity. N Engl J Med. 1997; 337: 869-873.
  3. Ariza C, Ortega-Rodríguez E, Sánchez-Martínez F, Valmayor S, Juárez O, Pasarín M.I et al. La prevención de la obesidad infantil desde una perspectiva comunitaria. Aten Primaria. 2015; 47(4):246-255.
  4. World Health Organization (WHO). Global action plan for the prevention and control of noncommunicable diseases 2013-2020. Ginebra: World Health Organization (WHO); 2013.
  5. Lobstein T, Jackson-Leach R, Moodie ML, et al. Child and adolescent obesity: part of a bigger picture. 2015 Feb; 385(9986): 2510-2520.
  6. International Obesity Task Force (IOTF) for the WHO. Obesity in childhood. Report of an expert commitee. Kobe: World Health Organization (WHO); 2005.
  7. Sánchez-Cruz JJ, Jiménez-Moleón JJ, Fernández-Quesada F, Sánchez MJ. Prevalencia de obesidad infantil y juvenil en España en 2012. Rev Esp Cardiol. 2013; 66: 371-376.
  8. Borrás PA, Ugarriza L. Obesidad infantil: ¿nos estamos equivocando? Principales causas del problema y tendencias de investigación. Apunts Med Esport. 2013; 48 (178): 63-68.
  9. Harrison K, Bost KK, McBride BA, Donovan SH, Gribsy-Toussaint DS, Kim J, et al. Toward a developmental conceptualization of contributors to overweight and obesity in childhood: the Six-Cs Model. Child Dev Perspect. 2011; 5: 50-58.
  10. Efrat, M. W. Exploring effective strategies for increasing the amount of moderate-to-vigorous physical activity children accumulate during recess: a quasi-experimental intervention study. J School Health. 2013; 83(4), 265-272.
  11. Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN). Programa piloto escolar de referencia para la salud y el ejercicio contra la obesidad: Programa PERSEO. Primera evaluación del programa. Madrid: Ministerio de Sanidad y Política Social de España; 2009.
  12. Chueca Guindulain M, Berrade Zubiri S, Oyarzábal Irigoyen M. Obesidad infantil: cómo cambiar hábitos.FMC. 2012; 19(3): 129-136.
  13. Federación Española de Sociedades de Nutrición, Alimentación y Dietética (FESNAD), Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (SEEDO). Recomendaciones nutricionales basadas en la evidencia para la prevención y el tratamiento del sobrepeso y la obesidad en adultos (Documento de consenso FESNAD-SEEDO). Rev Esp Obes. 2011; 10, Supl 1.

[Disponible en: http://www.seedo.es/images/site/documentacionConsenso/Documento-Consenso-FESNAD-SEEDO-Oct2011.pdf]

  1. World Health Organization (WHO). 57ª Asamblea Mundial de la Salud. Estrategia mundial sobre el régimen alimentario, actividad física y salud. Ginebra: World Health Organization (WHO); 2004. [Disponible en: http://www.who.int/dietphysicalactivity/strategy/eb11344/strategy_spanish_web.pdf]