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La relación entre la cognición social y la esquizofrenia

por último de la sociedad. Es decir el niño puede alcanzar un conocimiento de sobre sus propios procesos cognitivos además de regularlos.

Teoría sociocultural de Lev Vygotsky.

En la teoría sociocultural de Vygotsky se hace patente una participación activa por parte de los niños con su ambiente. Vygotsky (1934) citado por Papalia, Duskin y Martorell (2004), afirmaba que el niño aprende a través de la interacción social, esto ayuda al niño a interiorizar el pensamiento y conductas propias de su sociedad. En la teoría de Vygotsky el componente social del desarrollo es muy importante. El contexto social influye en el aprendizaje más que las actitudes y creencias.

Teoría del aprendizaje social del Albert Bandura.

Para Bandura (1978) citado por Engler (1996) los procesos cognitivos y los factores sociales configuran el aprendizaje, este aprendizaje se observa tanto en la conducta como en el entorno. Bandura (1978) citado por Engler (1996) desarrolla el concepto de determinismo recíproco donde afirma que el aprendizaje se da a través de una interacción recíproca entre el ambiente, la conducta y el pensamiento. Las influencias ambientales pueden ser sociales como la familia, los amigos, la pareja, etcétera. Las influencias conductuales son el comportamiento manifiesto así como sus consecuencias y por último las influencias cognitivas que son los procesos de pensamiento.

Antecedentes históricos de la enfermedad mental.

El mundo clásico.

La curiosidad humana es un deseo de entender no solo el mundo físico sino también el espiritual y mental. Desde tiempos de la edad de piedra se consideraba que las enfermedades eran provocadas por dioses, magia y demonios. Algunas religiones consideran la existencia de un alma que representa la esencia de la persona como un intento de dar una explicación a estos fenómenos (Leahey, 2004).

Esta curiosidad está presente al tratar de comprender, entre muchas otras cosas, el origen de la enfermedad mental y sus consecuencias. En la antigüedad los pueblos primitivos eran conscientes de las enfermedades solo que desconocían su origen atribuyéndoles dichas causas a aspectos sobrenaturales como dioses y espíritus (López, 2006).

Hipócrates (460-377 A.C.) es considerado el padre de la medicina moderna. Consideraba que la enfermedad se debe a causas naturales y no a dioses o demonios (Butcher, Mineka y Hooley, 2007).

Butcher y otros (2007) mencionan que Hipócrates consideraba que los trastornos mentales se debían a que el cerebro se enfermaba y a los golpes sufridos en la cabeza. Clasificó a los trastornos mentales en manía, melancolía y frenitis describiendo cada una de ellos de manera muy detallada.

Maher y Maher (1994) citado por Butcher y otros (2007) menciona que Hipócrates explicó la personalidad con el paradigma de los cuatro humores del cuerpo humano (sangre, flema, bilis y bilis negra).

Platón (429-347 A.C.) propuso un tratamiento para aquellas personas que habían cometido un crimen debido a su enfermedad mental. Consideraba que dicha persona no era responsable de los actos por lo que se le debería tratar distinto, debía pagar por el daño y eximirle del castigo (Butcher y otros, 2007).

Sin embargo Platón a diferencia de Hipócrates mantenía la creencia que la enfermedad esa causada por los dioses.

Aristóteles (384-322 A.C.) describió a los trastornos mentales y en especial a la conciencia. Propuso que la frustración y el conflicto eran factores que dan por resultado el trastorno mental, sin embargo tiempo después rechazo esta hipótesis. Por otro lado propuso que la enfermedad mental se debía a alteraciones de alguno de los humores propuestos por Hipócrates como la bilis a la que se le atribuía impulsos suicidas (Butcher y otros, 2007).

La edad media.

La ciencia y la filosofía tal como la concibieron los griegos, tratando de entender la mente y el mundo, en sus propios términos da un giro en la Edad Media donde la mente humana y el mundo era entendido en función de un Dios que nadie veía (Leahey, 2004).

Durante este periodo el conocimiento existente estaba basado en Dios, el alma, el mundo espiritual, la fe y la tradición. Thomas, (1971) citado por Leahey, (2004) refiere que la magia, las profecías y las visiones era algo cotidiano durante la Edad Media.

Tomando en cuenta este contexto la enfermedad mental tiene una serie de explicaciones que van desde prácticas demoniacas, castigos divinos, pruebas celestiales y brujería.

En la Edad Media la Iglesia Católica suministraba tratamiento a las personas con una alteración mental interpretando ésta como una posesión demoniaca, el tratamiento sugerido era el exorcismo, la tortura o en casos extremos la muerte por la hoguera (Compas y Gotlib, 2003).

El exorcismo como uno de los principales tratamientos contra la locura, aunque variaban algunas de las técnicas, consistía en oraciones, encantamientos, brebajes, purgantes y rituales (Butcher y otros, 2007).

En general los trastornos mentales fueron muy comunes en la Edad Media durante esta época de la humanidad las explicaciones giraban en torno a causas sobrenaturales (Butcher y otros, 2007).

Uno de los episodios sobresalientes de esta época fue la protagonizada en Italia a principios del siglo XIII el cual se le conoce como tarantismo, consiste en danzas maniacas realizadas por un grupo de personas caracterizadas por saltos y convulsiones, este tipo de locura colectiva se extendió al resto de Europa donde también se le conoció como el Baile de San Vito (Butcher y otros, 2007).

Sin embargo contrario a algunas creencias Schoeneman (1984) citado por Butcher y otros (2007) asegura que muchas de las mujeres acusadas de ser brujas en realidad eran mujeres de mal temperamento y con una lengua muy afilada y no tanto una enferma mental.

Los conocimientos médicos griegos sobrevivieron gracias al trabajo de un médico árabe llamado Abú Ali al-Husayn Ibn Siná (980-1037) llamado Avicena