Inicio > Enfermería > Control de secreciones en el paciente intubado > Página 2

Control de secreciones en el paciente intubado

AUTORES

Sara Macías Caballero. Diplomada en Enfermería

María Gil Lora: Diplomada en Enfermería

María del Roció Periáñez Cordero. Diplomada en Enfermería

Palabras clave: paciente crítico, neumonía, intubación, secreciones

INTRODUCCIÓN

El paciente con necesidad de intubación presentan alteraciones en la ventilación, por lo que presentan abundantes secreciones bronquiales que mal controladas, pueden complicar su evolución llegando a originar atelectasias, tapones de moco o sobreinfección de estos, lo que favorece la aparición de neumonía nosocomial.

Una higiene de manos adecuada, una buena higiene oral junto con un buen  manejo del circuito respiratorio, ayudan a la no aparición de neumonías en este tipo de pacientes a largo plazo.

Hay varias técnicas para el control de secreciones que tienen como objetivo evacuar el exudado y prevenir la aparición de complicaciones.

Fisioterapia respiratoria

La fisioterapia torácica en los cuidados críticos incluye el drenaje postural, la percusión y vibración, de la pared torácica y la insuflación manual o mecánica.

  • Drenaje postural

Los cambios de posición en TR significan la colocación de ciertos segmentos pulmonares más altos que la carina con el fin de mover secreciones y utilizar esto como medida terapéutica. Estos cambios de posición también pueden mejorar la ventilación / perfusión, incrementan los volúmenes pulmonares, reducen el trabajo respiratorio, reducen el trabajo cardiaco y mejoran el drenaje de secreciones. En los pacientes sometidos a ventilación mecánica en la UCI los cambios de posición deben hacerse cada 1 o 2 horas y el drenaje postural cada 4 a 6 horas.

  • Percusión y vibración

La percusión y la vibración son técnicas que tradicionalmente han sido utilizadas con el fin de aumentar la limpieza de las secreciones de la vía aérea a través de la transmisión de una onda de energía aplicada a la pared del tórax. La percusión puede ser realizada con golpes secos con las manos en forma cóncava sobre la pared del tórax del área afectada, el drenaje a través de vibraciones puede ser aplicadas haciendo vibración manual y aceleración del flujo, con un movimiento rítmico de ambas manos o comprimiendo la pared del tórax durante la expiración de manera no selectiva. Tanto la percusión como la vibración pueden ser realizadas usando también equipos mecánicos.

  • Insuflación manual o mecánica

Esta técnica consiste en desconectar al paciente del ventilador e inflar el pulmón con grandes volúmenes corrientes con equipos manuales. La técnica es generalmente realizada suministrando una inspiración lenta y profunda, se hace una pausa al final de la inspiración y una rápida liberación del volumen con el fin de lograr un alto flujo espiratorio. Es utilizada con el fin de evitar el colapso pulmonar, reexpandir los alvéolos previamente colapsados, mejorar la oxigenación y la distensibilidad pulmonar e incrementar el movimiento de secreciones pulmonares hacia las vías aéreas centrales.

Aspiración endotraqueal

La aspiración endotraqueal (AET) es uno de los procedimientos más comúnmente realizados en pacientes con una vía respiratoria artificial. Es un componente de la higiene bronquial y la ventilación mecánica que consiste, en la succión mecánica de secreciones pulmonares de la vía respiratoria artificial para evitar su obstrucción.

Hay dos métodos de aspiración endotraqueal según la elección de sonda: abierta y cerrada. En la aspiración abierta es preciso desconectar al paciente del respirador; en la técnica cerrada se conecta una sonda estéril en línea al circuito del respirador; esto permite pasar la sonda de aspiración por la vía respiratoria artificial sin desconectar al paciente del respirador.

En adultos, el diámetro de la sonda de aspiración no debe exceder la mitad del diámetro interno de la vía respiratoria artificial. Como preparación para la aspiración, se sugiere suministrar oxígeno al 100% por 30–60 segundos antes de la aspiración, especialmente en pacientes que están hipoxémicos antes del procedimiento.

Es preciso comprobar la presión negativa de la unidad ocluyendo el extremo de los tubos de succión antes de conectar la sonda de aspiración y antes de cada acto de aspiración. La presión de succión debe ser lo más baja posible pero capaz de extraer las secreciones eficazmente.

A pesar de ser un procedimiento necesario, puede ocasionar complicaciones como lesión en la mucosa traqueal, dolor, desaliento, infección, alteración de los parámetros hemodinámicos y de los gases arteriales, bronco constricción, atelectasia y aumento de la presión intracraneal.

CONCLUSIÓN

La neumonía asociada con el  ventilador  es la que aparece después de 48 horas de intubación. Es la mayor causa de morbilidad y mortalidad en las unidades de terapia intensiva.

Una buena higiene así como un buen uso de técnicas para el control de secreciones,  es clave para evitar la aparición de complicaciones en pacientes intubados.

BIBLIOGRAFÍA

  • Gómez Grande ML, González Bellido V, Olguin G, Rodríguez H. Manejo de las secreciones pulmonares en el paciente crítico. Enferm Intensiva 2010; 21(2):74-82
  • Perry A, Potter P. Guía Mosby de Técnicas y procedimientos en Enfermería. 7th ed. Barcelona: Elsevier-Mosby; 2011.
  • Mariscal D, Rello J. El diagnóstico de neumonía en pacientes Intubados: la infructuosa búsqueda de “El Dorado”. Enferm Infec Microbiol Clin 2000; 18: 59-61.
  • Zafra Pires M, Barrot Cortés E editors. Manuales de Procedimientos SEPAR: Terapias respiratorias y cuidados del paciente neuromuscular con afectación respiratoria. Madrid: Editorial Respira; 2012.