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El manejo de la tecnología en el cuidado humano en Enfermería. una visión desde la ética

tecnología como un medio o como un fin, traduciéndose en cuidar a la persona como un sujeto/individuo con un papel activo o como un objeto pasivo al que se le aplican procedimientos.

De lo expuesto por, (4), la tecnología debe ser considerada como una herramienta que ayuda al profesional, un medio, no un fin en sí misma. Es importante pero no imprescindible, nunca puede sustituir al contacto de la enfermera, el mismo autor afirma

Otro aspecto, de la influencia de la tecnología en la Enfermería es respecto al desarrollo de ésta como disciplina. Estudios previos, muestran como el empleo de la tecnología es percibido como una oportunidad de crecimiento de la Enfermería y de la propia enfermera y de ayuda para mejorar la opinión de la sociedad. Además existe una construcción social de jerarquía y prestigio en base a ese conocimiento y manejo de la tecnología, y no el hecho de pertenecer a unidades con mayor complejidad como las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI).

Este autor observó que el empleo de la tecnología supone para las enfermeras un proceso de adaptación que conlleva sentimientos y sensaciones de falta de autoestima, estrés, incertidumbre y en los casos donde existe mal funcionamiento de esta tecnología, culpabilidad y frustración. En este caso, el autor expresa que, entre las tecnologías que les provocaban a las enfermeras más estrés; por orden de prioridad estaba la ventilación mecánica, drenajes de tórax, bombas de infusión continua y la monitorización de la presión intracraneal, (5).

Otro aspecto a contemplar, es la presencia de las tecnologías en los centros de cuidados paliativos y la idoneidad de su uso en estos centros, afirma que lo primero es determinar qué clase de tecnología y equipamiento se pretende utilizar en estos centros, ya que existe una imprecisión en la utilización de términos relacionados con los cuidados paliativos, pacientes terminales y pronóstico vital que puede llevar a utilizar de manera incorrecta los criterios de ingreso en centros de cuidados paliativos (hospice), (6).

Sobre este particular, el aumento de la opinión y perspectiva de los pacientes sobre la tecnología y sus efectos en las personas enfermas, no sólo como evaluaciones de calidad de vida sino también con su opinión sobre los requerimientos y sus necesidades, (7).

Además de esto, la característica común de los efectos de la aplicación de una tecnología en las personas, es que independientemente de la efectividad y eficacia de esa aplicación tecnológica en su proceso, el paciente la vive como una afectación de su relación con su familia, con su pareja y con su medio social en general. Se percibe la tecnología en su proceso como una barrera que le limita para realizar su vida diaria y le provoca aislamiento, (8).

Por lo tanto, la realidad de los servicios de salud en este momento de avance de un paradigma de globalización de nuestra sociedad, en que, la expansión de las tecnologías así como los cambios demográficos, epidemiológicos y la movilización de la población, requiere que las enfermeras manejen informaciones complejas, utilicen alta tecnología para prestar cuidados de salud, evaluar los resultados de sus acciones para prestar cuidados y ayudar a los pacientes en los sistemas de atención a la salud cada vez más complejos

Una de las características de nuestra época es el gran desarrollo tecnológico, en particular en las ciencias de la salud y de la vida. Este hecho, sumado a la hegemonía de ciertos valores de nuestra sociedad, ha propiciado la pérdida de la visión central del hombre en los procesos asistenciales, llegando en ocasiones a situaciones de deshumanización que vulneran la dignidad de las personas. En el ámbito asistencial, a menudo la tecnología y el humanismo se presentan como elementos contrapuestos o incluso excluyentes, cuando en realidad lo que sucede es que ambos son complementarios en la asistencia sanitaria en general y en particular en los cuidados de Enfermería.

Utilizar una herramienta como la tecnología para ayudar a cuidar, cobra una especial importancia cuando esta tecnología es aplicada a la persona en su medio, lejos del hospital y por tanto del personal entrenada para manejarla. La aplicación de esta

tecnología en el nivel domiciliario y/o residencial debe ser evaluada por la enfermera, el paciente y sobre todo por la familia o el cuidador principal encargado de la persona enferma.

El motivo de este planteamiento es claro, la tecnología ofrece beneficios en el proceso de la enfermedad pero, lleva consigo una carga de incertidumbre, ansiedad y estrés relacionado con su manejo y con la responsabilidad de que provocar un daño involuntariamente por falta de conocimiento y habilidad. Dentro de los pacientes crónicos, que dependen o utilizan tecnología durante largo tiempo, surge otro problema y es el del manejo diario de la máquina o tecnología por parte de Enfermería. La instauración de estas tecnologías en el domicilio del paciente, no siempre da autonomía y seguridad, al tener que requerir de la adquisición de ciertas destrezas y habilidades en su uso,

Tal como lo señala, se tolera por su capacidad de solución o de ayuda en su enfermedad, pero no se percibe que su uso sea sencillo o fácil para ser utilizado por la enfermera. Sus aparentes beneficios no son tales para las personas enfermas, siendo que hay estudios que muestran una ambivalencia entre las ventajas y desventajas de la tecnología. Los estudios de Ingadottir y Jonsdottir y de Lehoux, Saint-Arnaud, Richard30 detallan que es considerada beneficiosa siempre y cuando no provoque limitaciones sociales y mantenga la autonomía del paciente para participar en su medio social, cosa que no suele ocurrir.

Los nuevos equipos de la unidad de cuidados intensivos cuentan con la tecnología más avanzada, que le permite al personal de Enfermería tener mayor conectividad con las historias clínicas y el