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Cuidados de Enfermería urgente ante ahogamiento y casi-ahogamiento en paciente pediátrico

Cuidados de Enfermería urgente ante ahogamiento y casi-ahogamiento en paciente pediátrico

Un ahogamiento se produce tras un episodio de inmersión de la víctima. Esta situación puede provocar la muerte inmediatamente o incluso antes de las primeras 24 horas, debido a complicaciones derivadas del ataque hipóxico.

Autores: Tania Sánchez Guio 1, David Delgado Sevilla 2, María Elena Forniés Baquedano 3, Alberto Millán Vicente 4.

  • Doctoranda Universidad de Zaragoza. Master de Enfermería de Urgencias, Emergencias y Transporte Sanitario, Universidad CEU San Pablo. Máster Universitario en Gerontología Social, Facultad de Ciencias de la Salud de Zaragoza. Hospital Universitario Miguel Servet.
  • Master de iniciación a la investigación, Universidad San Jorge. Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa.
  • Máster Universitario en Iniciación a la Investigación en Ciencias de la Enfermería, Facultad de Ciencias de la Salud de Zaragoza. Hospital Universitario Miguel Servet.
  • Master Universitario en Salud Pública, Facultad de Medicina de Zaragoza. Hospital Universitario Miguel Servet.

RESUMEN

La fisiología del ahogamiento es diferente si se produce en agua dulce o salada, aunque ambas situaciones conducen a hipoxemia. Si el ahogamiento se produce en agua dulce, altera el surfactante, lo que produce atelectasia y en último término edema pulmonar; el agua salada induce movimiento de líquido a favor del gradiente osmótico, lo que produce inundación de los alveolos por plasma rico en proteínas y edema pulmonar. Entre los síntomas más comunes que presentan estos pacientes a nivel pulmonar son: cianosis, palidez con edema pulmonar, esputos espumosos, estertores, roncus, sibilancias que evolucionan hasta la insuficiencia o el paro respiratorio.

PALABRAS CLAVE: ahogamiento, Enfermería, pediatría, clínica.

AHOGAMIENTO

Un ahogamiento se produce tras un episodio de inmersión de la víctima. Esta situación puede provocar la muerte inmediatamente o incluso antes de las primeras 24 horas, debido a complicaciones derivadas del ataque hipóxico. Los niños menores de 4 años presentan mayor incidencia de accidentes en piscinas, bañeras o lagos. En cambio, los adolescentes sufren ahogamientos en situaciones relacionadas con la ingesta de alcohol, siendo más prevalente en los varones.

La fisiología del ahogamiento es diferente si se produce en agua dulce o salada, aunque ambas situaciones conducen a hipoxemia. Si el ahogamiento se produce en agua dulce, altera el surfactante, lo que produce atelectasia y en último término edema pulmonar; el agua salada induce movimiento de líquido a favor del gradiente osmótico, lo que produce inundación de los alveolos por plasma rico en proteínas y edema pulmonar.

La etiología es diversa, ya que puede deberse a traumatismos, convulsiones, intoxicaciones por alcohol, sedantes, extenuación, naufragio o por no saber nadar, entre otros.

Entre los síntomas más comunes que presentan estos pacientes a nivel pulmonar son: cianosis, palidez con edema pulmonar, esputos espumosos, estertores, roncus, sibilancias que evolucionan hasta la insuficiencia o el paro respiratorio. Es frecuente también la aparición de convulsiones, cambios en el estado mental, incluso estupor o coma, acompañados de otros signos focales neurológicos que reflejan hipoxia y edema cerebral. En ocasiones, menos frecuente, producen arritmias cardiacas y asistolia.

Entre los indicadores clínicos de mal pronóstico se encuentran: Menores de 3 años; Tiempo de inmersión superior a los 5 minutos; No se han llevado a cabo medidas de soporte vital básico (SVB) durante al menos 10 minutos después del rescate; Presencia de convulsiones, pupilas fijas y dilatadas, postura descerebrada, extremidades fláccidas y coma; Puntuaciones inferiores a 5 en la escala de coma Glasgow se asocia con elevados índices de mortalidad, puntuaciones superiores a 6 se asocian con probable ausencia de secuelas; PH arterial 7,10 ó inferior; Glucemia inicial de 200 mg/dl ó superior.

Las complicaciones más comunes que suelen presentar son: neumonía por aspiración, necrosis tubular aguda e insuficiencia renal, edema pulmonar, insuficiencia respiratoria, paro cardiorrespiratorio; lesión de la medula espinal, complicaciones de la reanimación in situ, como neumotórax, coagulación intravascular diseminada.

MEDIDAS DE ACTUACIÓN INMEDIATA

Las medidas de reanimación inmediata llevadas a cabo de un modo efectivo mejoran notablemente el pronóstico del niño.

  • Imprescindible estabilizar la vía aérea buscando la permeabilidad de la misma en primer lugar, eliminando cualquier material extraño existente, manteniendo la ventilación y la administración de oxigenoterapia y líquidos.
  • Especial atención si presenta traumatismo craneal y lesiones a nivel cervical, hipotermia y barotrauma.
  • Adecuada inmovilización del cuello durante toda asistencia y traslado a centro hospitalario.
  • Tratar las complicaciones que puedan surgir, derivadas del pulmón, o del edema cerebral secundario a ataque hipóxico.
  • Control y vigilancia de constantes vitales, así como, control de la temperatura.

BIBLIOGRAFÍA

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