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Cuidados de Enfermería en lesionados medulares con problemas de vejiga neurógena

Cuidados de Enfermería en lesionados medulares con problemas de vejiga neurógena

Los pacientes con lesión medular necesitan cuidados especiales adaptados a su condición. El presente artículo trata especialmente la vejiga neurógena en el lesionado medular, una disfunción urinaria que puede desencadenar tanto síntomas físicos como psicosociales.

AUTORES

  1. Mireya Layunta Hernández. Máster en Gerontología Social. Enfermera en Hospital Universitario Miguel Servet (Zaragoza).
  2. Carlos Alberto Luna Gandú. Máster de Iniciación en Investigación en Ciencias de la Enfermería y Máster de Gestión en Dirección de Centros Sanitarios. Enfermero en Hospital Clínico Lozano Blesa (Zaragoza).
  3. Andrea Remacha Rodríguez. Máster de Iniciación en Investigación en Ciencias de la Enfermería. Enfermera en Hospital Universitario Miguel Servet (Zaragoza).
  4. Cristina López Hernández. Máster en Gerontología Social. Enfermera en Hospital Universitario Miguel Servet (Zaragoza).

RESUMEN

Introducción: Los pacientes con lesión medular necesitan cuidados especiales adaptados a su condición. El presente artículo trata especialmente la vejiga neurógena en el lesionado medular, una disfunción urinaria que puede desencadenar tanto síntomas físicos como psicosociales.

Objetivo: La condición del lesionado medular depende del grado de la lesión, y el equipo de Enfermería no solo puede ofrecer dichos cuidados sino también enseñar y fomentar actividades que mejoren la calidad de vida e independencia del paciente, en la medida de lo posible. El principal objetivo de este trabajo consiste en aportar conocimientos sobre el autosondaje en lesionados medulares.

Metodología: Se realizó una búsqueda bibliográfica en las bases de datos Pubmed, Science Direct y Scielo, consultando artículos de los últimos diez años. Las palabras clave utilizadas fueron “lesión medular”, “vejiga neurógena” y “cuidados de Enfermería”.

ABSTRACT

Introduction: Patients with spinal cord injury need special care adapted to their condition. This article deals especially with the neurogenic bladder in the spinal cord injured, an urinary dysfunction that can trigger both physical and psychosocial symptoms.

Objective: The condition of the spinal cord injury depends on the degree of the injury, and the nursing staff can not only offer such care but also teach and promote activities that improve the quality of life and independence of the patient, as far as possible. The main objective of this work is to provide knowledge on clean intermittent self-catheterization.

Methodology: A bibliographic search was carried out in Pubmed, Science Direct and Scielo databases, consulting articles of the last ten years. Key words used were «spinal cord injury», «neurogenic bladder» and «nursing care».

INTRODUCCIÓN

La lesión medular es definida como el daño provocado en las estructuras nerviosas de la médula espinal. Éste puede ser debido a un traumatismo, a una enfermedad o degeneración. En consecuencia, se produce la afectación del sistema nervioso autónomo desembocando en una pérdida o alteración de la sensibilidad y movilidad de las personas.

La principal causa de la lesión medular es el traumatismo. Los más comunes ocurren por accidentes de coche o moto, atropellos y accidentes laborales, actos violentos e intentos de suicidio. No obstante, pueden deberse también a enfermedades de origen vascular o neoplásico, congénitas y adquiridas (infecciones, enfermedades autoinmunes…) (1).

De manera estandarizada se emplea la escala ASIA (American Spinal Injury Association) para clasificar la lesión medular, en la que se explora la función motora y sensitiva. Esta escala establece 5 categorías, considerando el Grado A como una lesión completa, Grado B, C y D lesiones incompletas y Grado E la normalidad neurológica (2).

Alrededor de medio millón de personas a nivel mundial sufren esta dolencia, sin embargo, la prevalencia e incidencia resultan difíciles de estimar ya que son necesarios múltiples organismos (unidades de lesionados medulares, hospitales y centros no especializados e incluso defunciones que tienen lugar inmediatamente tras el traumatismo) para contabilizar los casos.

Puede afirmarse una mayor incidencia de la enfermedad en hombres que en mujeres cuando la causa se debe a traumatismos, aunque no hay gran predominio en varones cuando la lesión medular es ocasionada por una enfermedad no traumática. Suele afectar a adultos jóvenes y a ancianos, estos últimos debido a la mayor esperanza de vida (3).

VEJIGA NEURÓGENA EN LESIONADOS MEDULARES

En este artículo se trata el manejo de la disfunción urinaria en el lesionado medular, en concreto, la vejiga neurógena. Esta complicación suele darse en personas con afección por encima de la vértebra torácica 12 (T12).

La vejiga neurógena, también llamada flácida o hipotónica, se caracteriza por almacenar grandes volúmenes de orina. Hay escasas o ausentes contracciones y una baja presión. Esto provoca incontinencia por rebosamiento, que da lugar a diversas complicaciones: decúbito en la piel, erosiones uretrales y daño del tracto urinario superior. Además, ocasiona problemas psicosociales como vergüenza, depresión y aislamiento social (4).

Existen diferentes tratamientos farmacológicos y, a veces, se contempla la intervención quirúrgica, no obstante, en muchas ocasiones es necesaria la realización de cateterismos intermitentes.

En un comienzo, el personal de Enfermería realiza sondajes evacuatorios programados previamente pautados por un facultativo. La frecuencia depende del volumen de orina en cada sondaje: inicialmente se suele realizar cada 4 horas. Es imprescindible valorar el volumen evacuado en cada sondaje, ya que si en cada evacuación el volumen es de 200 ml o menor, podría disminuirse su frecuencia. Por el contrario, si el volumen es mayor de 500 ml se han de acortar los intervalos de tiempo. Con esta técnica se evita la sobredistensión de la vejiga, disminuyendo complicaciones anteriormente señaladas (4, 5).

El sondaje evacuatorio ha de realizarse mediante técnica estéril. Como peculiaridad, en estos tipos de sondaje se necesita una sonda tipo Nelaton, salvo en casos de sondajes difíciles, como en estenosis de uretra o hipertrofia benigna de próstata, en los cuales se utiliza la sonda Tiemann, cuya punta es acodada. Se ha de tener en cuenta su longitud, ya que las hay de 40 cm para hombres y de 20 cm aproximadamente para mujeres. Este tipo de sondas no poseen ningún sistema de fijación.

Es importante, desde el papel que realiza el equipo de Enfermería, la promoción de la enseñanza para el autosondaje. Lograr una buena técnica en el paciente es fundamental, pues ayuda a su independencia y autocuidado, reduciendo también las barreras a la intimidad sexual, que serían mayores si se hiciera uso de un sondaje vesical permanente. Las sondas de elección en el autosondaje son las llamadas Robinson. Se debe hacer hincapié en la esterilidad de la técnica para evitar infecciones. En el caso de las mujeres, el uso de un espejo puede ser de gran utilidad para el autosondaje. Conviene explicar al paciente que debe realizar una adecuada ingesta hídrica y una valoración del volumen evacuado en cada sondaje.

Además, cuando el paciente no recupera el control voluntario de la micción, el Equipo de Enfermería ha de enseñar la Maniobra de Credé, que consiste en ejercer presión manual sobre la vejiga (5, 6).

Por todo ello, la educación para el paciente en materia de autosondaje en casos de lesionados medulares con vejiga neurógena es fundamental para ayudarles a conseguir mayor independencia y calidad de vida.

BIBLIOGRAFÍA

  1. Kornhaber R, Mclean L, Betihavas V, Cleary M. Resilience and the rehabilitation of adult spinal cord injury survivors: A qualitative systematic review. J Adv Nurs. 2018 Jan; 74 (1): 23-33.
  2. Kirshblum SC, Burns SP, Biering-Sorensen F, Donovan W, Graves D. International standards for neurological classification of spinal cord injury J Spinal Cord Med. 2011; 34 (6): 535-546
  3. 3. Spinal cord injury.WHO. [Internet] 2013 [Actualizado 19/11/2013; citado 02/01/2019]. Disponible en: https://www.who.int/news-room/fact-sheets/detail/spinal-cord-injury
  4. Dorsher PT, McIntosh PM. Neurogenic Bladder. Adv Urol. 2012; 2012: 816274.
  5. Li WJ, Oh SJ. Management of lower urinary tract dysfunction in patients with neurological disorders. Korean J Urol. 2012; 53 (9): 583-92.
  6. Romo PGB, Smith CP, Cox A, Averbeck MA. Non-surgical urologic management of neurogenic bladder after spinal cord injury. World J Urol. 2018; 36 (10):1555-1568.