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Cuidados de Enfermería en pacientes con Lupus

Los criterios de actividad de la enfermedad en el LES se basan en marcadores serológicos que se realizan mediciones seriadas cada mes, y los cambios en los niveles de anticuerpos anti-DNA aparecen como el mejor predictor  de actividad clínica. Los anticuerpos C1q son útiles para el seguimiento de compromiso proliferativo renal. Los niveles de factores del complemento C3 like, C4, y funcionalmente, CH50 remanente son parámetros útiles para el monitoreo de la enfermedad.

Tratamiento

Para la vasta mayoría de la gente, un tratamiento efectivo puede minimizar los síntomas, reducir la inflamación y mantener las funciones normales del cuerpo.

Las medidas preventivas pueden reducir el riesgo de las recaídas. Para la gente que es fotosensibles, evitar o no extremar la exposición al sol y/o la aplicación frecuente de cremas protectoras, previenen la aparición de las ronchas en la piel. El ejercicio rutinario previene la debilidad muscular y la fatiga. Las inmunizaciones protegen en contra de infecciones específicas. Los grupos de apoyo, consejeros, comentar con miembros de la familia, amigos y médicos, pueden ayudar a los efectos del estrés. Es innecesario mencionar que los hábitos negativos son de alto riesgo para los pacientes con Lupus. Estos incluyen el tabaquismo, consumo de alcohol, el exceso de medicamentos prescritos o el posponer exámenes médicos rutinarios.

El abordaje del tratamiento está basado en las necesidades específicas y los síntomas de cada paciente. Dado que las características y el curso del Lupus puede variar significativamente entre diferentes individuos, es importante enfatizar que a través de una evaluación médica y una supervisión médica de rutina, son esenciales para asegurar un diagnóstico y tratamientos correctos.

Con frecuencia se prescriben medicamentos para pacientes con Lupus, dependiendo del órgano (s) afectados, así como la severidad de la afección. Una relación médico – paciente efectiva, para discutir el tipo de medicamentos, los posibles efectos indeseables, dosis y expectativas, son vitales. Los medicamentos comúnmente prescrito incluyen:

Anti-inflamatorios No Esteroideos (AINEs): Estos medicamentos se recetan para una gran variedad de enfermedades reumáticas, incluyendo Lupus. Ejemplos de éstos compuestos incluyen el ácido acetilsalicilico (aspirina), ibuprofen (Motrin), naproxen (Naprozyn), idometacina (Idocin), nabometone (Relafen), tolmetin (Tolectin) y un gran número de otros. Estos medicamentos generalmente se recomiendan para dolores musculares, articulares y artritis. La aspirina y los AINEs pueden causar malestar de estómago en algunas personas. Estos efectos se pueden minimizar, tomándolos junto con los alimentos; leche, antiácidos o prostaglandinas como el misoprostol (Cytotec). Los AINEs nuevos contienen prostaglandinas en la misma cápsula (Artrotec).

Los otros AINEs funcionan en la misma forma que la aspirina, pero son más potentes y los pacientes requieren menos tabletas al día para obtener el mismo efecto que la aspirina. Muchos AINEs se pueden adquirir sin receta médica en las farmacias. La gente debe ser muy precavida de no tomar demasiadas aspirinas o AINEs, dado que pueden reducir el flujo de sangre al riñón y causar problemas en la función.

Acetaminofen: Acetaminofen (Tylenol) es un analgésico de potencia moderada que se puede emplear frecuentemente para el dolor. Tiene la ventaja que es menos irritante al estómago que la aspirina, pero no tan efectivo para suprimir inflamación.

Corticoesteroides: Los corticoesteroides (cortisona) son hormonas que tienen propiedades anti-inflamatorias e inmuno-reguladoras. Normalmente se producen en pequeñas cantidades en las glándulas suprarrenales de nuestro cuerpo. Estas hormonas controlan una gran variedad de funciones metabólicas en el organismo. Los corticoesteroides se producen en forma sintética para reducir la inflamación y suprimir la actividad del sistema inmunológico. El más comúnmente prescrito es la prednisona.

Dado que esteroides tiene una gran variedad de efectos secundarios, la dosis tiene que ser ajustada para obtener los máximos efectos anti-inflamatorios y minimizar los efectos indeseables. Estos se pueden presentar con mayor frecuencia cuando se toman dosis de prednisona por periodos largos de tiempo y en altas cantidades (por ejemplo, 60 mg de prednisona diario por periodos de más de un mes). Tales efectos indeseables incluyen aumento de peso, “cara de luna”, acné, moratones en la piel con facilidad, fragilidad de los huesos u osteoporosis, aumento de la presión arterial, cataratas, diabetes, aumento en la susceptibilidad a infecciones, úlceras en el estómago, hiperactividad y aumento del apetito.

Antimaláricos: Las cloroquinas (Aralen) o hidroxicloroquina (Plaquenil, Dolquine) se emplean comúnmente en el tratamiento del paludismo o Malaria y pueden ser de mucha utilidad en algunos pacientes con Lupus. Se usan más frecuentemente para síntomas articulares y de piel, pero también son útiles para otras manifestaciones sistémicas.

El efecto benéfico puede aparecer hasta después de varios meses. Las reacciones indeseables son raras y consisten en diarrea ocasional y ronchas en la piel. Algunos antimaláricos como la quinina y la cloroquina pueden afectar los ojos. Por este motivo es importante practicarse exámenes oftalmológicos en forma periódica. Se sugiere un examen de fondo de ojo antes de iniciar el tratamiento y cada seis meses después de estarlas tomando. Sin embargo algunos médicos sugieren un examen cada año, especialmente si toma hidroxicloroquina (Plaquenil, Dolquine).

Medicamentos inmunomoduladores: Azatioprina (Imuran) y la ciclofosfamida (Cytoxan) es un grupo de agentes conocidos como fármacos citotóxicos o inmunosupresores. Estos medicamentos actúan en forma muy similar a los corticoesteroides suprimiendo la inflamación y la respuesta del sistema inmunológico. Los efectos indeseables de estos productos incluyen anemia, disminución de los glóbulos blancos y aumento en la susceptibilidad a las infecciones. Su uso, aunque raramente, también puede predisponer a una persona a desarrollar cáncer en forma tardía.

Otros agentes farmacológicos como el metotrexate y la ciclosporina se han empleado para controlar los síntomas de Lupus. Ambas son inmunomoduladoras y tienen efectos indeseables diferentes. Estos medicamentos se encuentran aún en fase de investigación pero con muy buenos resultados en Lupus. Algunos de estos agentes se emplean en conjunto con la aféresis, o una forma de filtrar substancias en la sangre. Esta aféresis se ha empleado en forma específica, para remover anticuerpos específicos de la sangre, aunque sus resultados no son muy prometedores.

Los nuevos fármacos disponibles, están dirigidos hacia células específicas del sistema inmunológico. Estos incluyen agentes que bloquean la producción de anticuerpos específicos como los que van dirigidos al ADN o agentes cuya acción es suprimir la producción de anticuerpos a través de otros mecanismos. Ejemplos de éstos, son las inyecciones de gammaglobulina intravenosa, las que se administran para aumentar las plaquetas (células necesarias para la coagulación).

Anticoagulantes: Estos medicamentos se emplean para “adelgazar” la sangre, y con más frecuencia en la actualidad para la formación rápida de coágulos sanguíneos. Estos van desde la simples aspirina a dosis muy bajas, la cual previene la agregación de las plaquetas (evitar que se adhieran unas con otras), hasta la heparina y/o coumadin los cuales previenen la formación de coágulos sanguíneos. Esto último requiere un control o monitoreo para asegurarse que el paciente este en el “rango terapéutico” o que la sangre no esté excesivamente “delgada” y haya peligro de sangrado. Generalmente este tipo de tratamiento es de por vida en los pacientes que han tenido problemas de coagulación con formación de coágulos o trombosis.

Los pacientes con Lupus deben aprender a reconocer con tiempo los síntomas iniciales o tempranos de la actividad o la enfermedad. De esta forma pueden ayudar a su médico a saber cuándo cambiar el tratamiento si es necesario. El control regular o monitoreo de la enfermedad con exámenes de laboratorio, son de gran valor; dado que hay cambios importantes en los síntomas cuando se presentan las recaídas severas. Los cambios en las pruebas de laboratorio indican que la enfermedad está activa, aún antes que el paciente presente los síntomas de la recaída. De ésta manera, es más fácil controlar éstas cuando se detectan en forma precoz, se puede presentar la posibilidad de daño permanente a un órgano o tejido, así como disminuir el tiempo que tiene que estar tomando dosis altas de los medicamentos.

Cuidados de Enfermería

Como se ha podido apreciar claramente, esta enfermedad de carácter crónico, tiene manifestaciones clínicas diversas. Ella ataca en sentido general, de forma masiva, aunque fracciona sus ataques en brotes y por sistemas desde el propio inicio de la enfermedad, en la más tierna edad, hasta su fin en edad no muy avanzada. Por esto el deterioro orgánico se hace masivo. Es por ello que para nosotros resulta imprescindible que el paciente se conozca minuciosamente, de ahí la importancia que atribuimos a:

La educación sanitaria que ha de impartirse a estos pacientes está encaminada a que el paciente debe conocer:

-Los síntomas de la enfermedad y acudir a su especialista de forma temprana evitando complicaciones que puedan agravar el cuadro y costarle la vida.

-Que las exposiciones al sol están proscritas porque agravan las lesiones de la piel e inclusivo llegan a presentar sarcoma de Kaposi a causa de exposiciones prolongadas a los rayos ultravioletas.

-Que la higiene personal y cuidado de la piel, en sentido general, reviste gran importancia, ya que cualquier otra afección dermatológica sobre añadida como puede ser:

  • La escabiosis.
  • Las dermatitis.
  • Las quemaduras sólo complicaría severamente los cuadros del paciente.

– En el caso de la mujer, ésta debe convencerse de que el embarazo es un alto riesgo para su vida, ya que produce exacerbaciones de la enfermedad y alarga los períodos de remisión. En estos pacientes se experimentan tempranas manifestaciones de toxemia, durante el embarazo. En la mortalidad fetal, sea por aborto espontáneo o parto prematuro un feto muerto en el útero es de más de 35 % de los casos. Los raros casos que llegan a nacer generalmente padecen anemia hemolítica del recién nacido o malformaciones congénitas, que lo llevan a la muerte.

El embarazo agrava las manifestaciones renales por la retención de sustancias azoadas. Por lo que nuestra orientación va encaminada a evitar el embarazo mediante el uso de anticonceptivos.

Es de gran importancia el apoyo emocional a pacientes y familiares que conocen y sufren la angustia de tener que afrontar múltiples brotes de la enfermedad, con la esperanza de alcanzar la cura de esta, lo que hasta hoy se encuentra lejano de las posibilidades reales y por el contrario se enfrentan a una muerte, generalmente, muy dolorosa y a prematura edad.

Las acciones independientes de Enfermería se irán realizando según el paciente presenta problemas, de ahí que:

-La fiebre es un síntoma muy frecuente por diversas causas, entre ellas la inmunodepresión que acompaña a este paciente de por vida. Esta es la razón por la que debe estar preparado y conocer las medidas antitérmicas, entre ellas el método del cubo, factible de utilizar en la propia casa del paciente y que es una profilaxis de la convulsión febril.

-La astenia, se ayuda a mejorar con el reposo adecuado de 8 h de sueño y períodos de descanso en el día.

-La anorexia y pérdida de peso se resuelven estimulando el apetito, además de conocer que debe hacer una dieta hipercalórica y rica en vitaminas y minerales, normosódica si no hay hipertensión arterial, oliguria y edemas.

-La protección de las lesiones cutáneas con pomadas, es importante porque aunque no se las llega a eliminar, si las mejora notablemente. Como ejemplo dentro de las pomadas más usadas tenemos, la paba compuesta, la triamcinolona y las pomadas esteroides.

Se le debe explicar al paciente que estos medicamentos se aplicarán después del baño y un sacado y moteado para que los poros estén limpios y abiertos, a fin de lograr una buena asimilación del medicamento.

-El vómito y las náuseas, también aparecen en estos pacientes con relativa frecuencia, lo que puede contrarrestarse de forma eficaz en la propia casa o en cualquier lugar utilizando el método de succión de hielo, que da muy buenos resultados.

-Las lesiones osteomioarticulares se atenúan mediante el cumplimiento del medicamento indicado por el médico y con algunos ejercicios que relajan los músculos.

Cuando el paciente presenta manifestaciones respiratorias, como las neumonías y las hemoptisis, se requiere de ingreso, y con medidas como son:

  • Canalización de vena para cumplir el tratamiento del antibiótico que sea indicado por el médico y llegar a transfundir en casos de hemorragia, conteniendo la misma llevando la cabeza hacia atrás y taponando las fosas nasales, si la sangre proviene de esa zona.
  • Medir signos vitales cada vez que se haga necesario.
  • Mantener al paciente bajo estricta observación.

-Si aparecen lesiones cardiovasculares, se impone una terapéutica específica y una vigilancia más estricta, por lo que el paciente será atendido en una sala de terapia y monitorizado de inmediato.

Al aparecer complicaciones renales nos dispondremos a:

  • Regular estrictamente los líquidos y diuréticos.
  • Vigilar la tensión arterial.

-No utilizar la vía parenteral salvo casos excepcionales.

– Preparar y canalizar una vena profunda para colocar el catéter de la hemodiálisis.

– Comenzar a realizar las diálisis peritoneales.

– Llevar un estricto balance hidromineral controlando rigurosa mente la orina, vigilando la oligoanuria que eleva a las sustancias azoadas y con ello debutan las manifestaciones neurológicas.

Las complicaciones neurológicas serán atendidas por su magnitud y gravedad.

  • Ya que al aparecer en la obnubilación o confusión mental se debe orientar al paciente sobre: ¿Quién es? ¿Dónde está? ¿qué le está pasando?, hasta tanto regrese del cuadro, tratando de evitar que se lesione en caídas ocasionadas por mareos o vértigos y mantenerlo bajo estricta vigilancia.
  • Si hay pérdida de conciencia y aparece el papiledema, vigilar el estado de coma y su profundización. Colocar monóculos humedecidos con suero fisiológico frío, lo que disminuye el edema palpebral considerablemente.
  • En caso de aparecer signos de hipertensión endocraneana y con ella las convulsiones por compresión cerebral o hipertermia, se aplicarán las medidas anticonvulsivantes ya descritas en acápites anteriores.

-La observación de Enfermería plasmada en la historia clínica será minuciosa, lo que auxiliará al médico de forma considerable.

Lamentable y dolorosamente estos pacientes no logran sobrevivir y ocurre un desenlace fatal. Entonces se mortaja, lo que sencillamente es la última acción independiente de Enfermería que se les brinda así como se les da a los familiares el apoyo emocional que requiere esta triste situación.

Conclusión.

Al tratarse de una enfermedad crónica, el personal de Enfermería está obligado a informar detalladamente al paciente del alcance y evolución de su enfermedad. Se prestará el apoyo anímico necesario para afrontar los brotes y los cambios físicos que conlleva padecer lupus. Además, se vigilarán  la aparición y/o complicación de los síntomas y cambios físicos característicos de esta enfermedad para actuar ante ellos. Entre las actividades y cuidados  más importantes destacan el reposo, el control de la fiebre, dieta apropiada y el cuidado de lesiones cutáneas. También es importante informar a los familiares para que adquieran las pautas necesarias para ayudar al enfermo en los brotes y manifestaciones de esta enfermedad.

Bibliografía

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