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Cuidados de Enfermería en la epilepsia

Cuidados de Enfermería en la epilepsia

Resumen

La epilepsia es un trastorno provocado por el aumento de la actividad eléctrica de las neuronas en alguna zona del cerebro. La persona afectada puede sufrir una serie de convulsiones o movimientos corporales incontrolados de forma repetitiva.

Cuidados de Enfermería en la epilepsia

Autores: Luna Aljama, José *; Luna Aljama, María Elena **

* DUE  H.U. Reina Sofía de Córdoba

** DUE  H.U. Reina Sofía de Córdoba

El objetivo principal de este trabajo es destacar el papel de los profesionales de Enfermería en el abordaje de los pacientes con epilepsia.

Se ha llevado a cabo una revisión bibliográfica en las siguientes bases de datos: Pubmed, Cuiden y Medline, y en los siguientes metabuscadores: Google académico y The Cochrane Library. Para nuestra búsqueda hemos utilizado los DeCs con las siguientes palabras claves: “epilepsia”, “convulsión”, “síntomas”, “diagnóstico”, “Enfermería”. Los idiomas aceptados para la revisión han sido castellano e inglés.

La epilepsia es una enfermedad crónica del sistema nervioso que se produce por la descarga eléctrica anormal de células de una zona del cerebro o de toda la corteza cerebral. Una persona es epiléptica cuando sufre varias crisis epilépticas espontáneas. Se manifiesta por episodios bruscos y de breve duración -generalmente no más de dos minutos- de síntomas motores, sensitivos, sensoriales o psíquicos.

Existe gran variedad de crisis epilépticas. Lo que determina la gravedad de la epilepsia es la enfermedad que la causa.

Las epilepsias pueden ser:

Según su etiología:

  • De causa genética (conocida o presumida). Se denominan idiopáticas.
  • Secundarias o sintomáticas a procesos que pueden afectar al cerebro. La causa puede ser identificada: lesiones traumáticas cerebrales, lesiones vasculares, tumorales, infecciones, atrofias, malformaciones o trastornos de la estructura de la corteza cerebral, etc.
  • Criptogénicas, de las que no se conoce su causa.

Según la localización de las neuronas epileptógenas:

  • Focal (localizada).
  • Generalizada

CAUSAS

El tipo más frecuente de epilepsia, que afecta a 6 de cada 10 personas, es la epilepsia idiopática, es decir, la que no tiene una causa identificable. La epilepsia con causas conocidas se denomina epilepsia secundaria o sintomática. Dichas causas pueden consistir en:

  • Daño cerebral por lesiones prenatales o perinatales (por ejemplo, asfixia o traumatismos durante el parto, bajo peso al nacer.
  • Malformaciones congénitas o alteraciones genéticas con malformaciones cerebrales asociadas.
  • Traumatismo craneoencefálico grave.
  • Accidente cerebrovascular que limita la llegada del oxígeno al cerebro.
  • Infecciones cerebrales como las meningitis y encefalitis o la neurocisticercosis.
  • Algunos síndromes genéticos.
  • Tumores cerebrales.

Signos y síntomas

Las características de los ataques epilépticos son variables y dependen de la zona del cerebro en la que empieza el trastorno, así como de su propagación. Pueden producirse síntomas transitorios, como ausencias o pérdidas de conocimiento, y trastornos del movimiento, de los sentidos (en particular la visión, la audición y el gusto), del humor o de otras funciones cognitivas.

Las personas con convulsiones tienden a padecer más problemas físicos (tales como fracturas y hematomas derivados de traumatismos relacionados con las convulsiones) y mayores tasas de trastornos psicosociales, incluidas la ansiedad y la depresión. Del mismo modo, el riesgo de muerte prematura en las personas epilépticas en tres veces mayor que el de la población general, y las tasas más altas se registran en los países de ingresos bajos y medianos y en las zonas rurales más que en las urbanas. En esos países, una gran parte de las causas de defunción relacionadas con la epilepsia se pueden prevenir, por ejemplo, caídas, ahogamientos, quemaduras y convulsiones prolongadas.

Diagnóstico:

Hay tres métodos principales de diagnóstico de la epilepsia:

  1. Historia personal y médica del paciente. El médico la realiza obteniendo toda la información posible que pueda darle el afectado (características de los ataques epilépticos, qué le pasa momentos antes de que comience el ataque, etc.). Además añade otra, más científica, sobre la evolución de la persona (cómo le va el tratamiento, otras pruebas realizadas y sus resultados, etc.).
  2. Electroencefalograma. Se hace con una máquina que proporciona, dibujando unas líneas ondulantes, las señales eléctricas que llegan desde las células del cerebro. Con el electroencefalograma, el médico descubre si hay circunstancias cerebrales especiales que expliquen por qué se producen los ataques epilépticos. Para poder conseguir esta imagen del cerebro, se suele recurrir a la hiperventilación o la estimulación luminosa intermitente. No obstante, el electroencefalograma no siempre muestra que haya indicios de epilepsia, porque a veces los cambios eléctricos se producen en zonas muy profundas del cerebro; en otras ocasiones, en el momento de hacer el electroencefalograma no se está produciendo ningún cambio.
  3. Tomografía computerizada. Consiste en otra máquina que hace una serie de fotografías de los diferentes niveles del cerebro, con las que se puede ver si existe en él algún bulto, cicatriz, marca o cualquier otra condición que pueda estar causando los ataques.