actividad física.
– Se siente culpable.
– Poca concentración e indecisión.
– Pensamientos de miedo o muerte.
Se ven de forma frecuente otros síntomas en los adultos mayores como agitación, ansiedad, preocupación, quejas somáticas, deterioro cognitivo, disminución de la iniciativa, la capacidad de resolver problemas, deterioro del autocuidado, abuso de alcohol, aislamiento social, culpa social, obsesiones, compulsiones, discordia marital, irritabilidad, anhedonia, enojo, apatía.
El envejecimiento de la población y la baja tasa de natalidad, hace que muchos adultos mayores estén solos y sin apoyo familiar, la depresión es muy frecuente, en los años 90 estuvo ubicada como la cuarta causa de discapacidad y se proyecta para el 2020 ser la segunda luego de las enfermedades isquémicas y se asocia a una alta tasa de mortalidad, tiende a ser crónica y recurrente, siendo el suicidio la consecuencia más seria y es casi el doble a esta edad en relación a los más jóvenes.
Se hace importante la presencia del Médico de Familia que oriente un diagnóstico adecuado frente a estos pacientes ya que una gran mayoría se quedan subdiagnosticados, para evitar discapacidades y complicaciones asociadas.
Desde la opinión de los autores se pueden invocar determinados factores que si bien no se esgrimen como protectores o de riesgo para la aparición de la demencia, no dejan de tener un papel preponderante y hasta determinante en la salud de los acianos.
Las redes de apoyo activas y la familia aseguran la supervivencia y los vínculos afectivos ayudan a las personas a crear un ambiente adecuado para que puedan superar diferentes obstáculos que se presentan en la vida. Así mismo es muy recomendable que el Médico de Familia pueda crear consciencia en el adulto mayor y fomentar la práctica del ejercicio, con efectos favorables sobre la disminución del riesgo de depresión, de participar en reuniones con amigos/as, familiares para compartir experiencias vivencias no solo entre su misma edad sino también con carácter intergeneracional donde los niños aprendan de los adultos mayores y donde éstos puedan recordar que ese pasado les ayudó a proyectarse hacia un futuro que hoy está presente en cada hogar donde existen adultos mayores, esto atraerá una autoestima que logre mejorar las relaciones con los demás.
Es importante que dentro de la calidad de vida del adulto mayor se le acompañe a que cumpla algunos de los sueños que tal vez no los pudo hacer realidad por diversas circunstancias, por falta de apoyo, por no dedicar un tiempo a la recreación, por dedicarse al cuidado de sus hijos, pueden ser éstas caminatas, paseos, ensayar algún instrumento musical o deportivo, etc., actividades otras elegidas de acuerdo a sus gustos.
En un estudio realizado por Domínguez Fuentes, García Leiva y Cuberos Casado, (2008), la violencia está presente en la mayoría de mujeres que tienen relación de pareja, por lo tanto la soledad como decisión o estilo de vida podría establecerse como un factor protector de acuerdo al caso
En estudios realizados basados en promoción de educación para tener un hogar seguro, los adultos mayores que tuvieron entrenamiento tuvieron mejor control del equilibrio y la marcha, se redujo el miedo a las caídas, menos depresión y mejoraron la calidad de vida (Scientific, 2015)
Una investigación realizada en Colombia asocia íntimamente la violencia de pareja contra la mujer y la aparición de depresión postparto, el 54% de las mujeres maltratadas; 17% por abuso físico, 54% no físico y 33% síntomas depresivos en el postparto, como podemos observar el mayor porcentaje corresponde al ámbito psicológico, a la esfera mental a los pensamientos que una mujer puede tener luego del parto basado en el aspecto físico, en la falta de apoyo conyugal, esto afecta negativamente el desarrollo emocional de los hijos a través de la lactancia materna en los más pequeños y en las actitudes negativas de comportamiento observados en los adultos.
Las relaciones que denigran a los adultos mayores y que provocan alteraciones en su esfera psicológica constituyen situaciones y comportamientos como el autoritarismo, la intolerancia, humillaciones, la dominación, la desconfianza, la actitud despótica, humillante, rígida, insensible, intolerante de miedo, que debe ser superada por otras formas de interrelacionarse como una actitud humanizada con respeto a los derechos, solidaria, inclusiva, de confianza, equitativa, flexible, dignificante, libre, de aprendizaje, sensible, comprensiva, abierta, de convivencia, que permita el crecimiento y desarrollo de una mejor calidad de vida.Existen algunas circunstancias que hacen más vulnerable a un adulto mayor a la depresión como la familia, enfermedades, fármacos, experiencias negativas que provocan traumas, alteraciones ambientales, es importante investigar cuadros depresivos en edades más tempranas ya que ello predispone a recurrencias acentuadas en la adultez mayor, es menos probable que sea genético un cuadro depresivo en el adulto mayor, en el estudio poblacional de Salud Mental de Medellín expone la manera como los genes que son heredados de una generación a otra, influyen en las enfermedades mentales y físicas, pero aclara que tal predisposición no es la única para la aparición de trastornos mentales necesita la influencia de factores ambientales (Torres de Galvis et al., 2012), así es que un individuo podrá tener la predisposición genética pero si no existe la influencia ambiental no desarrollará la depresión, vemos el gran peso de los factores ambientales; un adulto mayor que sea tomado en cuenta dentro de la familia, que se le acompañe a realizar ejercicios, a cumplir algún deseo reprimido estará más atendido a sentirse mejor, es decir, que dentro de la familia toca organizarse mejor para que el adulto mayor se sienta productivo.
Factores de riesgo a los que se debe estar alerta en un individuo es el divorcio, viudez, duelo familiar o económico, aislamiento social, patologías relacionadas con el sistema músculo-esquelético, cardiovascular, endocrinas, digestivas, urológicas, oftalmológicas entre las más frecuentes, polifarmacia, dolor crónico, trastornos del sueño como el insomnio que está asociado a la persistencia y recurrencia de la depresión, deterioro cognitivo, institucionalización, dependencia de alcohol, benzodiacepinas, nivel